Notas
Hoy escribe Antonio Piñero
Continuamos con la explicación y aclaración del contenido de la Carta a los filipenses. Frente a estos adversarios que hemos descrito en la nota anterior Pablo presenta cuatro argumentos (3,3-11). Sostiene que: 1. Los cristianos son los “verdaderos circuncisos”, el verdadero Israel (la expresión como tal no aparece en esta carta sino en Romanos), los que dan un culto espiritual a Dios (3,3: “Pues los verdaderos circuncisos somos nosotros, los que damos culto según el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús sin poner nuestra confianza en la carne”). Con otras palabras: aunque los cristianos no cumplan la ley de Moisés, no por eso son imperfectos y dejan de salvarse. Aparece aquí una contraposición espíritu / carne (la circuncisión es carnal) que hemos visto ya en la Epístola a los Gálatas. La circuncisión ue trajo Cristo es espiritual: el alam se circuncida -que es lo que importa, no el cuerpo- al creer que Cristo murió en la cruz por salvar a la humanidad. Este argumento se fortalece con un ataque personal a esos adversarios judeocristianos (3,3b-6): “Nos gloriamos en Cristo Jesús sin poner nuestra confianza en la carne, 4 aunque yo tengo motivos para confiar también en la carne. Si algún otro cree poder confiar en la carne, más yo. 5 Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; 6 en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, intachable” Aclaración: • Ellos, los adversarios de Pablo, afirmaban: nosotros entendemos mejor a Jesús, judío, porque somos verdaderos judíos. • Pablo responde a orgullo con orgullo: Yo, que esto afirmo, soy tan judío como mis adversarios y podría jactarme de ello: soy de la tribu de Benjamín, fariseo, celoso de la Ley. Ahora bien, precisamente por ser tan judío, por haber practicado y conocido tan bien el judaísmo, mi negativa a exigir para el nuevo Israel el cumplimiento de la antigua Ley tiene todo su valor. Esta negativa está bien fundada teológicamente (recordemos de nuevo la argumentación de Gálatas). Ahora hay una ley nueva: la Ley del amor, traída por Jesús, el mesías. Y esto no lo dice un ignorante, sino quien lo sabe bien. Denominar a los cristianos “verdaderos circuncisos” (3,3) o el “verdadero Israel” (Carta a los romanos) no supone que Pablo interprete su teología cristiana como una nueva religión. Todo lo contrario. Para el Apóstol el cristianismo es sólo una revivificación o renovación del judaísmo. La ley antigua ha sido sublimada y recogida en su mejor sustancia por la nueva ley, la del amor. Después de la muerte y resurrección del mesías-cristo, el cristianismo es el único judaísmo posible, un judaísmo bien entendido y auténtico, no una religión nueva. Pablo no se siente traidor a su pueblo. 2. El segundo argumento es un refuerzo de la idea anterior: el conocimiento de Cristo Jesús hace que la observancia de la Ley, que antes de llegada del Mesías era un bien, sea ahora una auténtica basura. Así lo expresa en 3,7-8: “Pero lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo. 8 Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo”. Esta expresión era bien ofensiva a sus adversarios judeocristianos. La nueva ley es sabiduría de verdad: es “superexcelente sabiduría de Cristo”: 3,8. 3. El tercer argumento: la “justificación” /salvación (recuérdese Gálatas de nuevo) no viene de la observancia de la Ley, sino de la fe en Cristo (3,9: “No con la justicia mía, la que viene de la Ley, sino la que viene por la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios, apoyada en la fe”). 4. El cuarto: la nueva fe lleva a participar de la resurrección. Sólo al compartir los padecimientos de Cristo se consigue la resurrección (3,10: “y conocerlo a él, a Cristo, y el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a él en su muerte”). Pablo afirma que los adversarios creen falsamente que van a conseguir la resurrección practicando la Ley; pero así no la alcanzarán. Seguiremos. Saludos cordiales de Antonio Piñero. www.antoniopinero.com …………….………………… Hoy en el “Blog de Antonio Piñero” se trata del siguiente tema: “Pablo, su historia. Un libro de Jerome Murphy-O’Connor (y II)” Manera de entrar, si a alguien le interesare: pinchar en el enlace que se halla en la página presente, abajo en la derecha. Saludos de nuevo.
Viernes, 1 de Mayo 2009
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Editado por
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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