CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Hoy escribe Carlos A. Segovia

Daniel Boyarin (Nueva Jersey, 1946) es profesor de estudios talmúdicos en la Universidad de California en Berkeley y autor de Espacios fronterizos: judaísmo y cristianismo en la Antigüedad tardía (Madrid: Trotta, 2013). Sus provocadoras investigaciones sobre la formación del judaísmo y el cristianismo en la Antigüedad tardía son hoy de referencia obligada en los medios académicos internacionales, donde han suscitado una estimulante discusión a la que los lectores españoles pueden ahora asomarse tras la reciente publicación de la edición española de Border Lines: The Partition of Judaeo-Christianity por parte de Edtorial Trotta.

El pasado 24 de mayo de 2013 Editorial Trotta publicó en su blog una breve entrevista, realizada en Madrid en abril de 2013 por Carlos A. Segovia y en la que el profesor Boyarin reflexiona sucintamente sobre la intención que preside su libro, su objeto de estudio y sus implicaciones. Reproducimos a continuación un extracto de la misma:

CAS: En tu obra Espacios fronterizos: Judaísmo y cristianismo en la antigüedad tardía(Madrid: Trotta, 2013), sugieres que la frontera entre el cristianismo y el judaísmo fue inicialmente mucho menos precisa de lo que acostumbramos a pensar. ¿Había hasta el siglo V diferentes maneras de reclamarse “judío”?

DB: Hasta donde yo sé, nadie necesitaba realmente reclamarse judío. Bastaba con formar parte del pueblo judío. Habitualmente, esto significaba haber nacido de padres judíos; o bien que uno de los padres lo era: supongo que generalmente el padre; salvo en los círculos rabínicos, en los que, como es sabido, se estableció el principio opuesto. En cuanto a ser cristiano, se trataba de una elección personal. Con la invención de las nociones de ortodoxia y herejía, se suscitaron numerosas luchas para mostrar que algunos de quienes se reclamaban cristianos no lo eran, pero hasta que no se creó un poder estatal capaz de articular con precisión tales límites esas diferencias fueron muy poco relevantes. No había, en principio, ninguna razón por la que uno no pudiera verse a sí mismo como ambas cosas —como judío y como cristiano—, puesto que se trataba de categorías diferentes.

CAS: ¿Cuándo tuvo lugar la “ruptura” entre el cristianismo y judaísmo? ¿Cuáles fueron los factores determinantes? ¿Y por qué se produjo?

DB: En rigor, no hubo tal ruptura. La noción de “judaísmo”, entendida como “la religión de los judíos”, es una invención cristiana: la inventaron ciertos cristianos de la Antigüedad que querían dotar al “cristianismo”, en tanto que religión igualmente inventada por ellos, de la figura de un “otro”. De hecho, y hasta la época moderna, los judíos casi nunca han empleado el término “judaísmo” con el significado que hoy solemos darle.

El resto de la entrevista puede leerse en el siguiente enlace:

http://www.trotta.es/blog/index.php/2013/05/24/repensando-la-identidad-de-judios-cristianos-y-musulmanes/

Domingo, 7 de Julio 2013


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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