CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Hoy escribe Antonio Piñero

Antes de empezar con las respuestas quiero comunicaros que hoy he entrado por segunda vez en el Blog común de Thomas Hudgins-Antonio Piñero, “Across the Atlantic” = www.pineroandhudgins.com, y me ha parecido muy bueno cómo lo ha enfocado mi colega transatlántico. Es ágil y está muy bien presentado. El Prof. Dr. Hudgins es baptista, y yo soy escéptico y racionalista. Por ello el contraste de opiniones que se expresa nítidamente en el Blog en apartados que se distinguen bien, será --espero—muy bien recibido en lectores de lengua inglesa. Ha empezado hace unos días y ya tiene unos 150 lectores.


Pregunta:

Qué hay de cierto que el primer canon cristiano fue escrito por el pueblo asirio, que se escribió en arameo y no contenían algunas epístolas no el apocalipsis? Le agradezco, como siempre, nos ilustre con su sabiduría, pues, hasta donde yo sé, el primer canon cristiano fue establecido en el Concilio de Nicea, y cuanto muy antiguo tenemos el mal llamado El Concilio de Jerusalén es el nombre dado a la primera reunión normativa del cristianismo (la iglesia cristiana primitiva) hacia el año 50, según se relata en el capítulo 15 de los Hechos de los apóstoles. Existe la controversia de si llamarlo o no concilio: normalmente no se le incluye dentro de los concilios de la Iglesia Católica, si bien en la mayoría de las ediciones católicas de la Biblia sí aparece con esta denominación.. Saludos cordiales.


Respuesta:

Respondo por partes

1: Supongo que cuando escribe “asirio” quiere decir “sirio” (para “asirios”, consulte simplemente la Wikipedia). Si es así, le diría que la cristiandad siria tenía su centro en Antioquía del Orontes, y tuvo sin duda alguna su parte en la formación del canon del Nuevo Testamento, pero no en arameo, sino en griego. Aunque las palabras de Jesús fueron dichas en arameo, se tradujeron al griego muy pronto y todo el Nuevo Testamento está compuesto originalmente en griego incluido el Evangelio de Mateo. Por tanto esa sentencia “canon en siríaco” es absolutamente incorrecta.

2: Otra idea falsa que circula por ahí es que el canon fue establecido en el Concilio de Nicea del 325. No se conservan las actas de este concilio, pro toda su intención fue dirigida contra la doctrina arriana. Por favor, consulte el capítulo dedicado a “Arrio” de mi libro “Cristianismos Derrotados”, Edaf, Madrid 2009.

El canon del Nuevo Testamento empezó de hecho con la última y definitiva edición del Evangelio de Juan que ya considera como normativa el material sinóptico (es decir el que manejan los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas) pues lo reescribe, interpreta y alegoriza, tal como se hacía en la Antigüedad con los textos sagrados y solo con ellos). El canon se fue formando a lo largo del siglo II entre las comunidades de Roma, Antioquía y Éfeso. Y hacia el 160 o 170 ya estaba casi casi como hoy día.
Consulte por favor, Los libros sagrados en las grandes religiones: judaísmo, cristianismo, islam, hinduismo y budismo. Los fundamentalismos, El Almendro, Córdoba, 2007, 298 pp. ISBN 978-84-8005-107-1. Editor junto con J. Peláez. Autor del capítulo “Cómo y porqué se formó el canon del Nuevo Testamento”, pp. 177-210. Y Christian Bernard Amphoux, Le canon du Nouveau Testament avant le IVe Siècle, en el vol. XXI de la revista española Filolgía Neotestamntari, Córdoba 2014, pp. 9-27. Probablemente puede verlo por Internet.

3: El vocablo “concilio” aplicado a la reunión entre Pedro, Bernabé y Tito con Santiago, Pedro y otros de la comunidad judeocristiana de Jerusalén el año 49, fue una simple reunión. El vocablo “concilio” es despistante. Fíjese que en ese momento no se sabía ni siquiera qué era el cristianismo, salvo como designación de judíos y paganos que creían que Jesús era el Cristo o el Mesías. Pero el Imperio Romano aún lo consideraba como une especie de rama del judaísmo.



Pregunta:

¿Usted cree que la alabanzas que se dan en las iglesias como ¿al padre?, ¿al hijo?; a ambos, sin duda, corresponde a las alabanzas al César, al modo en que los celtas solían cantar, ir al combate?


Respuesta:


Formalmente podría ser en cuanto alabanza a la superioridad religiosa. En caso de combate, formalmente podría ser también en cuanto gritos de súplica a la instancia superior para que ayude. Pero en el caso del cristianismo, que fue una rama del judaísmo al principio, hay que asimilarlas en el fondo, forma y doctrina de base a las alabanzas o doxologías a Yahvé del Antiguo Testamento.


Pregunta:

Una pregunta si usted cree conveniente responder. Se trata sobre su obra "Guía para entender el Nuevo Testamento". Es una obra interesante pero tengo una duda:

Usted escribió su libro SIN ninguna actitud confesional pero tambien me doy cuenta que usted dice que el sentir medio de los investigadores católicos armoniza con muchas cosas que usted expone en su libro.

¿¿Significa esto que los investigadores católicos están progresando academicamente hacia una actitud más objetiva-científica al abordar los textos bíblicos??



Respuesta:


Sin duda alguna. Cada vez más hay una convergencia entre investigadores católicos, protestantes e independientes en la exégesis del Nuevo Testamento. Y a la vez hay más astucia y se encuentran nuevas vías dentro de los estudiosos católicos sobre todo, y protestantes más bien conservadores, para responder a las dificultades que les plantean los investigadores independientes. Así que las dos cosas a la vez. Sin embargo, la diferencia está en que los investigadores católicos no acaban sacando las consecuencias de lo que afirman. Un ejemplo: todos sostienen que Jesús fue siempre un judío observante y que nunca dejó de serlo. La consecuencia es que Jesús no pudo ser entonces el fundador del cristianismo. Pero, inconsecuentemente, se sigue manteniendo que Jesús fue el fundador del cristianismo.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com



Jueves, 18 de Diciembre 2014


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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