CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Sobre la Biblia y nuestra cultura. La “Biblia de San Millán” (441-02)
Hoy escriben Claudio García Turza y Antonio Piñero



La semana pasada escribí sobre el monumental estudio la “Biblia en el teatro español” (Cilengua /Academia del Hispanismo, Vigo 2012). como complemento deseo semi transcribir hoy algunos párrafos de la presentación / prefacio de este libro, obra del Prof. Claudio García Turza, que me parecen en extremo interesantes, que se entienden por sí mismos, sin ningún otro comentario. Hacen alusión al método discursivo, razonativo, literario-histórico que hemos intentado siempre aplicar a los textos objetos de estudio de este Blog.


1. El proyecto “Biblias hispánicas” nace del espíritu estudioso que animó a los monjes de San Millán de la Cogolla.


San Millán destaca ante todo por la entrega de sus monjes y clérigos a una labor filológica intensa… cuya esencia es aclarar, interpretar, desentrañar el sentido de los abismos de la intención creador y comprender la totalidad significativa de un texto… ello es solo factible desde una amplísima diversidad de enfoques… exige la aplicación de diversos métodos y formas de la ciencia y del razonamiento humano…; interpretar conlleva hacer accesible el pensamiento expresado, especialmente el recogido en los textos antiguos por la diferencia histórico-cultural que crea distancias entre los humanos.


2. La dimensión filológica del proyecto “Biblias hispánicas”

Estoy convencido de la necesidad actual e incuestionable de aplicar al estudio de los textos antiguos el método filológico estricto. Últimamente, y por desgracia, incluso el nombre, ‘filología’ está bastante desprestigiado y desautorizado por muchos, acaso porque junto a su tradicional ambigüedad referencial, les invoca resultados y métodos que se consideran obsoletos. Si en su lugar optamos por valorar solo los resultados de las distintas críticas modernas (crítica textual, crítica de las fuentes, crítica histórica, sociológica y antropológica, crítica literaria y retórica), corremos el riesgo de que en esta prestigiosa profesión del arte de interpretar no haya nadie que recoja las síntesis de los estudios particulares; nadie que tras un análisis objetivo las interrelacione y, finalmente, las armonice a la luz del hábito cognoscitivo más alto, llamado en la antigüedad con tan buen criterio sabiduría.


3. Importancia de la Biblia para la cultura occidental


Es notable el valor intrínseco de la Biblia misma para nuestra cultura. La Biblia es el libro más escrutado por el hombre y, sin embargo, aún inescrutable. De él se han hecho innumerables valoraciones encomiásticas, que vendrían a resumirse en esta: es el libro más importante e influyente del patrimonio humanístico y cultural de occidente. O en esta otra de Northrop Frye: ‘La Biblia es el gran código de la cultura universal’. A la Biblia pertenecen, en rigor, la interpretación y valoración de la existencia humana, cuyos grandes principios y conceptos , espirituales o morales han acabado siendo constitutivos de nuestra civilización. En este importante aspecto nos asalta el recuerdo de varios pensadores actuales, como Gianni Vattimo posmodernos y cristianos culturalmente o algo más. En sus propuestas filosóficas, la negación de la metafísica con bases necesariamente ético políticas deja el puesto en definitiva a la entronización del amor, un amor tal como se muestra en el Cristo de los evangelios, un amor que debería erigirse, sostiene Vattimo, en la verdadera dimensión religiosa de nuestro tiempo.

Pero a mí, lo confieso, ninguna valoración del Libro por excelencia me impresiona tanto, y me invita a pensar como la que formuló, convencido, Goethe: ‘El Nuevo Testamento es la lengua materna de Europa’. Desde niños respiramos realmente una atmósfera de vivencias y representaciones cognoscitivas generada con fuerza irradiante en las fuentes profundas de la Biblia. Como ha dicho recientemente Joan Frances Mira:

‘Jesús de Nazaret y su madre María, su padre José el carpintero, sus compañeros Pedro, Santiago o Juan, Lázaro y María Magdalena, Poncio Pilato y tantos otros nombres son personajes que forman parte del imaginario popular europeo con más potencia y difusión que Hamlet, el Quijote o los hermanos Karamazov. Y las imágenes de la Anunciación a María, del nacimiento de Jesús en Belén, Pilato lavándose las manos, la crucifixión, la resurrección o las visiones alucinadas del Apocalipsis son escenas y temas narrativos no superados en difusión a través de los siglos.


4. Estudio e interpretación de la Biblia


La Biblia se expresa en lenguas particulares; con palabras por tanto comprensibles a la humanidad; se expresa en formas literarias, en formas históricas, en concepciones ligadas a una cultura determinada. En el estudio de la Biblia es imprescindible tener en cuenta el modo de pensar, de expresarse, de narrar que se usaba en tiempo del hagiógrafo. Han de profundizarse con especial interés, los géneros literarios, pues la verdad se presenta y se enuncia de modo diverso en obras de diversa índole, histórica, profética, poética, o en otros géneros. Quede pues bien claro: si se ignora la identidad histórica y la personalidad propia de los autores, con sus facultades y talentos concretos, si se excluye esta dimensión carnal, humana de la Biblia, se cae necesariamente en el equívoco fundamentalista o en un vago espiritualismo o psicologismo.

El lenguaje humano, sin embargo, para ser comprendido debe ser rigurosamente estudiado y descifrado. En el estudio de la Biblia se exigen todo tipo de análisis a través de distintos métodos y enfoques que se aúnan en la filología y críticas modernas. Estos análisis deben ser realizados por quienes tienen la preparación científica para hacerlo, es decir, los profesionales de las materias humanísticas necesarias para abordarlo.


5. La “Biblia de San Millán”


Finalmente dentro del proyecto de las Biblias hispánica y como una de sus obras eminentes se halla la traducción, en marcha, de la ‘Biblia de San Millán’ que intenta aunar no solo la oferta de un texto base acomodado, al día respecto a los estudios críticos actuales, sino también una traducción esmeradamente cuidada en su literalidad y precisión, literariamente bella, y un acervo de notas histórico, literarias, filológicas en suma, que ayuden a comprender plenamente el texto. En el fondo este afán no es otra cosa que la manifestación hoy día del espíritu que impulsó antaño a los monjes de san Millán en sus afanes por el estudio de la Biblia.



Saludos cordiales de
Claudio García Turza y Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid / Universidad de La Rioja
www.antoniopinero.com


Viernes, 9 de Noviembre 2012


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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