CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:


¿Por qué se cree que Jesús fue discípulo de Juan Bautista, y otra como saber quien invento el padre nuestro y cuando fue. Agradesco mucho su tiempo saludos maestro pińero !



RESPUESTA:


1. Por varias razones, y todas sacadas del texto evangélico:

a) porque fue bautizado por Juan Bautista; luego aceptó sus presupuestos;

b) porque el evangelio de Juan en los capítulos 3-4 presenta a Jesús como trabajando conjuntamente con Juan Bautista, y en otras ocasiones compitiendo con él;

c) porque tanto Marcos, como sobre todo Mateo, ponen en boca de Jesús, como predicación inicial y esencial, las mismas palabras que Juan Bautista;

d) porque se deduce de los evangelios que las funciones de los dos personajes han sido invertidas por los evangelistas: se observa claramente en las dificultades que tienen los evangelistas con el bautismo de Jesús (¿cómo un ser divino se bautiza para la remisión de los pecados?); e) porque hay muchos parecidos funcionales entre las dos figuras.

Le ruego que utilice el buscador del Blog y vea las excelentes postales que al respecto ha escrito el Prof. Fernando Bermejo sobre las relaciones entre Juan Bautista y Jesús, en 2007 y 2008

2. No se sabe si el “invento” del Padre nuestro (por otra parte, formado con textos que judíos muy parecidos que circulaban ya en la época) fue por obra de Jesús, o si éste lo tomó precisamente de Juan Bautista. Véase sobre todo la versión de Mateo (y Lucas sobre todo) y reflexiónese a partir de las palabras “como Juan Bautista enseñó a sus discípulos”: que quizás indiquen que el autor fuera este último, y que Jesús solo lo retocó. El Prof. Bermejo publicó en 16-5-2007 un excelente artículo ¿Compuso Juan Bautista el "Padre nuestro"?




Pregunta:


Mensaje: deseo saber por qué en la versión de la septuaginta al español contienen más de 5 libros ; SI LA MISMA FRASE LO DICE O REZA QUE SON PENTE ( CINCO EN GRIEGO ) de dónde pués toman los otros. si se supone que NO HABIAN sido en ese tiempo aclaro que solamente es para mi ilustración y no con el afán de contender ,mucho menos por este medio



RESPUESTA:



Me imagino que lo que Usted desea saber es por qué los Setenta tienen más libros que el canon de la Biblia hebrea, en concreto: 1 y 2 Macabeos; Eclesiástico; Judit; Tobías; Sabi¬du¬ría; Baruc; Epístola de Jeremías. Estos libros son considerados canónicos de segunda clase ("deuterocanónicos") por los católi¬cos; los judíos y las confesiones protestantes, por el contrario, los consideran senci¬lla¬mente "apócrifos", en el sentido no de “falsos” sin más, sino de “no admitidos en el canon”.


Hay otros libros en los LXX que no son estimados como canónicos ni siquiera por los católicos (éstos suelen designarlos unas veces como "pseudoepígrafos", y otras como "apócrifos"): Salmos de Salomón; 1 (3) Esdras; 3 y 4 Macabeos; 9 Cantos de la Iglesia griega (Plegarias de Moisés; de Ana; de Habacuc; de Isaías; de Jonás; de María, madre de Jesús; de Zacarías; de Ezequías; de Simeón).


La historia de la traducción al griego de la Biblia es complicada: al principio, s. III a.C. como dije, sólo se tradujeron los cinco primeros libros de la Biblia. La base textual de esta versión era la forma alejandrina del texto hebreo, a su vez una variante de la palestinense. Sólo más tarde les tocó el turno a otros escritos, hasta el último, el Eclesiastés, que fue vertido por un judío llamado Áquila hacia el año 125 de nuestra era. En el intermedio se tradujeron los Salmos (hacia 210 a.C.), luego Ezequiel, Isaías, Reyes, Jueces (ya concluida su traducción a mediados del s. II a.C., pues ya en esos momentos Eupólemo, historiador judío, emplea los LXX para su Crónica).


Los libros de Daniel, Esdras, Macabeos, Job, Proverbios estaban ya vertidos a finales del s. II a.C. Parece que Ester estaba ya traducido poco después del 114 a.C. El nieto de Jesús ben Sira (el autor del Eclesiástico), llegado a Egipto el 132 a.C., menciona la existencia de una traducción, evidentemente completa, de la Torá, de los Profetas y de los restantes escritos, que debía ser la de los LXX (Eclo, Prólogo). Finalmente, Ester, Rut, Cantar de los Cantares fueron trasladados al griego bien un poco antes, o ya en tiempos de la era cristiana.


Y la respuesta a la cuestión “por qué los Setenta tienen más libros que la Biblia hebrea” es: porque esa versión de los Setenta se empezó a verter, del hebreo al griego, al principio del siglo III a.C. y no se terminó hasta el 125 de nuestra era, cuando estaba empezando a formarse el canon hebreo; y en general se tradujeron al griego los libros que los judíos de la ciudad de Alejandría –que hablaban griego-- consideraban sagrados por tradición. Luego, los judíos de Palestina y de Babilonia, en el siglo II d.C. formaron el canon actual, hebreo, y excluyeron muchos libros de llamado impropiamente “canon” (no era un canon estricto sino una mera lista de libros santos) alejandrino. El que el cristianismo se expandiera en lengua griega hizo que los rabinos de Palestina y de Babilonia no quisieran saber nada de libros que habían sido compuesto no en le hebreo, la lengua de la creación, sino en otra lengua.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com


Lunes, 15 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:


En una discusión (amistosa) con testigos de jehova, les recrimine su torcedura de las Escrituras al decir que el día anterior a Pascua, toman pan sin levadura cuando Yeshua tomó ARTON, pan con levadura les dije yo. Ellos me respondieron que ARTON es pan sin levadura pues es general. Pero Antonio, no hubiera usado Pablo más correctamente AKIMOS, ácimos?, como usa en 1 Corintios celebremos con AKIMOS, ¿QUE CREE VD? Don Antonio yo creó que esta muy claro. Pero tuercen las cosas para justificar sus doctrinas, las cuales son infalibles como lo es su cuerpo gobernante.


RESPUESTA:


Tiene Usted razón. Ateniéndonos al texto transmitido, el uso de árton es claro: se trata de pan corriente, no ácimo que era el propio de la fiesta de Pascua, porque era obligatorio eliminar toda la levadura (se hacía el pan en casa a menudo) de las casa. La levadura era el símbolo de todo tipo de inmoralidad.


Esta es una razón más para no pensar que esa cena última de Jesús con sus íntimos fuera pascual. Salvo la afirmación de que lo es (en Marcos y en Lucas) le faltan todos los elementos. La tesis de que fue una cena más o menos solemne de despedida porque Jesús podía barruntar con toda razón de que su enfrentamiento con el poder romano y con los amantes judíos del status quo le iba a salir caro, es mucho más verosímil.



Pregunta:


He leído varios artículos sobre Confucio, en los cuales se afirma, que la tumba de Confucio de hayo vacía, cuando fue abierta durante la revolución. ¿Es cierto? Observo a los apologetas cristianos afirmar una y otra vez, que las tumbas de otros "santos" (Mahoma, Buda y Confucio) contienen restos humanos, excepto la tumba de Jesús, que está vacía. Se que no hay tumba de Jesús hallada, por lo que esa cuestión la tengo clara. Solo quisiera saber, si la tumba de Confucio realmente se encuentra vacía o no. Por otro lado quisiera saber, si hay fecha en la que salga una traducción erudita de la biblia, en la que tu junto a otro especialista creo recordar que estáis trabajando. Y por último, me interesaría saber, si tienes previsto dar alguna conferencia en Valencia.



RESPUESTA:



Le confieso que no sé responder a su pregunta sobre Confucio, porque no me he ocupado del tema. Me dedico al siglo I de nuestra era (y también cuando se tercia al período anterior y posterior), e ignoro muchísimas cosas. Es lo malo de la especialización: te pone orejeras y no te deja ver otras cosas interesantes.


Al principio del movimiento de los seguidores de Jesús no se preocuparon en absoluto de su tumba. Por dos razones: a) porque es probable que fuera depositado en una tumba común, según la tradición de Hechos de los apóstoles 13,27-29.


Segunda: porque en un principio, tras la creencia de que estaba vivo (la fe en la resurrección es la base; sin ella no habría cristianismo), es muy probable que al principio se creyera que Jesús había sido exaltado al cielo, sin más. Resurrección = a exaltación. Las apariciones al principio debían de ser meras visiones en las que el cuerpo físico no desempeñaba papel alguno. No se preocuparon de su cuerpo en absoluto los seguidores de Jesús. La creencia en el fin del mundo inmediato, del juicio final y de la resurrección general de todos los seres humanos para el Juicio hacía inútil formularse esta cuestión: iban a resucitar todos con sus cuerpos, según la creencia común, de procedencia farisea, del judaísmo del momento.


Más tarde, al retrasarse esa venida, y ante los ataques de los adversarios, los seguidores de Jesús comenzaron a excogitar pruebas más plausibles de la resurrección. Fue entonces cuando surgió la leyenda de la tumba vacía, la guardia de esa tumba por parte de los romanos, y más tarde pruebas más tangibles de la resurrección: se inventaron historias de apariciones en las que Jesús come y puede ser palpado, como en el Evangelio de Juan que es muy tardío en su redacción final, quizás del año 100, setenta años después de la muerte de Jesús, cuando el retraso de la parusía era muy notable, y cuando los ataques de los increyentes se hicieron más recios.



Pregunta:


Estimado profesor: Al leer su obre \"Los Cristianismos Derrotados\" , tengo una consulta en relación a si el adopcionismo es una postura mas bien teológica que cristológica, y si fuese así, la primera postura cristológica en orden cronológico seria el Docetismo????.



RESPUESTA:


Opino que es tanto cristológica como teológica, pues la primera teología cristiana enfocaba sobre todo la cristología: cómo había sido en verdad la figura y misión del mesías, Jesús de Nazaret o el Nazoreo.


El adopcionismo es ciertamente independiente del docetismo. Pero estamos tan mal informados del cristianismo primitivo que no podemos responder más que a ciegas a semejantes preguntas.


Es posible que el adopcionismo sea el primero, con bastante seguridad, porque parece relativamente claro en el Evangelio de Marcos en la escena del bautismo de Jesús y se presupone antes en Pablo de Tarso. Y el docetismo es un fenómeno especialmente gnóstico. Y no tenemos pruebas seguras de que hubiera gnósticos con producción libresca seria hasta mediados del siglo II.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Domingo, 14 de Febrero 2016
Escribe Gonzalo Fontana


La nota de hoy se centra en un aspecto curioso en el que quizás algunos de los lectores no hayan reparado. ¿Por qué tantas veces el pescado como comida en el Nuevo Testamento? Jesús multiplica los panes y los peces para alimentar a una hambrienta multitud; Jesús resucitado aparece asando un pez en Juan o en Lucas aparece comiéndolo. Una primera respuesta sería que es la comida esperable en un grupo de pescadores galileos. Estaríamos, pues, ante una de esas notas de las que habitualmente llamamos de “colorido local”.


Sin embargo, es posible otra respuesta, ya que es verosímil que, en realidad, estos peces den cuenta de una realidad simbólica que aquí vamos a tratar de desentrañar. Y es que, a nuestro juicio, estas comidas ictiofágicas son la expresión de la existencia en los años treinta y cuarenta de comunidades mixtas formadas por judíos helenistas (de pulsiones universalistas) y por gentiles en Jerusalén, Damasco y Antioquía. Como es sabido, estas comunidades se articulan en torno a un banquete comunitario en el que se celebraba la hermandad y unidad del grupo, celebración que, muy posiblemente, adquiría al carácter de “cena mesiánica”: el grupo anticipaba litúrgicamente el banquete del Reino por llegar. En cualquier caso, la descripción que Pablo hace en sus admoniciones a los corintios da a entender que, efectivamente, se trataba de una auténtica comida:


Cuando os reunís, pues, en común, eso ya no es comer la Cena del Señor; porque cada uno come primero su propia cena, y mientras uno pasa hambre, otro se embriaga. ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O es que despreciáis a la Iglesia de Dios y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué voy a deciros? ¿Alabaros? ¡En eso no os alabo! (1Cor 11, 20-21)


Las reconvenciones del airado Pablo tenían un motivo: reformular el sentido de esa cena. Su intervención acabó transformando esa primitiva reunión en la comida simbólica precursora de la misa. Ahora bien, todavía faltaba un tiempo para que la cena paulina con sentido sacramental fuera universalmente admitida por muchos de los grupos cristianos:

b[«El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre». Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaún. Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?» Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: «¿Esto os escandaliza?» [...] Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. (Jn 6, 56-66)
]b

En este caso, nos hallaríamos ante la descripción de la defección de un grupo significativo de miembros de la comunidad joánica ante la llegada de una desconocida novedad doctrinal: la interpretación de la Cena del Señor en términos «sacramentales». Recordemos a este respecto que el cuarto evangelio —lo mismo que la Didaché— carece de una «cena con transubstanciación» al estilo de 1Cor 11, 23-25 o de los sinópticos (Mc 14, 22-25).


Pues bien, el testimonio indirecto de los evangelios pone de relieve que el banquete comunitario primitivo todavía estaba ampliamente extendido décadas después de la redacción del texto de Pablo. Así, el episodio de la “multiplicación de los panes y de los peces” como expresión alegórica del banquete mesiánico prolongado en la memoria cristiana a través de las legendarias figuras de los apóstoles y los diáconos. Sin embargo, no son ésas las únicas menciones a tal realidad que podemos detectar en los evangelios:


Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Díceles Jesús: "Traed algunos de los peces que acabáis de pescar." Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: "Venid y comed." Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: "¿Quién eres tú?", sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Ésta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos. (Jn 21 9, 14)


Perteneciente al relato de la pesca milagrosa, que en Juan forma parte del ciclo de las apariciones, este episodio narra cómo Jesús alimenta a los discípulos. No se trata de ningún detalle pintoresco destinado a dar color al relato de los pescadores galileos. Se trata, en cambio, de un episodio que da cuenta del cumplimiento del banquete mesiánico con la resurrección. La composición del pasaje, pues, remite a un momento extraordinariamente antiguo del cristianismo. El Señor había resucitado y, por tanto, su presencia los animaba a ver cómo se cumplían las verdades de la idílica promesa del banquete perpetuo. Al igual que ocurría con el milagro de la multiplicación, Jesús les da a comer pan y pescado. Repetimos que esta insistencia en el pescado no es un mero recurso literario. Se trata, más bien, de una mención muy precisa de lo que debía de ser el menú de las primitivas asambleas cristianas.


La razón es sencilla. En una comunidad mixta, compuesta de judíos y gentiles, necesariamente tenían que producirse fricciones entre ambos grupos. Al fin y al cabo, los primeros estaban sujetos a un amplio conjunto de tabúes dietéticos, y muy en particular en lo que hace a las carnes procedentes del sacrificio a los ídolos, que el judío observante contemplaba como una abominación. Cierto es que Pablo, olvidando las condiciones del pacto al que había llegado en Jerusalén (Hchs 15, 28-29) con los dirigentes de aquella comunidad, muy pronto abrió la mano, al menos desde el punto de vista doctrinal, y si no consintió abiertamente que en las asambleas de los grupos por él fundados circulara sin restricciones todo tipo de carnes, sí, al menos, aminoró el peso doctrinal de la prohibición (1Cor 8, 4-9).


En efecto, a pesar de que Pablo no termina de aprobar el consumo de las carnes sacrificiales paganas, tampoco hace de ello una cuestión realmente relevante. Al fin y al cabo, la fe en Cristo es lo único que justifica al hombre y, por tanto, el atenerse o no a tabúes alimenticios resulta irrelevante. No obstante, el testimonio de Plinio relativo a la situación en Bitinia revela que, a comienzos del siglo II, los cristianos seguían absteniéndose de la carne inmolada a los ídolos: “Y ya empezó a llegar en abundancia a los mercados carne de víctimas inmoladas, mercancía para la que hasta el momento se hallaba comprador...” (Epístola X 96, 10).


De ahí, sólo hay un paso para que cualquiera se sienta autorizado a consumirlas y, por supuesto, para superar el resto de restricciones alimentarias:


(Pedro) sintió hambre y quiso comer. Mientras se lo preparaban le sobrevino un éxtasis, y vio los cielos abiertos y que bajaba hacia la tierra una cosa así como un gran lienzo, atado por las cuatro puntas. Dentro de él había toda suerte de cuadrúpedos, reptiles de la tierra y aves del cielo. Y una voz le dijo: "Levántate, Pedro, sacrifica y come." Pedro contestó: "De ninguna manera, Señor; jamás he comido nada profano e impuro." La voz le dijo por segunda vez: "Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano" (Hechos 10, 10-15)


Ahora bien, es de suponer que no todos los dirigentes de las primeras comunidades tuvieran tanta “manga ancha”, sobre todo en los momentos iniciales, y consideraran que fuera más prudente organizar una cena común basada en un menú con el que todos pudieran sentirse cómodos. Esto es, un banquete en el que el plato fuerte estaba constituido por el pescado, menos sujeto a restricciones rituales.

El largo listado de prohibiciones que establece el Levítico (cap. 11) constituye la base del conjunto de preceptos rituales que marcan la línea entre la comida pura (kasher) e impura (trefá). Al margen de las conocidas prohibiciones de consumir cerdo, camello, todo tipo de roedores, aves rapaces y carroñeras, reptiles y anfibios, camarones, ostras o cangrejos, así como casi todos los insectos, salvo la langosta o el saltamontes (cf. Mc 1, 6 y Mt 3, 4), las reglas del kashrut establecen también que los animales permitidos han de ser sacrificados de una forma concreta. Su muerte no sólo se debe producir con un tajo preciso y profundo, sino que los animales y sus carnes deben ser desangrados totalmente antes de ser consumidos.


A este respecto resulta muy significativo que, en las últimas fases de Juan, en las que ya se halla muy desarrollada la dimensión eucarístico-sacrificial, se creara el episodio de la lanzada en la cruz (Jn 19, 31-34). Jesús, en definitiva, es desangrado con el fin de poder llegar a ser una víctima ritualmente aceptable. En efecto, cualquier presencia de sangre en la carne del animal la transforma en objeto impuro. Ahora bien, hay muchas menos restricciones en lo que hace al pescado: está permitido el consumo de todos los peces que tienen aletas y escamas simultáneamente —de ahí que el tiburón también esté prohibido—, pero, sobre todo, los peces están exentos de la regla que exige el desangramiento (Talmud: Kritut 20b).

En definitiva, las primeras comunidades cristianas llegaron a una solución transaccional. Sus comidas comunitarias se ajustaron al menú que menos problemas había de suscitar. Tal es la razón de las numerosas referencias a comidas en las que los peces son los protagonistas del banquete. Mencionábamos el episodio de la “multiplicación de los panes y los peces”, o la escena de Jesús asando un pez en la orilla del lago, o al propio Jesús comiendo un pez. Ahora bien, una vez que el sentido original de estos relatos se desdibujó, el motivo cobró nuevos e insospechados significados: como ya hemos visto, por obra y gracia de la reflexión teológica paulina, el primitivo banquete ritual comunitario devino acto sacrificial en el que lo ingerido era la propia carne de Cristo, lo cual provocó inevitablemente la asociación del pez con el propio Cristo, tal como demuestra la muy antigua simbología del Cristo-Pez que se manifiesta en el anagrama “Iesus CHristos THeou Yios Soter (“Jesucristo, hijo de Dios, Salvador)” o en las complejas imágenes literarias de los epitafios de Abercio y Pectorio de los que nos ocuparemos otro día.

Un cordial saludo a todos de

Gonzalo Fontana

Universidad de Zaragoza
Viernes, 12 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:

¿Qué opina de la corriente teológica sostenida por algunos sacerdotes jesuitas acerca de la Kénosis de la creación? En referencia al pasaje de Filipenses 2 a la Kénosis de Jesús despojándose a sí mismo de algunas de sus cualidades divinas para someterse al padre y a sus designios, esta teología ahora extrapola esto mismo a la existencia de Dios y su relación con la creación, (ver referencia en este link:http://www.tendencias21.net/La-Creacion-como-kenosis-nueva-perspectiva-teologica_a3098.html )

Si bien en todo el mundo antiguo no encontramos algo parecido pues los Dioses eran todo menos ocultos en las religiones antiguas, (Tal vez lo más parecido sea la concepción del “primer motor griego” o “el dios desconocido” que menciona la biblia en el areópago de Atenas) en la judaica e incluso en el cristianismo por muchos siglos, los teólogos que apoyan esta corriente justifican esto porque es evidente que la creación ha sido desde hace mucho antes que la aparición del hombre y por tanto, esta regla ya había sido establecida por Dios quien escondido, reveló a través de la inspiración espiritual a sus profetas/autores de la biblia, y posiblemente de otras muchas religiones, para mí, este Dios es el único Dios y ha establecido un universo con leyes que funcionan y creo que esta relación causa-efecto en todo el universo y toda leyes que de él emanan es producto del designio de Dios, es decir el mismo destino, el ir y devenir en esta vida en nuestro planeta así como en el universo es la “voluntad” de este ser superior quien escondido, mueve los hilos a través de las leyes que hacen funcionar a este universo. Es por ello que encuentro esta teología interesante pues representa un esfuerzo honesto para justificar intelectualmente hablando la fe en un ser superior, pero ¿Usted qué opina?


RESPUESTA:


Es una sugerencia interesante partiendo del supuesto de la existencia del Dios bíblico, intenta así dar autonomía al universo, una vez creado y además resolver el problema del mal, que se atribuye al universo como materia ordenada, pero con fallos (catástrofes naturales) o bien a la mala tendencia, no controlada, del corazón humano.


Pero creo que desde el punto de vista histórico-crítico, es imposible aceptar el Dios bíblico ya que la idea de ese Dios se basa en una cosmovisión y unos puntos de vista absolutamente míticos. Por tanto, y yendo directamente al grano, la teología de la kénosis es una buena escapatoria y una excelente teodicea, o defensa de Dios, pero no me interesa, porque no creo en el supuesto: no creo en ese Dios de la Biblia.


Pregunta:


Estoy leyendo el libro " Cristianismo un mito más " de Salvador Freixedo. El hombre se nota serio y que en verdad cree en lo que dice pero aún así puede estar equivocado. ¿ Qué piensa usted sobre lo que dice don Salvador sobre que el cristianismo fue creado en base a mitos ?
.

RESPUESTA:


Salvador Freixedo, a quien conozco personalmente, tiene en líneas generales razón. El cristianismo en concreto se basa en sus líneas esenciales en conceptos míticos. por ejemplo, parte de la concepción de la divinidad es mítica, lo es el concepto de la encarnación, el pecado original, la filiación divina, la muerte en cruz considerada como valor expiatorio, la virginidad de María, etc. Son sin duda mitos.


Pero, a la vez, hay maneras de considerar los mitos que no sean ofensivas para los creyentes, a saber, que es el mito una manera de expresar verdades de ámbito religioso que no se pueden manifestar de otra manera. Yo comulgo bien poco con esta última idea, pero puede ser un consuelo para muchos.



Pregunta:


Siguiéndolo a Vd. en You Tube, he encontrado el siguiente video "CARTA REAL DE PONCIO PILATTO DONDE DESCRIBE FÍSICAMENTE A JESÚS Y SU PERSONALIDAD". Es cierto lo que se escribió en esa carta y lo que dice?



RESPUESTA:


Tiene Usted editada, y traducida, la tal “carta” en mi obra (de colaboración, pero editada por mí) "Todos los evangelios", EDAF, Madrid 2010, obra que Usted tiene, por lo que dice. Juzgue usted por sí misma.


Es un falso más que claro. No vale para nada. No le haga caso porque es muy tardía y totalmente inverosímil. Además, para colmo, hay dos cartas: una al emperador Tiberio y otra a Claudio. si ya la primera es inverosímil, la segunda es incluso estúpida, porque cuando ascendió al trono Claudio, Poncio Pilato estaba probabilísmamente muerto después de su destierro las Galias por Tiberio.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Jueves, 11 de Febrero 2016
Hoy escribe Fernando Bermejo


En el capítulo 26 del libro de los Hechos de apóstoles asistimos a un diálogo entre Pablo y el procurador Festo (y el rey Agripa) del siguiente tenor (Hch 26,24-29):

“Al defenderse él de este modo, Festo le dijo en voz alta:

-¡Estás loco, Pablo! ¡Las muchas letras te están volviendo loco!

Pablo replicó:

-No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que pronuncio palabras de verdad y sensatez. El rey, ante quien hablo con entera libertad, está bien enterado de estos sucesos; pues no creo que ignore nada de ellos ya que no se han realizado en un rincón. ¿Crees, rey Agripa, en los profetas? Yo sé que sí crees.

Agripa dijo a Pablo:

-Por poco me convences para que me haga cristiano.

Pablo repuso:

-Yo rogaría a Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino todos los que me oyen se hicieran hoy tales como yo soy, excepto por estas cadenas”.


Este ágil intercambio de palabras parece jugar sobre el tema de la locura causada por una nueva religión, que es precisamente la base de la trama de Las bacantes de Eurípides. También refleja algunos de los ingeniosos intercambios entre Penteo y Dioniso en la obra, que se centran en la locura, la inteligencia y en ser prudente donde se debería serlo (Bacantes 451-519; 643-659; 776-846)

Aquí la etiqueta de locura se esgrime contra Pablo, y proporciona al autor la oportunidad de poner los ideales filosóficos más elevados en boca de aquel, a saber, “verdad” y “autocontrol” o “sensatez”.

La ironía estriba en que es la parte supuestamente inocente (Pablo) la que está sometida a juicio y encadenada, mientras que aquellos que son implícitamente caracterizados como “locos” a través de Hechos en relación a su desaforada posición hacia la comunidad cristiana (es decir, “los judíos”) son quienes están tras el encarcelamiento y juicios de Pablo.

Además, este intercambio proporciona a Pablo la oportunidad de proclamar su propia parresía o completa libertad de palabra ante el rey Agripa y el procurador Festo. Esa libertad es también aquella de la que gozan los seguidores de Dioniso, en su entusiasmo por el dios.

A través de esta imitación de Las bacantes de Eurípides –un poderoso paradigma literario–, el autor logra desviar las críticas del nuevo movimiento y reconducirlas contra sus oponentes, haciendo reproches a aquellos que persiguen al movimiento y calificándolos indirectamente como “luchadores contra Dios” –una expresión usada en Hch 5,39 y que se utiliza en varias ocasiones en Las bacantes.

Saludos cordiales de Fernando Bermejo
Miércoles, 10 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:


Mi primera pregunta es la siguiente: ¿La legendaria escena del hijo de la aurora puede ser el eco de la caída de algún semidiós? Lo mismo digo de la otra escena del querubín protector. Y la última es: ¿Es el Satán del Nuevo Testamento todavía el acusador? Lo digo ya que no puedo encontrar rastros de su caída, más bien todo parece indicar que sigue en el cielo. Hasta Apocalipsis 12. Concretamente ahí, el autor lo llama acusador y menciona que está ante Dios. Preguntas resumidas: ¿Es \"Lucifer\" algún eco de una caída diferente a Satán?¿Es Satán el acusador veterotestamentario según los primeros cristianos hasta que en el futuro Miguel lo destruya?


RESPUESTA:


Usted se refiere al texto de Isaías 14,12-15, que es el siguiente:


«¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora! ¡Has sido abatido a tierra, dominador de naciones! Tú que habías dicho en tu corazón: «Al cielo voy a subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión, en el extremo norte. Subiré a las alturas del nublado, me asemejaré al Altísimo. ¡Ya!: al sheol has sido precipitado, a lo más hondo del pozo».


El texto, como es sabido se refiere al monarca asirio (creo que Senaquerib) que está amenazando la tierra de Yahvé, que es Israel en tiempos del rey Acaz. El profeta le anuncia su desgracia, debida a su orgullo. En el siglo IV los Padres de la Iglesia vieron en ese texto un anuncio de la (segunda) caída de Satanás ante el poder exorcístico de Jesús, pues relacionaron este texto con Lucas 10,18: “Jesús les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo»” (vuelta de los discípulos después de anunciar la venida del Reino).


Y todo el conjunto se refiere a su vez al mito de la caída de los ángeles, debido a) al orgullo: no quisieron reverenciar al ser humano poseedor de un espíritu semejante al de Yahvé que ellos no tenía (los ángeles no fueron creados por Dios a imagen y semejanza de Dios). Este mito aparece ya en Libro I de Henoc. O bien a pecados sexuales (Vida de Adán y Eva).


Desde el principio del Antiguo Testamento el número de demonios es inmenso, quizás en torno a un centenar. Y tenían diversos jefes, como Azazel, Mastema, etc. Poco a poco la fe israelita fue simplificando este número inmenso de malvados espíritus hasta que quedaron reducidos a una sola clase, la delos demonios malvados, caídos de su excelso estado por diversas causas (por ejemplo, no por orgullo, sino por haber cometido pecados sexuales con las “hijas de los hombres” (Gn 6), y un solo jefe, Satanás, Diablo o Demonio.


Satán significa en hebreo acusador y así aparece claramente en el libro de Job. Satán/Satanás lo sigue siendo ahora, según la fe cristiana, y además –según el mismo libro— hace también de tentador del género humano para apartarlo de Yahvé y que sea castigado como él y sus satélites.


Por tanto, con el paso del tiempo, el espíritu malvado = la serpiente de Génesis 3, Azazel, Mastema, Satanás son convertidos en un solo jefe, con el nombre de Satanás o Diábolos (griego calumniador) y todos los demonios quedan reducidos igualmente a una sola clase. Y luego a partir del siglo IV este demonio recibe también el nombre de “Lucifer”, porque ya era tradición que el príncipe de las tinieblas se disfrazaba de ángel de luz (en Pablo 2 Corintios 11,14) para mejor tentar a los hombres .


Así pues, tenemos que Satanás y Lucifer son lo mismo desde el siglo IV de nuestra era. Y su aniquilación definitiva (por Miguel o por el Cordero o Dios mismo) está preanunciada en el Apocalipsis, en el segundo y definitivo combate escatológico (Ap 20,10).



Pregunta:


Deseo preguntarle si conoce el Evangelio según el Espiritismo y si ha encontrado en él errores históricos, puesto que dicha doctrina afirma brindar una nueva interpretación esclarecida por espíritus. Si no lo ha leído, su difusión en formato digital es gratuita y se puede encontrar fácilmente en internet. Me encantaría conocer su opinión al respecto



RESPUESTA:


He oído de él. Y confieso que no lo he leído ni lo leeré. Se trata de un apócrifo moderno, absolutamente fantasioso. Todos los textos antiguos sobre Jesús están perfectamente ditados y sin accesibles. Los apócrifos evangélicos del mundo antiguo son también tardíos y no ayudan apenas. Para conocer a Jesús de Nazaret, o Jesús el Nazoreo, en los que se puede hay que estudiar a los cuatro evangelios canónicos, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, los más antiguos, pero con ánimo absolutamente crítico.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com

Martes, 9 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero



Pregunta:



1: ¿Podría definirme en forma simple qué es la Teología de la liberación? 2. ¿Podría hacer usted una valoración personal sobre sus postulados desde la perspectiva sociológica? es decir ¿promueve el desarrollo del ser humano y la sociedad realmente? Motivo de la consulta: tanto páginas internéticas protestantes y católicas dan un concepto, pero cada una atacando a la otra vertiente demostrando así carencia de objetividad. Por otro lado, ninguno de ellos ha aportado una definición estrictamente sencilla sino más bien es un nudo de conceptos dificil de desatar. Muchas gracias por su aporte a la cultura.



RESPUESTA:


Lo intento: “Teología de la liberación” es un sistema complejo que se ha ido desarrollando y ampliando con los años. En líneas generales la Teología de la liberación es el sistema de interpretación de la Biblia y del mensaje cristiano que se fija sobre todo en la doctrina de Jesús de Nazaret y interpretándola como un mensaje religioso-social, no solo religioso, destinado a la salvación en otro mundo del ser humano ciertamente, pero en primer lugar orientado a la eliminación de los procesos sociales imperantes que coartan la libertad del hombre, que lo oprimen y no le permiten desarrollarse como persona. Solo después se orientará el mensaje a la salvación ultramundana”.


Estimación:


Debe insistirse en que esta teología se fija en primer lugar en la situación del ser humano sobre la tierra y sólo después de que tal situación social y humana para el desarrollo de la persona sean favorables y conforme a los designios del Creador, y solo después de que la vida del ser humano sea plena sobre la tierra conforme a su naturaleza creada, entonces y solo entonces se ha de centrar la atención sobre la vertiente puramente religiosa del mensaje cristiano orientada a una salvación ultramundana.


Mi opinión es que esta teología es muy noble, elevada y consistente, pues tiene en cuenta que la situación en la tierra está distorsionada por el Pecado y que debe arreglarse en primer lugar. Pero pienso que ha perdido el sentido jesuánico y paulino de la inminencia del reino de Dios, que ha de cambiar totalmente el mundo, de tal modo que –a la luz de la espera de este acontecimiento súbito y cercano– la situación del ser humano sobre la tierra actual no es importante. Se puede y se debe esperar a que el reino de Dios se instaure y que todo cambie, según el cristianismo primitivo.


Ejemplo: tanto Jesús como Pablo y el conjunto del cristianismo primitivo no se preocuparon de erradicar la esclavitud ni de solucionar el pésimo estado social de las mujeres. Les bastaba con esperar a que se instaurase el reino de Dios y esa sola instauración lo arreglaría todo. La Teología de la liberación, por el contrario, tiene muy en cuenta el retraso de la parusía (la segunda venida de Jesús como juez final) y se preocupa por mejorar la situación del ser humano en esta tierra. En ese sentido y como Usted dice prima el desarrollo óptimo de la vida humana, porque no la priva tampoco de una cierta dimensión espiritual, incluso en su fase material.


Le aconsejo como lecturas, que debe buscar en Internet, las obras de Juan José Tamayo (el cual le llevará de la mano a toda la bibliografía pertinente) y para altos vuelos en el campo de la cristología –pero dentro del marco de la teología de la liberación–, la obra de Roger Haight, “Jesús, símbolo de Dios”, de Editorial Trotta, Madrid, hacia el 2010.


Pregunta:



Buenas noches aqui en mexico antonio tengo dos preguntas para usted. me podria decir si tiene usted un libro comentado del nuevo testamento o me puede recomendar algun autor que este mismo este en espanol.cuanto pudo haber durado el proceso del aprendimiento del maestro en dias o meses asta su muerte, asta pronto y gracias.



RESPUESTA:


No tengo ningún Nuevo Testamento comentado. Sólo una especie de introducción a todos los libros y a la figura de Jesús que se llama “Guía para entender el Nuevo Testamento” de Edit. Trotta (vea su página web, que se puede adquirir en PDF.


Que yo sepa la Editorial Cristiandad sí tiene un Nuevo Testamento comentado, t también la Editorial “Biblioteca de Autores cristianos” (también P. web).


Llevo unos 45 años estudiando el Nuevo Testamento y el mundo entorno. Pero en muchas cosas aún no me considero competente para escribir un libro. Por ejemplo, todavía no me considero bien preparado para escribir un libro amplio y serio sobre Jesús de Nazaret dividiendo y explicando qué es historia y qué leyenda o mito. Quizás llevo mucho tiempo ocupado en otros aspectos y necesitaría de uno a dos años completos leyendo muy despacio los libros importantes de los últimos años que arrojan nuevas luces sobre Jesús. pues lo mismo ocurre con el resto del Nuevo Testamento.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com

Lunes, 8 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero

Pregunta:


Tengo una duda que no he podido aclarar. ¿Los nazarenos creían que el Cristo celeste era un ángel o arcángel encarnado al igual que los ebionitas? ¿Creían estos (los nazarenos) que fue encarnado en el vientre de Maria?


RESPUESTA:


Le respondo con un fragmento de la Introducción General a las primeras cartas de atribución paulina” del Prof. Dr. Josep Montserrat que aparecerá en la futura edición del “Los libros del Nuevo Testamento”, del primer volumen de la futura “Biblia de San Millán!, que creemos aparecerá en el 2017:



El primer principio, Dios, invisible (Colosenses 1,15), habita en el espacio superior, denominado en general ouraníoi (cielos) y epouraníoi (espacio supracelestial) en Efesios 1,3; 1,20; 2,6 (en 3,10 y en 6,12, sin embargo, los epouraníoi son los cielos habitados por las potencias inferiores). La terminología, como se echa de ver, no es consistente. En todo caso, sea cual sea el esquema espacial, Dios ocupa siempre el lugar superior.


El segundo principio, mediador o auxiliar en la creación, es designado en estas tres epístolas con las expresiones Jesús, Cristo o Jesús Cristo, y una sola vez como «hijo» (Colosenses 1,13), aunque sistemáticamente Dios aparece como padre. Este segundo principio es «primogénito de toda criatura» (Colosenses 1,15), clara indicación de que ha sido creado. En fuentes judías externas al Nuevo Testamento es denominado con frecuencia ángel o arcángel. Hay una cómoda reunión de los textos y alusiones más importantes se halla en el Apéndice VII de la obra de R. E. Brown, The Death of the Messiah, págs. 1445-1467. Es muy posible que aparezca un reflejo de esta concepción del Cristo como un ángel en el inicio de Hebreos, a la que se opone claramente su autor: 1,5.


Por tanto, no es de extrañar que la misma concepción se pueda encontrar entre los ebionitas. Pero no tenemos textos absolutamente seguros al respecto.



Pregunta:


Quiero que sepa que soy Cristiano, y ahora entiendo que hay diferencias entre el Jesus historico y el jesus de la fe, y eso gracias a sus estudios. Aqui va la pregunta


Se me enseñado desde la niñez que los discipulos que vieron a jesus Resucitado, dieron su vida por el, porque sabia que habia resucitado y concluyen con esto. Quien va a morir por algo que saben que es mentira. Por lo tanto, quiero saber que dice la historia acerca del MARTIRIO de los apostoles y discipulos que vieron al jesus resucitado. Es confiable los relatos de la iglesia.....


RESPUESTA:


Desgraciadamente no tenemos historias fidedignas del martirio de ninguno de los Doce apóstoles, ni tampoco del posible martirio o muerte natural del apóstol Pablo. Tales “historias” comienzan a partir –más o menos— del siglo II con los Hechos apócrifos de los apóstoles. El Prof. Gonzalo del Cerro y yo hemos editados todos los Hechos que se conservan en la Editorial “Biblioteca de Autores Cristianos” de Madrid, desde 2005 hata hoy. Hasta la fecha llevamos tres volúmenes, y solo queda el cuarto que presentará toda la literatura “Pseudo Clementina” (discusiones teológicas y debates entre Simón Mago y san Pedro).


No sé si existe versión electrónica adquirible. En la Introducción al primer volumen tiene Usted toda la información necesaria al respecto.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Domingo, 7 de Febrero 2016
Breve y estupenda historia de la Mesopotamia antigua a través de “La colección mesopotámica del Museo de Montserrat”. Un estudio de Ignacio Márquez Rowe (617)
Escribe Antonio Piñero

Como saben bien los lectores, una buena parte de los mitos fundacionales del pueblo de Israel procede de ese inmenso reservorio de cultura que es la región situada entre los ríos Tigris y Éufrates (“Mesopotamia” significa en griego “Entrerríos”). De ahí proceden algunos rasgos de la historia de la creación del primer hombre, del diluvio universal, de la historia acerca de las primeras concepciones de ángeles y demonios, etc. Más de una vez hemos aludido a ello, y todo el que se precie de conocer algo del transfondo de la historia bíblica de la Biblia hebrea es consciente de su importancia.

Ahora –por medio de un estudio de la colección de estatuillas, inscripciones, y otros objetos procedentes de Mesopotamia, que entre otros se conservan en el Museo de Montserrat– el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Dr. Ignacio Márquez Rowe, nos ofrece una estupenda, breve e iluminadora perspectiva de la historia de esta región de notabilísimo interés para todos los interesados en la Biblia. Una breve ojeada al contenido pone de relieve el interés de este libro: Geografía e historia de Mesopotamia; Ciudades, templos y palacios; Religión y magia; sociedad economía y administración; Las letras y las ciencias; los sellos; la escritura cuneiforme. Una bibliografía selecta ayuda a los interesados en saber más de estos temas.

He aquí la ficha completa: “La colección mesopotámica del Museo de Montserrat”. Edición del texto preparado por Márquez Rowe a cargo de Javier Uriach Torelló, Publicaciones del Museu de Montserrat, Barcelona 2015. ISBN: 978-84-87452-31-4. El libro se difunde a través de la Fundaçio BancSabadell y USERKAF Patrimonial SLU.

Este Museo cuenta con la más completa y valiosa colección de antigüedades mesopotámicas que pueda encontrarse en España. Las piezas fueron adquiridas por el monje benedictino P. Bonaventura Ubach (Barcelona 1879-Montserrat 1960) gracias a múltiples ayudas de diversos auspiciantes y durante sus viajes de estudio en Palestina, Líbano y Mesopotamia, con centro sobre todo en Bagdad, que duraron un par de decenas de años.

El libro tiene excelentes mapas al principio y una espléndida sinopsis cronológica –excelente para el profano para situarse bien la historia y no cometer errores de bulto– de todas las etapas de la región, desde el “Período de Uruk”, reciente (3300-2900 a.C.) hasta el Imperio parto (141 a.C.-224 d.C.)

Cada una de las piezas del museo está fotografiada en este libro-catálogo según el orden de temas que he transcrito más arriba y tiene una presentación, descripción y breve estudio a cargo de Márquez Rowe. A mí me ha parecido excelente, ilustrativo/informativo, agradable de manejar. En verdad, he aprendido mucho leyéndolo. He estado un par de veces en el Museo (muy bien conservado en la actualidad por el P. Josep de Calasanç Laplana), pero debo confesar que he caído verdaderamente en la cuenta del tesoro que hay en Montserrat, gracias a la lectura de este libro, tan ameno y riguroso a la vez. El P. Pius Ramón Tragan, monje de la Abadía, amabilísimo y erudito estudioso, director del Scriptorium Biblicum del Monasterio, contribuye también mucho a la difusión del conocimiento de este Museu.

En síntesis recomiendo mucho esta obra y espero que la gente disfrute leyéndola y contemplando detenidamente sus estupendas fotografías.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com

Viernes, 5 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:


Recientemente examine la Biblia hebrea y me encontre , para mi sorpresa, el evangelio de Juan . Entonces , me sobrecogieron las siguientes interrogantes : 1. En que fecha Judas murio en la horca ? 2. Cuanto tiempo vivio Judas , luego de la muerte de Jesucristo ? 3. Existe evidencia de que en algun momento Judas predico el evangelio de Jesucristo , despues de la fecha en que murio este ultimo ? 4. Se trata acaso del mismo Judas que camino con Jesus como su discipulo ? . Agradecere, muy respetuosamente, su orientacion al respecto .


RESPUESTA:


Estoy totalmente confuso con su pregunta. Pero intento responder:


En primer lugar que haya consultado la Biblia hebrea y haya visto en ellas el Evangelio de Juan ¿¿??


Segundo que todas sus preguntas sean sobre Judas y no sobre Juan. Hay un error de transcripción por su parte. Porque hay dos Judas al menos entre las gentes relacionadas con Jesús:


• Judas, Iscariote, uno de los Doce, el que entregó a Jesús


• Judas, hermano de Santiago, hermano de Jesús, a quien se atribuye una carta en el Nuevo Testamento con su nombre.


Respecto al autor de la Epístola de Judas: Hoy día son muy pocos los especialistas del Nuevo Testamento que defienden la autoría de Judas, hermano de Jesús, tal como aparece al comienzo del escrito. Es por tanto pseudónimo, y una obra tardía, es decir, compuesta no cerca de la muerte de Jesús, sino bien entrado el siglo II


1. No sabemos en qué fecha murió Judas Iscariote, pero seguramente, si es que no todo es legendario en torno a su figura, que fue poco después de la muerte de Jesús. Respecto al otro Judas tampoco sabemos nada. Sobre la muerte del primero he escrito suficiente en el libro comunal, editado por mí, “La verdadera historia de la pasión”, Editorial EDAF, Madrid, 2010. Si le es posible, consúltelo.


2. Está respondida en la respuesta a la pregunta anterior.


3. Absolutamente ninguna. Y por supuesto de ninguno de los dos Judas. Del segundo solo se conserva esa carta del Nuevo Testamento, que es pseudónima, escrita por otro y puesta a su nombre.


4. Está respondida en mi observación segunda.


Le convendría leer mi obra, si le es posible, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, de Edit. Trotta, Madrid 4ª edición 20111, pues le ayudará mucho en todo lo que Usted pregunta.



Pregunta:


Estoy conociendo la organización de los Testigos de Jehova. Se dicen ser el único grupo religioso válido a los ojos de Jehova porque cumple a \"raja tabla\" todos los principios y leyes que mandan las escrituras. Algo que me sorprende es que dicen que Jesús reina en el cielo desde 1914 y satanás esta en la tierra desde esa fecha. Me podría usted dar una opinión de ese grupo y si es verdad esas cuentas que ellos hacen? Gracias por vuestra respuesta



RESPUESTA:


Desde la muerte de Jesús comenzó a repensarse su figura y su misión por parte de sus seguidores. Y eso es exactamente el cristianismo una “repensación” de Jesús. y desde su muerte se ha generado un inmenso número de grupos cuya interpretación de Jesús ha conseguido un determinado número de seguidores de modo que ha hecho masa crítica. Y todos esos grupos –insisto, cientos y cientos– hasta hoy, han pensado que su interpretación del mensaje, figura y misión de Jesús el Nazoreo era la único acertada.


Así que ya puede usted juzgar por sí misma. Esta secta es una más.


Y en concreto, los testigos de Jehová son una secta cristiana reciente que interpreta las Escrituras al pie de la letra (en lo que le conviene). En líneas generales sus adeptos no tienen ni la menor idea de la génesis del Nuevo Testamento y de la evolución de las doctrinas dentro del cristianismo, y no saben en absoluto cómo cientos de investigadores, de todas las ideologías, desde finales del siglo XVIII sobre todo, han ido construyendo una ciencia de interpretación del Nuevo Testamento.


Por tanto, no haga usted el menor caso de esa secta, que tiene muchas propuestas que –sin ánimo de ofender– pueden calificarse de infantiles desde el punto de vista de la ciencia histórica. Ni caso.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Miércoles, 3 de Febrero 2016
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Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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