Notas
Escribe Antonio Piñero
Pregunta: Mi primera pregunta es la siguiente: ¿La legendaria escena del hijo de la aurora puede ser el eco de la caída de algún semidiós? Lo mismo digo de la otra escena del querubín protector. Y la última es: ¿Es el Satán del Nuevo Testamento todavía el acusador? Lo digo ya que no puedo encontrar rastros de su caída, más bien todo parece indicar que sigue en el cielo. Hasta Apocalipsis 12. Concretamente ahí, el autor lo llama acusador y menciona que está ante Dios. Preguntas resumidas: ¿Es \"Lucifer\" algún eco de una caída diferente a Satán?¿Es Satán el acusador veterotestamentario según los primeros cristianos hasta que en el futuro Miguel lo destruya? RESPUESTA: Usted se refiere al texto de Isaías 14,12-15, que es el siguiente: «¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora! ¡Has sido abatido a tierra, dominador de naciones! Tú que habías dicho en tu corazón: «Al cielo voy a subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión, en el extremo norte. Subiré a las alturas del nublado, me asemejaré al Altísimo. ¡Ya!: al sheol has sido precipitado, a lo más hondo del pozo». El texto, como es sabido se refiere al monarca asirio (creo que Senaquerib) que está amenazando la tierra de Yahvé, que es Israel en tiempos del rey Acaz. El profeta le anuncia su desgracia, debida a su orgullo. En el siglo IV los Padres de la Iglesia vieron en ese texto un anuncio de la (segunda) caída de Satanás ante el poder exorcístico de Jesús, pues relacionaron este texto con Lucas 10,18: “Jesús les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo»” (vuelta de los discípulos después de anunciar la venida del Reino). Y todo el conjunto se refiere a su vez al mito de la caída de los ángeles, debido a) al orgullo: no quisieron reverenciar al ser humano poseedor de un espíritu semejante al de Yahvé que ellos no tenía (los ángeles no fueron creados por Dios a imagen y semejanza de Dios). Este mito aparece ya en Libro I de Henoc. O bien a pecados sexuales (Vida de Adán y Eva). Desde el principio del Antiguo Testamento el número de demonios es inmenso, quizás en torno a un centenar. Y tenían diversos jefes, como Azazel, Mastema, etc. Poco a poco la fe israelita fue simplificando este número inmenso de malvados espíritus hasta que quedaron reducidos a una sola clase, la delos demonios malvados, caídos de su excelso estado por diversas causas (por ejemplo, no por orgullo, sino por haber cometido pecados sexuales con las “hijas de los hombres” (Gn 6), y un solo jefe, Satanás, Diablo o Demonio. Satán significa en hebreo acusador y así aparece claramente en el libro de Job. Satán/Satanás lo sigue siendo ahora, según la fe cristiana, y además –según el mismo libro— hace también de tentador del género humano para apartarlo de Yahvé y que sea castigado como él y sus satélites. Por tanto, con el paso del tiempo, el espíritu malvado = la serpiente de Génesis 3, Azazel, Mastema, Satanás son convertidos en un solo jefe, con el nombre de Satanás o Diábolos (griego calumniador) y todos los demonios quedan reducidos igualmente a una sola clase. Y luego a partir del siglo IV este demonio recibe también el nombre de “Lucifer”, porque ya era tradición que el príncipe de las tinieblas se disfrazaba de ángel de luz (en Pablo 2 Corintios 11,14) para mejor tentar a los hombres . Así pues, tenemos que Satanás y Lucifer son lo mismo desde el siglo IV de nuestra era. Y su aniquilación definitiva (por Miguel o por el Cordero o Dios mismo) está preanunciada en el Apocalipsis, en el segundo y definitivo combate escatológico (Ap 20,10). Pregunta: Deseo preguntarle si conoce el Evangelio según el Espiritismo y si ha encontrado en él errores históricos, puesto que dicha doctrina afirma brindar una nueva interpretación esclarecida por espíritus. Si no lo ha leído, su difusión en formato digital es gratuita y se puede encontrar fácilmente en internet. Me encantaría conocer su opinión al respecto RESPUESTA: He oído de él. Y confieso que no lo he leído ni lo leeré. Se trata de un apócrifo moderno, absolutamente fantasioso. Todos los textos antiguos sobre Jesús están perfectamente ditados y sin accesibles. Los apócrifos evangélicos del mundo antiguo son también tardíos y no ayudan apenas. Para conocer a Jesús de Nazaret, o Jesús el Nazoreo, en los que se puede hay que estudiar a los cuatro evangelios canónicos, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, los más antiguos, pero con ánimo absolutamente crítico. Saludos cordiales de Antonio Piñero Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Martes, 9 de Febrero 2016
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Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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