SEGURIDAD Y DEFENSA: Manuel Sánchez Gómez-Merelo




Blog sobre convergencia y tecnología de Tendencias21

Secciones

Desde la perspectiva de las seguridades estamos en un momento crucial. Un momento complicado derivado del incremento de una situación de inseguridades globales en la que hemos de adoptar de forma diferente la protección de personas y bienes.
Así, la prevención y la adaptación ágil a las circunstancias sobrevenidas ya no es opcional, dado que vivimos en un mundo donde la globalización, innovación digital e interconectividad provocan continuos cambios de escenario en la seguridad, tanto a nivel político, como social o económico.


Para las organizaciones, públicas y privadas, adaptarse implica una revolución profunda en su modelo de gestión de la seguridad, en sus estructuras y procesos internos, y en cómo las personas interactúan y se comportan.
 

En este último año, principalmente derivado de la pandemia y de la guerra en Ucrania, hemos visto destacada la resiliencia, la adaptabilidad y la constante toma de decisiones. Nuestro protagonismo fue evidente en la capacidad de nuestras organizaciones para afrontar la seguridad de personas y bienes.
 

Desde el conocimiento y la experiencia académica y profesional en la planificación y la gestión de las seguridades, creemos en la evolución como un camino de transformación y mejora continua y compartida que, actualmente, va más allá de la mera transformación adaptativa natural, para convertirse en una Re-Evolución.
 

La respuesta al nuevo paradigma ha de ser líquida, como lo es el momento. El nuevo modelo de seguridad humana y de las organizaciones pasa por esa Re-Evolución.
 

Seguridad y Re-Evolución
 

La Seguridad Humana y Ciudadana es el proceso de establecer, fortalecer y proteger el orden civil democrático y social, minimizando los riesgos y eliminando las amenazas, permitiendo una coexistencia segura y pacífica, y garantizando la salvaguarda de los derechos humanos, especialmente del derecho a la vida, a la integridad personal, a la inviolabilidad del domicilio y a la libertad de movimiento.
 

Crisis, Re-Evolución y Seguridad, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo
 

El proceso de transformación de la sociedad hasta nuestros días, ha llevado implícito un aumento constante del bienestar y de la sensación de seguridad y, si realizamos un breve recordatorio de nuestra historia reciente, encontramos distintos hechos muy significativos y contradictorios, que nos demuestran la necesidad de no bajar la guardia hacia esa búsqueda constante de la seguridad.
 

Ahora, Re-Evolución viene a significar “volver a evolucionar”, retomar el estudio y análisis de la situación, dejando atrás paradigmas obsoletos, e identificando los nuevos retos y exigencias, para saber dar a la sociedad las respuestas adecuadas en la dirección correcta.
 

Hoy en día el primer objetivo es buscar el nuevo equilibrio y el nuevo orden social que garantice la imprescindible seguridad jurídica, económica, laboral y social.
 

De la misma forma que los objetivos de la seguridad han ido evolucionando, la respuesta pública y privada no se ha quedado atrás y ha experimentado un cambio sustancial desde sus inicios, principalmente motivado por los avances tecnológicos y la mayor cooperación y valores compartidos conseguidos, pero no es suficiente.
 

Desde el estudio y la planificación, hasta el rigor en la identificación y evaluación de los riesgos, el planteamiento y aplicación de soluciones globales y la planificación y gestión global, como decíamos recientemente, este será un año de nuevas tendencias, exigencias y retos para la seguridad, tanto física o lógica, como pública o privada.
 

Se prevé que cada uno de estos planteamientos y desarrollos permitirá a los profesionales responsables de las seguridades estar mejor preparados para enfrentar y capitalizar las innovaciones en soluciones y servicios y, en última instancia, brindar mayor seguridad en los entornos físicos y digitales.
 

Nuevas exigencias
 

Nuevas exigencias requerirán de esa Re-Evolución para establecer nuevos planteamiento y soluciones, principalmente en:
 

Seguridad en la cadena de suministro. Los problemas en la cadena de suministro seguirán siendo una tendencia de inseguridad dominante y será fundamental llevar a cabo un control exhaustivo ya que los ciberataques se producen por vulnerabilidades y carencias de seguridad en las operaciones con proveedores.
 

Protección de las infraestructuras críticas. La tendencia al incremento de ataques a las infraestructuras críticas y estratégicas se incrementará y debemos seguir avanzando ante las nuevas exigencias de protección y el desarrollo de los planes de seguridad, contingencia y continuidad, que serán la garantía para el funcionamiento de los servicios esenciales.
 

Soluciones “zero trust”. Las organizaciones requerirán soluciones y sistemas de confianza para garantizar una visibilidad y un control completo de sus redes y deberán implementarse desde un enfoque “security by design”, planificación y ejecución para garantizar el mejor control y gestión de la seguridad global de forma integral e integrada en todo el proceso.
 

Autentificación de procesos. Si bien adoptar un enfoque de confianza cero, principalmente para la ciberseguridad, se centra en autenticar las credenciales de los dispositivos y aplicaciones conectados, la capacidad de establecer la autentificación de los sistemas de control de acceso biométrico y la videovigilancia en sí serán cada vez más fundamentales para confiar en su valor.
 

Liderazgo y dirección de seguridad global. Las exigencias, cambios de paradigmas y liderazgos en la gestión de las seguridades, ha motivado la creación de nuevos perfiles profesionales en los últimos años en todos los niveles: Director de Seguridad (CSO), Director de Seguridad de la Información (CISO), Director de Cumplimiento (CCO) y al que hay que añadir otro más reciente, como es el Director de Seguridad Global (CGS). Este tiene como misión gestionar la seguridad integral e integrada de todo lo relacionado con la actividad de la organización.
 

Nuevos retos
 

Como consecuencia de las nuevas exigencias se nos presentan nuevos retos principalmente en los aspectos de:
 

Crisis, Re-Evolución y Seguridad, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo


Seguridad integral e integrada. La pandemia ha sido un especial catalizador en la implementación de las tecnologías de prevención y protección de activos y personas con bajo o nulo contacto, muchas de las cuales ahora están integradas de forma permanente, al igual que el uso de plataformas para el trabajo a distancia o teletrabajo, el video inteligente, el control y gestión del transporte y la logística, etc., a fin de garantizar el funcionamiento de las organizaciones en materia de salud y seguridad pública y privada.
 

Modelo de trabajo híbrido. Los modelos de trabajo híbridos son la norma hoy. Es una de las principales tendencias que dominará la industria de la seguridad en esta Re-Evolución y representa un modelo de seguridad en el que ningún dispositivo es automáticamente confiable y debe ser validado.
 

Ciberseguridad estructural OT. La seguridad como misión tradicional de la que se ocupaban los departamentos de TI, continuará trasladándose a la OT, creando nuevos retos para las organizaciones. No obstante, la amenaza de ciberdelincuencia se ha incrementado y requerirá de nuevas soluciones personalizadas por sectores de actividad.
 

Ataques de ransomware. A lo largo de los últimos años hemos visto incrementarse notablemente el número de amenazas y ataques de ransomware con métodos "file" y "fileless", siendo ya habitual su presencia en el mundo digital actual. Los ataques seguirán aumentando y serán cada vez más sofisticados, perjudicando a instituciones y organizaciones públicas y privadas, así como a los ciudadanos en general.
 

Crisis, Re-Evolución y Seguridad, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo
 

El sondeo y análisis de la información captada nos ha llevado a relacionar las principales exigencias y retos de seguridad. En la actualidad, se vislumbran líneas de acción, de lo que llamamos Re-Evolución (respuesta evolutiva), para el planteamiento de las mejores soluciones para la gestión del riesgo en materia de seguridad física y ciberseguridad, con nuevas coordenadas para la planificación del manejo de la incertidumbre y la resiliencia.
 

Innovación tecnológica
 

La industria de las seguridades se encuentra en una posición única para identificar los potenciadores más importantes, los eventos disruptivos y los desarrollos derivados de las nuevas exigencias y retos, que darán forma al panorama de la seguridad desde el diseño y desarrollo tecnológico de nuevas soluciones y aplicaciones para una gestión integral e integrada.
 

Especialmente, se prevé que en esta Re-Evolución se irá consolidando la importancia de la ciberseguridad para proteger los diferentes ámbitos institucionales, industriales y comerciales.
 

Tras observar el mercado, escuchar y analizar a grandes usuarios y empresas, creemos que los siguientes temas afectarán a la demanda y la oferta de la industria de las seguridades, en una tendencia consolidada, tanto en este año como en el futuro.
 

El valor compartido
 

El valor compartido en la seguridad es una nueva visión que ofrece soluciones innovadoras de alto valor estratégico y operativo en el mercado globalizado de la seguridad de alto riesgo y, en especial, para los sectores de actividad estratégicos y críticos, contribuyendo al progreso con respuesta a las nuevas exigencias y los nuevos retos.
 

Desde el valor compartido entre la seguridad pública y la privada y la mayor profesionalización de la oferta y la demanda, se plantea igualmente una Re-Evolución y, sin duda, una nueva oportunidad para avanzar en la Seguridad Global de un mundo de retos colectivos y futuro incierto, con necesidad de entender las nuevas dinámicas sociales, económicas, energéticas y tecnológicas, a fin de propiciar el desarrollo de ese amplio concepto de la nueva seguridad que va a estar presente de ahora en adelante.
 

MS202-4


Para ello, se impone la revisión y redefinición de las políticas de seguridad, creando una nueva cultura de seguridad integral e integrada, estableciendo los mecanismos de control y gestión de la seguridad física y lógica, y cuidando los sistemas, sin olvidar dimensionar la resiliencia.
 

Pero también hemos de aprovechar la oportunidad para avanzar en la seguridad global, prevención más protección para los ciudadanos, dado que, en estos momentos, las amenazas se presentan con muchas dimensiones y formas, en ámbitos como la geopolítica, la delincuencia y terrorismo, las catástrofes naturales y, más recientemente, las pandemias mundiales y los efectos multiplicadores de la guerra de Ucrania.
 

Los desafíos que sugiere el nuevo contexto global de riesgos y amenazas requieren soluciones de seguridad innovadoras, tanto en el ámbito público como en el privado, que incorporen a la inteligencia y la tecnología como bases de una estrategia de seguridad necesaria para operar en las organizaciones y la sociedad en su conjunto, pero sin olvidar que el valor social contribuye a crear valor económico, y viceversa, siendo inexcusable el contemplar como un todo ambos tipos de valores.
 

Con ello, podremos ofrecer soluciones holísticas para la Gestión del Riesgo y, especialmente, para las Infraestructuras Estratégicas y Críticas que, sin duda, requieren productos y servicios de seguridad adecuados a sus específicos riesgos, amenazas y vulnerabilidades.
 

También precisamos una Re-Evolución para la colaboración público-privada desde el cumplimiento a la integración operativa, contando con la cooperación de todos los actores involucrados en la regulación, planificación y operación de las diferentes infraestructuras que proporcionan los servicios públicos esenciales para la sociedad, logrando una asociación público-privada que resulte provechosa para todos, sin olvidar que una óptima colaboración descansa en la óptima calidad del proveedor de servicios de seguridad al ciudadano.
 

La experiencia académica
 

También hemos de realizar una Re-Evolución en el desarrollo académico centrado en una profesionalización especializada en la gestión, liderazgo y la mejor organización para la implementación y gestión de los sistemas y servicios de seguridad.
 

Crisis, Re-Evolución y Seguridad, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo


Hemos de Re-Evolucionar la especialización e impulsar a organizaciones y profesionales responsables y comprometidos, para que aprendan y se desarrollen siendo proactivos, innovando, colaborando y aportando valor. Es preciso capacitar a sus líderes y equipos para conseguir ser una organización imparable ante las nuevas exigencias y retos de seguridad de la sociedad.
 

Hemos de Re-Evolucionar el protagonismo de la seguridad en las organizaciones a través de un aprendizaje activo e inmersivo.
 

Creemos en la evolución como un camino de aprendizaje y transformación continuo y compartido que va más allá de la respuesta adaptativa natural, convirtiéndose en una Re-Evolución profunda, ajustada a estos tiempos de crisis múltiple globalizada en los que se requiere un debate individual y conjunto, profundo y sincero, sobre los caminos para superarnos y superarla.


Cuando se cumple un año desde la invasión rusa de Ucrania, según los últimos datos de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, al menos 8.000 civiles han muerto y más de trece millones de personas continúan desarraigadas; entre ellas, casi ocho millones de refugiados en Europa y más de cinco millones de desplazados internos en Ucrania.
Las hostilidades, la inseguridad y la destrucción de sus lugares de origen, imposibilitan el retorno de las personas desplazadas en un futuro cercano, según se indica en dos informes publicados recientemente por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.


Resultan incomprensibles las dificultades, las inseguridades, la desprotección social y el sufrimiento humano que ha provocado esta guerra. Más de un tercio de la población de Ucrania ha sido forzada a huir de su hogar. En ese contexto, la situación de las inseguridades sigue siendo impredecible.
 

Apoyar a las poblaciones desplazadas en Ucrania es una prioridad central. Los retornados espontáneos tendrían que recibir asistencia mediante una combinación de programas humanitarios, de desarrollo, de recuperación y de seguridad, lo que allanaría el camino para la recuperación, la reconstrucción y la reactivación económica.
 

La inseguridad global es manifiesta. Para las personas desplazadas internas, la seguridad y el acceso a una vivienda adecuada son los principales obstáculos para un retorno sostenible en condiciones dignas.
 

Como ha declarado Pascale Moreau, Directora Regional de ACNUR para Europa, “No debe menguar nuestra respuesta para satisfacer las necesidades de las personas desplazadas y garantizar su seguridad hasta que encuentren un hogar”.
 

Consecuencias y repercusiones de la guerra
 

Guerra de Ucrania. Seguridades e inseguridades, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo
 

Además de los miles de víctimas mortales y los millones de desplazados internos y refugiados, gravita sobre la población la violencia de género, el reclutamiento forzado de hombres, los problemas de acceso a alojamiento y medios de vida, la descomposición de la economía, la corrupción, las venganzas, las psicopatías exacerbadas por el estrés y el dolor, y un largo etcétera de horrores, del todo incomprensibles en pleno Siglo XXI, que muestran sin paliativos los deficitarios y débiles avances efectuados en materia de protección global.
 

"Es desgarrador que innumerables niños se lleven la peor parte de este conflicto, forzados a abandonar sus hogares y escuelas mientras huyen en busca de seguridad", dijo Andrew Morley, presidente y director general de World Visión International.
 

Como complemento dantesco de tanto sinsentido, la crisis de Ucrania amenaza y afecta al suministro energético y de alimentos y a la estabilidad económica de algunos de los países más vulnerables del mundo, dado que Rusia y Ucrania proporcionan casi una cuarta parte del suministro mundial de trigo, y ya estamos viendo cómo este conflicto afecta al abastecimiento de alimentos en países como Yemen y Líbano.
 

Las consecuencias humanitarias, económicas y medioambientales siguen creciendo. Y no sólo está pasando factura en Ucrania, sino en todo el mundo, donde sus efectos están alimentando otros conflictos y emergencias.
 

Un conflicto que se extiende por mucho tiempo deja ciudades completamente destruidas y devastadas, pero dentro estaban sus habitantes, que, si tuvieron la suerte de sobrevivir, se encuentran igualmente destrozados por tener que enfrentar el día a día en constante amenaza, soportando el miedo, el hambre, el frío y la pobreza, además de sentir que siempre su vida y la de sus seres queridos, corre peligro.
 

Guerra de Ucrania. Seguridades e inseguridades, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo
 

No obstante, tener de pronto convertidos en ruinas su domicilio, su negocio, su estatus social, su patrimonio o los recuerdos de una vida, no es el drama mayor a enfrentar. El verdadero drama de las víctimas de un conflicto bélico es que muchos pierden a familiares, amigos, vecinos, conocidos e incluso su barrio o entorno afectivo. Esa amputación repentina de toda una biografía es difícil de paliar y menos de sanar por más programas de intervención que se pongan en marcha.
 

Es preciso repensar y reinventar nuestros sistemas energéticos y alimentarios globales pues, los efectos combinados de la guerra de Ucrania y otras crisis e inseguridades relacionadas, están dejando al descubierto importantes vulnerabilidades y debilidades, principalmente en los sistemas energéticos y alimentarios mundiales.
 

La guerra en Ucrania agrava la inseguridad alimentaria. Solo la región del Norte de África y Oriente Medio (MENA), aunque solo representa el 4% de la población mundial, concentra el 30% de la compra mundial de trigo, la mitad de la cual procede de Ucrania y de Rusia. La ONU advierte del aumento de personas con inseguridad alimentaria, como una situación agravada por la guerra en Ucrania.
 

Por otro lado, los ministros del Interior de la UE, en reciente reunión de Consejo informal en Praga, alertaron sobre los riesgos para la seguridad que implica la guerra en Ucrania, que podría acabar generando más tráfico de armas, de personas y de drogas, violencia e incremento de la inseguridad ciudadana en Europa, según la comisaria europea, Ylva Johansson.
 

Desde la perspectiva de la seguridad humana es prioritario poner en el centro de los debates las vidas de las personas y atender de forma prioritaria la necesidad de minimizar el riesgo y las inseguridades para la población civil desde un compromiso riguroso y global.
 

Inteligencia y seguridad
 

El Servicio de Seguridad e Inteligencia de Ucrania (SBU - Sluzhba Bezpeky Ukrayiny) es la agencia de seguridad nacional ucraniana. El acrónimo SBU es el nombre común empleado por los ucranianos para referirse a los servicios secretos que tiene, entre otras funciones la lucha contra los delitos que ponen en peligro la paz y la seguridad de la sociedad, el terrorismo, la corrupción y las actividades delictivas organizadas de la gestión y la economía, así como otros actos ilícitos que amenazan los intereses vitales de Ucrania.
 

Desde que se produjo la invasión rusa los servicios de Inteligencia se han convertido en una herramienta clave y cabe destacar que las Agencias de Inteligencia de Estados Unidos han colaborado con Ucrania desde el comienzo del conflicto apoyando las operaciones de recopilación de información. Un ejemplo de ello podría ser la información en tiempo real a las fuerzas ucranianas de cuándo y dónde impactarían los misiles y bombas lanzados por el ejército ruso, aunque la labor de los servicios de inteligencia va más allá de conocer las posiciones del enemigo.
 

Desafíos a medio y largo plazo
 

Sobrevivir y prosperar es el plan europeo para apoyar a Ucrania en la guerra pero, por desgracia, la guerra tiene pocas perspectivas de terminar a corto plazo. La violencia remite a veces, pero la falta de una solución negociada significa que puede reavivarse en cualquier momento. Los ucranianos y sus simpatizantes de Europa y otros lugares deben hacerse a la idea de que esta será larga y con graves consecuencias.
 

Una crisis como la actual podría desembocar en una grave escalada militar y con graves impactos humanitarios y se hace necesario prever planes de asistencia humanitaria y de políticas de migración y asilo basadas en el respeto a los derechos humanos y las obligaciones internacionales.
 

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha recordado que hay más de 13 millones de ucranianos desplazados de sus hogares por la guerra de Ucrania y ha alertado de que sus perspectivas de volver a sus casas están marcadas por la inseguridad.
 

Igualmente, la preocupación por la seguridad alimentaria en esta región es elevada, como ponen de manifiesto las numerosas declaraciones del Secretario General de la ONU, António Guterres, quien ha hablado de un riesgo «de hundimiento del sistema de alimentación mundial».
 

Pero hay otras batallas que se están librando, también en la comunicación e información. Los usuarios de Internet y las redes sociales están siendo bombardeados con desinformación sobre el conflicto. La campaña de desinformación de Rusia está tratando de convencer a un público en casa y en todo el mundo de que lo que está haciendo en Ucrania es justificable. Todos los violentos lo hacen.
 

Guerra de Ucrania. Seguridades e inseguridades, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo
 

En definitiva, no podemos ni debemos permitirnos seguir construyendo sociedades inseguras, violentas y desiguales, sometidas a riesgos globales, y han de ponerse de manifiesto soluciones, igualmente globales, para su seguridad y protección, basadas en los derechos humanos, el bien común y la solidaridad.
 

Las guerras, en el fondo siempre incomprensibles, también producen pánico, desconfianza social e inseguridad no solo en los países afectados sino en todo el mundo, pero es curioso ver que, pese a que en la historia de nuestro planeta nunca ha habido un periodo con menos guerras que el presente, el análisis de todo el horror, el dolor y la estupidez humana precedentes no ha servido casi nunca para evitar los siguientes conflictos, siempre basados en la injusticia, la inseguridad y el miedo.
 

Por eso es preciso trabajar a nivel mundial por resolver poco a poco tres frentes de sustentación de inseguridades muy concretos:

  1. Erradicar las causas básicas (injusticia, miseria, incultura, desnutrición, explotación, apropiación indebida de territorios o bienes por parte de grupos armados, gobernantes corruptos o potencias extranjeras, etc.).
  2. Erradicar el lucro ilícito que producen las guerras, fabulosa fuente de enriquecimiento en dos de los mayores negocios mundiales, como son la fabricación de armamento y los consorcios internacionales posteriores para la reconstrucción.
  3. Erradicar los temores que alimentan las violencias y venganzas, procurando dar prioridad y recursos para que en todos los ámbitos humanos (educación, familias, trabajos, deportes, medios de comunicación, producciones audiovisuales, etc.) se instaure con urgencia una cultura de paz.
     

Son momentos de profundización y sensibilización hacia lo esencial. Nunca más que antes, hay que llevar también la paz y el ejemplo de cordura a los programas y discursos de nuestros políticos, porque sólo haremos seres sanos, sensibles, sensatos y seguros, si los líderes mediáticos que aparecen en las pantallas mundiales dan muestra de esos valores.


Editado por
MANUEL SANCHEZ GÓMEZ-MERELO
Eduardo Martínez de la Fe
MANUEL SANCHEZ GÓMEZ-MERELO, es consultor internacional de seguridad, arquitecto técnico y periodista. Completa esta formación con diversos cursos de postgrado en las áreas de seguridad pública y privada, defensa comunicaciones.

Dedicado por más de 30 años a la Consultoría e Ingeniería de Seguridad y Defensa por más de 20 países como asesor para asuntos aeroportuarios, puertos, cárceles hospitales, entidades bancarias, museos, transporte ferroviario, servicios de Correos y puertos.

Es socio fundador y presidente para Europa de la Federación Mundial de Seguridad (WSF), Director para Europa de la Secretaría Iberoamericana de Seguridad, Asesor gubernamental en materia de integración operativa de seguridad pública y privada en diversos países latinoamericanos.

Como experiencia académica es profesor de postgrado en ICADE (Universidad Pontificia Comillas de Madrid) desde 1986, codirector de postgrado en la Facultad de Psicología (Universidad Complutense de Madrid) y director del Curso de Seguridad en Infraestructuras Críticas del Instituto General Gutierrez Mellado de la UNED, así como conferenciante habitual y profesor en más de 20 países sobre Seguridad y Defensa.

Su representación institucional es principalmente como Miembro Experto de la Comisión Mixta de Seguridad del Ministerio del Interior, Director para Europa de la Federación Panamericana de Seguridad (FEPASEP), representante “ad honores” de la Federación de Empresas de Seguridad del MERCOSUR (FESESUR), asesor del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para asuntos de Seguridad Ciudadana y Observatorio de Delincuencia en Panamá, socio fundador y de honor del Observatorio de Seguridad Integral en Hospitales (OSICH), socio fundador y vicepresidente de la Asociación para la Protección de Infraestructuras Críticas (APIC)

Autor y director de la BIBLIOTECA DE SEGURIDAD, editorial de Manuales de Proyectos, Organización y Gestión de Seguridad

Actualmente es presidente y director del Grupo de Estudios Técnicos (GET), socio-senior partner de TEMI GROUP Consultoría Internacional y socio-director de CIRCULO de INTELIGENCIA consultora especializada.