Ya queda muy poco para la primavera educativa, a realizarse desde el 13 al 15 de mayo próximos en Valencia. Una verdadera fiesta de la educación para mostrar cientos de proyectos con profesores y alumnos trabajando juntos, como dice la canción, 'por un mundo mejor'.
Allí estaremos con nuestro pequeño granito de arena, compartiendo reflexiones y vivencias de nuestra aventura de casi una década con el curso 'Cómo motivar a los estudiantes mediante actividades científicas atractivas '. ¡Y por supuesto, compartiremos y escucharemos opiniones sobre planes para el futuro!
¡Ya iré contando las novedades!
¿Altera la música el crecimiento de las bacterias?, ¿puede un concierto de Mozart o las sugerentes voces de Aretha Franklin y Amy Winehouse producir un baby-boom bacteriano? Una profesora de ciencias planteó estas preguntas a un grupo de estudiantes de 3º de la ESO y aunque la primer reacción de una alumna fue: 'Bacterias, ¡qué asco!' ... todos se sintieron picados por el bichito de la curiosidad y se pusieron a trabajar para dar respuesta a estas enigmáticas cuestiones.
A Rebeca Sánchez le encanta enseñar y quiere contagiar su pasión por las ciencias a sus alumnos. Y eso que cuando decidió impulsar este proyecto necesitó que le 'prestaran' un centro educativo, dado que estaba en uno de los tantos intervalos de espera de la próxima sustitución en la bolsa de docentes. Mientras tanto, consideró que el curso Cómo motivar a los estudiantes mediante actividades científicas atractivas era una excelente oportunidad para aproximar a chicos y chicas de 3º de la ESO a la vida y obra de las bacterias. Le atraía el tema desde que leyó una noticia sobre cómo las bacterias 'trabajan' mejor en una depuradora de Alemania bajo efectos de la música clásica y una investigación realizada en la NASA sobre el efecto de las vibraciones en bacterias durante vuelos espaciales mostrando algunos resultados sorprendentes como, por ejemplo, el cambio en la resistencia a los antibióticos.
Como punto de partida buscó y halló en youtube un video sobre la noticia del tratamiento de aguas residuales en Alemania. Juan José Asensi, profesor del IES Sorolla donde llevaron a cabo el proyecto, realizó la transcripción antes de presentarlo a los chicos. No les sorprendió la percepción negativa que tenían de las bacterias, que suelen vincularlas -como la mayoría de la gente- a palabras como 'suciedad', 'enfermedad', 'riesgo', 'infección', 'basura' y 'repugnancia'. El pequeño video introductorio sirvió para hacerles conocer un 'buen servicio' de las bacterias, mostrando cómo trabajaban con ahínco en una depuradora transformada en un improvisado conciertazo de música clásica. Lo hacían tan bien que la empresa podía ahorrar en torno a los diez mil euros anuales gracias a la música. Quizás más de uno soñó con su maleta de bacterias emulando la manera de cultivar patatas de Matt Damon en un próximo viaje a Marte, sólo que al ritmo de raeggeton. Aunque flotaba la duda: ¿o es que acaso las bacterias tienen orejas?
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Un reciente informe dentro del ambicioso Programa Horizonte 2020 volvió a insistir en este problema clave para el futuro de Europa: cómo hacer la ciencia y la tecnología más atractiva para los estudiantes. ¡Nos encanta comentar en este post cómo más de 400 profesores junto a sus estudiantes lo vienen haciendo posible hace casi una década!
Durante estos nueve años venimos observando una paradoja que se va haciendo cada vez más incomprensible: la explosión de la nanotecnología y los metamateriales, los impresionantes avances experimentados por doquier en genómica, inteligencia artificial, robótica y cosmología de precisión, aplicaciones al alcance de la mano de Vehículos Aéreos No Tripulados (los famosos drones) e impresoras 3D, big data junto a la Internet de las cosas (Internet of Things) y un extenso etcétera que supone la materialización de nuevas demandas formativas... Y ANTE ESTO el creciente desinterés de los adolescentes y jóvenes hacia el estudio de la ciencia y la tecnología (especialmente en Occidente).
Aunque la problemática sobre cómo mejorar la motivación de los estudiantes (y también de los docentes) en Occidente es de larga data, se viene resaltando en Europa a través de informes como Europe Needs More Scientists (CE, 2004) y las recientes recomendaciones hechas dentro del Programa Horizonte2020 (EC, 2016).
Recuerdo cómo dando vueltas en torno a esta preocupación nos reunimos –allá por el año 2006- un grupo de formadores e investigadores y fuimos conformando una comunidad de práctica (CP). Uniendo una diversidad de miradas, desde el ámbito de la educación formal y no formal, nació el proyecto Cómo motivar a los estudiantes mediante actividades científicas atractivas , un curso de 75 horas organizado con la participación conjunta de miembros del Centro de Formación del Profesorado (CEFIRE), del staff creativo del Museo de Ciencias Príncipe Felipe, profesores del Liceo Francés y del Colegio Alemán de Valencia, junto a la Universidad Politécnica de Valencia y otros actores que se han ido sumando con el transcurso del tiempo.
Con una participación de 400 profesores y profesoras que llevaron a cabo más de 200 proyectos, el proyecto fue enriqueciendo la mirada de miles de estudiantes hacia la ciencia y la tecnología, incorporando progresivamente técnicas innovadoras con uso de TICs, tablets y sensores, diferentes artilugios y juguetes hasta las aplicaciones de gamification y realidad aumentada. Una diversidad de proyectos con estrategias didácticas utilizadas en diferentes países (Francia, Alemania, UK y España) y en educación informal (juguetes, museos, fábricas, etc.) orientadas a la enseñanza y el aprendizaje STEM (Science, technology, Engineering and Mathematics) y, más recientemente, con el agregado de la A de Arte (STEAM).
Esta propuesta ha sido destacada como ejemplo de buenas prácticas por la UNESCO (2010) y algunos proyectos han obtenido importantes distinciones, entre ellas el 1º Premio Nacional del Ministerio de Educación en ka categoría de blogs educativos por ‘El Blog: herramienta de motivación para el estudio de las Ciencias’ (2009) y Premios de Innovación por la aplicación de ‘Bolígrafo digital para la Wii’ (2011) y ‘Realidad aumentada en magnetismo’ (2013).
Como ya comenté en el post anterior los mind maps y mapas conceptuales, popularizados en la década de los 60, están en pleno auge gracias al empuje de numerosas herramientas, con una clara tendencia hacia el uso de Apps. La mayoría va orientada a los mapas mentales, sobre todo porque se los considera una potente herramienta para el desarrollo de la creatividad... aunque en mi opinión van mucho más allá de eso y casi todos pueden usarse indistintamente para hacer braining map sin distinciones. ¿Las conoces?, ¿por cuál votas?
El mapping en cada caso dependerá de factores relativos a la funcionalidad para capturar la información así como el diseño para presentarla de manera más o menos atractiva. Y por supuesto, el resultado depende de la tarea y del objetivo planteado (¿qué competencias se pretende poner en práctica?). En lo fundamental, estas aplicaciones se alejan del concepto de tomar nota como puede hacerse con Evernote o Google Keep. No se trata de relaciones lineales sino de ir formando una estructura que asemeja a la forma en que se producen las funciones cognitivas en nuestro cerebro y el mayor o menor grado de organización que deseamos darle. Destacamos en primer lugar al software desarrollado por quienes introdujeron los mapas mentales y conceptuales:
1) Cmaptools
Este software gratuito (versión off-line, on-line y en App) fue desarrollado en el Institute for Human and Machine Cognition (IHMC) de la Universidad de West Florida (Estados Unidos) a partir de los trabajos realizados por Joseph D. Novak y colaboradores, entre los que destaca Alberto J. Cañas . Si bien la aplicación se hizo originalmente para mapas conceptuales (ver post anterior), también pueden realizarse con él los tradicionales mind maps. Es bastante intuitivo, amigable y fácil de utilizar. Tuve el placer, junto a otros investigadores, de participar en uno de sus libros sobre usos de los mapas conceptuales en el ámbito de las empresas y los negocios (Se trata de Applied Concept Mapping). Así que aprovecho para poner como ejemplo uno de los mapas que incluimos en ese capítulo, mostrando su uso para mejorar el aprendizaje organizacional y los procesos de transferencia de conocimiento. En concreto: se trató de 'plasmar' el conocimiento de un área técnica en una empresa ortopédica sobre un producto para poder 'transferirlo' con facilidad a otras áreas, especialmente ventas (Barberá, Edwards-Schachter & De los Reyes, 2010). Nuestro mapa se ve un poco aburrido, ya que la aplicación -que puede trabajarse tanto off-line (descargar aquí) como on-line 'en la nube - tiene muchísimas opciones en cuanto a hacer un diseño atractivo. Se pueden cambiar colores, agregar todo tipo de enlaces a pod-casts, videos, presentaciones power point o prezi, etc. y hacerlos tan complejos como se quiera. En mi opinión, son una excelente herramienta para sintetizar en un solo mapa navegable una asignatura o un proyecto, además de ser muy valiosos como instrumento de investigación. Entre sus ventajas destaca la facilidad de uso, la abundancia de ejemplos, tutoriales, videos en youtube, foros y recomendaciones en la Web sobre su uso, es fácilmente personalizable, se puede guardar en varios formatos, permite la búsqueda de palabras dentro del mapa, se pueden agregar imágenes Clip Art y ... ¡es gratis! ¿Su principal desventaja? Su lentitud a la hora de compartir en Internet, pero por lo demás es una de las mejores opciones.
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Estrategia de aprendizaje, recurso para entender mejor un concepto complejo, método mnemotécnico, herramienta de brainstorming… Estos y otros calificativos proliferan en la abundante oferta de Apps para hacer mapas mentales y conceptuales. Algunas con diseños más sofisticados que otras, para trabajar desde la comodidad de tu smartphone, solo o en redes colaborativas. La mayoría parece adaptarse a diferentes ámbitos, ya sea la empresa o la escuela, así como a la edad de los usuarios. Entre tantas opciones tecnológicas a veces se genera confusión sobre el para qué los utilizamos. Como le pasó a un colega, que mostrándome un colorido mapa mental con una típica agenda de actividades me preguntó qué tenía de ‘mental’ o dónde residía su magia creativa.
¿Qué sucedería si pudiésemos transmitir de manera instantánea lo que pensamos, ‘mapear’ completamente el pensamiento? Este anhelo de registrar nuestras ideas, mejor dicho, de seleccionar algunos pensamientos y hacerlos tangibles a través de símbolos sobre un medio físico como piedra o papel forma parte de la aventura humana. La escritura jeroglífica, por ejemplo, recurría a dibujos para representar palabras. Me lo imagino a Imhotep, ese polifacético médico, matemático, astrónomo y arquitecto egipcio, volcando sobre un papiro su forma de entender el cuerpo humano (como el que se expone en la Academia de Medicina de New York) o planificando la próxima reunión con el faraón de turno.
Desde esta perspectiva, los mapas mentales y conceptuales no son algo nuevo, ambos hacen uso de símbolos, como palabras, formas geométricas y -con ayuda de Internet- imágenes, podcasts y videos- para ‘mapear’ pensamientos e ideas. ¿Cuál es la diferencia entre los mapas mentales y conceptuales y en qué medida nos ayudan a ‘pensar’ mejor?
Hace más de una década que en un ensayo que titulé Redes para la paz hablaba de la construcción de culturas donde tuvieran cabida las diferentes percepciones y modos de vivir la paz, las diversas 'paces' y formas en que deseamos desarrollarnos. Imaginaba cómo ocurriría esa perentoria innovación social reclamada en 1972 por miembros del Club de Roma en el reporte Los Límites del Crecimiento para orientarnos hacia un desarrollo más humano, integral y sostenible. Intuía cómo podríamos transformar nuestras prácticas sociales, tejer esas redes de utopía, para crear esa eu-topia, un nuevo sitio para la humanidad. Me había preguntado, sin cavilar demasiado: '¿Se está gestando una nueva sociedad global, una reformulación civilizatoria, cuyos perfiles aún no alcanzamos a definir de un modo nítido? ¿Una sociedad en la que estamos tomando plena conciencia y un conocimiento más profundo de nuestra naturaleza y nuestro papel en la evolución de la vida?'
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Innovar socialmente es transformar nuestras maneras de ver y hacer para producir un cambio profundo en nuestras prácticas sociales y culturales. Un camino donde se construyen nuevos espacios y valores. Y a veces, un modo de sanar las heridas de la sociedad. Esto ocurrió el pasado domingo en el centro de Valencia con Zapatos Rojos. Una acción que nació en 2009 en la Ciudad de Juárez (México) de la mano de la artista Elina Chauvet, con 33 pares de zapatos donados para visualizar los crímenes y desapariciones de mujeres en la zona. Un llamado a una poderosa innovación social para erradicar el feminicidio.
'El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer y en ese claroscuro surgen monstruos'. Las palabras de Antonio Gramsci retratan inequívocamente los desequilibrios que estamos experimentando entre la imperiosa necesidad de CAMBIO y la lucha cotidiana por la supervivencia. Creatividad, participación y sobre todo PASIÓN POR CAMBIAR EL MUNDO llenaron de magia la primera jornada del Segundo foro de Innovación Social que tuvo lugar en la Ciudad Politécnica de la Innovación (Valencia). Un bullicio de ideas para derrotar esos monstruos y mostrar la gran diversidad de caminos para pasar de la visión a la acción.
'Una oportunidad para compartir tendencias y experiencias en innovación social' ... 'Un espacio para aprender y para inspirar a una comunidad creciente de gente apasionada por resolver los retos sociales de una forma distinta'... Con este espíritu se llevó a cabo el II Foro Internacional de Innovación Social.
Cuando las cosas se hacen con ilusión, con optimismo, con muchas ganas...esa pasión y esa alegría se vuelven contagiosas. ¡Y se nota! De eso dan cuenta las sonrisas y los aplausos de cientos de personas -me incluyo- congregadas en el 'cubo azul' del Campus de la Universidad Politécnica de Valencia. Se notó en las decenas de experiencias, en el entusiasta Gigalab y el torbellino de ideas generadas por los más de 300 participantes. Networking social y mucho más, gracias al impulso de la Red Creactiva, una red formada hace un año por Jovesolides, Iwith.org, Fundación Esplai, Sinnergiak y el IVAJ para el impulso del emprendimiento y la innovación social. Cuando acaba esa explosión de energía compartida y volvemos a nuestros 'cubículos' llega la pregunta inevitable: ¿qué me quedó de todo esto?
Resumo 'mis sensaciones' en tres afirmaciones:
1) los monstruos todavía están aquí ... y luchar contra ellos no es fácil
2) la buena noticia es que... ¡se puede!
3) 'lo pequeño es hermoso'. Eso dijo Ernst Friedrich 'Fritz' Schumacher, para caracterizar la emergencia de una nueva economía. Pero más hermoso aún es ver que vamos avanzando 'desde lo pequeño', superando la fragmentación y el aislamiento, hacia la integración y la tan ansiada escalabilidad de las innovaciones sociales.
LA LUCHA CONTRA LOS MONSTRUOS NO ES FÁCIL
Esto se vislumbró en casi todas las ponencias: limitación de recursos, ausencia de soporte institucional, falta de conectividad y espacios de interacción, escaso diálogo entre diferentes actores, infoxicación, gestión ineficiente...sentir que a veces parece que todo cambia y nada cambia.
Los monstruos asomaron en la primer ponencia, agazapados bajo un título tan prometedor como el de @GonzaloFanjul : 'Innovación social para la paz'
Me quedó en la retina la imagen de la primer foto que puso en la pantalla: una barca repleta de inmigrantes. Creo no equivocarme al afirmar que la mayoría de los presentes compartió su indignación ante la ambigüedad, la desinformación y la impunidad de un ejercicio del derecho comunitario que nada tiene ya del 'sueño de la gran Europa'.
La formación en emprendimiento o emprendedurismo está en auge, aunque al mismo tiempo hay cierta preocupación ante la falta de evidencia sobre la efectividad de los programas educativos y su impacto en cuanto a dar respuesta a las necesidades sociales y económicas del territorio. En esta entrevista con Isabel Rufino hablamos de un proyecto desarrollado en el oeste de Portugal, Fabrica do Empresário, que da algunas claves sobre la articulación entre la educación para el emprendimiento y el desarrollo territorial.
Es la pregunta que venía a mi cabeza momentos antes de encontrarme con Isabel Rufino.
Ya en algún post anterior hemos visto que la respuesta no es fácil.
¿Qué significa ‘emprender’ y ‘ser emprendedor’ y cómo podemos evaluar si lo estamos haciendo bien? ¿Habría que hacerlo en términos generales de generación de nuevos negocios, creación de empresas, start-ups... ? ¿Hay que considerar también empresas 'sociales', iniciativas free-lance y de auto-empleo...? Además, puestos a enseñar, también depende el cómo hacerlo, tanto por sus finalidades como por contenidos y metodologías. ¿Qué papel desempeña el territorio, ‘lo local’ para el desarrollo de eso que llamamos el ‘espíritu emprendedor’? En este post buscamos respuestas a estas preguntas buceando en el pensamiento de Isabel Rufino y Fabrica do Empresário, un proyecto llevado a cabo en la región de Benedita (Portugal).
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Tal vez desayunaron como tantas otras mañanas o quizás una dosis de impaciencia hizo despertar a más de un@ a la madrugada. Hoy día 21 de julio se dio a conocer la lista de las 48 becas para continuar estudios de posgrado en America del Norte otorgadas por La Caixa. Toda selección lleva intrínseca una cuota de tristeza, la de aquell@s que no están en la lista. Para ellos queda la impronta de saber que sus proyectos también podrán hacerse realidad a través de otros caminos y otras oportunidades que traerá la vida. ¿Por qué no incluso en las próximas convocatorias de La Caixa? Para los seleccionados, implica comenzar a trabajar duro y asumir la gran responsabilidad de generar conocimientos relevantes y contribuir al avance de la sociedad y la construcción del futuro.
A veces los caminos para concretar los sueños son difíciles y pueden llegar a verse como ‘imposibles’. Hay quienes piensan en la influencia de la buena suerte, aunque no haya ninguna evidencia científica al respecto. Lo cierto es que una conjunción de factores hace que en un determinado momento una persona tome la decisión de presentarse a una convocatoria para pedir una beca, como las que propone dentro de un amplio programa para continuar estudios de postgrado la Fundación La Caixa
Hoy 21 de julio ha culminado el proceso de evaluación del Programa de posgrado para América del Norte -un proceso transparente donde he tenido el privilegio de participar, cuyos detalles están publicados en la web abriendo la posibilidad de hacer realidad un conjunto de proyectos que evidencian no sólo una gran pasión por investigar sino muchas ganas de contribuir a la mejora de la sociedad y las condiciones de vida en nuestro planeta. Como comenta Ignacio de Sande Palma en un post a propósito de estas experiencias en su blog Caminahora, las mejores universidades de Estados Unidos se caracterizan por ofertar unos programas de posgrado de gran calidad, aunque con unos costes de matriculación absolutamente desorbitados. Programas de becas como éste han ayudado y siguen ayudando a muchas personas a cumplir con el sueño de acceder a estos Master y Doctorados.
He tratado de imaginar el camino seguido por cada candidat@ después del ‘sí, me presento’, ese camino donde van entrelazándose las ganas con cierta inseguridad, el 'miedo a no conseguirlo', ese miedo que representa una especie de línea divisoria entre lo que eres y haces de lo que te gustaría ser y hacer. Quien más, quien menos, esa sensación está presente en cada uno, aún teniendo una preparación y un recorrido académico que rozan lo increíble para personas tan jóvenes, a veces con tan sólo 20 años.
Cada nombre de la lista alberga la llama de una fuerte motivación (tanto intrínseca como extrínseca), la minuciosa organización de los links más apropiados, la atención y el cariño puestos para escribir una memoria explicando de la mejor manera un sueño con forma de proyecto. ¡Cuánta ilusión, trabajo y perseverancia hay detrás de cada click, con cada trozo de información! Al final, pasada la última revisión y los últimos consejos, llega el suspiro de la labor cumplida, la satisfacción de decirse a sí mism@: ¡me merezco esta oportunidad!… y la parte menos grata, la espera.
Me imagino la enorme alegría que están sintiendo hoy estos nuevos becari@s de La Caixa, la enorme satisfacción de sus familiares y sus amigos, las de muchos de sus profesores ... Un tímido reflejo puede verse en las opiniones de quienes las obtuvieron en ediciones anteriores gracias a youtube o la página en facebook
Me hubiera gustado que el número de becas fuese mayor, por la gran calidad y potencialidad tanto en investigación como en innovación de las numerosas propuestas presentadas. Estoy convencida de que -más allá de los resultados- el proceso en sí mismo constituye una excelente oportunidad para aprender ... y para repetir la experiencia. Intuyo que en la mayoría de los casos la postulación incluye una suerte de análisis FODA personal, una ocasión para reflexionar sobre:
- las propias fortalezas (unas ideas que parecen geniales, el fortalecimiento de 'soft' skills y competencias),
- las oportunidades (ver la manera de ir adelantando contactos con investigadores y centros donde se proyectan cientos de ilusiones),
- las debilidades (¿qué hago con este expediente que no es tan ‘excelente’ si lo comparo con otros?, ¿cómo defiendo esos aspectos menos interesantes de mi proyecto?)
- las amenazas (lo que quiero hacer, ¿no estará ya muy visto?, ¿cuánto aportará de bueno a la sociedad, cómo será su impacto … para justificar que se invierta tanto dinero en mi propuesta?).
A quienes quieran seguir apostando por sus sueños y desean una información sobre esta convocatoria, adjunto un par de videos con la presentación del programa del 2015, que detalla las características y antecedentes de este programa, así como algunos consejos prácticos a la hora de preparar las entrevistas y algunas entradas en blogs que serán de utilidad para preparar la convocatoria del 2016.
A los que han sido elegidos les toca esperar un poco antes de ese encuentro formal donde pueden llegar a experimentar lo mismo que Luis Díaz del Dedo, ahora CEO en Gamisfaction, cuando el presidente de La Caixa dijo su nombre.