Notas
Hoy escribe Antonio Piñero
Senén Vidal, un autor denso y prolífico al que los lectores de ese Blog conocen muy bien, acaba de sacar a la luz un libro que me parce básico, de crítica filológica e histórica sobre el Cuarto Evangelio y las Cartas de Juan. Como es una publicación importante, me he extendido en el comentario. Lo divido en dos partes consecutivas que saldrán viernes y sábado. He aquí su ficha: Evangelio y cartas de Juan. Génesis de los textos juánicos. Editorial Mensajero-Sal Terrae, Bilbao 2013, 686 pp. ISBN: 978-84-271-3477-5, con un mapa de Israel y territorios adyacentes con posibles comunidades juánicas. El libro presente es una refundición de otro anterior, Los escritos originales de la comunidad del discípulo “amigo” de Jesús. El evangelio y las cartas de Juan, de 1997, que conserva parte del texto de este, aunque sometido a una profunda revisión y profundización. Además, el que conozca su volumen sobre Las cartas originales de Pablo, Editorial Trotta, Madrid 1996, no le llamará la atención el método y proceder del libro que hoy comentamos. Y verá que sigue la misma profundidad y seriedad, y el atrevimiento intelectual que supone reconstruir, en este caso, cómo pudieron ser los textos originales del IV Evangelio y las cartas de Juan. Me admiro de la capacidad de análisis deductivo de S. Vidal. No me parece nada fácil la tarea emprendida en el presente volumen: observando minuciosamente el texto, examinando sus suturas, sus pequeños o grandes desniveles, lo unión de las partes de cada pasaje, sus pequeñas o grandes incoherencias, sus alusiones a textos anteriores y otros fenómenos por el estilo, el autor pretende, y creo que lo logra en gran parte, ofrecer cuál fue la base del texto actual y qué transformaciones sufrió a lo largo de decenios que duró su formación. Estoy de acuerdo con el autor en que una investigación genética de este tipo es fundamental para entender adecuadamente los escritos juánicos. El contenido del libro que comentamos es el siguiente: Una primera parte en la expone el método de la investigación que le lleva a postular, sin duda alguna, que el Evangelio de Juan está compuesto de diversos estratos; luego expone el sistema de análisis empleado para descubrirlos y definirlos, tomando como ejemplo el texto tipo de Jn 4,1-42 (Jesús y la mujer samaritana junto al pozo de Jacob) y ofrece una visión previa de los cuatro estadios de la composición del Evangelio, hasta llega al texto que hoy tenemos. Dentro de esta primera parte hay igualmente un análisis de las tradiciones básicas que manejan los autores del texto tal como ha llegado hasta nosotros: a) tradiciones sobre Juan Bautista y Jesús; b) tradiciones sobre la comunidad de Sicar; c) la colección tradicional de signos/milagros de Jesús; y d) el relato de la pasión de Jesús que utilizaron los autores, y que es más o menos paralelo al relato básico que utilizó Marcos. Dentro de la muy importante parte primera el análisis lleva al autor a ofrecer cuál es el texto de la primera versión del Evangelio que denomina E1, con su función, sus centros teológicos de interés y los grupos juánicos que deja traslucir. La segunda versión resulta ser una revisión de la primera por otro autor o autores y se denomina E2. Vidal presenta su texto reconstruido y las transformaciones que la tradición juánica anterior ha sufrido en esta primera revisión. La fase tercera es el “evangelio glosado” (=E3), un texto bastante menor que consiste en añadidos y mejoras de E2. S. Vidal presenta igualmente su reconstrucción de E3, sus intereses teológicos y la posible comunidad que está detrás. En este estadio se halla el añadido del cap. 21. La evolución posterior del IV Evangelio se denomina E4 y consiste ante todo en cambios de orden del texto de E2 y la añadidura del episodio de la mujer adúltera (7,53-8,11). S. Vidal propone que el E2 original tenía en los capítulos 5-7 y 10 el orden siguiente: 6,1-71; 5,1-47; 7,15-24.1-14.25ss. 10,19-29;1-16; 30ss. S. Vidal opina (pp. 68s) que se trata de un accidente casual: desencuadernamiento del original del Evangelio; traspapeleo de las páginas; pérdida del original; un escriba al hacer la primera copia se equivoca en el orden del texto; de esa segunda copia ya trastocada, se transcriben el resto de los manuscritos primitivos. Por eso el cambio de orden aparece en todos. Esta primera --y en mi opinión parte básica y fundamental para entender el resto del libro-- presenta al lector en visión sintética “el suelo de los escritos juánicos”; sus orígenes y la época más antigua; el carácter y la expansión de los grupos juánicos, junto con el gran episodio de su expulsión del seno del judaísmo con sus enormes consecuencias; la gran transformación sufrida por la comunidad, que deviene como una secta cristiana con una teología dualista, semejante a la esenia, y con un talante sapiencial y místico. Finalmente, la división interna de la comunidad con el correr del tiempo, su contacto con la “Gran Iglesia” y el final del movimiento juánico. La segunda parte es la que ocupa el mayor número de páginas: presenta un texto bilingüe, cuyo griego es casi idéntico a la edición 27 de Nestle-Aland, con pocas variaciones de vocabulario y bastantes más de puntuación (recuérdese que los manuscritos antiguos apenas tienen puntuación; y cuando aparece, es inconsistente; además parte de los unciales, o manuscritos “transcritos en letras mayúsculas”, presenta un texto seguido sin ni siquiera división entre las palabras). La traducción del texto griego es relativamente literal, y con ella va a modo de notas a pie de página, un comentario minucioso que sigue las normas y criterios expuestas en el texto básico aclaratorio, Jn 4,1-42. La tercera parte es la edición del texto castellano de E1, E2, E3 y E4, como resultado de los análisis y del comentario. Y la cuarta parte está dedicada al análisis –con el mismo sistema—de los otros escritos juánicos, las Cartas de Juan, su texto griego y castellano, con introducciones y comentario, más breve que el del Evangelio, ya que muchos temas son conocidos por el lector. La bibliografía del final es nueva respecto al volumen base anterior, de 1977, amplia y selecta, y contiene todo lo interesante publicado recientemente sobre la literatura juánica, fundamentalmente desde el punto de vista confesional de diverso signo. Mi opinión del libro en su conjunto es muy positiva: una vez aparecido, este volumen se convierte en un libro básico que ningún investigador posterior debe ignorar (aunque temo que esto le ocurra ya que está en español y la investigación inglesa y norteamericana se ha propuesto ignorar sistemática lo que no esté redactado en inglés). El análisis es fino, agudo, pertinente. Creo que en líneas generales deben aceptarse los cuatro estadios de composición del Cuarto Evangelio, puesto que la crítica previa había demostrado ya que la imagen tradicional de los escritos juánicos, como productos de un único autor, carecía de fundamento. Creo también que el libro de S. Vidal acaba con las pretensiones de algunos exegetas (por ejemplo, el difunto e ilustre Juan Mateos, cuando extienden en demasía las tradiciones básicas del IV Evangelio y sostienen que ese Evangelio sería en su texto básico de los años 40 o 45. Vidal demuestra hasta la saciedad que las tradiciones básicas primitivas son elaboradas por los Autores del Cuarto Evangelio de manera notabilísima, hasta transformarlas en su conjunto en una obra que no puede datarse sino a finales del siglo I. Por tanto, es un gran acierto probar por medio del análisis textual la existencia de una escuela juánica de pensamiento; igualmente la existencia de comunidades juánicas, bastante desperdigadas por Palestina y zonas limítrofes, y la diversidad de manos/autores y pensamiento en la composición del Cuarto Evangelio. Otro acierto del libro es la prueba, indirecta al menos, de que el Relato de la pasión básico recogido por la escuela juánica es la “narración más antigua e importante de toda la tradición sobre Jesús”; que su origen se halla en Jerusalén; que se acerca bastante a los hechos; que contiene datos más fiables que el relato básico que subyace al Evangelio de Marcos (un par de ejemplos básicos: reunión en casa de Caifás en el cap. 14 donde se decide la muerte de Jesús mucho antes que en la semana de la pasión; la fecha de la muerte de Jesús en un viernes, ciertamente, pero que era el día en el que por la arde comenzaba el día de la preparación de la Pascua y no el día de la Pascua), y que el carácter de este Relato básico es más bien litúrgico, de proclamación, más que meramente narrativo. Mañana expongo algunas dificultades, u objeciones que se me han ocurrido al leer el libro Saludos cordiales de Antonio Piñero Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Viernes, 11 de Octubre 2013
Comentarios
|
Editado por
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
Secciones
Últimos apuntes
Archivo
Tendencias de las Religiones
|
Blog sobre la cristiandad de Tendencias21
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850 |