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Blog de Tendencias21 sobre las implicaciones sociales del avance científico, tecnológico y biomédico.
La Organización de Estados Iberoamericanos ha publicado recientemente un texto titulado "Ciencia, tecnología e innovación para el desarrollo y la cohesión social: Programa iberoamericano en la década de los bicentenarios". En él se pretende generar un debate público sobre la utilidad de la ciencia y la tecnología en los tiempos en los que vivimos.
Portada del texto
En la síntesis del texto al que hacemos referencia se muestra la situación de infradesarrollo científico-tecnológico que vive Iberoamérica. De hecho, se nos muestra que la historia científica iberoamericana indica que nuestros países han producido menos premios Nobel en ciencias que varias de las universidades más prestigiosas del mundo desarrollado. Asimismo, la historia tecnológica también nos hace ver que algunas de las grandes empresas transnacionales han registrado muchas más patentes en las oficinas de Estados Unidos o de Europa que el total de las empresas de Iberoamérica en su conjunto.
Esta situación necesita cambiar sobre todo debido a que en Iberoamérica no disponemos de una ciencia y una tecnología que nos sirvan como para el desarrollo equitativo y cohesivo de nuestra macro-región. Por todo ello se hace necesario contar con estas actividades, entendiéndolas como prioritárias, por lo que deberíamos adoptar políticas adecuadas a corto, mediano y largo plazo, que deberán además aprovechar la rica experiencia adquirida por los países iberoamericanos a lo largo de su historia.
A su vez, en el texto se nos dice que debemos disponer de un mayor número de profesionales altamente capacitados; científicos y tecnólogos en condiciones de crear nuevo conocimiento a través de la I+D y de obtenerlo también de fuentes externas.
Esta situación necesita cambiar sobre todo debido a que en Iberoamérica no disponemos de una ciencia y una tecnología que nos sirvan como para el desarrollo equitativo y cohesivo de nuestra macro-región. Por todo ello se hace necesario contar con estas actividades, entendiéndolas como prioritárias, por lo que deberíamos adoptar políticas adecuadas a corto, mediano y largo plazo, que deberán además aprovechar la rica experiencia adquirida por los países iberoamericanos a lo largo de su historia.
A su vez, en el texto se nos dice que debemos disponer de un mayor número de profesionales altamente capacitados; científicos y tecnólogos en condiciones de crear nuevo conocimiento a través de la I+D y de obtenerlo también de fuentes externas.
Es importante señalar que una cultura científica y tecnológica ampliamente extendida en la población es también una condición necesaria para dar impulso a la vinculación entre quienes producen, identifican, adaptan y aplican los conocimientos. Una sociedad innovadora es aquella en la cual la búsqueda de nuevas soluciones más eficientes comienza en la base misma de la organización social.
Ante esto nos surge la pregunta recurrente y repetitiva ¿a qué esperan nuestros políticos para ponerse manos a la obra y generar, de facto, un sistema tecnocientífico efectivo que nos permita ser competitivos y ayudarnos en esta situación tan difícil en la que estamos?
Ante esto nos surge la pregunta recurrente y repetitiva ¿a qué esperan nuestros políticos para ponerse manos a la obra y generar, de facto, un sistema tecnocientífico efectivo que nos permita ser competitivos y ayudarnos en esta situación tan difícil en la que estamos?
Jueves, 15 de Noviembre 2012
Perfil
Juan R. Coca
JUAN R. COCA Profesor Contratado Doctor del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid (España). Actualmente es director de la Unidad de Investigación Social y Enfermedades Raras de la Universidad de Valladolid.
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