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Blog de Tendencias21 sobre las implicaciones sociales del avance científico, tecnológico y biomédico.
Aunque la actividad tecnocientífica no es la panacea que todo lo sabe, aporta una información que no puede ser desdeñable y que evita graves consecuencias económicas como la sucedida actualmente por el caso de los pepinos infectados.
El caso de los pepinos infectados por la bacteria Escherichia coli es uno de los mejores ejemplos que se pueden aplicar a la hora de ver la importancia que tiene el centrarse exclusivamente en los aspectos subjetivos y opinables. De hecho, guiarse sólo por la opinión -y dejar de lado el sentido común- tal y como se han hecho por políticos alemanes al hablar de los alimentos vegetales infectados por Escherichia coli ha generado una graves pérdidas económicas en los productores españoles.
La actividad tecnocientífica aporta una información valiosa sobre el probable comienzo de cualquier tipo de infección bacteriana. De ahí que obviar esta información y centrarse en percepciones subjetivas hace que la opinión pase por encima del rigor y del análisis de la situación. Este tipo de comportamiento son perfectamente válidos en el caso de Dª. Bélén Esteban cuya función televisiva es esa: opinar simplemente sin preocuparse de nada más. En cambio, un responsable político debe adoptar una postura más mesurada y prudente dejando a un lado el subjetivismo. No obstante, como bien ha expuesto D. Mauricio Beuchot en esta revista, tampoco es buena idea centrarse exclusivamente en el objetivismo sin ir más allá y sin tomar en consideración los efectos personales (y subjetivos) que puede generar dicho objetivismo.
Por todo esto, considero que la Unión Europea ha fallado estrepitosamente en sus controles alimentarios y, además, todo parece indicar que las ideologías se han puesto por encima de las personas trayendo consigo uno de los comportamientos más vergonzosos que se han visto en la actualidad. Esto no sólo es debido a la gran pérdida económica que ha generado en los productores y transportistas españoles, sino que también nos muestra que la propia Unión Europea no parece estar dispuesta a luchar y apostar por sus propios productos.
La actividad tecnocientífica aporta una información valiosa sobre el probable comienzo de cualquier tipo de infección bacteriana. De ahí que obviar esta información y centrarse en percepciones subjetivas hace que la opinión pase por encima del rigor y del análisis de la situación. Este tipo de comportamiento son perfectamente válidos en el caso de Dª. Bélén Esteban cuya función televisiva es esa: opinar simplemente sin preocuparse de nada más. En cambio, un responsable político debe adoptar una postura más mesurada y prudente dejando a un lado el subjetivismo. No obstante, como bien ha expuesto D. Mauricio Beuchot en esta revista, tampoco es buena idea centrarse exclusivamente en el objetivismo sin ir más allá y sin tomar en consideración los efectos personales (y subjetivos) que puede generar dicho objetivismo.
Por todo esto, considero que la Unión Europea ha fallado estrepitosamente en sus controles alimentarios y, además, todo parece indicar que las ideologías se han puesto por encima de las personas trayendo consigo uno de los comportamientos más vergonzosos que se han visto en la actualidad. Esto no sólo es debido a la gran pérdida económica que ha generado en los productores y transportistas españoles, sino que también nos muestra que la propia Unión Europea no parece estar dispuesta a luchar y apostar por sus propios productos.
Miércoles, 1 de Junio 2011
Perfil
Juan R. Coca
JUAN R. COCA Profesor Contratado Doctor del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid (España). Actualmente es director de la Unidad de Investigación Social y Enfermedades Raras de la Universidad de Valladolid.
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