CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Escribe Antonio Piñero

Pregunta:



En relación con su respuesta afirmativa sobre la muerte de Jesucristo, me gustaría por último preguntarle acerca de mi otra duda profunda: Si Jesucristo efectivamente murió en la cruz, como creemos los cristianos, ¿qué debemos pensar los cristianos del corán, que niega lo que se dice en los Evangelios? ¿Es, simplemente, un invento de Mahoma? ¿Fue Mahoma engañado -como dicen los evangélicos- por un ángel diabólico para crear una nueva religión que sembrase la discordia en La Tierra? En definitiva, ¿como entiende ud. el corán, que
contradice tantas cosas de las Escrituras, e incluso se contradice en mil y una ocasiones a sí mismo?


RESPUESTA:


Para responder a su pregunta habría que hacer una historia de la investigación actual del Corán. Sepa, en síntesis que el texto actual se remonta al 800, en Bagdad y no responde a lo que pudo existir en tiempos de Mahoma.

Segundo: que no sabemos en cuánto la figura histórica del profeta responde a la realidad histórica (por ejemplo, si fueron tres profetas y luego se amalgamó en uno Mahoma, que era el menos importante de los cuatro).

Tercero: que el profeta coránico generó un texto “coránico” muy primitivo que se parecía mucho a un judaísmo apócrifo y sobre todo a un cristianismo apócrifo-herético-marginal, probablemente nestoriano el que existía en la Araba Felix durante el siglo VII.

Cuarto: que ese cristianismo bebía de los Evangelios apócrifos y otros doctrinas marginales y del judaísmo.

Quinto: que el texto del Corán que ahora tenemos empezó a formarse unos 70 años después de la muerte de Mahoma, y que el texto definitivo, el de ahora, es de entorno al 800 d.C. y tomó forma no en Arabia, La Meca, o en Medina, sino en Bagdad.

Sobre esto escribirá en este Blog el Dr. Carlos A. Segovia en su momento.

Quinto: que ya desde finales del siglo II tanto el heresiarca Basílides como otros gnósticos y los Hechos Apócrifos de Juan (Vea, si le es posible mi edición con G. del Cerro en la Editorial “Biblioteca de Autores Cristianos” = B.A.C., desde 2005 en adelante) que defendieron que era imposible la encarnación, ya que lo mortal no puede unirse de ningún modo con lo mortal. Por tanto el cuerpo de Cristo era una mera apariencia, no real (vea en mi obra “Cristianismos Derrotados” de EDAF 2009, el “docetismo” de los dos primeros siglos); que quien fue crucificado en la cruz fue Simón de Cirene u otro, o bien que Jesús no murió en la cruz, sino la apariencia de su cuerpo. El peso del gnóstico Basílides fue el que dio cuerpo a esa doctrina herética.

Por tanto, y en consecuencia: no hay que hacer caso a especulaciones cristianas primitivas, fantasiosas, de corte gnóstico, de las que bebe ese presunto Mahoma, que tenía a su disposición evangelios apócrifos cristianos. Son meras especulaciones y su fundamento histórico es nulo.


Pregunta:


En los relatos sobre la concepción de la embarazada María por medio del “Espíritu Santo”, en una forma crítica, usted cree que José hubiera permitido ese embarazo, ya que él era judío, y los judíos, respetaban mucho la ley de Moisés. En los relatos apócrifos dice: que José se disgustó, no comió ni bebió en todo aquel día. El evangelio de Mateo nos dice que no la conoció hasta que dio luz. Posiblemente José era un judío piadoso, o tal vez, vivo se parado de María hasta el embarazo. ¿Cómo un judío pudo haber a aceptado tal hecho si ellos respetaban mucho la ley de Moisés y un adulterio era una falta grave en esos tiempos?



RESPUESTA:


Usted hace preguntas que obligan a meterse en la piel de personajes de los que apenas sabemos nada, y de los que la única fuente que tenemos para responder, los textos transmitidos, callan casi siempre. Entonces la respuesta es casi siempre negativa: “No sabemos” o una mera hipótesis. Y las hipótesis no son certezas.

Pero esta vez sí que hay una pista Mt 1,19 “Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto”. Y hubo de venir nada menos que un ángel para convencerlo = Mt 1,20 (léalo).

Y, pienso, y le ruego que no se enfade, si Usted hubiera reflexionado sobre este texto de los Evangelios, estoy seguro de que usted mismo se habría respondido a su pregunta. No haga preguntas que Usted mismo puede responder.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com

Martes, 15 de Marzo 2016


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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