Notas
Hoy escriben Antonio Piñero y Claudio García Turza
Estoy, por mi parte, muy contento en verdad, en la semana presente, de presentar este libro de Avenoza, pues su contenido entra de lleno en la tarea filológica que es propiamente la de este Blog. Creo que una de las principales, quizá la primera, ocupaciones de un filólogo es proporcionar al público una acceso libre, fácil y cuidado a los manuscritos antiguos que conservan nuestras bibliotecas, en España, o fuera de ella. El libro de la profesora Gemma Avenoza es espectacular. A mí me parece sencillamente sensacional, pues -además de su contenido en letra impresa- viene acompañado de un CD, con el mismo título, donde el lector, deseoso de conocer nuestros tesoros, puede saciar plenamente su curiosidad con imágenes de los manuscritos que se estudian. En la presentación de este libro tengo muy poco o nada que criticar, pues soy sólo un admirador inexperto en estas lides de edición de manuscritos medievales- utilizaré las palabras de las dos presentaciones, la de la autora y la del Prof. Claudio García Turza, prologuista de la obra. Gemma Avenoza, Biblias Castellanas Medievales. Cilengua (Instituto de orígenes del español), Fundación San Millán de la Cogolla, 2011, 448 pp. de gran formato. CD incluido con la reproducción de los manuscritos presentados. ISBN 978-84-938395-6-7. Escribe el Prof. García Turza que “Dentro del proyecto general ‘Biblias hispánicas’, que en la actualidad centra una buena parte del ‘Instituto de Orígenes del Español’, consideramos prioritaria la línea de investigación orientada a la edición y estudio de las biblias romanceadas castellanas de la Edad Media. “Estas traducciones vernáculas de la Biblia tienen un interés histórico y filológico evidente. Su sola mención, por una parte, se asocia inevitablemente con una de las consecuencias más espantosas del fanatismo religioso en esa época: la persecución insensata precisamente de muchas de las versiones bíblicas judeorromances y, en sentido contrario, constituyen una prueba tangible, sobre todo en la primera mitad del siglo XV, de la arraigada convivencia y colaboración entre cristianos y judíos. “Por otro lado, manifiestan un desarrollo cultural tan alto de los cristianos y de la comunidad judía que posibilitó las traducciones desde el latín y el hebreo (añado: ¡qué pena que no fueran del griego, como hizo en Inglaterra/Gales William Tyndale que antes del 1536 [murió ejecutado en Antwerpen/Amberes por luterano] había traducido casi todo el Nuevo Testamento del griego al inglés. En España podríamos habernos adelantado un siglo!), en este caso merced a una profunda integración de los judíos en la cultura medieval española. “Estas Biblias revelan, además, la antigua técnica tradicional de traducción fundamental en el sistema pedagógico de sus aljamas (es decir, sinagogas; lit. en árabe el lugar donde se reúne la congregación), así como las diversas adaptaciones realizadas por los traductores judíos a instancia de los reyes y los nobles cristianos, que, estimulados por una curiosidad intelectual afín a la renacentista, encomendaban traducciones en todos los campos del saber, incluida la Biblia. “En otro orden de cosas, estas Biblias propician y consagran de modo general el avance de la lengua castellana: las Escrituras sagradas configuran el documento seguramente más apropiado para aquilatar las posibilidades de cualquier sistema idiomático en el proceso o reto de su traducción. “Finalmente, desde el enfoque de la lingüística histórica, estos romanceamientos (es decir, traducciones a la lengua vulgar o romance), cronológicamente dispuestos a lo largo de los siglos, ilustran palmariamente la evolución lingüística del español. “Por todo ello, resultaba urgente disponer antes que nada de una monografía que atendiera con el rigor necesario a los aspectos codicológicos de todos estos manuscritos. Y no tuvimos ninguna duda: la profesora Gemma Avenoza, por su reconocida competencia en esta materia, habría de abordar tan importante contribución científica. “Y este libro que ahora presentamos es el excelente resultado de este empeño: una obra completa en cuanto al número de los manuscritos examinados, ejemplar por el método y la amplitud de sus descripciones codicológicas e innovadora por la búsqueda de interpretaciones a partir de los numerosos datos ofrecidos en la minuciosa descripción de los manuscritos. “En efecto, en el presente trabajo, con excepción de las traducciones bíblicas romances integradas en la General Estoria de Alfonso X y de la "Fazienda de Ultramar" (cuyo contenido no es en su totalidad una traducción bíblica), figura un estudio directo de todo el corpus bíblico castellano medieval: Biblias completas: · El Escorial, · Biblioteca Nacional, · Real Academia de la Historia, · Casa de Alba, · Évora · Ayuda), · Libros bíblicos exentos y fragmentos bíblicos (el libro incluye la edición de dos de estos fragmentos conservados: Évora y Córdoba). Continuamos en la próxima postal Saludos cordiales de Claudio García Turza y Antonio Piñero Universidades de la Rioja y Complutense de Madrid
Martes, 2 de Agosto 2011
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Editado por
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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