Desde el principio de este siglo el mundo se ha visto sacudido fuertemente, y se han roto algunos paradigmas de seguridad, al menos en tres ocasiones excepcionales, como fueron: los atentados del 11 de septiembre de 2001, el colapso financiero de 2008 y, muy especialmente, la pandemia de la COVID-19.
Cada caso ha sido una amenaza asimétrica, puesta en movimiento por algo aparentemente puntual y muy diferente de todo lo que el mundo había experimentado hasta entonces.
En todos los casos, la “Seguridad Corporativa” ha evolucionando, y con ella, las expectativas y desafíos que enfrenta la próxima generación de profesionales. En este contexto, los jóvenes líderes en seguridad tienen una oportunidad única de destacar y transformar el sector, integrando tendencias emergentes, innovación, tecnologías avanzadas y enfoques estratégicos en su práctica diaria.
Así, la seguridad se ha ido estableciendo como motor estratégico del funcionamiento de las organizaciones, donde la seguridad debe ir más allá de proteger activos, para ser un aliado estratégico que impulse los objetivos de la actividad y que garantice no solo la protección, sino su continuidad y eficiencia.
Descubre en este post las Estrategias para construir organizaciones resilientes