NotasHoy escribe Antonio Piñero 9. La gradación de los seres -escala de los seres- según la gnosis queda, pues, así: • El Uno / Bien, Padre trascendente, al expandirse, lleva al Pleroma que contiene a Sabiduría; • La existencia del Pleroma lleva al Lapso o caída de Sabiduría, y este lapso, caída o pedaco, lleva a la creación de la materia primordial y del Demiurgo; • El Demiurgo plasma el universo concreto utilizando la materia primordial originada por su Madre y con las formas o “ideas” que toma del Pleroma. Mira hacia arriba, copia una idea divina y la plasma en la materia. De este modo, el universo/la materia procede de Dios, pero Éste no interviene directamente en la creación del mundo. Tenemos, pues, aquí un mito cosmogónico. Esto es tan importante que el lector me permitirá que insista de nuevo, en síntesis, de lo logrado por las piruteas mentales de la gnosis: con este mito la gnosis consigue "explicar" varias cosas fundamentalísimas: • El Universo es creado en último término por Dios, pero por una especie de “error” de uno de sus modos o “eones”. • Además no lo crea la divinidad directamente, sino sus intermediarios. Esto supone que la gnosis niega la fe del Antiguo Testamento en la creación. Pero, • Así se salva la absoluta trascendencia divina y se explica la dualidad insalvable entre Dios y la materia. Ésta es el último escalón, lo más degradado del ser y, en el fondo, es inconciliable con la divinidad. 10. En este momento -con el acto de la creación- tenemos también en juego la existencia de tres sustancias que luego desempeñarán un papel muy importante en la “soteriología” o doctrina de la salvación de la gnosis: A. Existe la sustancia espiritual, “pneumática” o divina. Ésta se halla propiamente sólo dentro del Pleroma y por tanto existía también en Sabiduría, y fuera del Pleroma en el Demiurgo, que tiene dentro una “chispa divina” procedente de su Madre. Más tarde, como veremos, el Demiurgo quedara vacío de esta sustancia/chispa, que pasa al “espíritu” o parte superior del ser humano. B. En segundo lugar tenemos la sustancia “psíquica”; ésta será engendrada por el Demiurgo. La sustancia “psíquica” es propia de algunos ámbitos de la materia, por ejemplo el principio vital, o alma del hombre, lo que le permite moverse. C. En tercer lugar tenemos la sustancia puramente “material”, representada por la materia toda del cosmos, los animales y el cuerpo del hombre, creados todos por el Demiurgo a partir de la materia inteligible, que le proporciona su madre Sabiduría. Seguiremos. Saludos cordiales de Antonio Piñero. www.antoniopinero.com
Sábado, 6 de Noviembre 2010
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Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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