CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero

Escribe Antonio Piñero

Textos para una historia del pensamiento judío a propósito del mesianismo:

Yahvé me creó (la Sabiduría), primicia de su camino, antes que sus obras más antiguas. 23 Desde la eternidad fui fundada, desde el principio, antes que la tierra […] 27 Cuando asentó los cielos, allí estaba yo…, cuando asentó los cimientos de la tierra, 30 yo estaba allí, como arquitecto… y mis delicias están con los hijos de los hombres (Pr 8,22-31).

• En la asamblea del Altísimo abre su boca... 3 «Yo (la Sabiduría) salí de la boca del Altísimo, y cubrí como niebla la tierra. 4 Yo levanté mi tienda en las alturas… 7 Entre todas estas cosas buscaba reposo... 8 Entonces me dio orden el creador del universo … y me dijo: "Pon tu tienda en Jacob, entra en la heredad de Israel" (Eclo 24,2-8).

• La Sabiduría es un espíritu que ama al hombre, pero no deja sin castigo los labios del blasfemo; que Dios es… observador veraz de su corazón y oye cuanto dice su lengua (Sb 1,6).

• Pues hay en ella (la Sabiduría) un espíritu inteligente, santo, único… bienhechor, amigo del hombre… 25 Es un hálito del poder de Dios, una emanación pura de la gloria del Omnipotente… 26 Es un reflejo de la luz eterna… una imagen de su bondad (Sb 7,22-26).

• He aquí que en las nubes del cielo venía un como hijo de hombre. Se dirigió hacia el Anciano y fue llevado a su presencia. 14 A él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno (Dn 7,13-14).

• Allí vi al que posee el «Principio de días»… y con él vi a otro cuyo rostro es como de apariencia humana, mas lleno de gracia, como uno de los santos ángeles. 2 Pregunté a uno de los santos ángeles… acerca de aquel hijo de hombre, quién era, de dónde venía y por qué iba con el «Principio de días». 3 Me respondió así: Este es ese hijo de hombre, de quien era la justicia y la justicia moraba con él. El revelará todos los tesoros de lo oculto, pues el Señor de los espíritus lo ha elegido, y es aquel cuya suerte es superior a todos eternamente por su rectitud ante el Señor de los espíritus (46,1-3). En ese lugar vi la fuente de justicia: es inagotable y en torno a ella hay muchas fuentes de sabiduría… 2 En aquel momento fue nombrado aquel Hijo del hombre ante el Señor de los espíritus, y su nombre ante el «Principio de días». 3 Antes de que se creara el sol y las constelaciones, antes de que se hicieran los astros del cielo, su nombre fue evocado ante el Señor de los espíritus. 4 El servirá de báculo a los justos para que en él se apoyen y no caigan; él es la luz de los pueblos, y él será esperanza de los que sufren en sus corazones. 5 Caerán y se prosternarán ante él todos los que moran sobre la tierra y bendecirán, alabarán y cantarán el nombre del Señor de los espíritus. 6 Por esto fue elegido y escogido junto a él antes de crearse el mundo y por la eternidad” (1 Henoc 48, 1-6)..

• Y ocurrió después de esto que, estando aún en vida, fue asunta su persona (Henoc) ante ese hijo de hombre y ante el Señor de los espíritus, lejos de los que moran sobre la tierra. 2 Pues ascendió en el carro del Espíritu y salió su persona de entre ellos. 3 Desde aquel día no fui contado (Henoc) entre ellos, y (el Señor) me puso entre dos puntos cardinales, norte y occidente, donde tomaban las medidas los ángeles para medirme el lugar de los elegidos y los justos (1 Henoc 70,1-3)

• Llegó a mí aquel ángel, me saludó y me dijo: Tú eres ese Hijo de hombre que naciste para la justicia; ella ha morado en ti… 15 Y añadió: Él invoca para ti la paz en nombre del siglo venidero, pues de ahí ha salido la paz desde la creación del mundo, y así será contigo por los siglos de los siglos. 16 Todos marcharán por tu camino, no dejándote la justicia nunca… 17 Habrá así largura de días (en la época) de ese Hijo de hombre, y tendrán los justos paz e irán por el camino recto en nombre del Señor de los espíritus eternamente (1 Henoc 71,14-17).


· Vi que se levantaba un viento del mar de manera que agitaba todas sus olas. (Y miré y vi que este viento hacía que una figura como de hombre saliera del corazón del mar). 3 Y vi cómo volaba ese mismo Hombre sobre las nubes del cielo y hacia donde se dirigía su mirada, temblaban todas las cosas que estaban bajo su vista, 4 y hacia donde salía la voz de su boca, se encendían todos los que oían su voz, como se derrite la cera cuando siente el fuego. 5 Y tras esto vi cómo se congregaba una muchedumbre de hombres innumerable de los cuatro vientos de la tierra, para luchar contra el Hombre que había salido del mar…8 Y tras esto vi cómo todos los que se habían congregado contra él temían grandemente, y con todo se atrevían a luchar. 9 Y he aquí que cuando (el Hombre) vio el ímpetu de la muchedumbre que venía hacia él, no levantó su mano, ni tomó la espada ni cualquiera de los instrumentos de guerra; solamente vi 10 cómo hizo salir de su boca como una ola de fuego… 11 que cayó sobre el ímpetu de la muchedumbre que estaba preparada para luchar y los incendió a todos de manera que nada se viese de la muchedumbre innumerable, sino solamente el polvo de la ceniza (y) el olor del humo… 12 Y tras esto, vi al mismo Hombre que bajaba del monte y llamaba hacia sí a otra muchedumbre pacífica. 13 Y venían hacia él rostros de muchos hombres, unos gozosos, otros tristes, unos atados, otros trayendo ofrendas (IV Esdras 13,1-13).

• Dijo R. Yismael : En aquel momento pregunté a Metatrón (Henoc), el ángel, el príncipe de la presencia: ¿Cómo te llamas? 2 Me respondió: Tengo setenta nombres… y todos ellos están basados en el nombre de mi rey, el Santo, bendito sea, pero mi rey me llama «joven» (Libro hebreo de Henoc = 3º Henoc 3,1-2).

• Dijo R. Yismael: Pregunté a Metatrón: ¿Por qué eres llamado con el nombre de tu creador, (por qué) con setenta nombres? Y siendo tú el más grande de todos los príncipes… ¿por qué te llaman «joven» en los altos cielos? 2 Respondió diciéndome: Porque soy Henoc ben Yared. 3 Cuando la generación del diluvio pecó… el Santo, bendito sea, me sacó de entre ellos para que sirviera de testigo contra ellos ante todos los habitantes del mundo… 5 Por esta razón el Santo, bendito sea, me hizo ascender a los altos cielos mientras ellos aún vivían (3º Henoc 4,1-5).

• Dijo R. Yismael: Me dijo Metatrón, el ángel, el príncipe de la presencia…: Al principio yo me sentaba sobre un gran trono a la puerta del séptimo palacio y juzgaba a todos los seres celestiales… Repartía yo grandeza, realeza, dignidad, gobierno, honor y alabanza… por la autoridad del Santo, bendito sea. 2 Pero cuando Ajer (un rabino) llegó para contemplar la visión de la Merkabah, fijó sus ojos en mí y temió y tembló a causa mía. Su espíritu estaba asustado… por el terror, horror y pavor que yo inspiraba al verme sentado en un trono como un rey con todos los ángeles servidores en pie junto a mí… y todos los príncipes de los reinos, ceñidos de coronas, rodeándome. 3 Entonces abrió su boca y dijo: «En verdad hay dos poderes divinos en el cielo». 4 Inmediatamente surgió una voz divina desde el cielo, de delante de la Shekinah, diciendo: «Volved, hijos apóstatas (Jr 3,22), excepto Ajer». 5 En ese instante llegó Anafiel, el príncipe… en comisión del Santo, bendito sea, y me dio sesenta golpes con látigos de fuego y me hizo permanecer de pie (3º Henoc 16,1-5).


• Me pareció que en lo alto del monte Sinaí había un gran trono que llegaba hasta los pliegues del cielo, 70 en el que se sentaba un varón de noble linaje con una corona y un gran cetro en su mano izquierda, mientras que con la derecha me hacía señales a mí y yo me puse delante del trono. Me entregó el cetro y me dijo que me 75 sentara en el gran trono. Me entregó la real corona y él se retiró del trono… Y a continuación, lleno de temor me levanté del sueño”. Y su suegro interpreta el sueño así: “Dios te ha enviado esta señal como algo bueno para ti… pues verás lo presente, lo pasado y lo futuro” (Pseudo Ezequiel siglo II a.C.) Moisés. Habla este con su suegro: Exagoge, 68-89.



• Cuando se apagó el griterío, les dije: Guardad silencio, que voy a mostraros mi trono y su gloria esplendorosa, que se halla entre los santos. 3 Mi trono se halla en el reino supraterrestre, y su gloria y su esplendor están a la derecha del Padre de los cielos. Mi trono es eterno; el mundo entero pasará y su gloria perecerá; y los que de él se preocupan le acompañarán en su ruina. Pero mi trono se halla en la tierra santa, y su gloria en el mundo inmutable (Testamento de Job 33,2-3).


• Y ellos son la heredad de Melquisedec, que los hará retornar... Él proclamará para ellos la liberación para librarlos [de la deuda] de todas sus iniquidades… Melquisedec ejecutará la venganza de los juicios de Dios [en ese día, y ellos serán liberados de las manos] de Belial y de las manos de todos los espíritus de su lote]. En su ayuda (vendrán) todos los ‘dioses de la [justicia’ = ángeles; él] es qu[ien prevalecerá ese día sobre] todos los hijos de Dios, y pre[sidirá la asamblea] ésta. Este es el día de [la paz del que] habló [Dios de antiguo por las palabras de Is]aías profeta, que dijo: ‘Qué bellos son sobre los montes los pies del pregonero que anuncia la paz… diciendo a Sión ‘tu Dios [reina’]. Su interpretación: Los montes son los profe[tas...]. Y el pregonero es [el un]gido del Espíritu del que habló Daniel… y el pregonero del] bien que anuncia la salva[ción es aquél del que está escrito que él se lo enviará… ‘para conso[lar a los afligidos’… Melquisedec, que los librará de la mano de Belial (11QMelquisedec col. II, 1 25; versión de F. García Martínez, Textos de Qumrán, Madrid, Trotta, 21993, 186-187).

• Se nos ha enseñado: las siguientes siete cosas fueron creadas antes que el mundo: la Torá, Arrepentimiento, El jardín del Edén (Paraíso), Gehenna (Gehinom), el Trono de gloria, el Templo y el Nombre del mesías” ( bTalmud Nedarim 39 b ; Pesachim 54a).


• [… para] siempre un trono poderoso en el consejo angélico. Ningún rey del pasado se sentó en él, ni tampoco los nobles.[…¿Quién puede compararse][conmigo?] Nadie puede compararse con mi gloria, y nadie ha sido exaltado como yo, y nadie puede acompañarme. Tengo mi asiento […] en los cielos, y nadie […] ¿Quién ha sido estimado más despreciable que yo? Sin embargo, ¿quién se asemeja a mí en gloria? ¿Quién es […] ¿Quién como yo ha soportado [todas] las aflicciones? ¿Quién puede comparárseme en resistir las adversidades? Nadie es como yo, y no hay doctrina comparable [a la] mía. ¿Quién podría contar mi[s palabras]? Y ¿quién podría medir el flujo de mi discurso? ¿Quién puede equipararse conmigo y comparar así (sus juicios) con los míos? […pu]es soy contado entre los ángeles y mi gloria con los hijos del rey… (4Q491 frag. 11, col. Lectura de Israel Knohl).

• El Padre de todas las cosas ha otorgado a su Verbo, que es también su principal mensajero y el más elevado de todos en edad y en rango, la prerrogativa de ocupar una posición limítrofe entre las criaturas y el Creador. Inmortal, intercede suplicante por los afligidos mortales al tiempo que actúa como el embajador de un soberano ante sus súbditos. Se gloría de esa especial prerrogativa que le ha sido concedida y la describe orgullosamente diciendo: “Yo estaba entre el Señor y vosotros” (Dt 5:5), o sea, no soy ni increado como Dios ni creado como vosotros, sino que me encuentro a medio camino entre ambos extremos, como garantía para ambos ( Filón de Alejandría Quis rerum divinarum heres sit, 205-206).

Textos sobre “dos poderes en el cielo”:

• Leemos: “Su trono llameaba” [Dn 7:9], y en otro [tramo del mismo] leemos: “Hasta que fueron puestos tronos y un anciano de días tomó asiento” [Dn 7:9]. Pero no hay ninguna dificultad aquí: uno [de los tronos] era para él y el otro para David. Como nos enseña una baraíta: Uno era para él y el otro para David es lo que R. Aqiba dijo. Rabbi Yose el Galileo le dijo a su vez: ¡Aqiba! ¡¿Cuándo dejarás de profanar la Šechiná?! Habría que decir más bien: Uno [de los tronos] era para su Justicia y el otro para su Misericordia. ¿Aceptó él esta explicación? ¡Venid y oíd! Uno era para su Justicia y el otro para su Misericordia; esas fueron también las palabras de Rabbi Aqiba (Talmud de Babilonia, Hagiga, 14a).

• Nuestros rabinos enseñan que quienes visitaron el Pardés (paraíso) fueron cuatro. ¿Quiénes fueron? Ben Azzai y Ben Zoma, Aher y R. Aqiba… A Aher se refiere el versículo que dice: “No consientas que tu boca te haga culpable” [Eclo 5,5]. ¿Qué significa esto? [Aher] vio que Metatrón tenía permiso para sentarse [a la derecha de Dios] y [para] poner por escrito las buenas obras de Israel. Dijo: ¡Pero se nos ha enseñado que nadie tomará asiento en lo alto y que no habrá allí lugar para la competencia… ni para la fatiga! ¡O es que hay en el cielo, Dios no lo quiera, dos poderes!: Talmud de Babilonia, Hagiga, 15a).

• A quien afirme que hay dos poderes celestes, se le refutará diciéndosele lo que está escrito: “No hay más Dios que Yo” [Dt 32,39] (Sifre al Deuteronomio, 329).

• “Seis cosas precedieron a la creación del mundo. Algunas fueron creadas y otras surgieron en el pensamiento (de Dios) para ser creadas (en su momento): la Ley y el Trono de gloria fueron creadas antes del mundo. Los Patriarcas, Israel, el Templo y el nombre del Mesías (Bereishit Rabba 1, 4).

Flp 2,6-11:

5 Tened entre vosotros los mismos pensamientos que en Cristo Jesús:
6 El cual, existiendo en forma de Dios,
no consideró rapiña
ser igual a Dios.
7 Sino que se anonadó a sí mismo
tomando forma de esclavo,
llegando a ser en semejanza de hombres
y fue hallado en condición de hombre;
8 y se humilló a sí mismo,
hecho obediente hasta la muerte
y muerte de cruz.
9 Por ello Dios lo exaltó
y le concedió graciosamente el nombre
que está sobre todo nombre.
10 Para que en el nombre de Jesús
toda rodilla se doble
en los cielos, sobre la tierra y en los abismos,
11 y toda lengua confiese que
Señor es Jesús Cristo
para gloria de Dios Padre.

Y con estos textos (y otros más de Pablo que ya he citado) he armado la hipótesis interpettiva que aparece en las dos primeras entregas de esta miniserie “Jesús como “Hijo de David” según Pablo de Tarso”, que van desde los números 659-664, y que han sido publicados por vez primera desde el 25-08-2016 hasta 10-09-2019.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com

Jueves, 1 de Septiembre 2016


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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