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Noticias de Física



Gabriel Barceló

En nuestra entrada anterior nos preguntábamos: ¿Pero realmente es posible la existencia de agujeros negros en el universo?
Incluso también cuestionábamos: ¿Pero es necesaria la existencia de los agujeros negros?
¿Ha sido realizado un análisis temporal de estas singularidades?
(https://www.tendencias21.net/fisica/Y-eso-de-los-agujeros-Negros_a59.html)


Decíamos ayer: Este sería el concepto de agujero negro como cuerpo celeste, en cuyo interior exista tal concentración de masa, que su campo gravitatorio no permitirá que ninguna partícula material, o incluso la luz, puedan escapar.
A nivel conceptual, esta es una elucubración lógica, no obstante, podríamos preguntarnos si la masa bariónica puede comportarse de esta forma, y difícilmente tendríamos una respuesta probada y fundamentada en el método científico.
Además de esa pregunta sobre las posibles configuraciones reales de la masa: ¿es posible que la masa bariónica se pueda concentrar realmente de esa forma?, parece contradictorio plantearse querer hacer una fotografía de un supuesto objeto celeste del que la luz no puede escapar. ¿No es ya una quimera ese propósito?
Pero vamos a continuar en este Blog con nuestras reflexiones…
 
Según el proyecto Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP) de la NASA, la edad del universo se estima en 13.770 millones de años, (The Age of the Universe with New Accuracy. NASA. https://map.gsfc.nasa.gov/), por otro lado, esa singularidad del Agujero Negro, se supone que deberá ir drenando la masa celeste a su alrededor, engulléndola y haciéndola desaparecer en su seno: ¿Alguien ha detectado este fenómeno tan lógico?
Si estos cuerpos supermasivos atraen a las masas circundantes, ¿Cuánto tiempo necesitan para absorber toda la masa del universo?
¿No debería haber desaparecido el universo, tragado por los supuestos agujeros negros, en 13.770 millones de años? ¿Son todavía pocos años?
El hecho es que desde hace casi veinte años, nos amenazan con estas supuestas singularidades celestes (Schödel, R. et 22 coautores: Una estrella en una órbita de 15.2 años alrededor del agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea. Nature, vol 419, págs. 694-696, 17 de octubre de 2002. También Gebhardt, Karl: Hacia el corazón de la oscuridad. Nature, vol 419, págs. 675-676, 17 de octubre de 2002) y todavía no ha desaparecido el universo, pero tampoco existe traza alguna de que vaya a desaparecer engullido por esos supuestos agujeros. Incluso en la historia de la cosmología, no tenemos referencias de que este fenómeno haya sido observado nunca, en todo el universo, a lo largo de la historia. ¿Entonces qué está pasando?
 
En nuestra opinión, se están intentando aplicar unas hipótesis equivocadas, para poder interpretar la dinámica de las galaxias. En vez de cuestionar la ley gravitacional empleada, se atribuyó la anomalía a otras causas, como la posible existencia de los agujeros negros o a la existencia de materia y energía oscura, que nadie ha detectado, y de la que nadie conoce su configuración.
En el tratado Imago Universi: una historia de la concepción humana del Cosmos. (Epígrafe 18.8.5, pág.334. Ed. Arpegio Barcelona, 2013: http://imagouniversi.com/), proponíamos: El comportamiento dinámico de las galaxias, y de sus propios elementos, podría analizarse en base a la Teoría de Interacciones Dinámicas, ya que creemos sería posible obtener una coherencia suficiente entre formulaciones y resultados. Bajo estos supuestos, también podría tener solución el origen de la simetría rotacional del Sol, o las leyes que regulan la aparente simetría y estructura de las galaxias.
En el tratado Nuevo paradigma en Física añadíamos: Proponemos que en este análisis de la dinámica de las galaxias, se analice la analogía con otros fenómenos de la naturaleza similares, por ejemplo con la dinámica de los vórtices atmosféricos (huracanes),…en los que se advierte como la masa de aire rota, sin necesitar una gran masa central, que genere una fuerza centrípeta. (Barceló, Gabriel: New Paradigm in Physics, Volume II: Assumptions and applications of the Theory of Dynamics Interactions. https://newparadigminphysics.com/es/inicio/ Epigraph 8.2.4.4. Amazon, 2018).
Ya anteriormente habíamos sugerido: ¿Cuál sería la deducción lógica de un observador en el espacio al advertir el núcleo de un huracán o ciclón sobre la superficie terrestre? ¿Debería suponer que en la tierra existe materia o energía oscura invisible que es la causante de esos huracanes? En nuestra opinión, el investigador debe indagar todas las alternativas posibles, e insistir en la búsqueda de la verdad. Por ello, hemos analizado las leyes dinámicas de comportamiento de los cuerpos sometidos a aceleraciones por rotaciones, y hemos llegado a la conclusión de que es más probable que ni en los huracanes de la Tierra, ni en el espacio, exista tal materia o energía oscura, ni agujeros negros, y que, en cambio, la dinámica de todos estos fenómenos responda a las leyes que resultan de la TID.
Por todo ello reiteramos la importancia de aplicar el modelo que proponemos, para mejor comprender el comportamiento dinámico de las galaxias y de los sistemas celestes en rotación (Imago Universi: una historia de la concepción humana del Cosmos. Epígrafe 18.8.5, pág. 335. Ed. Arpegio Barcelona, 2013: http://imagouniversi.com/).
Insistimos que: Con la Teoría de Interacciones Dinámicas no es necesario realizar especulaciones sobre supuesta materia oscura, ni tampoco sobre pretendidos agujeros negros, para comprender el comportamiento dinámico de las galaxias y de los cuerpos celestes. (New Paradigm in Physics, Volume II: Assumptions and applications of the Theory of Dynamics Interactions. Epigraph 8.2.4.4. Amazon, https://newparadigminphysics.com/es/inicio/).
 
Por todo ello, en mi opinión personal, la ilustración digitalizada y computerizada, realizada con las múltiples observaciones de siete observatorios terrestres coordinados, no puede entenderse que es prueba suficiente de la existencia de un agujero negro, ni incluso, prueba de su sombra real.
Por tanto, para poder cambiar de parecer, seguiremos esperando la presentación de una nueva prueba, basada en el Método Científico, que confirme la existencia de esas singularidades celestes.
Y mientras tanto, seguimos considerando que la dinámica de las galaxias no exige la existencia de Agujeros Negros, y que puede justificarse más fácilmente con la Teoría de Interacciones Dinámicas que proponemos.

Gabriel Barceló
27/04/2019


Noticias de Física



Gabriel Barceló

La pasada semana se anunció reiteradamente que el conjunto de observatorios que constituyen el Telescopio Horizonte de Sucesos (EHT) había permitido obtener una supuesta imagen, la primera de la historia, de un agujero negro.


Realmente, se ha divulgado ampliamente la sombra del supuesto agujero negro supermasivo, situado en el centro de la galaxia Messier 87.
En esta revista se ha difundido extensamente esta noticia:
https://www.tendencias21.net/Captan-la-primera-imagen-real-de-un-agujero-negro_a45193.html
 
https://club.tendencias21.net/mundo/Nuevas-investigaciones-sobre-los-agujeros-negros_a36.html
 
Por nuestra parte aclarábamos que realmente, no se ha revelado la imagen de un agujero negro, sino una sombra que se desea identificar como tal:
https://www.tendencias21.net/fisica/Astronomos-captan-la-primera-imagen-de-un-agujero-negro_a58.html
 
A pesar de la difusión de tal acontecimiento, y tras la exaltación apasionada de esas configuraciones estelares, podemos analizar con más tranquilidad, esa noticia, y discutir sobre esas singularidades celestes.
 
Es innegable que nuestros conocimientos sobre el universo acaban de empezar. La evolución y gestión de esta información se acelera con nuevos instrumentos de observación.
Una nueva época de investigación astronómica nació realmente con la puesta en órbita del telescopio espacial Hubble, el 24 de abril de 1990, como un proyecto conjunto de la NASA y de la Agencia Espacial Europea. Con su lanzamiento, se inauguró el programa de Grandes Observatorios espaciales. Lo que supone la ventaja de disponer de contemplaciones, sin la distorsión que produce la atmósfera y sus turbulencias.
 
Posteriormente, hemos tenido otras experiencias científicas similares, como el observatorio para infrarrojo espacial Spitzer (SST), lanzado el 25 de agosto de 2003.
Por último, el observatorio espacial James Webb (JWST), desarrollado por la colaboración de 17 países, y que mejorará las capacidades actuales, estudiando el cielo en frecuencia infrarroja. Está previsto su lanzamiento en 2020, y será el sucesor científico del Hubble y el Spitzer.
El Telescopio Horizonte de Sucesos (EHT), no es un telescopio espacial, pero su diseño permite nuevas e inéditas observaciones del universo.
 
Agujeros Negros
En la historia de la cosmología se ha especulado, desde hace muchos años, sobre supuestas concentraciones singulares de masa en el espacio. Este sería el concepto de agujero negro como cuerpo celeste, en cuyo interior exista tal concentración de masa, que su campo gravitatorio no permitirá que ninguna partícula material, o incluso la luz, puedan escapar.
A nivel conceptual, esta es una elucubración lógica, no obstante, podríamos preguntarnos si la masa bariónica puede comportarse de esta forma, y difícilmente tendríamos una respuesta probada y fundamentada en el método científico.
 
No obstante, en 1967, Stephen Hawking y Roger Penrose calcularon y demostraron que, conforme a las ecuaciones de Einstein, podría deducirse matemáticamente la existencia de estos cuerpos en el cosmos.
Su argumentación lógica determinaba que el modelo matemático de la Teoría de la Relatividad permitía deducir esas singularidades en el cosmos, pero no probaba su existencia.
Pero aunque su deducción no era más que una especulación racional, los astrónomos se dedicaron a buscar esos supuestos agujeros negros. Fue John Wheeler quien en 1969, propuso el término "agujero negro".
 
No obstante, Einstein nunca aceptó esas posibles singularidades cosmológicas. No admitía que toda la masa de una estrella pudiera concentrase en un punto, aunque su modelo matemático lo permitiese. Deducía que la masa debería ocupar una región finita, pero concreta, por lo que siempre se opuso a la existencia de agujeros negros
También Eddington se opuso a esa idea de que un cuerpo celeste pudiera colapsarse y alcanzar un tamaño nulo, lo que implicaría una singularidad de materia.
 
No obstante, en los últimos años, se ha extendido la idea de su existencia en la naturaleza y se ha intentado capturar su imagen.
Incluso, en esta búsqueda, en los últimos años, se ha llegado a afirmar que en el centro de las galaxias existen agujeros negros. Un supuesto agujero negro podría encontrase en el centro de la Galaxia, tipo Seyfert, M106. Incluso se ha propuesto que también en el centro de la Vía Láctea, se encuentra un gran agujero negro, denominado Sagitario A, con una masa equivalente a la de cuatro millones de soles (Melia, Fulvio: El Agujero Negro en el Centro de Nuestra Galaxia. Universidad Princeton, 2001, reimpreso en "Science", 18 de Julio de 2003, p. 314).
 
De esta forma se intenta justificar la dinámica de las galaxias, que no corresponde a las leyes de la gravedad newtoniana.
Según un portal de la propia NASA: La intensa gravedad del agujero negro impide que cualquier luz escape de él, y es por lo tanto, invisible. ("negro" de hecho!). Sus alrededores, sin embargo, contienen una densidad bastante alta de estrellas incluyendo una estrella grande -aproximadamente 15 veces la masa del Sol y 7 veces su radio- la cual fue recientemente localizada con una trayectoria alrededor del centro del agujero negro, con un período orbital de solo 15.2 años. Esa estrella, designada S2 por los astrónomos, describe una elipse, la cual en el punto más cercano se acerca aproximadamente a 124 unidades astronómicas (1 UA = distancia media del Sol - Tierra) del centro de la galaxia (NASA From Stargazers to Starships". De Astrónomos a Astronaves
http://www.phy6.org/stargaze/Mintro.htm).
 
En estas circunstancias podríamos preguntarnos: ¿Pero realmente es posible la existencia de agujeros negros en el universo?
Incluso también: ¿Pero es necesaria la existencia de los agujeros negros?
¿Ha sido realizado un análisis temporal de estas singularidades?
 
Continuaremos en este Blog con nuestras reflexiones…
 

Gabriel Barceló
17/04/2019


Noticias de Física



Gabriel Barceló

Con estos titulares, los periódicos de todo el mundo anunciaron ayer los resultados obtenidos por el consorcio EHT, en seis ruedas de prensa simultáneas celebradas en Washington, Bruselas, Santiago de Chile, Shanghái, Taipei y Tokio.


A pesar del anuncio previo de estos supuestos descubrimientos científicos, el resultado puede considerarse algo decepcionante. La anunciada fotografía de un agujero negro, que nunca hasta ahora había podido ser captada por la tecnología humana, se ha convertido realmente en una imagen de una estructura en forma de anillo, con una región oscura central, que se supone es la sombra del agujero negro.
 
Por tanto, a pesar de la difusión de tal acontecimiento, no se ha divulgado la imagen de un agujero negro, sino una sombra que se desea identificar como tal.
 
El consorcio ha añadido que la sombra de un agujero negro, es lo más cercano a lo que podemos llegar de obtener una imagen de un agujero negro en sí, un objeto completamente oscuro del cual ni siquiera la luz puede escapar.
 
Los investigadores involucrados, han publicado en la misma fecha del 10 de abril, una edición especial de la revista Astrophysical Journal Letters, con seis artículos divulgativos. La imagen muestra el agujero negro en el centro de la galaxia Messier 87 (M87). Este supuesto agujero negro se encuentra a 55 millones de años luz de la Tierra y es 6.500 millones de veces más masivo que el Sol.
 
Lo que sí es destacable es que esta supuesta hazaña histórica, ha sido realizada por una red internacional de radiotelescopios llamada Telescopio de Horizonte de Sucesos (EHT por sus siglas en inglés)
 
El Telescopio Horizonte de Sucesos es, por tanto, un instrumento para la observación de objetos lejanos, de escala planetaria, constituido por ocho radiotelescopios individuales y separados a grandes distancias. Fue creado gracias a una colaboración internacional, con el objetivo de capturar las primeras imágenes de los agujeros negros.
 
El EHT ha supuesto un asombroso reto internacional, al conectar telescopios ya existentes, situados en Hawái y Arizona (Estados Unidos), México, Sierra Nevada (Granada, España), en el desierto chileno de Atacama y la Antártida. El telescopio del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM) 30 metros de Sierra Nevada, ha sido la aportación española a este proyecto.
 
Diversos astrónomos españoles han participado también en esta hazaña científica, pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), al Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), al Instituto Geográfico Nacional (IGN), y al Instituto de Radioastronomía Milimétrica, de Granada.
 

Gabriel Barceló
11/04/2019


Editorial Arpegio ha publicado, con ese título, un nuevo libro sobre Cristóbal Colón, en el que se plantea un análisis inédito, y se proponen nuevas hipótesis lógicas, inesperadas y sorprendentes. El texto propone nuevas claves sobre los posibles enigmas de su vida.


LA ASOCIACIÓN Y EL COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS INDUSTRIALES DE MADRID han convocado un acto de presentación del libro: Colón y su Empresa de Indias: ¿Comercio, descubrimiento o cruzada?, (http://editorialarpegio.com/Libro46Novedades.htm ), que se celebrará el día 10 de abril de 2019 a las 19,00 horas, en el Salón de Actos del COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS INDUSTRIALES DE MADRID, (c/ Hernán Cortés, 13).
Quien desee asistir, se ruega haga confirmación previa de asistencia, en el teléfono: 91 521 40 41, o por correo electrónico: aiim@aiim.es.
La ficha del libro es la siguiente:
AUTOR:
Gabriel Barceló Rico-Avello
Con la colaboración de:
Eduardo Barceló Aristoy
TÍTULO: Colón y su Empresa de Indias ¿Comercio, descubrimiento o cruzada?
FORMATO: 17 x 24 cm
NÚMERO DE PÁGINAS: 366
 
Por más que se haya escrito sobre Colón, el descubrimiento y sus relaciones con los Reyes Católicos, este libro constituye una insospechada novedad, en tanto que plantea perspectivas ignoradas, que le abren al lector nuevos y fascinantes campos de interés, ampliando su imaginación.
Destaca en este libro, en concreto, el análisis del cambio de actitud de los Reyes Católicos ante el proyecto de Colón de alcanzar las Indias viajando por mar hacia el Oeste, después de siete años de espera y tras un rechazo final, proponiendo los autores una explicación tan coherente como original; asimismo, es singularmente interesante también la exposición sobre los conocimientos científicos del Almirante, tanto técnicos como geográficos, geodésicos y astronómicos, mostrando que poseía una concepción post-tolemaica del universo, muy puesta al día para aquella época.
El libro propone los propósitos del proyecto y los argumentos finales que posiblemente sugirió Colón a la Corona, y que supusieron un profundo cambio en la historia contemporánea.
 
Dice así Jaime Tortella en su prólogo:
 
Con una base documental extensísima, en este libro se analizan aspectos trascendentales del quehacer del Almirante acerca de los que no se había hecho el suficiente énfasis y que les permiten a los Barceló proyectar una luz nítida y esclarecedora sobre gran parte de las sombras que siempre han envuelto al controvertido descubridor.
En efecto, el presente libro, además de abrir infinitos campos de investigación para futuros estudiosos, aborda líneas de análisis y reflexión que absorben de inmediato al lector, sea experto o simplemente aficionado.
Y añade:
El método de análisis que utilizan los Barceló consiste, esencialmente, en exponer el actual ‘estado de la cuestión’, incluyendo un amplísimo elenco de estudios ajenos, pero yendo más allá, en lo que podríamos calificar de “meta-análisis”, para deducir e hipotizar explicaciones plausibles a los interrogantes que todavía sobrevolaban la historiografía actual sobre el Descubrimiento. Así, tomando como punto de partida la documentación disponible y los estudios de otros investigadores, los Barceló dan un paso más allá para explicar las zonas umbrías del conocimiento sobre Colón y su gran Empresa de Indias, los por qués y los cómos de una persuasión que logró lo que, durante un tiempo, parecía inalcanzable: convencer a Isabel y a Fernando de que circunvalar el globo por mar, navegando hacia el oeste, para alcanzar la remota Asia “por detrás”, podría reportar, no sólo pingües ventajas y beneficios, y el establecimiento de provechosas relaciones, económicas y políticas, con países lejanos…
En definitiva, el trabajo de los Barceló concita diversas virtudes: es interesante, es riguroso, es ameno, es novedoso y es útil, tanto para investigadores como para profesores y estudiantes, así como para aficionados y lectores con inquietudes por el saber universal.
 
Más información puede obtenerse en:
http://portal.coiim.es/comunicacion/agenda/presentacion-del-libro-colon-y-su-empresa-de-indias-comercio-expedicion-cientifica-o-cruzada-265
 
http://aiim.es/jornada-colon-y-su-empresa-de-indias-comercio-expedicion-cientifica-o-cruzada/
 
 

Gabriel Barceló
05/04/2019


Editado por
Gabriel Barceló
Eduardo Martinez
Gabriel Barceló es actualmente uno de los miembros directivos del Club Nuevo Mundo, impulsado por Tendencias21. Es Dr. Ingeniero industrial y estudio la licenciatura de Ciencias Físicas.
Fue durante veinte años funcionario del Ministerio de Hacienda, como Inspector de Finanzas del Estado, Subdirector del Centro de Proceso de Datos del Ministerio de Hacienda, Inspector Jefe de Madrid y fundador y presidente de la Asociación profesional de Inspectores de Hacienda, representativa del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda del Estado (Actualmente: Inspectores de Hacienda del Estado: IHE).
Posteriormente causó baja como funcionario, y fue fundador y presidente de diversas empresas, de asociaciones no lucrativas y de fundaciones, actuando como presidente de las mismas, ex-Presidente de la Federación de Ingenieros Industriales de España y ex-Vicepresidente del Instituto de la Ingeniería de España, Gabriel Barceló ha sido consultor en ingeniería de la edificación y asesor fiscal.
Desde hace más de treinta y seis años desarrolla un proyecto de investigación científica sobre dinámica rotacional. Autor de numerosos libros, destacando: “Nuevo paradigma en Física” (editado en inglés y español, en dos tomos), y ha publicado más de cien artículos.




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