EL ARTE DE PENSAR. Alfonso López Quintás







Blog de Tendencias21 sobre formación en creatividad y valores

Cuaderno de Bitácora

CLAVES PARA ORIENTAR LA AFECTIVIDAD
Quiero contar a mis lectores lo que intento en mi último libro: El descubrimiento del amor auténtico. Claves para orientar la afectividad (1). Me propongo descubrir, a la vista del lector, unas cuantas claves para orientarse bien respecto a ese tema eterno que es la afectividad. Desde hace unos años no suelo contentarme con exponer ideas. Intento ayudar al lector a captar el valor de los contenidos que expongo. Para eso recurro a diversas experiencias, a fin de que el lector las realice personalmente y descubra, por su cuenta, los descubrimientos que voy haciendo. De esta forma su lectura adquiere un carácter creativo. Veámoslo.

En tres obras anteriores (El amor humano, La formación para el amor, El secreto de una vida lograda) mostré el camino hacia el desarrollo de la afectividad, con gran empeño por definir con precisión los conceptos y distinguir lo que construye y lo que destruye. Ahora, el mejor conocimiento de los niveles de realidad me ha permitido dar una respuesta precisa al joven angustiado que pidió ayuda al gran teólogo Karl Rahner: “Mis amigos y yo hemos perseguido la felicidad febrilmente y nos hemos convertido en carne de hospital. ¿Podría decirme dónde está la felicidad?” (2).

Fiel a mi método, invito al lector a vivir una experiencia impresionante. Empezamos poniendo las bases para descubrir el camino que nos lleva al encuentro personal. Al vivir el encuentro, experimentamos sus frutos, y, a la vista de éstos, descubrimos el ideal de la unidad, bien unido al de la bondad, la verdad, la justicia, la belleza. El que opta por este ideal, asume las condiciones que fundan la excelencia humana: adquiere libertad creativa, dota su vida de sentido, gana poder creativo, crea relaciones de verdadero encuentro, desarrolla plenamente su afectividad. Al contemplar este proceso de conjunto, descubrimos asombrados la grandeza de la afectividad humana bien comprendida y bien vivida.

Este descubrimiento nos sugiere una serie de claves para dar razón de muestra conducta, y nos dispone para guiarnos a nosotros mismos y a otros. Un buen guía sabe que, si vivimos sólo en el nivel 1 –en el cual ansiamos poseer lo que nos seduce-, no podemos conocer lo que acontece en el nivel 2, el de la creación generosa de relaciones de verdadero encuentro. Por eso el auténtico amor nos parecerá algo bello pero irreal. Intentemos subir al nivel 2 –tarea básica de todo noviazgo- y cambiará el panorama. Descubriremos que, al vivir de veras el encuentro, nos encaminamos hacia la felicidad auténtica. Por eso, una de las claves decisivas de la obra es ésta: “Si nos movemos exclusivamente en el nivel 1, anulamos en su raíz la formación para el amor, pues desde un nivel inferior no se puede ni vislumbrar siquiera lo que sucede en los niveles superiores” (p. 47).

Al subir al nivel 2, descubrimos que la meta del amor no es obtener el goce de saciar los deseos, sino el gozo de crear formas de verdadera amistad. Entonces es cuando el amor primero perdura y se acrecienta. Nos lo dice la 4ª clave: “La única garantía de que el amor perdure es que sea auténtico. No somos unos ilusos por creer en la posibilidad del amor” (p. 62).

Cuando el amor es auténtico, todo gesto afectivo cobra pleno sentido y es fuente de felicidad. En cambio, «si realizamos un gesto corpóreo que indica intimidad personal pero no la tenemos, cometemos un fraude, y dejamos frustrada a la otra persona, que con razón puede lamentarse, diciendo: “He buscado amor y sólo encontré sexo”» (Clave 8ª).

A la luz de las claves anteriores, descubrimos con toda nitidez la 9ª: “El pudor, bien entendido, es la salvaguardia de la dignidad humana” (p. 85). «La vista es, después del tacto, el sentido más posesivo. Es una especie de “tacto a distancia”. Por eso dejarse ver es, en cierta medida, dejarse poseer. Como el poseer pertenece al nivel 1, dejarse ver significa un rebajamiento de la intimidad (nivel 2) al nivel 1. Evitar esa merma de la propia dignidad es la función del pudor, bien entendido». Nos ayuda a comprenderlo el profundo mito de Orfeo. «Cuando Orfeo recobró a su amada Eurídice del reino de los muertos, fue advertido de que, para retenerla junto a sí, debía abstenerse de mirar su rostro durante una noche. En la literatura y la mitología, la noche simboliza un período de prueba. Mirar indica el afán de poseer. El rostro es el lugar en que vibra el ser entero de una persona. A Orfeo se le vino a decir que, para crear una relación valiosa y estable con Eurídice, debía renunciar al deseo de poseerla y adoptar una actitud respetuosa» (p. 88).

Para el que conoce los niveles de realidad –explicados en la primera parte de la obra- la clave que ilumina el desarrollo de la afectividad es la 12ª: «La condición indispensable para iniciar una verdadera “formación para el amor” es ascender del nivel 1 a los niveles 2 y 3» (p. 96). Esta clave vale por todo un curso de formación para el amor.

El libro que hoy ofrezco no es sólo para leerlo, sino para meditarlo y vivirlo. Al realizar personalmente las experiencias que propone, logramos elevarnos a la altura que nos sugiere. Porque se trata de un escrito sugerente: abre un camino, invita al lector a seguirlo, y le deja libertad para que vaya, por sus pasos, hacia esa fuente de felicidad que es el amor bien entendido y bien vivido.

Hoy se afirma a menudo que hemos perdido el sentido del amor auténtico. Este libro nos invita a buscarlo, y decir, al modo de Ladislao en el Persiles cervantino (cap. 3º): “Como te habías ido, se me fue contigo el alma”.


Notas
(1) BAC, Madrid 2012 (www.bac-editorial.com)
(2) Cf. Karl Rahner: Tengo un problema. K. Rahner responde a los jóvenes, Sal Terrae, Santander 1984, págs. 12-14

Alfonso López Quintás
18/06/2012

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Alfonso López Quintás
Alfonso López Quintás
Alfonso López Quintás realizó estudios de filología, filosofía y música en Salamanca, Madrid, Múnich y Viena. Es doctor en filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y catedrático emérito de filosofía de dicho centro; miembro de número de la Real Academia Española de Ciencias Morales y Políticas –desde 1986-, de L´Académie Internationale de l´art (Suiza) y la International Society of Philosophie (Armenia); cofundador del Seminario Xavier Zubiri (Madrid); desde 1970 a 1975, profesor extraordinario de Filosofía en la Universidad Comillas (Madrid). De 1983 a 1993 fue miembro del Comité Director de la FISP (Fédération Internationale des Societés de Philosophie), organizadora de los congresos mundiales de Filosofía. Impartió numerosos cursos y conferencias en centros culturales de España, Francia, Italia, Portugal, México, Argentina, Brasil, Perú, Chile y Puerto Rico. Ha difundido en el mundo hispánico la obra de su maestro Romano Guardini, a través de cuatro obras y numerosos estudios críticos. Es promotor del proyecto formativo internacional Escuela de Pensamiento y Creatividad (Madrid), orientado a convertir la literatura y el arte –sobre todo la música- en una fuente de formación humana; destacar la grandeza de la vida ética bien orientada; convertir a los profesores en formadores; preparar auténticos líderes culturales; liberar a las mentes de las falacias de la manipulación. Para difundir este método formativo, 1) se fundó en la universidad Anáhuac (México) la “Cátedra de creatividad y valores Alfonso López Quintás”, y, en la universidad de Sao Paulo (Brasil), el “Núcleo de pensamento e criatividade”; se organizaron centros de difusión y grupos de trabajo en España e Iberoamérica, y se están impartiendo –desde 2006- tres cursos on line que otorgan el título de “Experto universitario en creatividad y valores”.





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