¿Quién es?
Rafael Alberto Pérez
Autor de referencia en comunicación estratégica, conferenciante y consultor. Es consejero de The Blueroom Project - TBP Consulting para temas de turismo y ocio
Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.
En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.
Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.
En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.
Tendencias Estratégicas
Cuarto principio: Decálogo de la Nueva Teoría estratégica
Gracias a este peculiar sistema estratégico los seres humanos somos los únicos seres vivos que tenemos en cuenta el futuro (y no solo el presente y el pasado); que elegimos (y no solo decidimos); que transformamos (y no solo nos adaptamos); y que aspiramos a “mejorvivir” (y no nos conformamos con sobrevivir). Todo eso afecta al estrategar, a la forma en que concebimos nuestras estrategias.
Mientras nuestros antecesores se limitaban a escanear el entorno en busca de posibles discontinuidades, nosotros somos capaces de: (1) imaginarnos el abanico de futuros posibles (futuribles); (2) anticiparnos antes de que estos sobrevengan (ya sea para alcanzarlos o para evitarlos); (3) seleccionar entre dichos futuribles aquel que entendemos nos conviene más (al que convertiremos en nuestra meta); (4) imaginarnos diferentes rutas alternativas para alcanzarlo (tantas como se nos ocurran); (5) elegir una de esas rutas alternativas; (6) recorrerla y ejecutarla; (7) evaluar los resultados y aprender de la experiencia
Gracias a este peculiar sistema estratégico los seres humanos somos los únicos seres vivos que tenemos en cuenta el futuro (y no solo el presente y el pasado); que elegimos (y no solo decidimos); que transformamos (y no solo nos adaptamos); y que aspiramos a “mejorvivir” (y no nos conformamos con sobrevivir). Todo eso afecta al estrategar, a la forma en que concebimos nuestras estrategias.
Mientras nuestros antecesores se limitaban a escanear el entorno en busca de posibles discontinuidades, nosotros somos capaces de: (1) imaginarnos el abanico de futuros posibles (futuribles); (2) anticiparnos antes de que estos sobrevengan (ya sea para alcanzarlos o para evitarlos); (3) seleccionar entre dichos futuribles aquel que entendemos nos conviene más (al que convertiremos en nuestra meta); (4) imaginarnos diferentes rutas alternativas para alcanzarlo (tantas como se nos ocurran); (5) elegir una de esas rutas alternativas; (6) recorrerla y ejecutarla; (7) evaluar los resultados y aprender de la experiencia
Rafael Alberto Pérez
Miércoles, 20 de Marzo 2013
Comentarios
Los lectores opinan
Blogs Amigos
Archivos
Rafael Alberto Pérez
Blog sobre comunicación estratégica
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
Blog sobre comunicación estratégica
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850