¿Quién es?
Rafael Alberto Pérez
Autor de referencia en comunicación estratégica, conferenciante y consultor. Es consejero de The Blueroom Project - TBP Consulting para temas de turismo y ocio
Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.
En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.
Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.
En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.
Tendencias Estratégicas
Cuando los sueños se vuelven realidades
Hoy tomará posesión del cargo de presidente de los Estados Unidos Barack Hussein Obama y el sueño de Martin Luther King se habrá hecho realidad. Algo que parecía imposible para todos los que lo hemos vivido aquella época turbulenta y segregacionista.
No hay nada de original en esta constatación. Sin duda es una de las ideas que suena con más fuerza en estos días. Dejemos, pues, a los cronistas contar el acontecimiento y a los analistas políticos sacar sus sesudas conclusiones y anticipos de futuro. A mí, me sugiere dos reflexiones que tampoco pretenden ser originales pero que creo vienen a cuento.
La primera es la importancia de los sueños, de las utopías y de lo preconsciente. Desde los griegos hemos hecho de la racionalidad humana uno de los rasgos definitorios de nuestra condición humana. Pero ¿es eso verdad? Los científicos neurocognitivos lo cuestionan seriamente. Aunque no hace falta ir tan lejos: esa racionalidad de la que nos jactamos la estamos negando todos los días con nuestra propia conducta. Basta con observar.
El ser humano siente desde sus orígenes la necesidad de ponerse metas que parecen imposibles, del mismo modo en que sabiéndose mortal siente la necesidad de creerse inmortal. En esas paradojas radica su grandeza y su propia condición humana. Algunas de esas metas incluso se cumplen- como ocurre hoy con Obama- otras nos arrastran hacia lugares que sin ellas nunca hubiésemos alcanzado. Algo que me recuerda la frase de Leo Burnett, uno de los mejores creativos de la historia de la publicidad y fundador de la agencia que lleva su nombre: “Si tratáis de alcanzar las estrellas , quizás no logréis conseguir ninguna, pero tampoco os encontréis con un puñado de barro.”
La segunda reflexión es que una cosa es tener las metas claras y otra alcanzarlas. Pienso que los ciudadanos de a pie no somos conscientes de lo difícil que es para los grandes políticos el cumplir sus objetivos. Y que por eso hemos de dejar enfriar prudentemente las expectativas levantadas por el nuevo presidente (lo será en unas horas). No terminemos decepcionados cuando debiéramos seguir estando esperanzados. Si el “dream” de M.L.King se pudo cumplir, en cambio no existe el “one way of succes”. No existe el camino, la ruta segura de éxito. Algo que los matemáticos llaman algoritmo. Lo que distingue la vida social y por tanto los problemas sociales de los restantes problemas es que somos imprevisibles. La incertidumbre la generan los otros, dijo John von Nneumann). Esa incertidumbre forma parte del juego social. Ese es- como me hizo ver un día el sabio y entrañable Jose Luis Pinillos, uno de los padres con Yela de la psicología social española- uno de los rasgos que caracterizan a los problemas humanos.
Las limitaciones no están en nuestra voluntad ni en nuestros sueños, pero sí lo están en nosotros, en la medida en que no somos seres aislados, sino conectadados al mundo. Y las conexiones de la vida social unas veces nos ayudan pero la mayoría nos enredan y nos incapacitan. Que le pregunten a Lula. ¿La presidencia de Brasil le ha permitido cumplir sus sueños de sindicalista? A lo mejor sería más correcto decir que algunos de los vicios de su país se han instalado a veces en su propio gobierno. Obama tampoco va a tener las manos libres. “Presidente si hace eso molestará al lobby de … (póngase aquí lo que se considere más pertinente). “Presidente … romper el bloqueo de Cuba no es prioritario, dejémoslo para una segunda fase”. “Presidente no puede cabrear a todos los grupos de influencia al mismo tiempo…al menos periodifiquémos los objetivos. No podemos ganar si abrimos tantos frentes….”
Los que trabajamos en estrategia sabemos que es más difícil hacer bien la cosa correcta que el hecho de identificarla. Pero ello no niega que saber lo que hay que hacer sea el principio de la grandeza. Buenas metas merecen buenas estrategias. Lo malo es que los modelos de que disponemos no están a la altura de las circunstancias. La Estrategia (con mayúsculas ) que hemos heredado no esta la altura de las circunstancias. Por eso, algunos heterodoxos estamos trabajando en una nueva teoría estratégica .Me gustaría pensar que esta Nueva Teoría Estratégica le hubiese ido bien al Presidente Obama …Lo malo es que no la conoce. No es su culpa, sino la nuestra (y de todos aquellos que han hecho del castellano una lengua académica de segundo orden)
Rafael Alberto Perez
Martes, 20 de Enero 2009
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Blog sobre comunicación estratégica
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
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