CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Conclusión de “Ciudadano Jesús”. Respuestas a todas las preguntas (425-06 - A)
Hoy escribe Antonio Piñero


Algunos amigos me han instado a que deje de lado mis profundos reparos y dé a conocer la cubierta del libro, que, en verdad, me avergüenza, ya que no corresponde en absoluto a mi estilo.... Pero ahí va.

He aquí la conclusión del libro que va formada por la respuesta a la pregunta siguiente: ¿Qué podemos afirmar como cierto o muy probable, desde la ciencia histórica, de la vida de Jesús de Nazaret? y por unos párrafos que reflexionan muy brevemente por el devenir a lo largo de la historia de esta imagen de Jesús, que se muda drásticamente ya que fue muchas veces reinterpretada.

“El marco de la respuesta es el siguiente: el Jesús de la historia es bastante distinto del Cristo de la fe. Este Cristo, que se encuentra en muchos libros acerca de la vida y doctrina de Jesús que se proclaman “históricos” (un ejemplo de hoy y en español: las obras de J. A. Pagola y A. Puig i Tarrèc) es sin duda una mezcla de historia y de teología. En mi opinión son obras bien escritas, compuestas por autores bien informados de lo que se denomina la “investigación” (confesional), pero que no dan el salto al verdadero Jesús de la historia por las limitaciones impuestas por la dogmática.

El Jesús histórico es poco comprensible para el hombre del siglo XXI si no se le aclaran a éste muchas cosas, y hay que quitar a la imagen del Jesús de la historia muchos de sus rasgos judíos nacionalistas para que pueda ser un modelo de conducta para el hombre de hoy.

A pesar de las dificultades de los textos básicos, podemos pergeñar –con algunas palabras de Fernando Bermejo en 2006, que van en bastardilla-- el siguiente resumen de los rasgos esenciales del que nos parece que fue el Jesús histórico (resumo ahora brevemente lo que en el libro aparece de un modo más extenso):

En 2006 acepté como muy apropiada esta síntesis. En 2008 la volvía a considerar y con pequeños cambios la adopté como propia cuando en el libro Jesús y las mujeres (Madrid ¡, Aguilar 2008) me preguntaba “¿De que Jesús tratamos aquí?” antes de empezar a estudiar todos los pasajes de los evangelios, canónicos especialmente, que trataban del tema. Y , finalmente en 2012, tras haber terminado este libro, sigo pensando que esta síntesis recoge todo lo esencial de lo dicho aquí

• Jesús existió realmente. Pero una cosa es la existencia y otra como fue transmitido y reinterpretado.

• Nació durante el reinado del emperador Augusto, probablemente algunos años antes del comienzo de la era cristiana.

• Creció en Nazaret de Galilea.

• Perteneció a una familia numerosa. Los hermanos y hermanas de Jesús citados en Mc 6,3 son probablemente auténticos hermanos carnales. Los autores del Nuevo Testamento –y prácticamente toda la Iglesia primitiva hasta mediados del siglo III-- no tienen otro interés que señalar el nacimiento milagroso y virginal de Jesús, el gran héroe de la historia. El resto de la vida de María y José no les interesó por sí mismo, por lo que suponen que formaban un matrimonio normal y que tendrían otros hijos.

• La formación de Jesús fue la usual de un varón galileo de clase media pobre. Muy probablemente sabía leer y escribir. No sólo hablaba arameo, sino que poseía ciertos conocimientos de hebreo, de griego y de latín

• Fue un individuo profundamente religioso.

• Nada podemos decir de su estado civil antes del inicio de su vida pública, Puso ser soltero, casado o viudo.

• Su religión y religiosidad fueron plenamente judías. El Dios de Jesús es esencialmente el del Antiguo Testamento. Jesús se atuvo a las creencias y prácticas religiosas de su pueblo; estimó y tuvo profunda devoción hacia la ley de Moisés como fundamento de su patrimonio religioso y cultural.

• Fue atraído por la personalidad de Juan Bautista y por su mensaje religioso. Fue bautizado, ya en su madurez, por éste. Muy probablemente fue su discípulo durante meses, aunque no podamos definir exactamente cómo fue ese discipulado.

• Jesús tomó de Juan Bautista algunos de los principales motivos de su predicación.

• Reunió un grupo de discípulos, cuyo núcleo estuvo compuesto de doce. Es muy posible que este grupo tuviera un significado simbólico y representara a las doce tribus de Israel,

• Habló y actuó como con el convencimiento de ser un profeta, el portavoz o heraldo de Dios para los momentos finales de este mundo.

• Utilizó en su predicación un lenguaje directo, accesible al pueblo, a veces figurado, caracterizado por imágenes hiperbólicas y parábolas persuasivas. Fue visto por el pueblo como un maestro, en hebreo rab, rabino, de la Ley.

• El centro y la razón de ser de su predicación fue el anuncio de la venida del reino de Dios. Su concepción de este Reino --cuyas características básicas no explica porque las da por supuestas, comprendidas y aceptadas por él mismo y por sus oyentes-- fue muy parecida a la transmitida por la tradición profética del Antiguo Testamento y por la piedad general del Israel de su tiempo..

• El reino de Dios era para Jesús una entidad esencialmente futura. Ese reino no estaba presente en Israel mientras Jesús mantenía su predicación de que vendría muy pronto, sí, pero en el futuro.

• Jesús no estableció plazo alguno definitivo para la irrupción del Reino. Ignoraba muy probablemente cuando vendría.

• Jesús se expresó en ocasiones como si en su propia acción hubiera ya signos de la venida del reino de Dios. Unos pocos dichos de Jesús –especialmente en Lucas y Mateo- parecen referirse al Reino no como una entidad únicamente futura, sino como una realidad que está irrumpiendo en el presente. Pero estas sentencias no contradicen el contenido de los dichos de Jesús que esperan un Reino en el futuro, ni significan que Jesús creyese que el Reino estaba ya presente. Son sólo la manifestación de que sus acciones contra Satanás, exorcismos y sanaciones sobre todo, señalaban que los preludios de la venida del Reino estaban ya comenzando. Sus expresiones de “presente” son, por tanto, indicación de su entusiasmo escatológico y de su visionaria convicción de la inminencia del Reino futuro.

• El reino de Dios habría de instaurarse en la tierra de Israel, un Israel que sería restaurado como el centro del mundo según las Promesas.

• El mensaje del reino de Dios, aunque fuera de carácter eminentemente religioso tenía implicaciones materiales y políticas.


Concluimos el próximo día
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com

Jueves, 17 de Mayo 2012


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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