Reseñas
La era de la incertidumbre
Juan Antonio Martínez de la Fe , 04/04/2024
Ficha Técnica
Título: La era de la incertidumbre
Autor: Josep M. Català Domènech
Edita: Fragmenta Editorial, Barcelona, 2023
Colección: Fragmentos
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 354
ISBN: 978-84-17796-95-2
Precio: 23 euros
Parece incontrovertido que asistimos a un momento de la historia de la humanidad que se presenta, cuando menos, como desconcertante. Descubrimientos de las diferentes ramas de la ciencia, novedosos planteamientos de la filosofía para tratar de entender lo que nace, inquietantes hechos que perturban una cuasi paz a la que nos habíamos acostumbrado. Una palabra, quizás, pudiera sintetizar toda esta realidad o, quizás, todas estas realidades: incertidumbre.
Ante ella surgen, qué duda cabe, múltiples y variadas formas de enfrentarla. Y una de ellas, muy bien razonada, además, es la que nos ofrece Josep M. Català Domènech en este libro que comentamos: La era de la incertidumbre.
¿Es arriesgado abordar en un texto tanta carencia de certezas? Quizás, pero se puede salir muy airoso del intento, como ocurre en esta ocasión. Desde la Introducción, el autor nos muestra todas sus cautelas a la hora de enfrentarse al desafío; lo que pretende es querer poner orden a una sensación personal de desconcierto, la búsqueda de un remedio contra la angustia provocada por la falta de una visión clara, nítida, de lo que ocurre.
No pretende, por tanto, Català decirnos lo que debemos pensar, no; lo que pretende, más bien, es decírselo a sí mismo. Busca ensayar un remedio contra la angustia que provoca el hecho de que “todas las certezas se estén tambaleando o hayan sido convertidas ya en ruinas”. En definitiva, dejar constancia de un proceso de pensamiento que acarrea más dudas que certezas.
Para ello se introduce en tres terrenos, no exclusivos, pero sí muy destacados, como son la propia humanidad, la sexualidad y la verdad. Temas sobre los que la realidad actual nos conduce a la contradicción de tener que pensar de manera diferente, pero, eso sí, con los mismos instrumentos que venimos utilizando hasta hoy.
Son, pues, tres los escenarios en los que el autor se detiene en el texto y que son como posibles futuros en los que se desenvuelve esta era de incertidumbre: el poshumanismo, el posfeminismo y la posverdad. En ellos profundizan las páginas del libro.
Desde luego, estos tres ámbitos se hallan intrínsicamente conectados entre sí porque “todos ellos expresan el declive del humanismo y ponen de relieve la bancarrota de determinadas esencias, ya sean las relativas al concepto de ser humano, al binarismo sexual o a las verdades absolutas”. Y, más adelante, de manera rotunda: “Para dejarlo claro: en el terreno del poshumanismo, el posfeminismo y la posverdad se plantean gran parte de los retos del pensamiento contemporáneo”.
En definitiva, este ensayo procura articular partes que, en principio, son muy diversas pero que se combinan entre sí, penetrándose unas a otras forjando un tejido complejo, aunque no definitivo, que pretende intuir ese futuro que, desde diversos ángulos, se está construyendo.
Tras esta más que interesante y necesaria Introducción, aborda el autor el primer capítulo de la obra: Noticias del fin del mundo. Tiempo, existencia e incertidumbre.
Complejidad
Parte de la premisa de que el pensamiento humano se encuentra actualmente en una encrucijada, algo que no es novedoso en el devenir de la humanidad, pero que hoy adquiere un matiz cargado de dramatismo, porque se ve cercado por el incremento de la complejidad de lo real y la creciente aceleración de los acontecimientos que forman esta realidad cambiante.
Distingue el autor los momentos de inflexión que detecta: primero, la aparición de la imprenta y, ya en el XIX, la aparición de la electricidad; hoy es la digitalización. Todos ellos tienen un denominador común: si previamente fueron acontecimientos impensables, finalmente lograron no solo modificar el pensamiento sobre ellos, sino que alteraron, alteran y cambian, incluso, la forma de pensar. Actualmente, la digitalización “apenas si empieza a ser comprendida y a modificar nuestras estructuras mentales”.
Este imaginario social se caracteriza por un desorbitado optimismo, basado en el impulso de la ciencia positivista, y por la aparición de los signos de una creciente desesperanza. Lo que no impide que, en este período de transición, la sociedad continúe viviendo en el pasado, pese a que todo esté cambiando en ella.
Así ocurre que aún vivimos dependiendo del paradigma eléctrico instaurado a finales del XIX, aunque nos hallemos penetrando en un ámbito orgánico. Si trazáramos una línea de progresión, podríamos observar una progresión que va desde el sujeto a la tecnología y de esta a la biología: “nada de las anteriores etapas ha desaparecido, sino que ha sido transformado por lo que ha venido después”, en un ascendente progreso en complejidad; así, “el sujeto actual es el producto de la conjunción del sujeto humanista del Renacimiento más la creciente sofisticación tecnológica, y ahora apunta hacia una conformación biológica, es decir, hacia una comprensión biológica del ser humano y su subjetividad”. Se pasa, así, de una centralidad del sujeto a la de la tecnología y, de esta, a una materialidad vitalista, de manera que la tecnología se humaniza.
Bajo esta perspectiva, cualquier fenómeno social, político, físico, químico, biológico, psicológico, etc., se puede contemplar desde la perspectiva de la complejidad: los nuevos problemas requieren nuevas formas de pensamiento, dejando atrás las certidumbres en que nos habíamos apoyado.
Lo que nos conduce a una tremenda realidad: dudar de la verdad es asomarse al abismo. Hay quien considera que la verdad es la realidad, pero lo que ocurre es que esta realidad, considerada como un conjunto de ámbitos ontológicos relacionados, puede contemplarse como un sistema.
¿Dónde localizamos hoy la verdad? Actualmente, está centrada en el discurso científico y en las instituciones que lo producen, sin caer en la cuenta de que, precisamente por pretender ser el reducto último de la verdad y ofrecer garantías de ello, dejan ver su vulnerabilidad, puesto que se recurre a ellas para sostener posturas ideológicas de todo tipo.
“El político acude al científico para obtener pruebas de la bondad y necesidad de sus actuaciones, pero también el científico acude al político en busca de financiación y de regulaciones que se ajusten a sus descubrimientos”. Es evidente que, cuando apelamos a la verdad, queremos decir muchas cosas. “En el mundo contemporáneo, ir en busca de la verdad no significa seguir un camino de perfección, sino una forma de cubrir las imperfecciones”.
Es evidente que no es la ciencia en sí lo que está en disputa, no; lo es el entramado en el que se halla inmerso hoy en día el trabajo científico, que conduce a una serie de conflictos de intereses de todo tipo. Y si la ciencia es la garante de la verdad, resulta que esta, la verdad, deviene en un negocio que produce el beneficio de ocultar la mentira, que es donde se encuentra el verdadero negocio.
En este bloque de su ensayo, aborda el autor estos asuntos aquí esbozados y lo hace de una manera más amplia y profunda, tocando vocablos tan de actualidad como el de la posverdad.
Políticamente correcto
El feminismo, género-sexo, sexualidad líquida, … Son términos a los que nos hemos acostumbrado por su frecuente presencia en cualquier medio de comunicación o red social. Al tema dedica Català unas páginas, en la línea de su planteamiento general de la obra.
Habla de lo políticamente correcto y advierte de que hoy corremos el peligro, como sociedad, de que el aumento de la sensibilidad moral desemboque en un detrimento de nuestra perspicacia, llegando, incluso, a volvernos menos inteligentes.
Se adhiere al pensamiento de que es necesario corregir la carencia de sensibilidad social y el machismo, la xenofobia o el racismo; esto es indiscutible. Pero sugiere, en una línea transversal que recorre todo su ensayo, que también es imprescindible no hacerlo desde la intolerancia.
Hace notar el autor, refiriéndose a los términos “género” y “sexo”, que el primero arranca desde la biología, dejando atrás al segundo; pasa luego a la sociología, al entender que es algo construido y determinado por roles sociales; y, de esta, penetra en la psicología, donde se convierte en una cuestión identitaria que no tiene otro fundamento que la propia percepción o sentimiento.
Tras esta incursión, necesaria, sobre la cuestión de género y sexo, xenofobia o racismo, Català retorna al hilo de su exposición girando acerca de la ciencia y su papel.
Ciencia
Considera que a la sociedad se le pide que ajuste todas sus ideas y forma de pensar a lo que dicta la ciencia; es como si, fuera de ella, nada pudiera existir. Pero ocurre que la realidad cambia a mayor velocidad de lo que la ciencia puede permitirse; lo que lleva a aceptar la oportunidad de un pensamiento alternativo, capaz de unir pasado, presente y futuro.
No se trata de dudar sobre la validez de la ciencia, no; lo que ocurre es que dicha validez es solo parcial, como también ocurre con la filosofía. Por lo que aquel pensamiento especulativo ofrece la posibilidad de unos modelos posibles de la realidad que ensanchen el alcance de la visión científica. Porque lo cierto es que la ciencia no piensa, no es su función, pero sí es pensada por el marco conceptual en el que se inscribe siempre su labor y que suele pasar desapercibido al científico y al ámbito de la ciencia también.
El autor reconoce no ser especialista en algunos de estos temas, por lo que recurre a cavilar sobre ellos, lanzando hipótesis sobre un posible cambio de paradigma futuro y, partiendo de sus características generales, reflexionar sobre lo que considera equivocado en el conocimiento actual.
Al científico no se le puede pedir que avance acontecimientos; no es esa su labor. No trabaja con el presente, sino con el pasado, por lo que corresponde al pensador la tarea de teorizar sobre el futuro. Ni siquiera al filósofo, que también mira al pasado, encontrando en el ensayista a quien es más libre y se encuentra en mejores condiciones para especular.
Sin embargo, el progreso ha devenido en un mito que considera que los avances científicos no necesitan justificación, ya que su sola existencia valida su pertinencia.
Se suele considerar progreso la superación del ser humano por la vía de mecanizarlo; para el autor, esta idea es interesante como ejercicio especulativo, pero no la considera necesaria.
Ya en este terreno, entra en juego la ética. Si todo cambia, parece que lo lógico sería que también ella, la ética, lo haga. Sin embargo, advierte de que “una estrategia del capitalismo y de sus apologetas, es pretender que todo debe cambiar, la ética incluida, para amoldarse al ritmo y los requisitos de ese sistema”. Es evidente que un deseable desarrollo tecnológico no tiene necesariamente que ser a costa de la humanidad que lo ha impulsado; quizás es el momento de plantearse si el desarrollo así entendido no se le ha ido de las manos: “no cabe duda de que es mucho más complicado pensar en la alianza del ser humano y las máquinas que en la superación del ser humano por las máquinas”.
El reto, por supuesto, consiste en asimilar la tecnología, sí, pero manteniéndola a raya; y eso pese a que el mundo contemporáneo, que se corresponde con un capitalismo salvaje, bregue en la otra dirección.
Posverdad
Ya el quinto capítulo de la obra lleva su mensaje desde el mismo título: Días extraños: miedo, pandemias y formas de vida.
En efecto: vivimos unos particulares días en los que la pandemia recién padecida ha desembocado en diversas formas de vida. Este tema de la pandemia aparecerá recurrentemente en la obra hasta su final.
Asistimos hoy a la creación de comisiones varias en diferentes instituciones para analizar los casos de corrupción nacidos en el seno de la pandemia, a lo que el autor apostilla: “Sin embargo, lo cierto es que el juego de intereses que mueve la realidad contemporánea ha sobrepasado la fase de corrupción, no porque esta haya desaparecido, sino porque hay fenómenos que la superan”.
Los medios de comunicación nos apabullaban a diario con estadísticas varias, ofrecidas por autoridades e instituciones, para confirmar su política de actuación; no en vano son las estadísticas una de las formas más efectivas de controlar la realidad, “de convertirla en un material manipulable, anulando en ella cualquier factor azaroso”.
Sin embargo, la experiencia parece indicar que, a mayor número de datos disponibles, más difícil es llegar a conclusiones acertadas. De lo que no cabe duda es de que, en el caso de la política sanitaria, por ejemplo, se percibió una red de interacciones políticas, sociales y económicas capaces de transformar el conjunto de la sociedad. Una red que se forma y deforma constantemente a través del movimiento circulatorio, dentro de ella, del dinero, las ideas y el poder.
La cuestión que se plantea seguidamente es la de ver cómo comunicar lo que supuestamente se conoce al resto de la sociedad. Entran en juego aquí la publicidad y la propaganda: la primera es una técnica de persuasión, mientras que la segunda opera mediante técnicas de desinformación.
Una de las maneras de esconder los fines espurios es apelar a una autoridad para corroborar los mensajes; actualmente, sin autoridades trascendentes, el recurso más eficaz es recurrir a la ciencia. ¿Y qué ocurre? “La sociedad en general pone en suspenso su sentido crítico y se somete al principio de la supuesta autoridad moral de los gobiernos o de la indiscutible objetividad de la ciencia y la eficacia de los expertos”, insistimos, poniendo en suspenso el sentido crítico.
Si alguien ejercita su derecho a la crítica a las disposiciones que vienen de estas instituciones, pasa a ser un disidente, con lo que basta con adjetivarlo para que quede encerrado conceptualmente.
Piensa el autor que no hemos asimilado convenientemente el papel de la publicidad en el mundo contemporáneo, perdiendo de vista que ella, la publicidad, tiene en su naturaleza manejar mensajes que son, a la vez, verdad y mentira: la verdad se convierte fácilmente en mentira y esta en verdad. Es decir, que, en la sociedad actual, el poder, en cualquiera de sus niveles, está en disposición de mentir diciendo la verdad y de decir la verdad mintiendo.
Entra, finalmente, Català, en el último capítulo de su ensayo que bascula, fundamentalmente sobre la reciente pandemia de covid y la vibrante polémica en torno al uso de las vacunas.
Fue frecuente escuchar, desde casi todos los medios, la palabra conspiranoico, adjetivo aplicado a cualquier disidente de la línea oficial; sin embargo, pensar que las instancias de poder actúan de forma angelical, que siempre se atienen a una irreprochable conducta democrática y desinteresada, podría ser equivalente a algún tipo de patología. Y recalca: “a la ciencia le ha ido tan bien en este mundo que todo dios sabe que tiene demasiados intereses como para ser honrada. Ha servido tan bien al poder que nadie ya espera de ella que sirva además a la verdad”; perspectiva algo pesimista, aunque no carente de fundamento.
En este saco entran también las llamadas agencias encargadas de desenmascarar las noticias falsas y bulos, ya que, a juicio del autor, su labor de denuncia se dirige solamente a las noticias alternativas, rara vez a la desinformación o la propaganda que provienen de los gobiernos occidentales o las grandes corporaciones.
Y concluye: “Una vez más comprobamos cómo la apelación a la verdad sirve para censurar el pensamiento crítico. Hay que desconfiar siempre de quienes hablan en nombre de la verdad”.
Concluyendo
Esta obra pone el dedo en la llaga y apunta certeramente a la complejidad del mundo que habitamos. Nuestra sociedad se encuentra ya alejada de aquellas fuentes de certeza basadas en la autoridad de ilustres personajes o de ideas que trascendían la realidad terrenal.
Estando, como estamos, necesitados de certidumbres que aseguren nuestro paso, nuestro marco relacional, el paradigma de nuestra vida, hemos vuelto los ojos hacia otras fuentes de certezas: el progreso, las instituciones o la ciencia.
Instalados ya en esta realidad que nos ofrece seguridad, optamos por no cuestionar sus fundamentos, ya que, hacerlo, nos puede incluir en el grupo de díscolos, disidentes o conspiranoicos. No conviene dudar de los conceptos que emanan de autoridades apoyadas en datos, en ciencias, en expertos.
Sin embargo, el autor nos invita a no renunciar al espíritu crítico, a cuestionar los planteamientos que nos son ofrecidos, no movidos por el ánimo estéril de rebatirlos por rebatirlos, sino con el objetivo de analizar sus relaciones políticas, económica o sociales y darles el suficiente grado de objetividad y sensatez que nos sea posible.
Josep M. Català Domènech siembra esta semilla, tan necesaria, a lo largo de este extenso ensayo, escrito con enorme claridad, proximidad y respeto, que lo convierten en una obra de muy recomendable lectura en esta era de la incertidumbre.
Índice
Introducción
I. NOTICIAS DEL FIN DEL MUNDO. TIEMPO, EXISTENCIA E INCERTIDUMBRE
1. Polaridades infinitas
2. Antiguos y modernos
3. Modos de existir
4. Realidades imaginarias
5. Después de la inteligencia
6. El fin de la certidumbre
7. El sujeto especulativo
II. ENSAYO GENERAL DE UN CRIMEN. CIENCIA, VERDAD Y CORAJE
1. La verdad sobre la verdad
2. La verdad y sus disfraces
3. ¿Quién teme a la posverdad?
4. La verdad sobre las noticias falsas
5. Verdad y autoridad
6. Ciencia sin conciencia
7. La verdad del falsario
III. SEXO Y CONOCIMIENTO. GÉNERO, NEOLIBERALISMO E IMAGINACIÓN
1. El sexo de los posmodernos
2. Retórica y verdad
3. La revolución del género
4. Sexo y subjetividad
5. Formas de exclusión
6. Las fantasías de lo real
7. Lo normal y lo patológico
IV. LOS ÚLTIMOS DÍAS DE LA HUMANIDAD. CÍBORGS, VIRUS Y MUTANTES
1. La saga de los muertos vivientes
2. Una realidad vírica
3. Especulación y pensamiento
4. Los delirios del progreso
5. Tecnoética para principiantes
6. La realidad hecha añicos
7. Realidades tecnológicas
V. DÍAS EXTRAÑOS. MIEDOS, PANDEMIAS Y FORMAS DE VIDA
1. Formas del apocalipsis cotidiano
2. La China entre nosotros
3. El discreto encanto de las estadísticas
4. La vacunación como auto sacramental
5. Redes que la razón ignora
VI. LA MENTIRA-VERDAD. INFORMACIÓN, DESINFORMACIÓN Y PROPAGANDA
1. Publicidad y propaganda
2. El “terraplanismo” y la patafísica cotidiana
3. La ineludible sinceridad de Dios
4. La publicidad como forma simbólica
5. La doble contabilidad ontológica
6. No es lo que parece
VII. EL DELIRIO NECESARIO. PARANOIA, CONSPIRACIÓN Y PODER
1. La conspiración de las teorías
2. El saber conspirativo
3. Entre el pensamiento único y el único pensamiento
4. Los magos de Oz
5. El nuevo Frankenstein
6. El fármaco paranoico
7. Paisaje después de la batalla
8. La perversión comunicativa
A modo de conclusión provisional
Bibliografía
Título: La era de la incertidumbre
Autor: Josep M. Català Domènech
Edita: Fragmenta Editorial, Barcelona, 2023
Colección: Fragmentos
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 354
ISBN: 978-84-17796-95-2
Precio: 23 euros
Parece incontrovertido que asistimos a un momento de la historia de la humanidad que se presenta, cuando menos, como desconcertante. Descubrimientos de las diferentes ramas de la ciencia, novedosos planteamientos de la filosofía para tratar de entender lo que nace, inquietantes hechos que perturban una cuasi paz a la que nos habíamos acostumbrado. Una palabra, quizás, pudiera sintetizar toda esta realidad o, quizás, todas estas realidades: incertidumbre.
Ante ella surgen, qué duda cabe, múltiples y variadas formas de enfrentarla. Y una de ellas, muy bien razonada, además, es la que nos ofrece Josep M. Català Domènech en este libro que comentamos: La era de la incertidumbre.
¿Es arriesgado abordar en un texto tanta carencia de certezas? Quizás, pero se puede salir muy airoso del intento, como ocurre en esta ocasión. Desde la Introducción, el autor nos muestra todas sus cautelas a la hora de enfrentarse al desafío; lo que pretende es querer poner orden a una sensación personal de desconcierto, la búsqueda de un remedio contra la angustia provocada por la falta de una visión clara, nítida, de lo que ocurre.
No pretende, por tanto, Català decirnos lo que debemos pensar, no; lo que pretende, más bien, es decírselo a sí mismo. Busca ensayar un remedio contra la angustia que provoca el hecho de que “todas las certezas se estén tambaleando o hayan sido convertidas ya en ruinas”. En definitiva, dejar constancia de un proceso de pensamiento que acarrea más dudas que certezas.
Para ello se introduce en tres terrenos, no exclusivos, pero sí muy destacados, como son la propia humanidad, la sexualidad y la verdad. Temas sobre los que la realidad actual nos conduce a la contradicción de tener que pensar de manera diferente, pero, eso sí, con los mismos instrumentos que venimos utilizando hasta hoy.
Son, pues, tres los escenarios en los que el autor se detiene en el texto y que son como posibles futuros en los que se desenvuelve esta era de incertidumbre: el poshumanismo, el posfeminismo y la posverdad. En ellos profundizan las páginas del libro.
Desde luego, estos tres ámbitos se hallan intrínsicamente conectados entre sí porque “todos ellos expresan el declive del humanismo y ponen de relieve la bancarrota de determinadas esencias, ya sean las relativas al concepto de ser humano, al binarismo sexual o a las verdades absolutas”. Y, más adelante, de manera rotunda: “Para dejarlo claro: en el terreno del poshumanismo, el posfeminismo y la posverdad se plantean gran parte de los retos del pensamiento contemporáneo”.
En definitiva, este ensayo procura articular partes que, en principio, son muy diversas pero que se combinan entre sí, penetrándose unas a otras forjando un tejido complejo, aunque no definitivo, que pretende intuir ese futuro que, desde diversos ángulos, se está construyendo.
Tras esta más que interesante y necesaria Introducción, aborda el autor el primer capítulo de la obra: Noticias del fin del mundo. Tiempo, existencia e incertidumbre.
Complejidad
Parte de la premisa de que el pensamiento humano se encuentra actualmente en una encrucijada, algo que no es novedoso en el devenir de la humanidad, pero que hoy adquiere un matiz cargado de dramatismo, porque se ve cercado por el incremento de la complejidad de lo real y la creciente aceleración de los acontecimientos que forman esta realidad cambiante.
Distingue el autor los momentos de inflexión que detecta: primero, la aparición de la imprenta y, ya en el XIX, la aparición de la electricidad; hoy es la digitalización. Todos ellos tienen un denominador común: si previamente fueron acontecimientos impensables, finalmente lograron no solo modificar el pensamiento sobre ellos, sino que alteraron, alteran y cambian, incluso, la forma de pensar. Actualmente, la digitalización “apenas si empieza a ser comprendida y a modificar nuestras estructuras mentales”.
Este imaginario social se caracteriza por un desorbitado optimismo, basado en el impulso de la ciencia positivista, y por la aparición de los signos de una creciente desesperanza. Lo que no impide que, en este período de transición, la sociedad continúe viviendo en el pasado, pese a que todo esté cambiando en ella.
Así ocurre que aún vivimos dependiendo del paradigma eléctrico instaurado a finales del XIX, aunque nos hallemos penetrando en un ámbito orgánico. Si trazáramos una línea de progresión, podríamos observar una progresión que va desde el sujeto a la tecnología y de esta a la biología: “nada de las anteriores etapas ha desaparecido, sino que ha sido transformado por lo que ha venido después”, en un ascendente progreso en complejidad; así, “el sujeto actual es el producto de la conjunción del sujeto humanista del Renacimiento más la creciente sofisticación tecnológica, y ahora apunta hacia una conformación biológica, es decir, hacia una comprensión biológica del ser humano y su subjetividad”. Se pasa, así, de una centralidad del sujeto a la de la tecnología y, de esta, a una materialidad vitalista, de manera que la tecnología se humaniza.
Bajo esta perspectiva, cualquier fenómeno social, político, físico, químico, biológico, psicológico, etc., se puede contemplar desde la perspectiva de la complejidad: los nuevos problemas requieren nuevas formas de pensamiento, dejando atrás las certidumbres en que nos habíamos apoyado.
Lo que nos conduce a una tremenda realidad: dudar de la verdad es asomarse al abismo. Hay quien considera que la verdad es la realidad, pero lo que ocurre es que esta realidad, considerada como un conjunto de ámbitos ontológicos relacionados, puede contemplarse como un sistema.
¿Dónde localizamos hoy la verdad? Actualmente, está centrada en el discurso científico y en las instituciones que lo producen, sin caer en la cuenta de que, precisamente por pretender ser el reducto último de la verdad y ofrecer garantías de ello, dejan ver su vulnerabilidad, puesto que se recurre a ellas para sostener posturas ideológicas de todo tipo.
“El político acude al científico para obtener pruebas de la bondad y necesidad de sus actuaciones, pero también el científico acude al político en busca de financiación y de regulaciones que se ajusten a sus descubrimientos”. Es evidente que, cuando apelamos a la verdad, queremos decir muchas cosas. “En el mundo contemporáneo, ir en busca de la verdad no significa seguir un camino de perfección, sino una forma de cubrir las imperfecciones”.
Es evidente que no es la ciencia en sí lo que está en disputa, no; lo es el entramado en el que se halla inmerso hoy en día el trabajo científico, que conduce a una serie de conflictos de intereses de todo tipo. Y si la ciencia es la garante de la verdad, resulta que esta, la verdad, deviene en un negocio que produce el beneficio de ocultar la mentira, que es donde se encuentra el verdadero negocio.
En este bloque de su ensayo, aborda el autor estos asuntos aquí esbozados y lo hace de una manera más amplia y profunda, tocando vocablos tan de actualidad como el de la posverdad.
Políticamente correcto
El feminismo, género-sexo, sexualidad líquida, … Son términos a los que nos hemos acostumbrado por su frecuente presencia en cualquier medio de comunicación o red social. Al tema dedica Català unas páginas, en la línea de su planteamiento general de la obra.
Habla de lo políticamente correcto y advierte de que hoy corremos el peligro, como sociedad, de que el aumento de la sensibilidad moral desemboque en un detrimento de nuestra perspicacia, llegando, incluso, a volvernos menos inteligentes.
Se adhiere al pensamiento de que es necesario corregir la carencia de sensibilidad social y el machismo, la xenofobia o el racismo; esto es indiscutible. Pero sugiere, en una línea transversal que recorre todo su ensayo, que también es imprescindible no hacerlo desde la intolerancia.
Hace notar el autor, refiriéndose a los términos “género” y “sexo”, que el primero arranca desde la biología, dejando atrás al segundo; pasa luego a la sociología, al entender que es algo construido y determinado por roles sociales; y, de esta, penetra en la psicología, donde se convierte en una cuestión identitaria que no tiene otro fundamento que la propia percepción o sentimiento.
Tras esta incursión, necesaria, sobre la cuestión de género y sexo, xenofobia o racismo, Català retorna al hilo de su exposición girando acerca de la ciencia y su papel.
Ciencia
Considera que a la sociedad se le pide que ajuste todas sus ideas y forma de pensar a lo que dicta la ciencia; es como si, fuera de ella, nada pudiera existir. Pero ocurre que la realidad cambia a mayor velocidad de lo que la ciencia puede permitirse; lo que lleva a aceptar la oportunidad de un pensamiento alternativo, capaz de unir pasado, presente y futuro.
No se trata de dudar sobre la validez de la ciencia, no; lo que ocurre es que dicha validez es solo parcial, como también ocurre con la filosofía. Por lo que aquel pensamiento especulativo ofrece la posibilidad de unos modelos posibles de la realidad que ensanchen el alcance de la visión científica. Porque lo cierto es que la ciencia no piensa, no es su función, pero sí es pensada por el marco conceptual en el que se inscribe siempre su labor y que suele pasar desapercibido al científico y al ámbito de la ciencia también.
El autor reconoce no ser especialista en algunos de estos temas, por lo que recurre a cavilar sobre ellos, lanzando hipótesis sobre un posible cambio de paradigma futuro y, partiendo de sus características generales, reflexionar sobre lo que considera equivocado en el conocimiento actual.
Al científico no se le puede pedir que avance acontecimientos; no es esa su labor. No trabaja con el presente, sino con el pasado, por lo que corresponde al pensador la tarea de teorizar sobre el futuro. Ni siquiera al filósofo, que también mira al pasado, encontrando en el ensayista a quien es más libre y se encuentra en mejores condiciones para especular.
Sin embargo, el progreso ha devenido en un mito que considera que los avances científicos no necesitan justificación, ya que su sola existencia valida su pertinencia.
Se suele considerar progreso la superación del ser humano por la vía de mecanizarlo; para el autor, esta idea es interesante como ejercicio especulativo, pero no la considera necesaria.
Ya en este terreno, entra en juego la ética. Si todo cambia, parece que lo lógico sería que también ella, la ética, lo haga. Sin embargo, advierte de que “una estrategia del capitalismo y de sus apologetas, es pretender que todo debe cambiar, la ética incluida, para amoldarse al ritmo y los requisitos de ese sistema”. Es evidente que un deseable desarrollo tecnológico no tiene necesariamente que ser a costa de la humanidad que lo ha impulsado; quizás es el momento de plantearse si el desarrollo así entendido no se le ha ido de las manos: “no cabe duda de que es mucho más complicado pensar en la alianza del ser humano y las máquinas que en la superación del ser humano por las máquinas”.
El reto, por supuesto, consiste en asimilar la tecnología, sí, pero manteniéndola a raya; y eso pese a que el mundo contemporáneo, que se corresponde con un capitalismo salvaje, bregue en la otra dirección.
Posverdad
Ya el quinto capítulo de la obra lleva su mensaje desde el mismo título: Días extraños: miedo, pandemias y formas de vida.
En efecto: vivimos unos particulares días en los que la pandemia recién padecida ha desembocado en diversas formas de vida. Este tema de la pandemia aparecerá recurrentemente en la obra hasta su final.
Asistimos hoy a la creación de comisiones varias en diferentes instituciones para analizar los casos de corrupción nacidos en el seno de la pandemia, a lo que el autor apostilla: “Sin embargo, lo cierto es que el juego de intereses que mueve la realidad contemporánea ha sobrepasado la fase de corrupción, no porque esta haya desaparecido, sino porque hay fenómenos que la superan”.
Los medios de comunicación nos apabullaban a diario con estadísticas varias, ofrecidas por autoridades e instituciones, para confirmar su política de actuación; no en vano son las estadísticas una de las formas más efectivas de controlar la realidad, “de convertirla en un material manipulable, anulando en ella cualquier factor azaroso”.
Sin embargo, la experiencia parece indicar que, a mayor número de datos disponibles, más difícil es llegar a conclusiones acertadas. De lo que no cabe duda es de que, en el caso de la política sanitaria, por ejemplo, se percibió una red de interacciones políticas, sociales y económicas capaces de transformar el conjunto de la sociedad. Una red que se forma y deforma constantemente a través del movimiento circulatorio, dentro de ella, del dinero, las ideas y el poder.
La cuestión que se plantea seguidamente es la de ver cómo comunicar lo que supuestamente se conoce al resto de la sociedad. Entran en juego aquí la publicidad y la propaganda: la primera es una técnica de persuasión, mientras que la segunda opera mediante técnicas de desinformación.
Una de las maneras de esconder los fines espurios es apelar a una autoridad para corroborar los mensajes; actualmente, sin autoridades trascendentes, el recurso más eficaz es recurrir a la ciencia. ¿Y qué ocurre? “La sociedad en general pone en suspenso su sentido crítico y se somete al principio de la supuesta autoridad moral de los gobiernos o de la indiscutible objetividad de la ciencia y la eficacia de los expertos”, insistimos, poniendo en suspenso el sentido crítico.
Si alguien ejercita su derecho a la crítica a las disposiciones que vienen de estas instituciones, pasa a ser un disidente, con lo que basta con adjetivarlo para que quede encerrado conceptualmente.
Piensa el autor que no hemos asimilado convenientemente el papel de la publicidad en el mundo contemporáneo, perdiendo de vista que ella, la publicidad, tiene en su naturaleza manejar mensajes que son, a la vez, verdad y mentira: la verdad se convierte fácilmente en mentira y esta en verdad. Es decir, que, en la sociedad actual, el poder, en cualquiera de sus niveles, está en disposición de mentir diciendo la verdad y de decir la verdad mintiendo.
Entra, finalmente, Català, en el último capítulo de su ensayo que bascula, fundamentalmente sobre la reciente pandemia de covid y la vibrante polémica en torno al uso de las vacunas.
Fue frecuente escuchar, desde casi todos los medios, la palabra conspiranoico, adjetivo aplicado a cualquier disidente de la línea oficial; sin embargo, pensar que las instancias de poder actúan de forma angelical, que siempre se atienen a una irreprochable conducta democrática y desinteresada, podría ser equivalente a algún tipo de patología. Y recalca: “a la ciencia le ha ido tan bien en este mundo que todo dios sabe que tiene demasiados intereses como para ser honrada. Ha servido tan bien al poder que nadie ya espera de ella que sirva además a la verdad”; perspectiva algo pesimista, aunque no carente de fundamento.
En este saco entran también las llamadas agencias encargadas de desenmascarar las noticias falsas y bulos, ya que, a juicio del autor, su labor de denuncia se dirige solamente a las noticias alternativas, rara vez a la desinformación o la propaganda que provienen de los gobiernos occidentales o las grandes corporaciones.
Y concluye: “Una vez más comprobamos cómo la apelación a la verdad sirve para censurar el pensamiento crítico. Hay que desconfiar siempre de quienes hablan en nombre de la verdad”.
Concluyendo
Esta obra pone el dedo en la llaga y apunta certeramente a la complejidad del mundo que habitamos. Nuestra sociedad se encuentra ya alejada de aquellas fuentes de certeza basadas en la autoridad de ilustres personajes o de ideas que trascendían la realidad terrenal.
Estando, como estamos, necesitados de certidumbres que aseguren nuestro paso, nuestro marco relacional, el paradigma de nuestra vida, hemos vuelto los ojos hacia otras fuentes de certezas: el progreso, las instituciones o la ciencia.
Instalados ya en esta realidad que nos ofrece seguridad, optamos por no cuestionar sus fundamentos, ya que, hacerlo, nos puede incluir en el grupo de díscolos, disidentes o conspiranoicos. No conviene dudar de los conceptos que emanan de autoridades apoyadas en datos, en ciencias, en expertos.
Sin embargo, el autor nos invita a no renunciar al espíritu crítico, a cuestionar los planteamientos que nos son ofrecidos, no movidos por el ánimo estéril de rebatirlos por rebatirlos, sino con el objetivo de analizar sus relaciones políticas, económica o sociales y darles el suficiente grado de objetividad y sensatez que nos sea posible.
Josep M. Català Domènech siembra esta semilla, tan necesaria, a lo largo de este extenso ensayo, escrito con enorme claridad, proximidad y respeto, que lo convierten en una obra de muy recomendable lectura en esta era de la incertidumbre.
Índice
Introducción
I. NOTICIAS DEL FIN DEL MUNDO. TIEMPO, EXISTENCIA E INCERTIDUMBRE
1. Polaridades infinitas
2. Antiguos y modernos
3. Modos de existir
4. Realidades imaginarias
5. Después de la inteligencia
6. El fin de la certidumbre
7. El sujeto especulativo
II. ENSAYO GENERAL DE UN CRIMEN. CIENCIA, VERDAD Y CORAJE
1. La verdad sobre la verdad
2. La verdad y sus disfraces
3. ¿Quién teme a la posverdad?
4. La verdad sobre las noticias falsas
5. Verdad y autoridad
6. Ciencia sin conciencia
7. La verdad del falsario
III. SEXO Y CONOCIMIENTO. GÉNERO, NEOLIBERALISMO E IMAGINACIÓN
1. El sexo de los posmodernos
2. Retórica y verdad
3. La revolución del género
4. Sexo y subjetividad
5. Formas de exclusión
6. Las fantasías de lo real
7. Lo normal y lo patológico
IV. LOS ÚLTIMOS DÍAS DE LA HUMANIDAD. CÍBORGS, VIRUS Y MUTANTES
1. La saga de los muertos vivientes
2. Una realidad vírica
3. Especulación y pensamiento
4. Los delirios del progreso
5. Tecnoética para principiantes
6. La realidad hecha añicos
7. Realidades tecnológicas
V. DÍAS EXTRAÑOS. MIEDOS, PANDEMIAS Y FORMAS DE VIDA
1. Formas del apocalipsis cotidiano
2. La China entre nosotros
3. El discreto encanto de las estadísticas
4. La vacunación como auto sacramental
5. Redes que la razón ignora
VI. LA MENTIRA-VERDAD. INFORMACIÓN, DESINFORMACIÓN Y PROPAGANDA
1. Publicidad y propaganda
2. El “terraplanismo” y la patafísica cotidiana
3. La ineludible sinceridad de Dios
4. La publicidad como forma simbólica
5. La doble contabilidad ontológica
6. No es lo que parece
VII. EL DELIRIO NECESARIO. PARANOIA, CONSPIRACIÓN Y PODER
1. La conspiración de las teorías
2. El saber conspirativo
3. Entre el pensamiento único y el único pensamiento
4. Los magos de Oz
5. El nuevo Frankenstein
6. El fármaco paranoico
7. Paisaje después de la batalla
8. La perversión comunicativa
A modo de conclusión provisional
Bibliografía
Reseñas
Hacia una ecoteología
Juan Antonio Martínez de la Fe , 13/08/2023
Ficha Técnica
Título: Hacia una ecoteología
Autor: Victorino Pérez Prieto
Edita: Fragmenta Editorial, Barcelona, 2023
Colección: Fragmentos
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 296
ISBN: 978-84-17796 -81-5
Precio: 21 euros
Se ha hecho habitual entre nosotros el escuchar el prefijo eco- complementando otros conceptos, incorporando así un nuevo significado relacionado con todo aquello que nos suena a “naturaleza”, dicho sea en un sentido muy amplio.
Y ello es así porque eco- tiene su génesis en Oikos, casa y la naturaleza es nuestro hogar, la casa que habitamos. Así, podemos oír ecología, ecofeminismo, ecosistema, ecoturismo, ecotransporte, ecotasa, ecopacifismo, etc. De este modo, ha llegado hasta nosotros una incorporación a este creciente vocabulario de palabras compuestas: la ecoteología y lo hace de la mano de Victorino Pérez Prieto y la editorial Fragmenta.
Nos encontramos ante un libro ascendente que invita a iniciar un descenso tras alcanzar la cima seguido de una nueva ascensión en un proceso inacabado: subir desde la materia, incluyéndola, hasta el espíritu para volver de nuevo a ella. Se trata de una obra que “nace de una voluntad de aprender sin prejuicios, […] intenta superar tanto los viejos conflictos fe-ciencia como la presunta cultura ‘superior’ europea/occidental situada frente al resto de culturas ‘atrasadas’; […] es un error contraponer fe y ciencia porque ambas se complementan”.
Es un texto pedagógico que arranca de las explicaciones que ofrece el autor para explicarnos la realidad como un tejido sin costuras, para hacernos ver la falsedad de una perspectiva fragmentaria de la realidad. Todo está entrelazado e interconectado y es esa la esencia de la realidad que es, qué duda cabe, compleja (conviene aclarar aquí que complejidad no quiere decir complicado o raro, sino que viene de complexus, es decir, lo que se teje junto).
Y cuando se dice “todo” no cabe excepción; la realidad parte de la materia para ir ascendiendo hacia lo que, en sentido lato, llamamos espíritu y que alcanza hasta las ciencias humanas, la filosofía, la teología y la religión.
Se pregunta Pérez Prieto por qué es necesario acercarse a la ciencia para hacer una reflexión filosófica, teológica, espiritual. Y su respuesta: “no se puede elaborar un pensamiento -filosófico, teológico, …- verdaderamente actual sin un diálogo profundo con la nueva visión del mundo proveniente de las ciencias de la vida, de la Tierra y del cosmos”.
Cambio de paradigma
Nos vemos impulsados a cambiar el paradigma esencialista que nos ha acompañado hasta hoy, un paradigma muy occidental muy basado en la esencia y en la sustancia, a un nuevo paradigma relacional y complejo, donde todo es relación. Lo que, evidentemente, nos lleva a dejar de lado la dualidad para adentrarnos en una visión no-dual de la realidad, que es un tejido inconsútil, sin costuras en el que todo está interrelacionado.
Claramente lo expone Pérez Prieto: “Debemos superar el conocimiento fragmentado y desarrollar una inteligencia general/global para resolver los problemas, usando el conocimiento de manera multidimensional y teniendo en cuenta la complejidad, la relación de las partes con el todo”.
Y el autor nos ofrece un amplio comentario sobre la complejidad y lo que supone su enfoque sobre la realidad, tomando como base a Eddington, Heisemberg y Prigogine, sin que falten Edgar Morin y Raimon Panikkar y haciendo un recorrido desde la philosophia perennis hasta la filosofía actual.
Pérez Prieto no habla de oídas o sin fundamento. Para argumentar su exposición recurre a la Biblia así como a otras religiones y culturas. Así, recorre las ideas de unidad y armonía en Oriente y en las culturas primitivas (hinduismo, budismo, religiones ancestrales).
Una Biblia ecologista
Mención especial merece el tratamiento que da a la ecología basada en la Biblia, documento que considera intrínsecamente verde, ya que no habla de cómo va el cielo sino de cómo se va al cielo; conecta el libro sagrado con tradiciones mesopotámicas y babilónicas que lo influyen. En cualquier caso, lo que pone de manifiesto es que el ser humano (humano viene de humus, tierra) es considerado el señor de cuanto existe, pero no como un déspota que lo somete todo a su capricho y antojo, sino como un cuidador que respeta y mantiene cuanto existe y lo rodea. El libro de los Salmos es un buen ejemplo de ello, como canto de una creación en armonía.
También en el Nuevo Testamento, Jesús da ejemplo de una vida completamente enmarcada en el ambiente natural muy en contacto con la naturaleza, a la que respeta y de la que toma ejemplos como base de muchas de sus enseñanzas.
Sin embargo, Pérez Prieto achaca al cristianismo haber olvidado, en sus dos mil años de historia, la sabiduría ecológica y la armonía de Jesús de Nazaret y de los textos bíblicos y ello es así por haber favorecido el antropocentrismo, que lo llevó a hacer lo que le viniera en gana con la creación y se queja de que, en España, algunos de los principales teólogos contemporáneos no hayan prestado la atención que se merece este tema del cuidado de la naturaleza. Y dedica varias páginas a analizar la actitud del actual sumo pontífice de la Iglesia católica, el papa Francisco, con su encíclica Laudato si’, que estudia con detenimiento.
El libro se cierra con un capítulo dedicado a la ecoteología y la ecoespiritualidad, en el que retoma la idea central de la concepción relacional de la realidad. Se trata, según sus palabras, de “elaborar una ecoteología ecosófica y compleja que sepa que decir ‘Dios es amor’ -como enseñó Jesús de Nazaret, el Cristo-Palabra definitiva del Padre- es manifestar que Dios es comunión, íntima relación trinitaria ad intra (Padre/Madre-Hijo-Espíritu) y ad extra (Dios-Ser humano-cosmovisión)”.
Para llegar a esta ecoteología, reclama algunas premisas. 1) La concepción relacional de la realidad; esto supone una mayor valoración del mundo y una moderada admiración por la tecnología. 2) La importancia del lenguaje en los desafíos que las otras interpretaciones religiosas plantean a la tradición judeocristiana. 3) El desplazamiento de lo masculino-blanco-occidental y relevancia de los pobres desposeídos. 4) Sensibilidad apocalíptica. Y 5), Crecer en la apreciación de la interdependencia radical y total de todas las formas de vida. Prácticamente, un resumen de las propuestas planteadas a lo largo del libro.
Y para referirse a la ecoespiritualidad, ecosófica no-dual, nos expone con detenimiento el pensamiento de tres místicos ecologistas: Francisco de Asís, Juan de la Cruz y Teilhard de Chardin.
Concluye: “Una ecoteología y una ecoespiritualidad no suponen solamente pensar el mundo y la Divinidad conjuntamente y exigir el cuidado de la creación, sino que van más allá de eso. Suponen una manera de situarse en el mundo, viendo todo la Realidad de manera compleja, interrelacionada”.
Concluyendo
Nos encontramos ante un libro muy bien estructurado y desarrollado pedagógicamente, en el que, partiendo de la complejidad de la realidad y de su no-dualidad, nos va llevando a plantearnos una nueva manera de situarnos en el mundo; una manera que supone el abandono de la idea de que somos los dueños inapelables de la creación, sometida a nuestro capricho y voluntad, para acceder a un nuevo paradigma en el que formamos parte de ella y tenemos la responsabilidad de su cuidado y sostenimiento. Y que supone, también y en no menor medida, que todo está interrelacionado, materia y espíritu, pero no en dualidad (materia vs espíritu) sino como integrantes de una única realidad profundamente vinculada y de la que, por supuesto, todos los seres, vivos e inertes, formamos parte.
Siendo una propuesta personal de Victorino Pérez Prieto, no por ello carece de fundamento, como demuestra a lo largo de su estudio: basándose en culturas y religiones primitivas, en los escritos sagrados de las religiones, en los testimonios de sólidos pensadores y místicos, va consolidando la argumentación necesaria para la defensa de sus postulados.
Por otro lado, un estilo cercano, de fácil comprensión, salpicado de citas de hermosos textos seleccionados, hace de la lectura un disfrute para el ánimo. Desde luego, una lectura sumamente recomendable.
Índice
I. COMPLEJIDAD Y ECOSOFÍA. LA REALIDAD COMO UN TEJIDO SIN COSTURAS FRENTE A UNA PERSPECTIVA FRAGMENTARIA
Superficialidad e inconsciencia versus consciencia de la realidad
Perspectiva fragmentaria versus unidad: el tejido sin costuras de la realidad
Relación, complejidad y ecosofía
Física cuántica, espiritualidad, teología y la Fuente Originaria de los Seres
II. CIENCIA Y FILOSOFÍA DE LA COMPLEJIDAD
1. La complejidad en la ciencia
a) La meteorología, el virus de la incertidumbre y el “efecto mariposa”
b) Nueva ciencia de la complejidad versus vieja ciencia reduccionista-mecanicista. El principio de entropía y la termodinámica, base de la teoría de la complejidad
c) La ciencia de la complejidad desde Eddington y Heisemberg a Prigogine. De la química, la física y la biología a la economía y la política
2. La complejidad en la filosofía. De la philosophia perennis a la filosofía contemporánea
a) La complejidad nos abre vías para una reflexión metafísica
b) El reto milenario de la philosophia perennis: de Laozi, Shankara, Plotino, Spinoza y el Maestro Eckart a Huxley, Jung y Panikkar
c) La complejidad en la filosofía contemporánea. Husserl, Zubiri y Amor Ruibal
3. Complejidad e interrelacionalidad de toda la realidad con Edgar Morin y Raimon Panikkar
a) Edgar Morin: complejidad y aspiración a la totalidad
b) Raimon Panikkar: la integración del conjunto de toda la Realidad en todas sus dimensiones. Todo está relacionado
III. ECOLOGISMO E INTERRELACIONALIDAD EN LA BIBLIA Y EN OTRAS RELIGIONES Y CULTURAS
1. La unidad y armonía de la realidad en oriente y en las culturas primitivas
a) En el hinduismo y el budismo
b) En las religiones primitivas y de los pueblos indígenas actuales
2. El desafío actual del ecologismo y la sensibilidad holística. Los ecologistas, profetas de nuestros días
a) ‘Ecología’, ‘ecologismo’ y ‘ecologistas’
b) ‘Ecopacifismo’ y ‘ecofeminismo’. ‘Altermundialismo’, ecologismo y Tercer Mundo
c) Sensibilidad ‘holística’, el nuevo paradigma: una cosmovisión interrelacional
3. La Biblia y la ecología: entre la contemplación de la armonía del universo y la denuncia del pecado destructor
a) La Biblia es intrínsecamente verde
b) Jesús de Nazaret, un “ecologista”. El Cristo cósmico
b[IV. LA FE CRISTIANA VERDE Y TRAICIONADA. LA TEOLOGÍA Y LAS IGLESIAS ANTE EL DESAFÍO ECOLÓGICO. EL PAPA FRANCISCO Y LA ENCÍCLICA LAUDATO SI’]b
1. La fe cristiana verde ante el desafío ecológico
a) Los cristianos y su parte de culpa en el atentado ecológico
b) La teología cristiana contemporánea ante el desafío ecológico
c) La Iglesia ante el desafío ecológico
2. El papa Francisco y la encíclica Laudato si’: ecologismo y complejidad
a) El papa Francisco y su desafío al pensamiento y a un mundo en destrucción
b) Laudato si’, una encíclica única en la historia del Magisterio de la Iglesia
c) Denuncias y desafíos ecológico-sociales de la Laudato si’
d) La cosmovisión nueva de la Laudato si’
e) Dos textos complementarios a la encíclica: la Exhortación apostólica postsinodal ‘Querida Amazonia’ (“Un sueño ecológico”) y el libro de Francisco ‘Una gran esperanza, la custodia de la creación’
V. HACIA UNA ECOTEOLOGÍA Y UNA ECOESPIRITUALIDAD
1. Hacia una ecoteología desde una concepción relacional de la realidad
a) Ecoteología y complejidad
b) Una nueva manera de concebir a Dios y nuestra relación con Él
2. Hacia una ecoespiritualidad ecosófica no-dual
a) Necesitamos abrir el ‘tercer ojo’ para una visión total no-dual de la Realidad
b) Aprendiendo de tres grandes místicos ecologistas: Francisco de Asís, Juan de la Cruz y Pierre Teilhard de Chardin
3. Una breve conclusión
Bibliografía
Título: Hacia una ecoteología
Autor: Victorino Pérez Prieto
Edita: Fragmenta Editorial, Barcelona, 2023
Colección: Fragmentos
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 296
ISBN: 978-84-17796 -81-5
Precio: 21 euros
Se ha hecho habitual entre nosotros el escuchar el prefijo eco- complementando otros conceptos, incorporando así un nuevo significado relacionado con todo aquello que nos suena a “naturaleza”, dicho sea en un sentido muy amplio.
Y ello es así porque eco- tiene su génesis en Oikos, casa y la naturaleza es nuestro hogar, la casa que habitamos. Así, podemos oír ecología, ecofeminismo, ecosistema, ecoturismo, ecotransporte, ecotasa, ecopacifismo, etc. De este modo, ha llegado hasta nosotros una incorporación a este creciente vocabulario de palabras compuestas: la ecoteología y lo hace de la mano de Victorino Pérez Prieto y la editorial Fragmenta.
Nos encontramos ante un libro ascendente que invita a iniciar un descenso tras alcanzar la cima seguido de una nueva ascensión en un proceso inacabado: subir desde la materia, incluyéndola, hasta el espíritu para volver de nuevo a ella. Se trata de una obra que “nace de una voluntad de aprender sin prejuicios, […] intenta superar tanto los viejos conflictos fe-ciencia como la presunta cultura ‘superior’ europea/occidental situada frente al resto de culturas ‘atrasadas’; […] es un error contraponer fe y ciencia porque ambas se complementan”.
Es un texto pedagógico que arranca de las explicaciones que ofrece el autor para explicarnos la realidad como un tejido sin costuras, para hacernos ver la falsedad de una perspectiva fragmentaria de la realidad. Todo está entrelazado e interconectado y es esa la esencia de la realidad que es, qué duda cabe, compleja (conviene aclarar aquí que complejidad no quiere decir complicado o raro, sino que viene de complexus, es decir, lo que se teje junto).
Y cuando se dice “todo” no cabe excepción; la realidad parte de la materia para ir ascendiendo hacia lo que, en sentido lato, llamamos espíritu y que alcanza hasta las ciencias humanas, la filosofía, la teología y la religión.
Se pregunta Pérez Prieto por qué es necesario acercarse a la ciencia para hacer una reflexión filosófica, teológica, espiritual. Y su respuesta: “no se puede elaborar un pensamiento -filosófico, teológico, …- verdaderamente actual sin un diálogo profundo con la nueva visión del mundo proveniente de las ciencias de la vida, de la Tierra y del cosmos”.
Cambio de paradigma
Nos vemos impulsados a cambiar el paradigma esencialista que nos ha acompañado hasta hoy, un paradigma muy occidental muy basado en la esencia y en la sustancia, a un nuevo paradigma relacional y complejo, donde todo es relación. Lo que, evidentemente, nos lleva a dejar de lado la dualidad para adentrarnos en una visión no-dual de la realidad, que es un tejido inconsútil, sin costuras en el que todo está interrelacionado.
Claramente lo expone Pérez Prieto: “Debemos superar el conocimiento fragmentado y desarrollar una inteligencia general/global para resolver los problemas, usando el conocimiento de manera multidimensional y teniendo en cuenta la complejidad, la relación de las partes con el todo”.
Y el autor nos ofrece un amplio comentario sobre la complejidad y lo que supone su enfoque sobre la realidad, tomando como base a Eddington, Heisemberg y Prigogine, sin que falten Edgar Morin y Raimon Panikkar y haciendo un recorrido desde la philosophia perennis hasta la filosofía actual.
Pérez Prieto no habla de oídas o sin fundamento. Para argumentar su exposición recurre a la Biblia así como a otras religiones y culturas. Así, recorre las ideas de unidad y armonía en Oriente y en las culturas primitivas (hinduismo, budismo, religiones ancestrales).
Una Biblia ecologista
Mención especial merece el tratamiento que da a la ecología basada en la Biblia, documento que considera intrínsecamente verde, ya que no habla de cómo va el cielo sino de cómo se va al cielo; conecta el libro sagrado con tradiciones mesopotámicas y babilónicas que lo influyen. En cualquier caso, lo que pone de manifiesto es que el ser humano (humano viene de humus, tierra) es considerado el señor de cuanto existe, pero no como un déspota que lo somete todo a su capricho y antojo, sino como un cuidador que respeta y mantiene cuanto existe y lo rodea. El libro de los Salmos es un buen ejemplo de ello, como canto de una creación en armonía.
También en el Nuevo Testamento, Jesús da ejemplo de una vida completamente enmarcada en el ambiente natural muy en contacto con la naturaleza, a la que respeta y de la que toma ejemplos como base de muchas de sus enseñanzas.
Sin embargo, Pérez Prieto achaca al cristianismo haber olvidado, en sus dos mil años de historia, la sabiduría ecológica y la armonía de Jesús de Nazaret y de los textos bíblicos y ello es así por haber favorecido el antropocentrismo, que lo llevó a hacer lo que le viniera en gana con la creación y se queja de que, en España, algunos de los principales teólogos contemporáneos no hayan prestado la atención que se merece este tema del cuidado de la naturaleza. Y dedica varias páginas a analizar la actitud del actual sumo pontífice de la Iglesia católica, el papa Francisco, con su encíclica Laudato si’, que estudia con detenimiento.
El libro se cierra con un capítulo dedicado a la ecoteología y la ecoespiritualidad, en el que retoma la idea central de la concepción relacional de la realidad. Se trata, según sus palabras, de “elaborar una ecoteología ecosófica y compleja que sepa que decir ‘Dios es amor’ -como enseñó Jesús de Nazaret, el Cristo-Palabra definitiva del Padre- es manifestar que Dios es comunión, íntima relación trinitaria ad intra (Padre/Madre-Hijo-Espíritu) y ad extra (Dios-Ser humano-cosmovisión)”.
Para llegar a esta ecoteología, reclama algunas premisas. 1) La concepción relacional de la realidad; esto supone una mayor valoración del mundo y una moderada admiración por la tecnología. 2) La importancia del lenguaje en los desafíos que las otras interpretaciones religiosas plantean a la tradición judeocristiana. 3) El desplazamiento de lo masculino-blanco-occidental y relevancia de los pobres desposeídos. 4) Sensibilidad apocalíptica. Y 5), Crecer en la apreciación de la interdependencia radical y total de todas las formas de vida. Prácticamente, un resumen de las propuestas planteadas a lo largo del libro.
Y para referirse a la ecoespiritualidad, ecosófica no-dual, nos expone con detenimiento el pensamiento de tres místicos ecologistas: Francisco de Asís, Juan de la Cruz y Teilhard de Chardin.
Concluye: “Una ecoteología y una ecoespiritualidad no suponen solamente pensar el mundo y la Divinidad conjuntamente y exigir el cuidado de la creación, sino que van más allá de eso. Suponen una manera de situarse en el mundo, viendo todo la Realidad de manera compleja, interrelacionada”.
Concluyendo
Nos encontramos ante un libro muy bien estructurado y desarrollado pedagógicamente, en el que, partiendo de la complejidad de la realidad y de su no-dualidad, nos va llevando a plantearnos una nueva manera de situarnos en el mundo; una manera que supone el abandono de la idea de que somos los dueños inapelables de la creación, sometida a nuestro capricho y voluntad, para acceder a un nuevo paradigma en el que formamos parte de ella y tenemos la responsabilidad de su cuidado y sostenimiento. Y que supone, también y en no menor medida, que todo está interrelacionado, materia y espíritu, pero no en dualidad (materia vs espíritu) sino como integrantes de una única realidad profundamente vinculada y de la que, por supuesto, todos los seres, vivos e inertes, formamos parte.
Siendo una propuesta personal de Victorino Pérez Prieto, no por ello carece de fundamento, como demuestra a lo largo de su estudio: basándose en culturas y religiones primitivas, en los escritos sagrados de las religiones, en los testimonios de sólidos pensadores y místicos, va consolidando la argumentación necesaria para la defensa de sus postulados.
Por otro lado, un estilo cercano, de fácil comprensión, salpicado de citas de hermosos textos seleccionados, hace de la lectura un disfrute para el ánimo. Desde luego, una lectura sumamente recomendable.
Índice
I. COMPLEJIDAD Y ECOSOFÍA. LA REALIDAD COMO UN TEJIDO SIN COSTURAS FRENTE A UNA PERSPECTIVA FRAGMENTARIA
Superficialidad e inconsciencia versus consciencia de la realidad
Perspectiva fragmentaria versus unidad: el tejido sin costuras de la realidad
Relación, complejidad y ecosofía
Física cuántica, espiritualidad, teología y la Fuente Originaria de los Seres
II. CIENCIA Y FILOSOFÍA DE LA COMPLEJIDAD
1. La complejidad en la ciencia
a) La meteorología, el virus de la incertidumbre y el “efecto mariposa”
b) Nueva ciencia de la complejidad versus vieja ciencia reduccionista-mecanicista. El principio de entropía y la termodinámica, base de la teoría de la complejidad
c) La ciencia de la complejidad desde Eddington y Heisemberg a Prigogine. De la química, la física y la biología a la economía y la política
2. La complejidad en la filosofía. De la philosophia perennis a la filosofía contemporánea
a) La complejidad nos abre vías para una reflexión metafísica
b) El reto milenario de la philosophia perennis: de Laozi, Shankara, Plotino, Spinoza y el Maestro Eckart a Huxley, Jung y Panikkar
c) La complejidad en la filosofía contemporánea. Husserl, Zubiri y Amor Ruibal
3. Complejidad e interrelacionalidad de toda la realidad con Edgar Morin y Raimon Panikkar
a) Edgar Morin: complejidad y aspiración a la totalidad
b) Raimon Panikkar: la integración del conjunto de toda la Realidad en todas sus dimensiones. Todo está relacionado
III. ECOLOGISMO E INTERRELACIONALIDAD EN LA BIBLIA Y EN OTRAS RELIGIONES Y CULTURAS
1. La unidad y armonía de la realidad en oriente y en las culturas primitivas
a) En el hinduismo y el budismo
b) En las religiones primitivas y de los pueblos indígenas actuales
2. El desafío actual del ecologismo y la sensibilidad holística. Los ecologistas, profetas de nuestros días
a) ‘Ecología’, ‘ecologismo’ y ‘ecologistas’
b) ‘Ecopacifismo’ y ‘ecofeminismo’. ‘Altermundialismo’, ecologismo y Tercer Mundo
c) Sensibilidad ‘holística’, el nuevo paradigma: una cosmovisión interrelacional
3. La Biblia y la ecología: entre la contemplación de la armonía del universo y la denuncia del pecado destructor
a) La Biblia es intrínsecamente verde
b) Jesús de Nazaret, un “ecologista”. El Cristo cósmico
b[IV. LA FE CRISTIANA VERDE Y TRAICIONADA. LA TEOLOGÍA Y LAS IGLESIAS ANTE EL DESAFÍO ECOLÓGICO. EL PAPA FRANCISCO Y LA ENCÍCLICA LAUDATO SI’]b
1. La fe cristiana verde ante el desafío ecológico
a) Los cristianos y su parte de culpa en el atentado ecológico
b) La teología cristiana contemporánea ante el desafío ecológico
c) La Iglesia ante el desafío ecológico
2. El papa Francisco y la encíclica Laudato si’: ecologismo y complejidad
a) El papa Francisco y su desafío al pensamiento y a un mundo en destrucción
b) Laudato si’, una encíclica única en la historia del Magisterio de la Iglesia
c) Denuncias y desafíos ecológico-sociales de la Laudato si’
d) La cosmovisión nueva de la Laudato si’
e) Dos textos complementarios a la encíclica: la Exhortación apostólica postsinodal ‘Querida Amazonia’ (“Un sueño ecológico”) y el libro de Francisco ‘Una gran esperanza, la custodia de la creación’
V. HACIA UNA ECOTEOLOGÍA Y UNA ECOESPIRITUALIDAD
1. Hacia una ecoteología desde una concepción relacional de la realidad
a) Ecoteología y complejidad
b) Una nueva manera de concebir a Dios y nuestra relación con Él
2. Hacia una ecoespiritualidad ecosófica no-dual
a) Necesitamos abrir el ‘tercer ojo’ para una visión total no-dual de la Realidad
b) Aprendiendo de tres grandes místicos ecologistas: Francisco de Asís, Juan de la Cruz y Pierre Teilhard de Chardin
3. Una breve conclusión
Bibliografía
Reseñas
Entre los dioses y la nada. Religiones, espiritualidades, ateísmos
Juan Antonio Martínez de la Fe , 03/07/2023
Ficha Técnica
Título: Entre los dioses y la nada. Religiones, espiritualidades, ateísmos
Autor: Jordi Corominas
Edita: Fragmenta Editorial, Barcelona, 2023
Colección: Fragmentos
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 528
ISBN: 978-84-17796-78-5
Precio: 30 euros
Es este uno de los libros que nacen con vocación de amplitud de miradas. Puede ser considerado como un manual, de muy fácil acceso a través de un detallado índice y con nociones muy concisas, a la vez que diáfanas y clarificadoras, de los extremos que aborda.
Afirma el autor que este libro “quiere ser una pequeña topografía, una introducción a las grandes búsquedas de sentido de la humanidad desde lo más primordial y encomiable de cada una y desde una profunda admiración y curiosidad por todas estas cosas tan inútiles”. Y, como posibles cosas inútiles, se refiere a las formas religiosas, ateas y agnósticas más significativas con las que la humanidad ha ido elaborando y dando sentido a su existencia.
La obra consta de tres partes bien diferenciadas. Una primera (capítulos I a IV) se destina a conferir claridad a los conceptos, parte esencial para una correcta comprensión de la totalidad; la segunda parte está dedicada a detallar los mitos y religiones en diferentes culturas, incluyendo los mitos y creencias de las personas indiferentes al hecho religioso, las agnósticas y las ateas, con un apartado para hablar del futuro de los mitos y las creencias. La tercera parte está constituida por una selección de textos destinados a complementar determinados apartados del libro, selección muy bien estudiada y que presta un singular apoyo documental en la lectura del texto.
A tal fin, Corominas hace una presentación sencilla, clara y breve de cada creencia rehuyendo la caricatura y buscando lo esencial con el subrayado de los elementos primordiales de cada perspectiva.
Conceptos
Antes de entrar en detalles, el autor aborda un marco de generalidades que servirá de guía en la lectura de la obra. Así, por ejemplo, desintegra, en sus propias palabras, la división entre creyentes y no creyentes, que lastra el posible diálogo sobre las creencias últimas y su planteamiento.
Así, pues, se enfrenta al problema del término creencia. “Lo cierto es que todos estamos embarcados, condicionados cada uno por su creencia. No es que el religioso sea creyente y el arreligioso no creyente, sino que creen en cosas distintas”. Porque, en el fondo, se puede vivir sin religión, pero no sin algún tipo de creencia.
Se ocupa Corominas, también, del término religión. La religión, con independencia de que se estime que es verdadera o falsa, es, ante todo, un hecho. Y, como concepto, no es estático y definitivo, sino que ha ido cambiando a lo largo de los siglos hasta alcanzar la definición actual del término.
Ante esta situación, plantea una estrategia fenomenológica, es decir, situarnos en un nivel filosófico radical para examinar las cosas tal y como se me aparecen en mis percepciones, mucho antes de cualquier intento de explicación de lo que pueda ser la entidad percibida.
Por lo tanto, la fenomenología comienza, pues, “buscando si hay una estructura previa a toda creencia atea, agnóstica, religiosa o de la naturaleza que sea”.
En la base de cualquier postura que se adopte, según Corominas, se encuentra el mito que, en el fondo, es una estrategia para dominar la contingencia, esa posibilidad del caos y el desorden que amenaza la vida humana, asombrada y estremecida por situaciones que se perciben prodigiosas y a las que se pretende dar una explicación.
Tiene, así, el mito diferentes funciones. Una función fundamentadora de la ininterrumpida búsqueda del sentido profundo de la existencia humana. O una función política y social, aportando unificación y estabilización en el caótico vivir humano. También una función terapéutica, al canalizar los miedos y las dudas, la de curar el presente marcado por la contingencia y la nada. Finalmente, una función creadora, ya que sus imágenes fantásticas permiten iluminar la parte poética de la realidad.
El mito, cuando entra en acción, alcanza la categoría de rito. Aquel, el mito, es argumental, mientras que este, el rito, es teatral, aunque necesario. Por su parte, la Modernidad quiere suprimir el tiempo mítico, al considerarlo superado.
Corominas examina con algo de detenimiento los cuatro grandes mitos vigentes que pretenden explicar la presencia del mal en el mundo: el babilónico, el trágico, el órfico y el adánico o mito judeocristiano. Unos párrafos estos que merecen una detenida lectura para una mejor comprensión del resto de la obra.
Si siempre es útil y necesario concretar mucho las definiciones de cada concepto, en una obra como esta es imprescindible, de lo contrario se puede caer en la incomprensión del texto del autor y de qué habla cuando se refiere, por ejemplo, a espiritualidad, mística o religión.
A estos tres conceptos, tan presentes a lo largo del libro, dedica Corominas el correspondiente espacio. Así, la idea de espiritualidad está referida a su sentido más originario: “lo que nos mantiene en la sorpresa de la vida íntima y singular que surge en los actos humanos”. Con esta definición, queda patente que la espiritualidad es un patrimonio de todos los hombres, independientemente de si son religiosos o no.
La misma definición podría valer para mística, es decir, que podemos utilizar el término para todo tipo de experiencia siempre y cuando la desposeamos de su sentido religioso de unión con Dios y de su referencia a un conocimiento extraordinario. Se trata de una experiencia que se hace patente pero que es intraducible en un lenguaje explícito que solo puede ser sentido y vivido.
Finalmente, define religión: “todas aquellas experiencias positivas del fondo último de la realidad, o del surgimiento de todas las cosas, que hacen de este fondo último el fundamento de la plenitud de la propia vida humana”. A este concepto y a su relación con la razón vital, la magia, la ciencia, la vida humana, así como a la ambigüedad constitutiva de las religiones dedica Corominas varias páginas del libro. Del mayor interés.
Tras un capítulo dedicado a una Aproximaciones teóricas al mito y a la religión, en el que aborda distintos modelos de ciencias de la religión: fenomenología, interpretación analítica, interpretación hermenéutica, interpretación antropológica, interpretaciones psicológicas, social o filosófica, así como nuevos modelos de interpretación científica, comienza un análisis pormenorizado de diferentes corrientes, religiones o espiritualidades.
Evidentemente, en este capítulo de aproximaciones, desfilan por las páginas del libro nombres tan ilustres como Rudolf Otto, Mircea Eliade, Feuerbach, Claude Lévi-Strauss, René Girard, Freud, Jung, Marx, Durkheim, Malinowski, Nietzsche o los miembros de la Escuela de Francfort.
Mitos, creencias, religiones
Todo un capítulo está dedicado a entrar en detalle en el tema de los Mitos y religiones chamánicos, animistas y étnicos. Arranca analizando la religión en el paleolítico, a través de las manifestaciones culturales tales como las sepulturas y las pinturas rupestres, para revisar luego las venus neolíticas y el culto a la tierra y el tiempo cíclico. No podía faltar en este bloque el chamanismo, los tótems y tabúes, los ritos de paso y sacrificiales, el culto a la tierra y a los antepasados, finalizando con un pequeño apartado dedicado a la religión indoeuropea.
No menor interés despierta el capítulo dedicado a los Mitos y religiones del Oriente Próximo, que recorre culturas como la de Mesopotamia, que se analiza con especial detenimiento, la de Egipto y Persia.
Todo un capítulo dedica el autor a los Mitos y religiones de la India: vedas, brahamanes, upanishads, samkhya, davaita, locayata, el yoga, jainismo, movimiento ajivika y, especialmente, el budismo con sus tres grandes corrientes. No falta la bhagavad-gita que cierra el capítulo.
Acceden, a continuación, los Mitos y religiones del Lejano Oriente. Encuentran su hueco aquí el taoísmo, analizado con sumo detalle, el confucianismo, el budismo zen y el sintoísmo.
No podían faltar a esta cita los Mitos y religiones grecorromanos así como los Mitos y religiones semitas, dejando para un capítulo posterior el cristianismo: judaísmo, islam, sufismo, sijismo y la fe bahá’i. En el capítulo dedicado al cristianismo, analiza el autor con detenimiento la figura de Jesús, los primeros pasos de esta nueva religión que se separa del judaísmo, y su posterior evolución tras ser declarada religión oficial del imperio.
Por sus peculiaridades, Corominas presenta un capítulo dedicado a los Mitos y religiones latinoamericanos. Un tema muy complejo dadas las muy diversas influencias y mixtificaciones que presenta el panorama de Hispanoamérica en este particular. Recorren estas páginas las creencias nahuas, mayas, incas y las producidas por el mestizaje y las nuevas espiritualidades.
Y, aunque pueda parecer paradójico, el autor incluye un interesante capítulo dedicado a los Mitos y creencias indiferentes, agnósticos y ateos. Aquí se habla del concepto de ateísmo y del ateísmo hindú, el de la Grecia clásica, el ateísmo humanista, el ateísmo de estado, el científico, el antihumanista y el ateísmo cristiano; también se considera el agnosticismo y la indiferencia.
El futuro de mitos y creencias
¿Qué futuro aguarda a los mitos y creencias? Para Corominas, “las diferentes creencias fundamentales, las religiones, los ateísmos, el agnosticismo, la indiferencia y las formas de vida ligadas a ellos, solo se agotarán cuando se agoten las posibilidades humanas, ya sea por la desaparición de la especie o por la transformación transhumana del ser humano”.
Piensa el autor que lo que es patrimonio de la humanidad no es una determinada vía religativa, sino la espiritualidad en su sentido más originario: “la sorpresa ante la apertura a la realidad de todos y cada uno de los actos humanos”.
Si bien el ateísmo parece asegurar su futuro bajo sus diversas formas, su dificultad estribará en explicar la persistencia de la bondad humana y la contradicción que supone declararse ateo y actuar moralmente de conformidad con el bien. Sin embargo, al agnosticismo le predice un crecimiento bastante exiguo, lo contrario de lo que ocurrirá con quienes se muestran indiferentes ante el hecho religioso en su sentido más amplio. Por otro lado, Corominas constata que la mayor parte de la población mundial actual se identifica con algún grupo religioso.
Concluyendo
En este extenso libro podemos encontrar un compendio de la evolución de los mitos hacia las religiones y hacia la espiritualidad, no solo desde una perspectiva global, sino detallada con alusión a los hitos más destacados en este campo a través de la historia hasta el tiempo presente.
Ha sabido Corominas extraer de cada mito, de cada creencia, de cada religión lo esencial y fundamental para una correcta y sucinta comprensión de sus bases históricas y básicas, lo que permite una fácil contemplación panorámica de la realidad en este campo. Se constituye así en un libro imprescindible como herramienta de consulta para cualquier persona interesada en esta profunda realidad.
A ello coadyuva una metódica y pedagógica estructura expositiva, alimentada con un lenguaje muy accesible sin concesiones a lo que pueda resultar no adecuado para la claridad y comprensión del hilo conductor de la obra.
Finalmente, la exigente selección de textos que se incluyen constituye una relevante herramienta de apoyo al lector. Su inclusión en una sección incluida al final de la obra, evita la tortuosa lectura de unos incisos o notas a pie de página que harían engorrosa la lectura del texto.
Es evidente que el libro es fruto de un esfuerzo reflexivo e investigador por parte de Jordi Corominas, tras el que se esconden, sin duda, muchas horas de intenso trabajo, que, por supuesto, es merecedor del agradecimiento.
Índice
Presentación
I. EL ORIGEN DE LAS CREENCIAS
1. Siempre estamos embarcados.- 2. El problema del término creencia.- 3. El problema del término religión.- 4. La estrategia fenomenológica.- 5. Los actos humanos como surgimiento de cosas..- 6. El surgimiento: la extrañeza, el misterio, la sorpresa.- 7. Espiritualidad, desligación y religación: a) La religación y sus plasmaciones; b) La historia y la verdad de las cuatro vías; c) La desligación.- 8. Opción, creencia, fe.
II. ¿QUÉ ES EL MITO?
1. Etimología.- 2. Origen.- 3. El símbolo: a) El símbolo y el misterio; b) El símbolo y la idolatría.- 4. Mito y rito.- 5. Función del mito.- 6. Mito y logos: a) La superación del mito; b) La superación de la razón; c) La oposición sagrado-profano; d) El peligro del totalitarismo.- 7. La logomítica: a) La imbricación del mito y el logos; b) El mito como una vía más de la razón humana.- 8. La interpretación ilustrada y la romántica.- 9. Mito, historia y Modernidad.- 10. Cuatro grandes mitos vigentes.
III. ¿QUÉ ES RELIGIÓN?
1. Espiritualidad, mística y religión.- 2. Definición de religión.- 3. Cultura y religión.- 4. La religación y la religión.- 5. Razón vital y religión: a) Las vías de la razón humana; b) la verdad racional de las religiones.- 6. Magia y religión.- 7. Ciencia y religión.- 8. Vida humana y religión.- 9. La ambigüedad constitutiva de las religiones: a) Institucionalización de las religiones.
IV. APROXIMACIONES TEÓRICAS AL MITO Y A LA RELIGIÓN
1.Las ciencias de la religión.- 2. Modelos de interpretación fenomenológica: a) Fenomenología religiosa (Rudolf Otto, Mircea Eliade); b) Fenomenología filosófica.- 3. Modelos de interpretación analítica.- 4. Modelos de interpretación hermenéutica.- 5. Modelos de interpretación antropológica: a) Ludwig Feuerbach (1804-1872); b) Claude Lévi-Strauss (1908-2009); c) René Girard (1923-2015).- 6. Modelos de interpretación psicológica: a) El psicoanálisis de Sigmund Freud (1856-1939); b) Carl Gustav Jung 1875-1961); c) La psicología humanista (1950-…).- 7. Modelos de interpretación social: a) Karl Marx(1818-1883); b) Émile Durkheim (1858-1917); c) Bronislaw Malinowski (1884-1942).- 8. Modelos de interpretación filosófica: a) Friedrich Nietzsche (1844-1900); b) La escuela de Francfort (1920-…).- 9. Nuevos modelos de interpretación científica.- 10. La parcialidad de todas las aproximaciones.
V. MITOS Y RELIGIONES CHAMÁNICOS, ANIMISTAS Y ÉTNICOS
1. La religión en el Paleolítico (3000000-9000 a.C.): a) Sepulturas; b) Pinturas rupestres.- 2. Venus neolíticas.- 3. Culto a la tierra y tiempo cíclico.- 4. Chamanismo.- 5. Tótems y tabúes.- 6. Ritos de paso.- 7. La ley cosmo-moral.- 8. Ritos sacrificiales.- 9. Culto a la tierra.- 10. Culto a los antepasados.- 11. La religión indoeuropea.
VI. MITOS Y RELIGIONES DEL ORIENTE PRÓXIMO
1. Mesopotamia: a) El rey-sacerdote; b) Primer monacato; c) Hammurabi; d) Enuma Elish, mito de la creación; e) Poder religioso y poder imperial; f) Renovación de la naturaleza y del orden imperial; g) Orden cósmico; h) Epopeya de Gilgamesh (1600 a.C.); i) Teodicea babilónica.- 2. Egipto: a) Período arcaico (3100-2686 a.C.); b) Imperio antiguo (2686-2181 a.C.); c) Período medio (2190-1500 a.C.); d) El mito de Osiris y el Libro de los muertos; e) Imperio nuevo (1550-1070 a.C.).- 3. Persia: a) El zoroastrismo; b) El maniqueísmo.
VII. MITOS Y RELIGIONES DE LA INDIA
1. Los Vedas: a) Los primeros Vedas; b) Dioses védicos.- 2. La vía sacrificial de los brahmanes.- 3. La rueda infernal de las reencarnaciones: las Upanishads.- 4. La liberación por el conocimiento: la filosofía samkhya, advaita y lokaiata.- 5. La liberación por la devoción y el rito: la religión popular de la India.- 6. La liberación por la ascesis: el yoga.- 7. La liberación por la ascesis y la no violencia: el jainismo.- 8. La aceptación del destino: el movimiento ajivika.- 9. La liberación mediante una acción sin deseo: el budismo: a) La liberación del deseo; b) El budismo popular; c) Las tres grandes corrientes budistas; d) El budismo tibetano.- 10. La liberación por la renuncia de los resultados de la acción: la Bhagavad-gita.
VIII. MITOS Y RELIGIONES DEL LEJANO ORIENTE
1. Tao: a) Escritos taoístas; b) Wu-wei (no actúes); c) Crítica a la inteligencia y a los sentidos; d) Meditación y serenidad; e) Política; f) Tao-Kiao.- 2. Confucio (551-479 a.C.).- 3. Budismo zen.- 4. Sintoísmo.
IX. MITOS Y RELIGIONES GRECORROMANOS
1. La religión griega: a) Poetas y rapsodas; b) Mito trágico; c) Homero y Hesíodo (siglo VIII a.C.); d) Los dioses olímpicos; e) La muerte y el Hades; f) Oráculos.- 2. Mitos griegos fundacionales: a) El mito de Prometeo; b) El mito de las edades; c) El mito de Sísifo.- 3. Cultos mistéricos: a) Orfismo; b) Eleusis; c) Dionisos.- 4. Primeras reflexiones filosóficas sobre la religión.- 5. La religión romana: a) Mitraísmo.
X. MITOS Y RELIGIONES SEMITAS
1. Judaísmo: a) Éxodo y monoteísmo; b) Creación; c) Sociedad alternativa; d) La historia y la libertad; e) la verdad y la historia; f) El Reino de Dios; g) Diáspora; h) Sionismo.- 2. Islam: a) Orígenes; b) La primera predicación de Mahoma; c) Hégira (huida); d) Los pilares del Islam; e) La sucesión; f) El Corán; g) La sharía (ley islámica).- Sufismo.- 4. Sijismo.- 5. La fe Bahá’i.
XI. MITOS Y RELIGIÓN CRISTIANOS
1. El contexto sociorreligioso en el que vivió Jesús.- 2. El proyecto de Jesús.- 3. La no violencia.- 4. La crucifixión de Jesús.- 5. Jesús como el rostro de Dios.- 6. El cristianismo de los primeros siglos.- 7. La Biblia.- 8. El giro constantiniano y la cristiandad.- 9. Volver a los orígenes.
XII. MITOS Y RELIGIONES LATINOAMERICANOS
1. Nahuas: a) El dios Quetzalcóatl; b) El Quinto Sol y los sacrificios humanos; c) Tlamatinime (los que saben algo); d) Presagios; e) Tiempo cíclico, tiempo histórico.- 2. Mayas.- 3. Incas: a) Inca. Hijos del Sol; b) Sincretismo inca y nobleza.- 4. Mestizaje: a) Catolicismo popular; b) La Virgen de Guadalupe y la Santa Muerte; c) Religiones afroamericanas; d) Nuevas espiritualidades; e) Neopentecostalismo; f) La Tierra sin Mal.
XIII. MITOS Y CREENCIAS INDIFERENTES, AGNÓSTICOS Y ATEOS
1. La noción de ateísmo.- 2. El ateísmo como una posibilidad universal.- 3. Ateísmo hindú.- 4. Ateísmo griego: a) La crítica a la religión tradicional; b) El miedo, la ignorancia y el poder político como origen de la religión; c) El delito de impiedad y la impiedad de los dioses; d) Ateísmo materialista; e) Ateísmo hedonista y epicúreo; f) Ateísmo cínico.- 5. Ateísmo humanista: a)Ateísmo marxista; b) Ateísmo anarquista; c) Ateísmo psicoanalítico; d) Ateísmo existencialista; e) Ateísmo nihilista activo; f) Ateísmo espiritual.- Ateísmo de Estado: a) Ateísmo revolucionario milenarista; b) Ateísmo nacionalista.- 7. Ateísmo científico: a) Nuevo ateísmo; b) Ateísmo posthumanista.- 8. Ateísmo antihumanista: a) Ateísmo nihilista pasivo, Arthur Schopenhauer, John Gray; b) Ateísmo libertino.- 9. Ateísmo cristiano: a) Ateos cristianos; b) Cristianos ateos.- 10. Agnosticismo: a) Oscar Wilde; b) Martin Heidegger.- 11. Indiferencia.
XIV. EL FUTURO DE LOS MITOS Y LAS CREENCIAS
1. La Modernidad y el cientismo.- 2. Capitalismo global y posmodernidad: a) Secularización, Estado y religión.- 3. Las diferentes vías religativas en la actualidad.- 4. La vía atea: a) Ateísmo de Estado y milenarista; b) Ateísmo humanista; c) Ateísmos existenciales y nihilistas.- 5. La vía agnóstica.- 6. L avía de la indiferencia.- 7. La vía religiosa; a) Transhumanismo y religión tecnocientífica; b) Individual-hedonismo y religión líquida; c) Nacional-populismo y religión nacional; d) Ecología y panteísmo.- 8. Religación y desligación.
TEXTOS
Bibliografía general
Bibliografía citada
Índice analítico
Título: Entre los dioses y la nada. Religiones, espiritualidades, ateísmos
Autor: Jordi Corominas
Edita: Fragmenta Editorial, Barcelona, 2023
Colección: Fragmentos
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 528
ISBN: 978-84-17796-78-5
Precio: 30 euros
Es este uno de los libros que nacen con vocación de amplitud de miradas. Puede ser considerado como un manual, de muy fácil acceso a través de un detallado índice y con nociones muy concisas, a la vez que diáfanas y clarificadoras, de los extremos que aborda.
Afirma el autor que este libro “quiere ser una pequeña topografía, una introducción a las grandes búsquedas de sentido de la humanidad desde lo más primordial y encomiable de cada una y desde una profunda admiración y curiosidad por todas estas cosas tan inútiles”. Y, como posibles cosas inútiles, se refiere a las formas religiosas, ateas y agnósticas más significativas con las que la humanidad ha ido elaborando y dando sentido a su existencia.
La obra consta de tres partes bien diferenciadas. Una primera (capítulos I a IV) se destina a conferir claridad a los conceptos, parte esencial para una correcta comprensión de la totalidad; la segunda parte está dedicada a detallar los mitos y religiones en diferentes culturas, incluyendo los mitos y creencias de las personas indiferentes al hecho religioso, las agnósticas y las ateas, con un apartado para hablar del futuro de los mitos y las creencias. La tercera parte está constituida por una selección de textos destinados a complementar determinados apartados del libro, selección muy bien estudiada y que presta un singular apoyo documental en la lectura del texto.
A tal fin, Corominas hace una presentación sencilla, clara y breve de cada creencia rehuyendo la caricatura y buscando lo esencial con el subrayado de los elementos primordiales de cada perspectiva.
Conceptos
Antes de entrar en detalles, el autor aborda un marco de generalidades que servirá de guía en la lectura de la obra. Así, por ejemplo, desintegra, en sus propias palabras, la división entre creyentes y no creyentes, que lastra el posible diálogo sobre las creencias últimas y su planteamiento.
Así, pues, se enfrenta al problema del término creencia. “Lo cierto es que todos estamos embarcados, condicionados cada uno por su creencia. No es que el religioso sea creyente y el arreligioso no creyente, sino que creen en cosas distintas”. Porque, en el fondo, se puede vivir sin religión, pero no sin algún tipo de creencia.
Se ocupa Corominas, también, del término religión. La religión, con independencia de que se estime que es verdadera o falsa, es, ante todo, un hecho. Y, como concepto, no es estático y definitivo, sino que ha ido cambiando a lo largo de los siglos hasta alcanzar la definición actual del término.
Ante esta situación, plantea una estrategia fenomenológica, es decir, situarnos en un nivel filosófico radical para examinar las cosas tal y como se me aparecen en mis percepciones, mucho antes de cualquier intento de explicación de lo que pueda ser la entidad percibida.
Por lo tanto, la fenomenología comienza, pues, “buscando si hay una estructura previa a toda creencia atea, agnóstica, religiosa o de la naturaleza que sea”.
En la base de cualquier postura que se adopte, según Corominas, se encuentra el mito que, en el fondo, es una estrategia para dominar la contingencia, esa posibilidad del caos y el desorden que amenaza la vida humana, asombrada y estremecida por situaciones que se perciben prodigiosas y a las que se pretende dar una explicación.
Tiene, así, el mito diferentes funciones. Una función fundamentadora de la ininterrumpida búsqueda del sentido profundo de la existencia humana. O una función política y social, aportando unificación y estabilización en el caótico vivir humano. También una función terapéutica, al canalizar los miedos y las dudas, la de curar el presente marcado por la contingencia y la nada. Finalmente, una función creadora, ya que sus imágenes fantásticas permiten iluminar la parte poética de la realidad.
El mito, cuando entra en acción, alcanza la categoría de rito. Aquel, el mito, es argumental, mientras que este, el rito, es teatral, aunque necesario. Por su parte, la Modernidad quiere suprimir el tiempo mítico, al considerarlo superado.
Corominas examina con algo de detenimiento los cuatro grandes mitos vigentes que pretenden explicar la presencia del mal en el mundo: el babilónico, el trágico, el órfico y el adánico o mito judeocristiano. Unos párrafos estos que merecen una detenida lectura para una mejor comprensión del resto de la obra.
Si siempre es útil y necesario concretar mucho las definiciones de cada concepto, en una obra como esta es imprescindible, de lo contrario se puede caer en la incomprensión del texto del autor y de qué habla cuando se refiere, por ejemplo, a espiritualidad, mística o religión.
A estos tres conceptos, tan presentes a lo largo del libro, dedica Corominas el correspondiente espacio. Así, la idea de espiritualidad está referida a su sentido más originario: “lo que nos mantiene en la sorpresa de la vida íntima y singular que surge en los actos humanos”. Con esta definición, queda patente que la espiritualidad es un patrimonio de todos los hombres, independientemente de si son religiosos o no.
La misma definición podría valer para mística, es decir, que podemos utilizar el término para todo tipo de experiencia siempre y cuando la desposeamos de su sentido religioso de unión con Dios y de su referencia a un conocimiento extraordinario. Se trata de una experiencia que se hace patente pero que es intraducible en un lenguaje explícito que solo puede ser sentido y vivido.
Finalmente, define religión: “todas aquellas experiencias positivas del fondo último de la realidad, o del surgimiento de todas las cosas, que hacen de este fondo último el fundamento de la plenitud de la propia vida humana”. A este concepto y a su relación con la razón vital, la magia, la ciencia, la vida humana, así como a la ambigüedad constitutiva de las religiones dedica Corominas varias páginas del libro. Del mayor interés.
Tras un capítulo dedicado a una Aproximaciones teóricas al mito y a la religión, en el que aborda distintos modelos de ciencias de la religión: fenomenología, interpretación analítica, interpretación hermenéutica, interpretación antropológica, interpretaciones psicológicas, social o filosófica, así como nuevos modelos de interpretación científica, comienza un análisis pormenorizado de diferentes corrientes, religiones o espiritualidades.
Evidentemente, en este capítulo de aproximaciones, desfilan por las páginas del libro nombres tan ilustres como Rudolf Otto, Mircea Eliade, Feuerbach, Claude Lévi-Strauss, René Girard, Freud, Jung, Marx, Durkheim, Malinowski, Nietzsche o los miembros de la Escuela de Francfort.
Mitos, creencias, religiones
Todo un capítulo está dedicado a entrar en detalle en el tema de los Mitos y religiones chamánicos, animistas y étnicos. Arranca analizando la religión en el paleolítico, a través de las manifestaciones culturales tales como las sepulturas y las pinturas rupestres, para revisar luego las venus neolíticas y el culto a la tierra y el tiempo cíclico. No podía faltar en este bloque el chamanismo, los tótems y tabúes, los ritos de paso y sacrificiales, el culto a la tierra y a los antepasados, finalizando con un pequeño apartado dedicado a la religión indoeuropea.
No menor interés despierta el capítulo dedicado a los Mitos y religiones del Oriente Próximo, que recorre culturas como la de Mesopotamia, que se analiza con especial detenimiento, la de Egipto y Persia.
Todo un capítulo dedica el autor a los Mitos y religiones de la India: vedas, brahamanes, upanishads, samkhya, davaita, locayata, el yoga, jainismo, movimiento ajivika y, especialmente, el budismo con sus tres grandes corrientes. No falta la bhagavad-gita que cierra el capítulo.
Acceden, a continuación, los Mitos y religiones del Lejano Oriente. Encuentran su hueco aquí el taoísmo, analizado con sumo detalle, el confucianismo, el budismo zen y el sintoísmo.
No podían faltar a esta cita los Mitos y religiones grecorromanos así como los Mitos y religiones semitas, dejando para un capítulo posterior el cristianismo: judaísmo, islam, sufismo, sijismo y la fe bahá’i. En el capítulo dedicado al cristianismo, analiza el autor con detenimiento la figura de Jesús, los primeros pasos de esta nueva religión que se separa del judaísmo, y su posterior evolución tras ser declarada religión oficial del imperio.
Por sus peculiaridades, Corominas presenta un capítulo dedicado a los Mitos y religiones latinoamericanos. Un tema muy complejo dadas las muy diversas influencias y mixtificaciones que presenta el panorama de Hispanoamérica en este particular. Recorren estas páginas las creencias nahuas, mayas, incas y las producidas por el mestizaje y las nuevas espiritualidades.
Y, aunque pueda parecer paradójico, el autor incluye un interesante capítulo dedicado a los Mitos y creencias indiferentes, agnósticos y ateos. Aquí se habla del concepto de ateísmo y del ateísmo hindú, el de la Grecia clásica, el ateísmo humanista, el ateísmo de estado, el científico, el antihumanista y el ateísmo cristiano; también se considera el agnosticismo y la indiferencia.
El futuro de mitos y creencias
¿Qué futuro aguarda a los mitos y creencias? Para Corominas, “las diferentes creencias fundamentales, las religiones, los ateísmos, el agnosticismo, la indiferencia y las formas de vida ligadas a ellos, solo se agotarán cuando se agoten las posibilidades humanas, ya sea por la desaparición de la especie o por la transformación transhumana del ser humano”.
Piensa el autor que lo que es patrimonio de la humanidad no es una determinada vía religativa, sino la espiritualidad en su sentido más originario: “la sorpresa ante la apertura a la realidad de todos y cada uno de los actos humanos”.
Si bien el ateísmo parece asegurar su futuro bajo sus diversas formas, su dificultad estribará en explicar la persistencia de la bondad humana y la contradicción que supone declararse ateo y actuar moralmente de conformidad con el bien. Sin embargo, al agnosticismo le predice un crecimiento bastante exiguo, lo contrario de lo que ocurrirá con quienes se muestran indiferentes ante el hecho religioso en su sentido más amplio. Por otro lado, Corominas constata que la mayor parte de la población mundial actual se identifica con algún grupo religioso.
Concluyendo
En este extenso libro podemos encontrar un compendio de la evolución de los mitos hacia las religiones y hacia la espiritualidad, no solo desde una perspectiva global, sino detallada con alusión a los hitos más destacados en este campo a través de la historia hasta el tiempo presente.
Ha sabido Corominas extraer de cada mito, de cada creencia, de cada religión lo esencial y fundamental para una correcta y sucinta comprensión de sus bases históricas y básicas, lo que permite una fácil contemplación panorámica de la realidad en este campo. Se constituye así en un libro imprescindible como herramienta de consulta para cualquier persona interesada en esta profunda realidad.
A ello coadyuva una metódica y pedagógica estructura expositiva, alimentada con un lenguaje muy accesible sin concesiones a lo que pueda resultar no adecuado para la claridad y comprensión del hilo conductor de la obra.
Finalmente, la exigente selección de textos que se incluyen constituye una relevante herramienta de apoyo al lector. Su inclusión en una sección incluida al final de la obra, evita la tortuosa lectura de unos incisos o notas a pie de página que harían engorrosa la lectura del texto.
Es evidente que el libro es fruto de un esfuerzo reflexivo e investigador por parte de Jordi Corominas, tras el que se esconden, sin duda, muchas horas de intenso trabajo, que, por supuesto, es merecedor del agradecimiento.
Índice
Presentación
I. EL ORIGEN DE LAS CREENCIAS
1. Siempre estamos embarcados.- 2. El problema del término creencia.- 3. El problema del término religión.- 4. La estrategia fenomenológica.- 5. Los actos humanos como surgimiento de cosas..- 6. El surgimiento: la extrañeza, el misterio, la sorpresa.- 7. Espiritualidad, desligación y religación: a) La religación y sus plasmaciones; b) La historia y la verdad de las cuatro vías; c) La desligación.- 8. Opción, creencia, fe.
II. ¿QUÉ ES EL MITO?
1. Etimología.- 2. Origen.- 3. El símbolo: a) El símbolo y el misterio; b) El símbolo y la idolatría.- 4. Mito y rito.- 5. Función del mito.- 6. Mito y logos: a) La superación del mito; b) La superación de la razón; c) La oposición sagrado-profano; d) El peligro del totalitarismo.- 7. La logomítica: a) La imbricación del mito y el logos; b) El mito como una vía más de la razón humana.- 8. La interpretación ilustrada y la romántica.- 9. Mito, historia y Modernidad.- 10. Cuatro grandes mitos vigentes.
III. ¿QUÉ ES RELIGIÓN?
1. Espiritualidad, mística y religión.- 2. Definición de religión.- 3. Cultura y religión.- 4. La religación y la religión.- 5. Razón vital y religión: a) Las vías de la razón humana; b) la verdad racional de las religiones.- 6. Magia y religión.- 7. Ciencia y religión.- 8. Vida humana y religión.- 9. La ambigüedad constitutiva de las religiones: a) Institucionalización de las religiones.
IV. APROXIMACIONES TEÓRICAS AL MITO Y A LA RELIGIÓN
1.Las ciencias de la religión.- 2. Modelos de interpretación fenomenológica: a) Fenomenología religiosa (Rudolf Otto, Mircea Eliade); b) Fenomenología filosófica.- 3. Modelos de interpretación analítica.- 4. Modelos de interpretación hermenéutica.- 5. Modelos de interpretación antropológica: a) Ludwig Feuerbach (1804-1872); b) Claude Lévi-Strauss (1908-2009); c) René Girard (1923-2015).- 6. Modelos de interpretación psicológica: a) El psicoanálisis de Sigmund Freud (1856-1939); b) Carl Gustav Jung 1875-1961); c) La psicología humanista (1950-…).- 7. Modelos de interpretación social: a) Karl Marx(1818-1883); b) Émile Durkheim (1858-1917); c) Bronislaw Malinowski (1884-1942).- 8. Modelos de interpretación filosófica: a) Friedrich Nietzsche (1844-1900); b) La escuela de Francfort (1920-…).- 9. Nuevos modelos de interpretación científica.- 10. La parcialidad de todas las aproximaciones.
V. MITOS Y RELIGIONES CHAMÁNICOS, ANIMISTAS Y ÉTNICOS
1. La religión en el Paleolítico (3000000-9000 a.C.): a) Sepulturas; b) Pinturas rupestres.- 2. Venus neolíticas.- 3. Culto a la tierra y tiempo cíclico.- 4. Chamanismo.- 5. Tótems y tabúes.- 6. Ritos de paso.- 7. La ley cosmo-moral.- 8. Ritos sacrificiales.- 9. Culto a la tierra.- 10. Culto a los antepasados.- 11. La religión indoeuropea.
VI. MITOS Y RELIGIONES DEL ORIENTE PRÓXIMO
1. Mesopotamia: a) El rey-sacerdote; b) Primer monacato; c) Hammurabi; d) Enuma Elish, mito de la creación; e) Poder religioso y poder imperial; f) Renovación de la naturaleza y del orden imperial; g) Orden cósmico; h) Epopeya de Gilgamesh (1600 a.C.); i) Teodicea babilónica.- 2. Egipto: a) Período arcaico (3100-2686 a.C.); b) Imperio antiguo (2686-2181 a.C.); c) Período medio (2190-1500 a.C.); d) El mito de Osiris y el Libro de los muertos; e) Imperio nuevo (1550-1070 a.C.).- 3. Persia: a) El zoroastrismo; b) El maniqueísmo.
VII. MITOS Y RELIGIONES DE LA INDIA
1. Los Vedas: a) Los primeros Vedas; b) Dioses védicos.- 2. La vía sacrificial de los brahmanes.- 3. La rueda infernal de las reencarnaciones: las Upanishads.- 4. La liberación por el conocimiento: la filosofía samkhya, advaita y lokaiata.- 5. La liberación por la devoción y el rito: la religión popular de la India.- 6. La liberación por la ascesis: el yoga.- 7. La liberación por la ascesis y la no violencia: el jainismo.- 8. La aceptación del destino: el movimiento ajivika.- 9. La liberación mediante una acción sin deseo: el budismo: a) La liberación del deseo; b) El budismo popular; c) Las tres grandes corrientes budistas; d) El budismo tibetano.- 10. La liberación por la renuncia de los resultados de la acción: la Bhagavad-gita.
VIII. MITOS Y RELIGIONES DEL LEJANO ORIENTE
1. Tao: a) Escritos taoístas; b) Wu-wei (no actúes); c) Crítica a la inteligencia y a los sentidos; d) Meditación y serenidad; e) Política; f) Tao-Kiao.- 2. Confucio (551-479 a.C.).- 3. Budismo zen.- 4. Sintoísmo.
IX. MITOS Y RELIGIONES GRECORROMANOS
1. La religión griega: a) Poetas y rapsodas; b) Mito trágico; c) Homero y Hesíodo (siglo VIII a.C.); d) Los dioses olímpicos; e) La muerte y el Hades; f) Oráculos.- 2. Mitos griegos fundacionales: a) El mito de Prometeo; b) El mito de las edades; c) El mito de Sísifo.- 3. Cultos mistéricos: a) Orfismo; b) Eleusis; c) Dionisos.- 4. Primeras reflexiones filosóficas sobre la religión.- 5. La religión romana: a) Mitraísmo.
X. MITOS Y RELIGIONES SEMITAS
1. Judaísmo: a) Éxodo y monoteísmo; b) Creación; c) Sociedad alternativa; d) La historia y la libertad; e) la verdad y la historia; f) El Reino de Dios; g) Diáspora; h) Sionismo.- 2. Islam: a) Orígenes; b) La primera predicación de Mahoma; c) Hégira (huida); d) Los pilares del Islam; e) La sucesión; f) El Corán; g) La sharía (ley islámica).- Sufismo.- 4. Sijismo.- 5. La fe Bahá’i.
XI. MITOS Y RELIGIÓN CRISTIANOS
1. El contexto sociorreligioso en el que vivió Jesús.- 2. El proyecto de Jesús.- 3. La no violencia.- 4. La crucifixión de Jesús.- 5. Jesús como el rostro de Dios.- 6. El cristianismo de los primeros siglos.- 7. La Biblia.- 8. El giro constantiniano y la cristiandad.- 9. Volver a los orígenes.
XII. MITOS Y RELIGIONES LATINOAMERICANOS
1. Nahuas: a) El dios Quetzalcóatl; b) El Quinto Sol y los sacrificios humanos; c) Tlamatinime (los que saben algo); d) Presagios; e) Tiempo cíclico, tiempo histórico.- 2. Mayas.- 3. Incas: a) Inca. Hijos del Sol; b) Sincretismo inca y nobleza.- 4. Mestizaje: a) Catolicismo popular; b) La Virgen de Guadalupe y la Santa Muerte; c) Religiones afroamericanas; d) Nuevas espiritualidades; e) Neopentecostalismo; f) La Tierra sin Mal.
XIII. MITOS Y CREENCIAS INDIFERENTES, AGNÓSTICOS Y ATEOS
1. La noción de ateísmo.- 2. El ateísmo como una posibilidad universal.- 3. Ateísmo hindú.- 4. Ateísmo griego: a) La crítica a la religión tradicional; b) El miedo, la ignorancia y el poder político como origen de la religión; c) El delito de impiedad y la impiedad de los dioses; d) Ateísmo materialista; e) Ateísmo hedonista y epicúreo; f) Ateísmo cínico.- 5. Ateísmo humanista: a)Ateísmo marxista; b) Ateísmo anarquista; c) Ateísmo psicoanalítico; d) Ateísmo existencialista; e) Ateísmo nihilista activo; f) Ateísmo espiritual.- Ateísmo de Estado: a) Ateísmo revolucionario milenarista; b) Ateísmo nacionalista.- 7. Ateísmo científico: a) Nuevo ateísmo; b) Ateísmo posthumanista.- 8. Ateísmo antihumanista: a) Ateísmo nihilista pasivo, Arthur Schopenhauer, John Gray; b) Ateísmo libertino.- 9. Ateísmo cristiano: a) Ateos cristianos; b) Cristianos ateos.- 10. Agnosticismo: a) Oscar Wilde; b) Martin Heidegger.- 11. Indiferencia.
XIV. EL FUTURO DE LOS MITOS Y LAS CREENCIAS
1. La Modernidad y el cientismo.- 2. Capitalismo global y posmodernidad: a) Secularización, Estado y religión.- 3. Las diferentes vías religativas en la actualidad.- 4. La vía atea: a) Ateísmo de Estado y milenarista; b) Ateísmo humanista; c) Ateísmos existenciales y nihilistas.- 5. La vía agnóstica.- 6. L avía de la indiferencia.- 7. La vía religiosa; a) Transhumanismo y religión tecnocientífica; b) Individual-hedonismo y religión líquida; c) Nacional-populismo y religión nacional; d) Ecología y panteísmo.- 8. Religación y desligación.
TEXTOS
Bibliografía general
Bibliografía citada
Índice analítico
Reseñas
Anatomía del cristianismo
Juan Antonio Martínez de la Fe , 21/04/2023
Ficha Técnica
Título: Anatomía del cristianismo
Autor: José Cobo
Edita: Fragmenta Editorial, Barcelona, 2022
Colección: Fragmentos
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 255
ISBN: 978-84-17796-76-1
Precio: 19 euros
Con este título, José Cobo culmina su interesantísima trilogía, que arrancó con Incapaces de Dios. Contra la divinidad oceánica, al que siguió La paradójica realidad de Dios, libros ambos reseñados en esta sección. En el primero de ellos, aborda la cuestión de la propia realidad de Dios, lejos de una divinidad antropomórfica que lleva al sujeto moderno a decantarse por el panteísmo de las espiritualidades sin credo. En el segundo, Cobo nos plantea cómo la presencia de Dios, paradójicamente, se manifiesta por su ausencia.
En este tercer libro, el autor profundiza directamente en el cristianismo que, pese al aire de familia que pudiera presentar con otras religiones, no es una más entre ellas. Va más allá: afirma que está más cerca del ateísmo que de una religión al uso. Sorprendentes expresiones que encuentran adecuada explicitación en las páginas de este tercer libro que comentamos.
Aunque cada uno de estos títulos puede ser leído de manera autónoma e independiente, sin embargo, el entramado filosófico que resulta del conjunto de la trilogía invita a considerar este importante estudio como un todo.
Con muy buen criterio, Cobo ofrece en esta obra, A modo de introducción, unas tesis, unas ideas con el propósito de orientar la lectura. Constituyen un excelente recurso que ayuda al lector.
Tesis preliminares
Su primera tesis es concisa: hay Dios. Sin embargo, su presencia, su realidad, es la de su ausencia o eterno por-venir. La pregunta que hay que hacerse no es si hay algo así como un dios, sino a qué nos obliga (si es que nos obliga) “el hecho de que el haber de Dios sea el de una alteridad en falta”. Nos hallamos ante la extrema trascendencia de Dios, a su retroceso en la historia.
Segunda tesis: la historia de la caída es la clave hermenéutica de cuanto cabe afirmar sobre la relación de Dios con el hombre, incluyendo la Encarnación. A tener presente: no nos encontramos ante un relato que busque describir lo que sucedió, no; se trata de la expresión narrativa de la posición del hombre respecto a Dios. Y algo importante: “si Dios es un acto de amor -si Dios es su salida de sí hacia lo otro de sí-, entonces la caída tuvo que afectar también a Dios”.
Ese salir de sí de Dios, no es una opción suya; muy al contrario: es el acto por el que Dios es el que es y, justamente, por lo que Él es libertad. Nos asombra y supera ese silencio de Dios, que no es otra cosa que el síntoma de su ponerse en manos del hombre para llegar a ser el que es.
Tesis tercera: “Jesús de Nazaret es el quién de Dios, su modo de ser, y no únicamente un hombre de Dios entre otros”. Idea destacada que se reitera reiteradamente a lo largo de todo el libro, en contra de las opiniones docetistas o las propias del arrianismo, pese a que, religiosamente, pueden ser consistentes.
Cuarta tesis: hubo resurrección de Jesús, aunque no podamos admitirla ni siquiera como un hecho del pasado. Muchos de los seguidores del nazareno tampoco aceptaron su resurrección, por lo que ha habido quien ha pretendido dar un carpetazo al tema, sin tener en cuenta que sin resurrección el cristianismo quedaría privado de lo esencial. Modernamente, tan solo cabe afirmar que algunos creyeron que Jesús había resucitado.
Planteadas sus tesis, Cobo continúa en esta introducción, ofreciendo en cada paso o epígrafe nuevas ideas que completan su objetivo. Tratándose de una anatomía del cristianismo, hay que seguir cuidadosamente su planteamiento ante frases como “el cristianismo está a un paso de convertirse en un asunto de especialistas o nostálgicos. Quizás no la religión, pero sí lo específico de la fe cristiana. […] No obstante, y a pesar de que actualmente tengamos serias dificultades a la hora de entender las fórmulas del credo, el mensaje original del cristianismo aún tiene algo que decirnos y algo decisivo”. ¡Cuántos creyentes se sentirán identificados con estas afirmaciones!
Así, aborda el interesante aspecto de Una epistemología cristiana. O La fe como postura, donde nos advierte de que la pregunta con respecto a la verdad de las fórmulas de la fe no es qué hechos podrán confirmarlas, sino quién dice qué, admitiendo, eso sí, que las fórmulas de la fe son ininteligibles fuera de la relación corporal con Dios.
También se refiere a la ironía del Evangelio, que afirma que Dios es un Dios que cuelga de una cruz. Dios y sus imágenes es otro de los remas abordados por el autor, junto con Un asunto personal, cuando lo habitual es que, si hablamos de Él, lo hagamos en clave impersonal. O el algo más extenso bloque dedicado a Del lado del hombre, del lado de Dios, en el que nos expone que cuanto podamos decir sobre la esencia o el modo de ser de Dios, al margen de su encarnación, no lo decimos de Dios, sino únicamente de las imágenes que de Él nos hacemos.
Cuando nos habla de la Identificación de Dios, nos lo resume diciendo que Dios se identifica con el crucificado, en un doble sentido: en un primero, por simpatía y, en un segundo sentido, de la manera que el yo se identifica con su cuerpo o carácter. Apartado con el que cierra esta extensa pero necesaria Introducción.
A partir de aquí José Cobo desarrolla estos contenidos a lo largo de tres capítulos, para culminar con otro A modo de conclusión.
El Dios de la fe
El primero de ellos, tercero de la obra, lo titula El Dios de la fe y la divinidad religiosa, que abre exponiendo la dificultad que tenemos hoy en admitir el estar en manos de alguien, mientras que la idea de libertad no casa bien con el sentimiento de absoluta dependencia, sentimiento menospreciado por la crítica ilustrada de la religión como algo infantil, impropio de la madurez.
Pero los capítulos más interesantes de la obra son los referidos a la Encarnación y a la Resurrección. En ellos es donde más se percibe el título general del libro. Son también los más extensos, abordando distintos aspectos de vida, muerte y resurrección de Jesús, siempre en relación con la figura del Padre.
Dentro del referido a la Encarnación y por lo paradójica que pudiera resultar la afirmación, destaca cómo el cristianismo se encuentra más cerca del ateísmo que del teísmo, ya que la fe cristiana apunta a un Dios que se vacía de su divinidad por amor a su criatura.
Por supuesto, no deja de lado el significado de la Encarnación con las discusiones, origen de herejías, sobre si Jesús es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre, lo que lleva a Cobo a profundizar en el misterio de la Trinidad. Por supuesto, incide en la idea reiterada a lo largo del estudio, de que Jesús no es el representante de Dios, “sino Dios en persona o, si se prefiere, el cuerpo de Dios”.
Tras abordar la tesis sobre Jesús hijo único de Dios, profundiza en el cuarto evangelio, pues es el que se sumerge más en cuestiones tales como el Dios cristiano y el Dios de Jesús, finalizando el capítulo con una alusión al Apocalipsis.
Resurrección
Y culminada la exposición de la Encarnación y la muerte de Jesús en el cruz, aborda el autor el capítulo quinto de su obra, Et resurrexit, que arranca con una frase contundente: “Sin Resurrección no hay cristianismo”. No elude Cobo tratar sobre el hecho histórico de la resurrección de Jesús, tema sujeto a múltiples interpretaciones, desde su realidad en la historia hasta maneras de expresar una situación que no implicaría, necesariamente, el volver a la vida de un Jesús fallecido por su crucifixión.
José Cobo expone con claridad su postura en este asunto: “para nosotros, de entrada, lo que vale es lo que el acontecimiento de la Resurrección revela: al crucificado como el quién de Dios, esto es, a Dios hecho hombre”. Lo que, evidentemente, equivale a decir que, a la hora de recuperar la fe en la resurrección de los muertos, el punto de partida inexcusable es la Encarnación.
Ya en el capítulo dedicado a modo de conclusión, alude, como era previsible, a Nietzsche, que consideraba al cristianismo como un platonismo para el pueblo.
Concluyendo
Este tercer libro de la trilogía de José Cobo no decepciona; muy al contrario, corona y culmina el pensamiento que ha desarrollado en los dos primeros títulos. En este, concretamente, con una exposición más centrada, si cabe, en la figura de Jesús: su vida, su enseñanza y, sobre todo, en su muerte y resurrección.
Viendo el extenso índice de la obra, que figura más adelante, se puede seguir, paso a paso, el desarrollo de la exposición que hace de su pensamiento. Y, en cualquier caso, su lectura es más que recomendable para obtener una amplia visión de las tesis de José Cobo, tesis cargadas de profundidad y que merecen una lectura sosegada y reflexiva para tratar de llegar hasta sus más recónditos rincones.
Como es habitual en el autor, su estilo, pese a la dificultad que entraña una lectura de textos profundos, ayuda mucho a su comprensión y la reiteración de las ideas principales inserta más en la mente del lector el nudo fundamental de su pensamiento.
Índice
I. AFINAR LAS CUERDAS
1 Sobre la creencia.- 2 Lo que importa.- 3 Page break
II. A MODO DE INTRODUCCIÓN
1 Las tesis.- 2 El motivo.- 3 El acceso a Jesús: un apunte metodológico.- 4 Una epistemología cristiana.- 5 La fe como postura.- 6 Evangelio e ironía.- 7 Dios y sus imágenes.- 8 Un asunto personal.- 9 Del lado del hombre, del lado de Dios .- 10 De la identificación de Dios
III EL DIOS DE LA FE Y LA DIVINIDAD RELIGIOSA
1 La cuestión religiosa.- 2 Fe y sentido.- 3 El individuo y la religión.- 4 Lo espiritual y lo tautológico.- 5 Sobre los ángeles.- 6 Imaginar a Dios.- 7 Imaginar a Dios (y 2).- 8 Sub iudice.- 9 Afinando.- 10 Abraham y la isla del tesoro.- 11 Más allá del más allá.- 12 El otro Abraham.- 13 La paz del desierto.- 14 Una nota sobre Freud y el superyo.- 15 Una fábula cristiana.- 16 Es de bien nacido …- 17 Esto del creer.- 18 En manos de
IV ENCARNACIÓN
1 Primicias.- 2 La gran humillación.- 3 Sobre el poder de Dios: un debate cristológico.- 4 ¿Como si el hombre se hiciera chimpancé?- 5 Dios verdadero y hombre verdadero.- 6 Un monoteísmo cristológico (más un apunte trinitario).- 7 La subjetividad como clave hermenéutica de la Trinidad.- 8 Sobre el Espíritu.- 9 Jesús no es el representante de Dios.- 10 La cuestión del monogenés y el Jesús histórico.- 11 El prólogo del cuarto evangelio.- 12 Ascendente y descendente.- 13 El contraste entre las cristologías neotestamentarias.- 14 El círculo hermenéutico de la dogmática cristológica.- 15 Cristo, ¿un cínico itinerante?- 16 No hay otro Dios que el que cuelga de una cruz.- 17 Dios es amor.- 18 Amor y temor de Dios.- 19 De la amistad con Dios.- 20 Jesús y la Ley.- 21 Hecho pecado.- 22 De las madres.- 23 El Dios cristiano y el Dios de Jesús.- 24 ¿Una salvación para Yoda?- 25 Apocalipsis ¿aún?
V ET RESURREXIT
1 De entrada.- 2 La Resurrección como hecho.- 3 Ver es ver como.- 4 Resurrección y anuncio.- 5 El núcleo duro del kerigma.- 6 ¿Hubo un sepulcro vacío? 7 Sobre el milagro.- 8 Ezequiel.- 9 Según las Escrituras.- 10 El salmo 110.- 11 El Siervo de Yavhé.- 12 Emaús.- 13 Ya tarda.- 14 El perdón de los resucitados.- 11 La gran objeción
VI. UN PAR DE BREVES A MODO DE CONCLUSIÓN
1 Un Dios de.- 2 Nietzsche
Título: Anatomía del cristianismo
Autor: José Cobo
Edita: Fragmenta Editorial, Barcelona, 2022
Colección: Fragmentos
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 255
ISBN: 978-84-17796-76-1
Precio: 19 euros
Con este título, José Cobo culmina su interesantísima trilogía, que arrancó con Incapaces de Dios. Contra la divinidad oceánica, al que siguió La paradójica realidad de Dios, libros ambos reseñados en esta sección. En el primero de ellos, aborda la cuestión de la propia realidad de Dios, lejos de una divinidad antropomórfica que lleva al sujeto moderno a decantarse por el panteísmo de las espiritualidades sin credo. En el segundo, Cobo nos plantea cómo la presencia de Dios, paradójicamente, se manifiesta por su ausencia.
En este tercer libro, el autor profundiza directamente en el cristianismo que, pese al aire de familia que pudiera presentar con otras religiones, no es una más entre ellas. Va más allá: afirma que está más cerca del ateísmo que de una religión al uso. Sorprendentes expresiones que encuentran adecuada explicitación en las páginas de este tercer libro que comentamos.
Aunque cada uno de estos títulos puede ser leído de manera autónoma e independiente, sin embargo, el entramado filosófico que resulta del conjunto de la trilogía invita a considerar este importante estudio como un todo.
Con muy buen criterio, Cobo ofrece en esta obra, A modo de introducción, unas tesis, unas ideas con el propósito de orientar la lectura. Constituyen un excelente recurso que ayuda al lector.
Tesis preliminares
Su primera tesis es concisa: hay Dios. Sin embargo, su presencia, su realidad, es la de su ausencia o eterno por-venir. La pregunta que hay que hacerse no es si hay algo así como un dios, sino a qué nos obliga (si es que nos obliga) “el hecho de que el haber de Dios sea el de una alteridad en falta”. Nos hallamos ante la extrema trascendencia de Dios, a su retroceso en la historia.
Segunda tesis: la historia de la caída es la clave hermenéutica de cuanto cabe afirmar sobre la relación de Dios con el hombre, incluyendo la Encarnación. A tener presente: no nos encontramos ante un relato que busque describir lo que sucedió, no; se trata de la expresión narrativa de la posición del hombre respecto a Dios. Y algo importante: “si Dios es un acto de amor -si Dios es su salida de sí hacia lo otro de sí-, entonces la caída tuvo que afectar también a Dios”.
Ese salir de sí de Dios, no es una opción suya; muy al contrario: es el acto por el que Dios es el que es y, justamente, por lo que Él es libertad. Nos asombra y supera ese silencio de Dios, que no es otra cosa que el síntoma de su ponerse en manos del hombre para llegar a ser el que es.
Tesis tercera: “Jesús de Nazaret es el quién de Dios, su modo de ser, y no únicamente un hombre de Dios entre otros”. Idea destacada que se reitera reiteradamente a lo largo de todo el libro, en contra de las opiniones docetistas o las propias del arrianismo, pese a que, religiosamente, pueden ser consistentes.
Cuarta tesis: hubo resurrección de Jesús, aunque no podamos admitirla ni siquiera como un hecho del pasado. Muchos de los seguidores del nazareno tampoco aceptaron su resurrección, por lo que ha habido quien ha pretendido dar un carpetazo al tema, sin tener en cuenta que sin resurrección el cristianismo quedaría privado de lo esencial. Modernamente, tan solo cabe afirmar que algunos creyeron que Jesús había resucitado.
Planteadas sus tesis, Cobo continúa en esta introducción, ofreciendo en cada paso o epígrafe nuevas ideas que completan su objetivo. Tratándose de una anatomía del cristianismo, hay que seguir cuidadosamente su planteamiento ante frases como “el cristianismo está a un paso de convertirse en un asunto de especialistas o nostálgicos. Quizás no la religión, pero sí lo específico de la fe cristiana. […] No obstante, y a pesar de que actualmente tengamos serias dificultades a la hora de entender las fórmulas del credo, el mensaje original del cristianismo aún tiene algo que decirnos y algo decisivo”. ¡Cuántos creyentes se sentirán identificados con estas afirmaciones!
Así, aborda el interesante aspecto de Una epistemología cristiana. O La fe como postura, donde nos advierte de que la pregunta con respecto a la verdad de las fórmulas de la fe no es qué hechos podrán confirmarlas, sino quién dice qué, admitiendo, eso sí, que las fórmulas de la fe son ininteligibles fuera de la relación corporal con Dios.
También se refiere a la ironía del Evangelio, que afirma que Dios es un Dios que cuelga de una cruz. Dios y sus imágenes es otro de los remas abordados por el autor, junto con Un asunto personal, cuando lo habitual es que, si hablamos de Él, lo hagamos en clave impersonal. O el algo más extenso bloque dedicado a Del lado del hombre, del lado de Dios, en el que nos expone que cuanto podamos decir sobre la esencia o el modo de ser de Dios, al margen de su encarnación, no lo decimos de Dios, sino únicamente de las imágenes que de Él nos hacemos.
Cuando nos habla de la Identificación de Dios, nos lo resume diciendo que Dios se identifica con el crucificado, en un doble sentido: en un primero, por simpatía y, en un segundo sentido, de la manera que el yo se identifica con su cuerpo o carácter. Apartado con el que cierra esta extensa pero necesaria Introducción.
A partir de aquí José Cobo desarrolla estos contenidos a lo largo de tres capítulos, para culminar con otro A modo de conclusión.
El Dios de la fe
El primero de ellos, tercero de la obra, lo titula El Dios de la fe y la divinidad religiosa, que abre exponiendo la dificultad que tenemos hoy en admitir el estar en manos de alguien, mientras que la idea de libertad no casa bien con el sentimiento de absoluta dependencia, sentimiento menospreciado por la crítica ilustrada de la religión como algo infantil, impropio de la madurez.
Pero los capítulos más interesantes de la obra son los referidos a la Encarnación y a la Resurrección. En ellos es donde más se percibe el título general del libro. Son también los más extensos, abordando distintos aspectos de vida, muerte y resurrección de Jesús, siempre en relación con la figura del Padre.
Dentro del referido a la Encarnación y por lo paradójica que pudiera resultar la afirmación, destaca cómo el cristianismo se encuentra más cerca del ateísmo que del teísmo, ya que la fe cristiana apunta a un Dios que se vacía de su divinidad por amor a su criatura.
Por supuesto, no deja de lado el significado de la Encarnación con las discusiones, origen de herejías, sobre si Jesús es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre, lo que lleva a Cobo a profundizar en el misterio de la Trinidad. Por supuesto, incide en la idea reiterada a lo largo del estudio, de que Jesús no es el representante de Dios, “sino Dios en persona o, si se prefiere, el cuerpo de Dios”.
Tras abordar la tesis sobre Jesús hijo único de Dios, profundiza en el cuarto evangelio, pues es el que se sumerge más en cuestiones tales como el Dios cristiano y el Dios de Jesús, finalizando el capítulo con una alusión al Apocalipsis.
Resurrección
Y culminada la exposición de la Encarnación y la muerte de Jesús en el cruz, aborda el autor el capítulo quinto de su obra, Et resurrexit, que arranca con una frase contundente: “Sin Resurrección no hay cristianismo”. No elude Cobo tratar sobre el hecho histórico de la resurrección de Jesús, tema sujeto a múltiples interpretaciones, desde su realidad en la historia hasta maneras de expresar una situación que no implicaría, necesariamente, el volver a la vida de un Jesús fallecido por su crucifixión.
José Cobo expone con claridad su postura en este asunto: “para nosotros, de entrada, lo que vale es lo que el acontecimiento de la Resurrección revela: al crucificado como el quién de Dios, esto es, a Dios hecho hombre”. Lo que, evidentemente, equivale a decir que, a la hora de recuperar la fe en la resurrección de los muertos, el punto de partida inexcusable es la Encarnación.
Ya en el capítulo dedicado a modo de conclusión, alude, como era previsible, a Nietzsche, que consideraba al cristianismo como un platonismo para el pueblo.
Concluyendo
Este tercer libro de la trilogía de José Cobo no decepciona; muy al contrario, corona y culmina el pensamiento que ha desarrollado en los dos primeros títulos. En este, concretamente, con una exposición más centrada, si cabe, en la figura de Jesús: su vida, su enseñanza y, sobre todo, en su muerte y resurrección.
Viendo el extenso índice de la obra, que figura más adelante, se puede seguir, paso a paso, el desarrollo de la exposición que hace de su pensamiento. Y, en cualquier caso, su lectura es más que recomendable para obtener una amplia visión de las tesis de José Cobo, tesis cargadas de profundidad y que merecen una lectura sosegada y reflexiva para tratar de llegar hasta sus más recónditos rincones.
Como es habitual en el autor, su estilo, pese a la dificultad que entraña una lectura de textos profundos, ayuda mucho a su comprensión y la reiteración de las ideas principales inserta más en la mente del lector el nudo fundamental de su pensamiento.
Índice
I. AFINAR LAS CUERDAS
1 Sobre la creencia.- 2 Lo que importa.- 3 Page break
II. A MODO DE INTRODUCCIÓN
1 Las tesis.- 2 El motivo.- 3 El acceso a Jesús: un apunte metodológico.- 4 Una epistemología cristiana.- 5 La fe como postura.- 6 Evangelio e ironía.- 7 Dios y sus imágenes.- 8 Un asunto personal.- 9 Del lado del hombre, del lado de Dios .- 10 De la identificación de Dios
III EL DIOS DE LA FE Y LA DIVINIDAD RELIGIOSA
1 La cuestión religiosa.- 2 Fe y sentido.- 3 El individuo y la religión.- 4 Lo espiritual y lo tautológico.- 5 Sobre los ángeles.- 6 Imaginar a Dios.- 7 Imaginar a Dios (y 2).- 8 Sub iudice.- 9 Afinando.- 10 Abraham y la isla del tesoro.- 11 Más allá del más allá.- 12 El otro Abraham.- 13 La paz del desierto.- 14 Una nota sobre Freud y el superyo.- 15 Una fábula cristiana.- 16 Es de bien nacido …- 17 Esto del creer.- 18 En manos de
IV ENCARNACIÓN
1 Primicias.- 2 La gran humillación.- 3 Sobre el poder de Dios: un debate cristológico.- 4 ¿Como si el hombre se hiciera chimpancé?- 5 Dios verdadero y hombre verdadero.- 6 Un monoteísmo cristológico (más un apunte trinitario).- 7 La subjetividad como clave hermenéutica de la Trinidad.- 8 Sobre el Espíritu.- 9 Jesús no es el representante de Dios.- 10 La cuestión del monogenés y el Jesús histórico.- 11 El prólogo del cuarto evangelio.- 12 Ascendente y descendente.- 13 El contraste entre las cristologías neotestamentarias.- 14 El círculo hermenéutico de la dogmática cristológica.- 15 Cristo, ¿un cínico itinerante?- 16 No hay otro Dios que el que cuelga de una cruz.- 17 Dios es amor.- 18 Amor y temor de Dios.- 19 De la amistad con Dios.- 20 Jesús y la Ley.- 21 Hecho pecado.- 22 De las madres.- 23 El Dios cristiano y el Dios de Jesús.- 24 ¿Una salvación para Yoda?- 25 Apocalipsis ¿aún?
V ET RESURREXIT
1 De entrada.- 2 La Resurrección como hecho.- 3 Ver es ver como.- 4 Resurrección y anuncio.- 5 El núcleo duro del kerigma.- 6 ¿Hubo un sepulcro vacío? 7 Sobre el milagro.- 8 Ezequiel.- 9 Según las Escrituras.- 10 El salmo 110.- 11 El Siervo de Yavhé.- 12 Emaús.- 13 Ya tarda.- 14 El perdón de los resucitados.- 11 La gran objeción
VI. UN PAR DE BREVES A MODO DE CONCLUSIÓN
1 Un Dios de.- 2 Nietzsche
Reseñas
Diccionario de los símbolos
Juan Antonio Martínez de la Fe , 21/02/2023
Ficha Técnica
Título: Diccionario de los símbolos
Autores: Mircea Eliade y Ioan Petru Couliano
Edita: Fragmenta Editorial, Barcelona, 2022
Colección: Fragmentos
Traducción: Roser Homar
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 936
ISBN: 978-84-17796-71-6
Precio: 39,50 euros
Ernst Cassirer caracterizó al ser humano como homo symbolicus y que, para comprenderlo, era necesario analizar su mundo simbólico. De ahí que Jacques Vidal, en la introducción a esta obra, afirme “que la experiencia simbólica atañe profundamente al hombre, le permite abrirse, contraer una alianza, descubrir el misterio y la contemplación”.
Este capítulo introductorio, que Vidal titula Descubriendo el símbolo, constituye un preámbulo más que conveniente para introducirse en el contenido de esta obra, que recorre, de manera detallada, una importante selección de conceptos, elevados a la categoría de símbolos, que nos hace más asequible el alto número de volúmenes que constituye el diccionario de Mircea Eliade.
Definir el símbolo
Son varias las definiciones que, tomadas de diferentes autores que han profundizado en el tema, nos ofrece Vidal. De cada una de ellas destaca algún aspecto que nos ayuda a mejor comprender el alcance de lo que constituye el símbolo.
Así, por ejemplo, aporta la definición dada por André Lalande: “El símbolo es cualquier signo concreto que evoque, en una relación natural, algo ausente o que es imposible percibir”.
Se trata de una definición sencilla y, sobre todo, clara, que nos permite deducir que todo símbolo es un signo concreto, no abstracto, no una alegoría: es una realidad. Es un signo que se abre para conducir a otra cosa, pues señala a una ausencia que, paradójicamente, connota una experiencia de presencia. Y más aún: el símbolo llega a sobrepasar al signo, pues no trata solo de un significado, sino que también es un camino hacia lo que señala.
Otra definición de símbolo es la que nos ofrece Gilbert Durand y que trae Vidal a estas páginas: “El símbolo es una representación simbólica que hace emerger un significado secreto, es la epifanía de un misterio”. Es decir, encierra el símbolo un contenido en un más allá.
Enlaza así con la mística, pues esta no puede vivir sin un lenguaje que supere el lenguaje racional, como es el lenguaje simbólico.
Símbolo dinámico
Analiza seguidamente Vidal la dinámica del símbolo, confrontándolo en primer lugar con la imagen; a este respecto, y siguiendo a Mircea Eliade, afirma que el símbolo no funciona en objetos, sino en imágenes. Utiliza el ejemplo aportado por Nietzsche: Cuando Zaratustra tenía treinta años, dejó su patria y el lago de su patria y se dirigió a la cima de la montaña.
Y analiza las imágenes y los símbolos. Así, la patria es el lugar de su tranquilidad, como lo es la superficie quieta del lago. La patria y el lago de su patria remiten a aquello que resulta familiar; así, pues, las palabras se transforman en imágenes y símbolos.
Analiza, también, las imágenes primordiales o arquetipos, explicando cómo estas conducen a los arquetipos, utilizando el lenguaje de la profunda psicología de Jung. Según esto, todos los objetos, convertidos en imágenes de la conciencia, serían atraídos hacia nosotros “por alguna fuente fundamental, por alguna impronta, algún arquetipo”.
Aborda seguidamente el significado de las imágenes, su funcionamiento. Habla de la correlación existente entre el mundo externo que estas nos ofrecen y nuestro mundo interior; dos mundos que se conjugan en una especie de relación por la que se revela el sentido creador del hombre, un sentido que realizan los grandes místicos y religiosos.
Pone el ejemplo de quien pinta un árbol. Lo que el artista ha querido comunicar va más allá del árbol; es luego el espectador, el hombre, quien crea esa unidad entre esa imagen y su propio mundo interior. “Esta unidad y esta totalidad, si se combinan, realizan una experiencia de trascendencia, una trascendencia de creación”.
Voces del Diccionario
Tratándose de un diccionario, es evidente que se trata, fundamentalmente, de una obra de consulta, visitando sus diferentes entradas. Es imposible, pues, reseñar, siquiera someramente, todas y cada una de las voces que contiene. Eso sí: cada una de ellas mantiene una similar estructura; comienza con una descripción del concepto seguida de un análisis con las manifestaciones en diferentes culturas y tiempos, para finalizar con una bibliografía selecta que ayude al lector a profundizar en ese campo concreto. Aquí ofrecemos unos pocos ejemplos que sirvan de orientación a quien pretenda indagar en esta obra.
Águilas, halcones y serpientes
Los dos primeros términos aparecen juntos en el diccionario, mientras que las serpientes cuentan con su propia entrada, aunque aquí las comentamos unidas por la contraposición que suele haber entre estos animales.
El valor simbólico de águilas y halcones es el de la rapidez, habilidad en el vuelo y saña, por lo que se asocian a diferentes divinidades y principios religiosos. Aquí el autor hace un recorrido por las culturas de iroqueses, sirio-babilonios, olmecas, etc. Un símbolo adicional viene referido a la muerte, pues se las considera aves que transportan los muertos hacia el cielo; al que se puede añadir el de mensajeros y enviados de los dioses o, entre los cristianos, como oración que se eleva a las alturas de la divinidad. No faltan quienes las asocian con la guerra, la majestad divina, la superioridad del intelecto por encima de lo físico o de la fuerza espiritual. Como se puede apreciar, gozan de un amplísimo contenido simbólico.
De donde nace la oposición entre estas aves y la serpiente. Desde luego, la naturaleza enigmática y ambivalente de estos reptiles ha impulsado a los seres humanos a juicios contradictorios, ya que se los considera malvados y capaces de provocar la muerte, por un lado, mientras que por otro encarnan poderes benéficos e, incluso, divinos. Como ejemplo de ello, se aporta la Biblia, donde simbolizan la muerte en el Génesis, consecuencia de su tentación a Eva, y como símbolo de vida, como ocurre con la serpiente de bronce en Números.
En muchas culturas, se asocia la serpiente al principio del mundo o, incluso, conectada con los antepasados, como se aprecia en los monolitos del Neolítico francés, mientras que en África, Asia y Oceanía se la asocia con el alma.
Otro aspecto interesante es la consideración de la serpiente como conocedora de todos los misterios e, incluso, con la astucia, como cuando Jesús recomienda ser astutos como ella, o con la prudencia, tal y como ocurre en los báculos de los obispos coptos y bizantinos. Por su parte, Mircea Eliade le atribuye un significado lunar, como una epifanía de nuestro satélite, mientras que, en algunas culturas, se le imputa un significado fálico. No podemos olvidar que la profesión médica utiliza como símbolo un báculo con serpientes enroscadas a su alrededor, fruto de la atribución de poderes curativos que se transmitió de Siria a Grecia y Roma.
Cánidos
Es el perro, o a veces otros cánidos como el chacal o el lobo, otro animal al que se le otorgan características simbólicas en los mitos y tradiciones de pueblos de todo el mundo.
Por lo general, es ambivalente la función de símbolo que presenta el perro; como compañero de pastores y cazadores, significa fidelidad y vigilancia; pero, al ser consumidor de restos, se le considera un animal peligroso e impuro. Esto ocurre, especialmente, en la tradición islámica, donde, cuando se presentan de color negro, se les considera símbolo del diablo o del alma carnal.
También se le asocia con el sol y con la luna. Incluso, se le considera una divinidad, como ocurre entre los aztecas. Sin embargo, más que encarnar una divinidad, es más frecuente que se le asocie como acompañantes de diversas divinidades para el desempeño de sus funciones. Se llega, incluso, a considerarlo como un héroe cultural en la cultura maya.
Pero hay quienes van más lejos incluyendo al perro entre los ancestros de algunos pueblos, que se consideran descendientes de la unión de una divinidad con uno de estos animales.
También ha sido utilizado el perro como elemento esencial en algún sacrificio ritual, como, por ejemplo para obtener la pureza, para la expiación de determinadas conductas como el adulterio o el incesto; o, incluso, para satisfacer la responsabilidad adquirida por la muerte de un ser humano o como intermediario para evitar catástrofes.
Se destaca generalmente su papel de acompañante, especialmente para el viaje al más allá tras la muerte, por lo que no era raro que fueran enterrados junto con el difunto al que, no solo le servía de acompañamiento en su tránsito, sino que, además, cumplía una función de guía o de guardián.
Tanta es su carga simbólica que no siempre se hace uso de la totalidad de su cuerpo, sino que algunas partes suyas sirven para realzar simbólicamente alguna cualidad; tal es el caso, por ejemplo, del dios Anubis, cuya cabeza pertenece a un perro o a otro cánido, el chacal.
Destacar, finalmente, cómo entre los celtas el perro no está conectado solo con la muerte, sino que juega un destacado papel en los cultos de curación y fertilidad, o cómo en los misterios helenísticos el perro de la diosa señalaba el camino hacia la vida eterna.
Concluyendo
Aquí se ha recogido, sucintamente, el contenido de tres voces del diccionario, únicamente como ejemplo de lo que se puede encontrar el lector al introducirse en la obra.
Pese a que su presencia como diccionario invita a ser utilizado como libro de consulta en momentos determinados, su lectura completa no debe de ser menospreciada. El importante acceso a aspectos simbólicos de representaciones o realidades que nos rodean continuamente unido a una lectura muy accesible y amena, hacen de esta obra una fuente de grata lectura.
La selección de ítems que componen su contenido, evidentemente, por muy cuidadosa y esmerada que sea, no exime de la consulta a la extensa obra de Mircea Eliade; pero sí hace del libro una excelente aproximación capaz de satisfacer la curiosidad más inmediata de un lector interesado en esta temática. A tal fin, se aporta seguidamente el conjunto de entradas de tan interesante diccionario.
Índice
Descubriendo el símbolo, por Jacques Vidal
Mensaje del símbolo
Símbolo y apertura
Símbolo y alianza
Símbolo y misterio
Símbolo y contemplación
La dinámica del símbolo
Símbolo e imagen
Imágenes corrientes
Imágenes primordiales: los arquetipos
El significado de las imágenes
Bibliografía
Agua.- Águilas y halcones.- Alimentación.- Ancla.- Animales.- Árbol.- Astrología.- Axis mundo
Bebida.- Bendición.- Búhos y lechuzas.
Caballo.- Cabellos.- Casa.- Cerveza.- Cenizas.- Centro del mundo.- Cielo (hierofanías celestes).- Cielo (mitos y símbolos).- Círculo.- Cisne.- Colores.- Corazón.- Corona.- Cruz.- Cuernos.- Cuerpo humano.
Danza.- Derecha e izquierda.- Desierto.- Diamante.- Don.- Dragón.- Duplicidad.
Elefante.- Elixir.- Enigmas y paradojas.- Erizos y puercoespines.- Espada.- Espejo.- Esputo.- Estrellas.
Flor.- Fuego.- Fuente.
Gallo.- Gato.
Hada.- Huesos.- Huevos.
Incienso.- Insectos.
Jade.- Jaguar.- Jardín.- Joyas.- Juego y competición.
Laberinto.- Lágrimas.- León.- Levadura.- Llave.- Lluvia.- Lobo.- Luz y tiniebla.- Luna.
Mano.- Mono.- Montaña.- Muchacho.
Números
Oro y plata.- Ovejas y cabras.
Pájaros.- Peces.- Peregrinación.- Perla.- Perro.- Piedras.- Pies.- Portal.- Puente.
Ranas y sapos.- Redes y velos.- Ruido y percusión.
Sal.- Señales y alteraciones corporales.- Serpiente.- Sol.- Sueño.
Tabú.- Tejidos.- Tierra.- Torres.- Tortugas.- Tótem.
Vegetación.- Voto y juramento.- Vuelo.
Título: Diccionario de los símbolos
Autores: Mircea Eliade y Ioan Petru Couliano
Edita: Fragmenta Editorial, Barcelona, 2022
Colección: Fragmentos
Traducción: Roser Homar
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 936
ISBN: 978-84-17796-71-6
Precio: 39,50 euros
Ernst Cassirer caracterizó al ser humano como homo symbolicus y que, para comprenderlo, era necesario analizar su mundo simbólico. De ahí que Jacques Vidal, en la introducción a esta obra, afirme “que la experiencia simbólica atañe profundamente al hombre, le permite abrirse, contraer una alianza, descubrir el misterio y la contemplación”.
Este capítulo introductorio, que Vidal titula Descubriendo el símbolo, constituye un preámbulo más que conveniente para introducirse en el contenido de esta obra, que recorre, de manera detallada, una importante selección de conceptos, elevados a la categoría de símbolos, que nos hace más asequible el alto número de volúmenes que constituye el diccionario de Mircea Eliade.
Definir el símbolo
Son varias las definiciones que, tomadas de diferentes autores que han profundizado en el tema, nos ofrece Vidal. De cada una de ellas destaca algún aspecto que nos ayuda a mejor comprender el alcance de lo que constituye el símbolo.
Así, por ejemplo, aporta la definición dada por André Lalande: “El símbolo es cualquier signo concreto que evoque, en una relación natural, algo ausente o que es imposible percibir”.
Se trata de una definición sencilla y, sobre todo, clara, que nos permite deducir que todo símbolo es un signo concreto, no abstracto, no una alegoría: es una realidad. Es un signo que se abre para conducir a otra cosa, pues señala a una ausencia que, paradójicamente, connota una experiencia de presencia. Y más aún: el símbolo llega a sobrepasar al signo, pues no trata solo de un significado, sino que también es un camino hacia lo que señala.
Otra definición de símbolo es la que nos ofrece Gilbert Durand y que trae Vidal a estas páginas: “El símbolo es una representación simbólica que hace emerger un significado secreto, es la epifanía de un misterio”. Es decir, encierra el símbolo un contenido en un más allá.
Enlaza así con la mística, pues esta no puede vivir sin un lenguaje que supere el lenguaje racional, como es el lenguaje simbólico.
Símbolo dinámico
Analiza seguidamente Vidal la dinámica del símbolo, confrontándolo en primer lugar con la imagen; a este respecto, y siguiendo a Mircea Eliade, afirma que el símbolo no funciona en objetos, sino en imágenes. Utiliza el ejemplo aportado por Nietzsche: Cuando Zaratustra tenía treinta años, dejó su patria y el lago de su patria y se dirigió a la cima de la montaña.
Y analiza las imágenes y los símbolos. Así, la patria es el lugar de su tranquilidad, como lo es la superficie quieta del lago. La patria y el lago de su patria remiten a aquello que resulta familiar; así, pues, las palabras se transforman en imágenes y símbolos.
Analiza, también, las imágenes primordiales o arquetipos, explicando cómo estas conducen a los arquetipos, utilizando el lenguaje de la profunda psicología de Jung. Según esto, todos los objetos, convertidos en imágenes de la conciencia, serían atraídos hacia nosotros “por alguna fuente fundamental, por alguna impronta, algún arquetipo”.
Aborda seguidamente el significado de las imágenes, su funcionamiento. Habla de la correlación existente entre el mundo externo que estas nos ofrecen y nuestro mundo interior; dos mundos que se conjugan en una especie de relación por la que se revela el sentido creador del hombre, un sentido que realizan los grandes místicos y religiosos.
Pone el ejemplo de quien pinta un árbol. Lo que el artista ha querido comunicar va más allá del árbol; es luego el espectador, el hombre, quien crea esa unidad entre esa imagen y su propio mundo interior. “Esta unidad y esta totalidad, si se combinan, realizan una experiencia de trascendencia, una trascendencia de creación”.
Voces del Diccionario
Tratándose de un diccionario, es evidente que se trata, fundamentalmente, de una obra de consulta, visitando sus diferentes entradas. Es imposible, pues, reseñar, siquiera someramente, todas y cada una de las voces que contiene. Eso sí: cada una de ellas mantiene una similar estructura; comienza con una descripción del concepto seguida de un análisis con las manifestaciones en diferentes culturas y tiempos, para finalizar con una bibliografía selecta que ayude al lector a profundizar en ese campo concreto. Aquí ofrecemos unos pocos ejemplos que sirvan de orientación a quien pretenda indagar en esta obra.
Águilas, halcones y serpientes
Los dos primeros términos aparecen juntos en el diccionario, mientras que las serpientes cuentan con su propia entrada, aunque aquí las comentamos unidas por la contraposición que suele haber entre estos animales.
El valor simbólico de águilas y halcones es el de la rapidez, habilidad en el vuelo y saña, por lo que se asocian a diferentes divinidades y principios religiosos. Aquí el autor hace un recorrido por las culturas de iroqueses, sirio-babilonios, olmecas, etc. Un símbolo adicional viene referido a la muerte, pues se las considera aves que transportan los muertos hacia el cielo; al que se puede añadir el de mensajeros y enviados de los dioses o, entre los cristianos, como oración que se eleva a las alturas de la divinidad. No faltan quienes las asocian con la guerra, la majestad divina, la superioridad del intelecto por encima de lo físico o de la fuerza espiritual. Como se puede apreciar, gozan de un amplísimo contenido simbólico.
De donde nace la oposición entre estas aves y la serpiente. Desde luego, la naturaleza enigmática y ambivalente de estos reptiles ha impulsado a los seres humanos a juicios contradictorios, ya que se los considera malvados y capaces de provocar la muerte, por un lado, mientras que por otro encarnan poderes benéficos e, incluso, divinos. Como ejemplo de ello, se aporta la Biblia, donde simbolizan la muerte en el Génesis, consecuencia de su tentación a Eva, y como símbolo de vida, como ocurre con la serpiente de bronce en Números.
En muchas culturas, se asocia la serpiente al principio del mundo o, incluso, conectada con los antepasados, como se aprecia en los monolitos del Neolítico francés, mientras que en África, Asia y Oceanía se la asocia con el alma.
Otro aspecto interesante es la consideración de la serpiente como conocedora de todos los misterios e, incluso, con la astucia, como cuando Jesús recomienda ser astutos como ella, o con la prudencia, tal y como ocurre en los báculos de los obispos coptos y bizantinos. Por su parte, Mircea Eliade le atribuye un significado lunar, como una epifanía de nuestro satélite, mientras que, en algunas culturas, se le imputa un significado fálico. No podemos olvidar que la profesión médica utiliza como símbolo un báculo con serpientes enroscadas a su alrededor, fruto de la atribución de poderes curativos que se transmitió de Siria a Grecia y Roma.
Cánidos
Es el perro, o a veces otros cánidos como el chacal o el lobo, otro animal al que se le otorgan características simbólicas en los mitos y tradiciones de pueblos de todo el mundo.
Por lo general, es ambivalente la función de símbolo que presenta el perro; como compañero de pastores y cazadores, significa fidelidad y vigilancia; pero, al ser consumidor de restos, se le considera un animal peligroso e impuro. Esto ocurre, especialmente, en la tradición islámica, donde, cuando se presentan de color negro, se les considera símbolo del diablo o del alma carnal.
También se le asocia con el sol y con la luna. Incluso, se le considera una divinidad, como ocurre entre los aztecas. Sin embargo, más que encarnar una divinidad, es más frecuente que se le asocie como acompañantes de diversas divinidades para el desempeño de sus funciones. Se llega, incluso, a considerarlo como un héroe cultural en la cultura maya.
Pero hay quienes van más lejos incluyendo al perro entre los ancestros de algunos pueblos, que se consideran descendientes de la unión de una divinidad con uno de estos animales.
También ha sido utilizado el perro como elemento esencial en algún sacrificio ritual, como, por ejemplo para obtener la pureza, para la expiación de determinadas conductas como el adulterio o el incesto; o, incluso, para satisfacer la responsabilidad adquirida por la muerte de un ser humano o como intermediario para evitar catástrofes.
Se destaca generalmente su papel de acompañante, especialmente para el viaje al más allá tras la muerte, por lo que no era raro que fueran enterrados junto con el difunto al que, no solo le servía de acompañamiento en su tránsito, sino que, además, cumplía una función de guía o de guardián.
Tanta es su carga simbólica que no siempre se hace uso de la totalidad de su cuerpo, sino que algunas partes suyas sirven para realzar simbólicamente alguna cualidad; tal es el caso, por ejemplo, del dios Anubis, cuya cabeza pertenece a un perro o a otro cánido, el chacal.
Destacar, finalmente, cómo entre los celtas el perro no está conectado solo con la muerte, sino que juega un destacado papel en los cultos de curación y fertilidad, o cómo en los misterios helenísticos el perro de la diosa señalaba el camino hacia la vida eterna.
Concluyendo
Aquí se ha recogido, sucintamente, el contenido de tres voces del diccionario, únicamente como ejemplo de lo que se puede encontrar el lector al introducirse en la obra.
Pese a que su presencia como diccionario invita a ser utilizado como libro de consulta en momentos determinados, su lectura completa no debe de ser menospreciada. El importante acceso a aspectos simbólicos de representaciones o realidades que nos rodean continuamente unido a una lectura muy accesible y amena, hacen de esta obra una fuente de grata lectura.
La selección de ítems que componen su contenido, evidentemente, por muy cuidadosa y esmerada que sea, no exime de la consulta a la extensa obra de Mircea Eliade; pero sí hace del libro una excelente aproximación capaz de satisfacer la curiosidad más inmediata de un lector interesado en esta temática. A tal fin, se aporta seguidamente el conjunto de entradas de tan interesante diccionario.
Índice
Descubriendo el símbolo, por Jacques Vidal
Mensaje del símbolo
Símbolo y apertura
Símbolo y alianza
Símbolo y misterio
Símbolo y contemplación
La dinámica del símbolo
Símbolo e imagen
Imágenes corrientes
Imágenes primordiales: los arquetipos
El significado de las imágenes
Bibliografía
Agua.- Águilas y halcones.- Alimentación.- Ancla.- Animales.- Árbol.- Astrología.- Axis mundo
Bebida.- Bendición.- Búhos y lechuzas.
Caballo.- Cabellos.- Casa.- Cerveza.- Cenizas.- Centro del mundo.- Cielo (hierofanías celestes).- Cielo (mitos y símbolos).- Círculo.- Cisne.- Colores.- Corazón.- Corona.- Cruz.- Cuernos.- Cuerpo humano.
Danza.- Derecha e izquierda.- Desierto.- Diamante.- Don.- Dragón.- Duplicidad.
Elefante.- Elixir.- Enigmas y paradojas.- Erizos y puercoespines.- Espada.- Espejo.- Esputo.- Estrellas.
Flor.- Fuego.- Fuente.
Gallo.- Gato.
Hada.- Huesos.- Huevos.
Incienso.- Insectos.
Jade.- Jaguar.- Jardín.- Joyas.- Juego y competición.
Laberinto.- Lágrimas.- León.- Levadura.- Llave.- Lluvia.- Lobo.- Luz y tiniebla.- Luna.
Mano.- Mono.- Montaña.- Muchacho.
Números
Oro y plata.- Ovejas y cabras.
Pájaros.- Peces.- Peregrinación.- Perla.- Perro.- Piedras.- Pies.- Portal.- Puente.
Ranas y sapos.- Redes y velos.- Ruido y percusión.
Sal.- Señales y alteraciones corporales.- Serpiente.- Sol.- Sueño.
Tabú.- Tejidos.- Tierra.- Torres.- Tortugas.- Tótem.
Vegetación.- Voto y juramento.- Vuelo.
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850