CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:

¿Qué se puede leer sobre quiénes se consideraban 'hijos de Abraham' y de dónde puede haber salido que los espartanos también eran considerados tales por I Macabeos 12, 21?

He leído en Herodoto una antigua tradición que afirmaba que los espartanos provenían de Egipto pero no me parece que ésto esté relacionado con aquello. Por otro lado pareciera que más corresponde a los hebreos llamarse 'hijos de Jacob' que del antiguo legendario patriarca de dudosísima historicidad. Tanto más cuanto que, al menos en los evangelios, parece denominarse con esta etiqueta a los solos judíos.

Otra pregunta: ¿por qué, siendo tan importante la filiación ‘davídica’ para reivindicar uno de los papeles de Jesús, ella no cuenta para nada en la legitimación de la familia herodiana que, cuanto mucho pretenden realizar alianzas matrimoniales con los asmoneos, de procedencia levítica? Estos mismos tampoco dan la más mínima importancia, al menos en sus libros propios y los de Josefo, a ninguna herencia dávída.

Otrosí: da la impresión que datar la redacción última del Pentateuco y Jueces en la época de Josías o Ezequías es excesivo. Ambos reinaban sobre un territorio irrisorio y de ninguna manera podían ni hubieran querido reivindicar la extensión de los famosos territorios de las doce tribus. Ello parece más propio de los asmoneos –que con Jueces justifican su salvajismo conquistador- y sus libros de Samuel, Reyes y Crónicas. Daría la impresión que una redacción tan cuidada de los libros sagrados solo puede haberse producido durante el dominio fariseo del reinado de Salomé Alejandra. Un mapa del dominio de este largo reinado y el atribuido a Salomón parecen coincidir perfectamente. Por otro parte el personaje inventado de Salomón –con tradiciones seguramente antiguas y de varias proveniencias- no deja tener analogías con lo que se decía de Salomé, reina ‘sabia’ y ‘pacífica’. La misma etimología de sus nombres es también bastante sugerente. Nombre que, buscando en las concordancias, no aparece en ningún libro excepto los históricos y en alguno tardío sapiencial.


Respuesta:

1: Le aconsejo que lea un buen Comentario a 1 Macabeos en la biblioteca de algún Seminario o Facultad de Teología, que abordará con toda seguridad el tema. Es totalmente legendario, por otra parte.

2: La familia herodiana y sus orígenes era demasiado conocida como para construir su prestigio en una burda mentira. Los padres de Herodes el Grande eran Antípatro, idumeo, de Edom, el tradicional enemigo de Israel, forzado a convertirse al judaísmo en 109 a.C al ser conquistados por Juan Hicarno I, quien, sin embargo, les permitió quedarse en el país con la condición de que se hicieran judíos. Y su madre, Cipro, era una árabe nabatea. Su prestigio procedía del derecho de conquista y de haber logrado de facto un reino mayor incluso que el de David. Herodes se proclama sucesor de David sólo en el terreno de la realidad política.

3: En apariencia su hipótesis es sugerente. Pero imposible. El Pentateuco hebreo empezó a traducirse hacia el 270 en tiempos de Ptolemeo II Filopátor, siendo su bibliotecario, Demetrio de Fálero. Tenemos textos de Qumrán del Antiguo Testamento que son del siglo II a.C. y ya totalmente fijados (para lo que hace falta mucho tiempo).

Cuando se habla de Josías, etc., se piensa en la legislación básica, que fue pulida y que no quedó fijada hasta probablemente después del 423 a.C. (época de Artajeres II), momento en que se “decretó” que la “profecía oficial” había cesado ya en Israel. Precisamente esa “ley” contribuyó a que, desde ese momento en adelante no existieran más escritos sagrados y toda la literatura piadosa, que continuaba la teología del Antiguo Testamento, se refugió en la pseudonimia y pseudoepigrafía = Apócrifos del Antiguo Testamento. El Libro de Daniel fue una excepción. “Se coló” en el canon porque los rabinos creyeron a pies juntillas que Daniel era un profeta de época de Nabucodonosor... cuando está dibujando en realidad la revuelta macabea!!!

En síntesis: hay muchísimos indicios de que la literatura canónica del Antiguo Testamento estaba más o menos fijada mucho antes de la época de los Asmoneos.


Pr.:

Estimado profesor: En tiempos de Marción que secta cristiana era la mas influyente, y si es asi a cual queria pertenecer marcion,??

R.:


Marción vive en Roma entre el 140 y el 155 d.C. Para esos momentos, creo que los paulinos eran ya, con mucho los más fuertes entre cualquier otro tipo de cristianismo, en especial el judeocristiano.

Marción era una suerte de gnóstico (sobre el gnosticismo puede consultar, si le es posible mi obra “Cristianismos derrotados”, Edaf, Madrid, 2009). El no quería “pertenecer” a un cristianismo constituido ya, sino que pensaba, y con razón, tener derechos para formar su propio grupo cristiano, que con el tiempo será la Iglesia marcionita, que durará por lo menos hasta el siglo V d.C. Su idea central es que con Jesús ha llegado el último revelador del Dios transcendente. Este Dios supremo es casi inalcanzable, y distinto al que ha hecho el Universo, Yahvé el Dios de los hebreos. La doctrina de Marción se basa especialmente en Pablo de Tarso y en el Evangelio de Lucas, retocado por él y se caracteriza por un rechazo casi absoluto a todo lo que sea judaísmo


Pr.:


¿Podría decirme qué opina del Evangelio secreto de Marcos? Koester y Crossan, principales desfensores de la autenticidad, ¿siguen opinando igual)


R. :

No creo que Crossan ni Koester hayan cambiado de opinión, a juzgar por la evaluación de Joel Marcus en El Evangelio según Marcos I, Sígueme 2012, 68-71.

Mi evaluación, muy antigua, está en Fuentes del cristianismo. Tradiciones primitivas sobre Jesús, el Almendro Córdoba 1993, 407-411. Posteriormente he puesto al día esta evaluación en mi obra “Jesús y las mujeres”, reedición de la Editorial Trotta, Madrid, 2014, en el capítulo dedicado a “¿Un Jesús homosexual?”.

Mi opinión, en líneas generales es que “El Evangelio secreto de Maros” es un falso, y que lo más “escandaloso” de la interpretación homosexual de Jesús no está ni siquiera explícitamente en el supuesto fragmento del joven rico adoctrinado por Jesús y en la noche que pasaron juntos en una suerte de rito de iniciación a los misterios del reino de Dios, porque el añadido de que “los dos estaban desnudos” no parece en ese evangelio, sin en una copia e interpretación de los carpocracianos de Alejandría. Y si “El Evangelio secreto de Maros” es una falsificación moderna de Morton Smith, hay que hacerle poco caso.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
Www.antoniopinero.com

Domingo, 22 de Febrero 2015


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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