CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero

Notas

Hoy escribe Antonio Piñero


Ayer hubo las siguientes preguntas y su respuesta:

He aquí unas cuantas preguntas y sus respuestas:

Pregunta:

Tengo en mi poder un libro que se Titula "El Evangelio De Los Doce Santos" y en sus paginas se afirma que fue compuesto en torno al año 70 por San Juan y que este texto es la fuente de los cuatro evangelios. Mi pregunta es, ¿este texto también esta relacionado directamente con la "Fuente Q"? ¿Usted lo conoce? Le envío la foto de la portada del libro, la editorial es Equipo Difusor Del Libro. De le agradezco anticipadamente su tiempo y su retroalimentación

Respuesta:

Ese libro no vale absolutamente nada. No se conserva ningún original arameo de ningún evangelio. Y en cuanto a la autoría de san Juan: es otra falsedad, porque ni siquiera sabemos de cierto que ese san Juan escribiera nada, ya que los autores del Apocalipsis y del Cuarto Evangelio son autores desconocidos. El primero puede ser un tal “Juan el Anciano (griego “presbítero”) de quien en realidad no se sabe nada. Solo que existió, pues fue mencionado por Papías, en el siglo II, en su obra (perdida, pero citada en fragmentos por Eusebio de Cesarea), “Explicación de los oráculos del Señor”.

Pregunta:

¿Y el Evangelio de Juan? ¿Es aún más divergente en su figura de Jesús (respecto a los otros evangelios) que los Evangelios Sinópticos entre sí?

Respuesta:

Sí parece a veces que el este texto dibuja a un Jesús que parece otro. El Evangelio de Juan se cree con autoridad para corregir la imagen de Jesús de los autores precedentes. El Jesús de “Juan” es preexistente, el Logos/Palabra de Dios que existe desde la eternidad, que baja a la tierra, revela y retorna al cielo.
Los discursos del Salvador son muy diferentes en el Evangelio de Juan y en los Sinópticos. El Jesús de Juan habla en parlamentos largos y solemnes. No pronuncia el Sermón de la Montaña y no enseña el “Padre Nuestro”, no habla en parábolas, sino en la forma de discursos simbólicos, de tono muy distinto. Tales discursos más que palabras de Jesús dan la impresión de ser una meditación profunda sobre lo que es y representa como Revelador, sobre su relación con Dios Padre y sobre cómo debe ser la vida cristiana de acuerdo con la fe en él. El Jesús johánico expresa nuevos conceptos, desconocidos para los evangelios anteriores, como “vida”, “testimonio”, “verdad”, “gracia”, “luz/os-curidad” “arriba/abajo”.

En este Jesús no hay debilidades humanas. No hubo, por tanto, bautismo de Juan para perdón de los pecados, ni tentaciones en el desierto, ni la angustia de Getsemaní: él da la vida porque quiere. Su muerte es el momento de su máxima glorificación y exaltación. Creer en él significa haber conseguido ya la vida y la resurrección.

Saludos cordiales.

Miércoles, 6 de Agosto 2014


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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