Noticias
Defensores de los derechos de los animales en Austria piden trato legal de ser humano para Hiasl, un chimpancé que permanece en cautiverio desde hace 26 años. El simio sabe pintar, y es aficionado a ver documentales.
Según informara la agencia Europa Press, la solicitud provino de la Asociación contra los Criaderos Industriales (VGT), y fue elevada ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
Hiasl vive enjaulado en la ciudad austriaca de Voesendorf desde hace 26 años y que entre sus cualidades destacan saber pintar o su gusto por ver documentales.
El problema es que la institución que se encargaba de cuidarlo se declaró en quiebra y ya no puede hacerse cargo de su manutención, no pudiendo ninguna persona adoptar al animal, porque las leyes del país sólo prevén esa posibilidad para humanos.
Los cuidadores de Hiasl no están dispuestos a desamparar al simio. En todo este tiempo, 'Hiasl' aprendió a pintar y le encanta ver documentales, costumbres que hacen que "todo el mundo que lo conoce lo vea como una persona", explicó Paula Stibbe, una de las activistas que encabeza las acciones en procura de lograr la adopción.
Por lo tanto pretenden que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo lo considere legalmente como una persona, puesto que sólo así alguien podría adoptarlo y hacerse cargo de sus cuidados, cuyo costo asciende a unos 4.800 euros al mes.
"Ese reconocimiento evitaría que el chimpancé quedara huérfano, expuesto a penalidades por razones económicas", aseguró Eberhart Theuer, experto en derechos humanos que lleva el caso.
Fuente noticia:
Hiasl vive enjaulado en la ciudad austriaca de Voesendorf desde hace 26 años y que entre sus cualidades destacan saber pintar o su gusto por ver documentales.
El problema es que la institución que se encargaba de cuidarlo se declaró en quiebra y ya no puede hacerse cargo de su manutención, no pudiendo ninguna persona adoptar al animal, porque las leyes del país sólo prevén esa posibilidad para humanos.
Los cuidadores de Hiasl no están dispuestos a desamparar al simio. En todo este tiempo, 'Hiasl' aprendió a pintar y le encanta ver documentales, costumbres que hacen que "todo el mundo que lo conoce lo vea como una persona", explicó Paula Stibbe, una de las activistas que encabeza las acciones en procura de lograr la adopción.
Por lo tanto pretenden que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo lo considere legalmente como una persona, puesto que sólo así alguien podría adoptarlo y hacerse cargo de sus cuidados, cuyo costo asciende a unos 4.800 euros al mes.
"Ese reconocimiento evitaría que el chimpancé quedara huérfano, expuesto a penalidades por razones económicas", aseguró Eberhart Theuer, experto en derechos humanos que lleva el caso.
Fuente noticia:
"Tengo grandes esperanzas en que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos lo vea de forma más exacta porque es menos formalista que la Justicia austríaca", añadió Theuer.
"Creo que nuestra sociedad sería mejor y que supondría un avance para los derechos humanos. No se quitarían derechos a nadie, es un avance", resumió el experto.
"Hiasl" llegó a Austria de forma ilegal desde Sierra Leona y vive desde hace un cuarto de siglo bajo custodia de la Asociación Vienesa para la Protección de los Animales, que está al borde de la bancarrota.
La VGT pensó en hacer donaciones para garantizarle un alojamiento en caso de dificultades, pero chocó con el impedimento de que en la legislación austríaca sólo los humanos pueden recibir esta ayuda.
Entonces, se pensó en la posibilidad de que "Hiasl" tuviera un tutor para recoger los donativos, pero de nuevo la legislación impedía que un animal contara con esa figura legal.
La solución consistía en tratar de declarar humano a "Hiasl" por razones prácticas, algo por lo que han batallado sin éxito en todas las instancias legales del país.
Theuer aseguró que "los jueces austríacos sólo se han basado en aspectos formales y han evitado declarar si Matthias Pan puede ser declarado persona. Pero tampoco han dicho que no, que no es humano, lo que hubiera sido más sencillo".
La asociación afirma que cuenta con cuatro expertos de renombre internacional en Derecho Constitucional, Filosofía del Derecho, Antropología y Biología dispuestos a defender "la humanidad" de "Hiasl".
El apellido de Matthias Pan proviene de su nombre científico, "Pan troglodytes", que es la forma de definir al chimpancé común.
Según Theuer, la representación legal en situaciones de urgencia "ha sido reconocida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en numerosas ocasiones, como por ejemplo en huérfanos, analfabetos o personas que pretenden presentar reclamaciones y no quieren representarse a sí mismas".
Los científicos han demostrado que los grandes simios tienen capacidades que antes se consideraban exclusivas del ser humano, como el establecimiento de relaciones familiares estables, la planificación del futuro, el sufrimiento por el dolor o la pérdida de seres queridos y el mantenimiento de relaciones sexuales no promiscuas.
En la escena internacional, el Proyecto Gran Simio parte de la similitud de los grandes primates (chimpancés, orangutanes, bonobos y gorilas) con los seres humanos y persigue una declaración de la ONU que garantice el derecho a la vida y la protección de la libertad individual y prohíba la tortura de estos animales.
Autor y Fuente
"Creo que nuestra sociedad sería mejor y que supondría un avance para los derechos humanos. No se quitarían derechos a nadie, es un avance", resumió el experto.
"Hiasl" llegó a Austria de forma ilegal desde Sierra Leona y vive desde hace un cuarto de siglo bajo custodia de la Asociación Vienesa para la Protección de los Animales, que está al borde de la bancarrota.
La VGT pensó en hacer donaciones para garantizarle un alojamiento en caso de dificultades, pero chocó con el impedimento de que en la legislación austríaca sólo los humanos pueden recibir esta ayuda.
Entonces, se pensó en la posibilidad de que "Hiasl" tuviera un tutor para recoger los donativos, pero de nuevo la legislación impedía que un animal contara con esa figura legal.
La solución consistía en tratar de declarar humano a "Hiasl" por razones prácticas, algo por lo que han batallado sin éxito en todas las instancias legales del país.
Theuer aseguró que "los jueces austríacos sólo se han basado en aspectos formales y han evitado declarar si Matthias Pan puede ser declarado persona. Pero tampoco han dicho que no, que no es humano, lo que hubiera sido más sencillo".
La asociación afirma que cuenta con cuatro expertos de renombre internacional en Derecho Constitucional, Filosofía del Derecho, Antropología y Biología dispuestos a defender "la humanidad" de "Hiasl".
El apellido de Matthias Pan proviene de su nombre científico, "Pan troglodytes", que es la forma de definir al chimpancé común.
Según Theuer, la representación legal en situaciones de urgencia "ha sido reconocida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en numerosas ocasiones, como por ejemplo en huérfanos, analfabetos o personas que pretenden presentar reclamaciones y no quieren representarse a sí mismas".
Los científicos han demostrado que los grandes simios tienen capacidades que antes se consideraban exclusivas del ser humano, como el establecimiento de relaciones familiares estables, la planificación del futuro, el sufrimiento por el dolor o la pérdida de seres queridos y el mantenimiento de relaciones sexuales no promiscuas.
En la escena internacional, el Proyecto Gran Simio parte de la similitud de los grandes primates (chimpancés, orangutanes, bonobos y gorilas) con los seres humanos y persigue una declaración de la ONU que garantice el derecho a la vida y la protección de la libertad individual y prohíba la tortura de estos animales.
Autor y Fuente
Editado por
Juan Ramón Blanco es Licenciado en Derecho y abogado en ejercicio. Es asimismo asesor jurídico de Tendencias21, Secretario General Técnico del Instituto Ciencia y Sociedad y socio fundador del Instituto de Derechos Humanos Sri Aurobindo.
Secciones
Últimos apuntes
Noticias de AI
Organizaciones de Derechos Humanos
Blog sobre Sociedad y Derecho de Tendencias21
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850