Tenemos que partir de que la seguridad es la respuesta al análisis de riesgos, amenazas y vulnerabilidades y, por tanto, su “qué” en formación está relacionado con los recursos humanos, técnicos y organizativos de los que podemos o debemos disponer de cara a aportar soluciones.
Para llegar al cumplimiento de su propósito es preciso poseer la información y realizar nuestros estudios y análisis, además de tener el conocimiento que nos permita plantear las respuestas adecuadas, lo que nos obliga a disponer de una formación en seguridad básica, profesional y especializada en su nivel académico correspondiente.
Una formación especializada opcional o requerida y regulada y exigida para las diferentes funciones y actividades de todo el personal implicado en materia de seguridad (prevención + protección) que es el “quién”, es decir, desde los directivos hasta el personal operativo o de mantenimiento y demás responsables implicados.
Tratándose de una formación especializada, que, además de ser opcional, es regulada y exigida para diferentes funciones y actividades, existe un “cómo”, con bases mínimas de secuencia y contenido, que pueda servir para cubrir cada una de las especializaciones o actividades.
Todo esto hace necesario disponer de un amplio catálogo de cursos básicos y de especialización o postgrado, lo que desemboca en la configuración de un “dónde” poder realizarlos y obtener certificados serios que los acrediten, como son los Centros de Formación de Seguridad Acreditados por el Ministerio del Interior o de Educación y Formación Profesional y entes asociados y universidades.
Será preciso un amplio catálogo de programas de formación especializada para cubrir el ancho espectro de necesidades de los proveedores de sistemas y servicios de seguridad, así como de los múltiples usuarios de actividad institucional, empresarial o industrial y, muy especialmente, de todo el ámbito de las infraestructuras esenciales, críticas y estratégicas.
Este proceso explica el “porqué” del análisis y las imprescindibles respuestas de la formación especializada que requiere esa seguridad privada, en evolución permanente y cada vez más implicada e integrada de forma operativa con la seguridad pública, al servicio de las distintas Estrategias de Seguridad Nacional.
Nos sentimos con recursos y experiencia para poder suplir esas necesidades formativas, y volveremos del periodo vacacional con nuevos planteamientos, así como la habitual evolución ajustada al momento del programa de formación especializada para la seguridad privada.