NotasEscribe Antonio Piñero A propósito de la siguiente pregunta que me han formulado unos días. Fue la siguiente (trascribo tal cual salvo el añadido de algunas tildes): “Le agradecería si de forma breve para no abusar de tu tiempo, preguntarte si realmente es histórico la existencia de los 12 apóstoles y sus viajes a diferentes lugares del mundo o sus enterramientos o solo es acto de fe. Ya que si hay dudas en que haya existido el propio Jesús más dudas sobre la existencia de sus discípulos”. Respondí lo que sigue: Puedo ofrecerle lo que a este propósito estoy dando en mi Seminario “Investigación sobre Jesús”, todos los lunes en la Avenida de Portugal 35, La Ramallosa, al lado de Baiona, Pontevedra. Es justo el tema que ahora estamos tocando. Todo lo que le transcribo es provisional tal como lo voy desarrollando en explicaciones que creo sencillas, fáciles de entender. Aquí va: Jesús y sus discípulos. Llamada y misión Su llamada es contada por la tradición sinóptica (Comienzo del ministerio de Jesús y llamada de los primeros discípulos: Mc 1,16-20; paralelos en Mt 4, 12-17.18-22; Lc 4,14-15; 5,1-11; Jn 1,35-51; 4,43-46). Aquí veemos lo más importante. · Mc 1,16-20: “Al pasar junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, que echaban las redes en el mar, pues eran pescadores. 17 Y les dijo Jesús: –Seguidme y haré que seáis pescadores de hombres. 18 E inmediatamente, dejando las redes, lo siguieron. 19 Después de avanzar un poco, vio a Jacobo el de Zebedeo, y a Juan su hermano, que estaban en la barca preparando las redes; 20 al instante los llamó. Dejaron a su padre, Zebedeo, en la barca con los jornaleros y se fueron tras él.” Se trata de un retrato ideal y estilizado. En este pasaje, fundamentalmente redaccional, hay que ver detalles históricos indudables: formación de un grupo de discípulos en torno a Jesús, entre ellos algunos que habían seguido al Bautista; algunos de sus nombres y su trabajo usual. Pero no es posible considerar histórico el modo, tan repentino e inexplicado, de la respuesta de los discípulos. Igualmente el dicho sobre los «pescadores de hombres» tampoco parece auténtico, ya que refleja la actitud misionera de la comunidad marcana. En el mundo grecorromano y judío «pescar hombres» era actuar de maestro; la frase puede significar también sacar a los seres humanos de las redes de Satanás e introducirlas en las de Dios: salvarlos. Que tuvo discípulos Jesús es seguro, porque a la tradición, aficionada a mostrar a Jesús como un únicum, le habría parecido bien que Jesús hubiera circulado solo por Israel. En realidad no los necesitaba para mostrar lo que quiso. Quizás haya inspirado al evangelista Marcos la llamada que Elías hace a Eliseo, quien sigue a su maestro al instante: “Partió de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando. Había delante de él doce yuntas y él estaba con la duodécima. Pasó Elías y le echó su manto encima. 20 El abandonó los bueyes, corrió tras de Elías y le dijo: «Déjame ir a besar a mi padre y a mi madre y te seguiré.» Le respondió: «Anda, vuélvete, pues ¿qué te he hecho?» 21 Volvió atrás Eliseo, tomó el par de bueyes y los sacrificó, asó su carne con el yugo de los bueyes y dio a s.us gentes, que comieron. Después se levantó, se fue tras de Elías y entró a su servicio” (1 Re 19,19-21) Parece que un caso muy parecido en su disposición literaria es el de Leví, hijo de Alfeo en Mc 2,13-15: “Salió de nuevo por la orilla del mar. Toda la multitud acudía a él, y les enseñaba. 14 Y al pasar, vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en el telonio y le dijo: –Sígueme. Y él, levantándose, lo siguió. 15 Y ocurrió que, mientras estaba recostado a la mesa en su casa, muchos publicanos y pecadores estaban también recostados con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos y lo seguían”. Como se ve, el texto adolece, tal como está narrado, de una notable inverosimilitud. Lo que se pretende es representar literariamente la personalidad magnética de Jesús, al igual que otros héroes de la antigüedad literaria para el autor evangélico. El Evangelio de Juan cuenta las cosas de otro modo muy distino: “Al día siguiente se encontraba de nuevo allí Juan junto con dos de sus discípulos. 36 Al ver a Jesús que pasaba, dijo: –He ahí el Cordero de Dios. 37 Y mientras él hablaba los dos discípulos lo oyeron y siguieron a Jesús. 38 Al volverse Jesús y ver que lo seguían, les dijo: –¿Qué buscáis? Ellos le preguntaron: –Rabí (que significa «maestro»), ¿dónde te alojas? 39 Les respondió: –Venid y lo veréis. Así que fueron, vieron dónde se alojaba y se quedaron con él aquel día; era alrededor de la hora décima. 40 Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y lo habían seguido. 41 Este encontró en primer lugar a su propio hermano Simón y le dijo: –Hemos encontrado al Mesías (que significa «ungido»). 42 Lo condujo ante Jesús. Jesús, fijando en él la mirada le dijo: –Tú eres Simón el hijo de Juan; serás llamado Cefas (que significa «Pedro»). 43 Al día siguiente decidió salir hacia Galilea y encontró a Felipe. Y Jesús le dijo: –Sígueme. 44 Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y Pedro. 45 Felipe encontró a Natanael y le dijo: –Hemos encontrado a aquel a quien Moisés y los profetas describieron en la Ley, a Jesús, hijo de José, el de Nazaret. 46 Y Natanael le respondió: –¿De Nazaret puede salir algo bueno? Felipe le contestó: –Ven y lo ves. 47 Jesús vio a Natanael que se le acercaba y dijo refirién dose a él: –Ved a un israelita de verdad en el que no hay engaño. 48 Le dijo Natanael: –¿De dónde me conoces? Jesús le contestó: –Te vi bajo la higuera antes de que Felipe te llamara. 49 Le replicó Natanael: –Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres rey de Israel. 50 Jesús le respondió: –¿Porque te dije que te había visto bajo la higuera crees? Verás cosas mayores que esa. 51 Y añadió: –En verdad, en verdad os digo, veréis el cielo abierto «y a los ángeles de Dios subiendo y bajando» sobre el Hijo del Hombre”. Podemos comentar brevemente lo siguiente, siguiendo el orden de versículos 37 los dos discípulos…siguieron a Jesús: la afirmación podría reflejar un posible dato histórico, a saber, que algunos discípulos de Jesús habían sido previamente discípulos de Juan. No obstante, la noticia de que, delante del propio Juan el Bautista y sin más explicaciones, sus discípulos transfieren a Jesús la fidelidad que hasta el momento le habían mostrado a él parece responder al contexto polémico del evangelio, interesado en mostrar la superioridad de Jesús y el carácter totalmente subordinado del Bautista, e indica la existencia de una rivalidad en tiempos de la composición del evangelio entre seguidores de Jesús y del Bautista. Es, por tanto, probablemente no histórico. 40 Andrés…que habían oído a Juan: la expresión en griego tón akousánton pará Ioánnou expresa no solo que Andrés y el otro discípulo habían escuchado al Bautista, sino también que procedían de su grupo de seguidores. Luego Jesús toma parte, al menos de sus primeros discípulos del grupo de Juan Bautista. Por tanto, lo más probable es que Jesús fuera también discípulo del Bautista. Sin embargo, no podemos saber ni cuánto tiempo, ni qué tipo de discípulo era, ni otros pormenores. Aquí lo mejor es no especular, sino constatar. Que Jesús fuera discípulo del Bautista parece verosímil porque las primeras palabras de la prediciación pública de Jesús son iguales a algunos dichos del Bautista Mc 1,15: “«El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva»”. Mateo confirma bien esta perspectiva porque las palabras del inicio de la predicación de Jesús son también idénticas a las del Bautista; véase Mt 4,17: “Desde entonces (después de las tentaciones) comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado»”. 43 encontró a Felipe: el nombre (griego) de este discípulo figura en las listas sinópticas de los Doce (Mc 3,18 y paralelos), pero el Cuarto Evangelio le dedica una atención especial; véase 6,5-7 (); 12,21-22; 14,8-9. Ello podría quizás deberse a que la comunidad johánica lo consideró uno de sus legendarios fundadores. Seguiremos. Saludos cordiales de Antonio Piñero Universidad Complutense de Madrid www.ciudadanojesus.com
Lunes, 31 de Julio 2017
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Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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