TECNOHUMAN@.


Blog de Tendencias21 sobre las implicaciones sociales del avance científico, tecnológico y biomédico.


Búsqueda

Este texto no lo he escrito yo. Tengo el honor de poder hacer público unas reflexiones inéditas de uno de los pensadores actuales que más admiro: Andrés Ortiz-Osés. Gracias Andrés!!


Imagen de Andrés Ortiz-Osés
Imagen de Andrés Ortiz-Osés
Reich-Ranicki considera la novelita de Thomas Mann “Tonio Kröger” como el relato más representativo del siglo XX. En esta breve narración juvenil se nos ofrece un prototipo europeo que reúne el puritanismo del norte y la sensualidad del sur. Como el propio T.Mann, el protagonista de su novela Tonio Kröger es hijo de padre nórdico y de madre sureña, atravesado por la afectividad de esta y la efectividad de aquel.

El norte está significado por “los tejados puntiagudos y las torres góticas”; podemos adscribir el sur al mar “cuyas olas bajan su cabeza como toros bravos” embistiendo la arena. Pues bien, Tonio Kröger tiene un espíritu puntiagudo y gótico, pero un alma sensible y sensual.

En esta dialéctica de los contrarios el espíritu nórdico proyecta una cultura idealista, mientras que el alma meridional encarna un realismo sensitivo o sensorial. La frialdad del norte contrasta con el calor del sur, al modo como la cultura alemana contrasta con la civilización francesa. Chocan así el individualismo nórdico y el comunitarismo sudista, el norte solitario y el sur soleado.

En la novela que comentamos la figura de T.Kröger refleja la propia psicología dividida de T.Mann, el cual oscila entre el idealismo protestántico y el realismo católico, entre la libertad individual y la comunidad social.

Ahora bien, como muestra todo su itinerario literario, que confluye en la figura bíblica de José (en la novela “José y sus hermanos”), T.Mann trata de sintetizar o coagular estos contrarios en una especie de “real-idealismo”, caracterizado por la coafirmación de la mezcla potenciadora frente a los extremismos viciosos. Por eso es un alemán afrancesado y finalmente americanizado, un artista comprometido socialmente, un purista o puritano impuro, un trágico que adosa la ironía de lo cómico, un artista aburguesado.

Esta figura de T.Mann, representado por T. Kröger, podría servirnos de ejemplar en la reconstrucción europea entre el norte frío y el sur cálido, entre el Báltico y el mediterráneo, Alemania y Grecia. Francia representaría una buena mediación de estos contrarios, debido a su cruce entre el norte y el sur, entre lo racional y lo emocional.
He aquí que, como Thomas Mann, Tonio Kröger ama la belleza rubia y clara del norte, pero desde su autoafirmación vital o existencial propia del sur.

Jueves, 16 de Julio 2015
Nota

NOTICIAS