CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
446-01 Notas críticas a la presentación usual del Reino de Dios según Jesús de Nazaret
Hoy escribe Antonio Piñero


Como creo que saben los lectores, hay entre otras de menor entidad, dos revistas importantes en España de Ciencias de las religiones: Bandue, editada por Trotta, e ‘Ilu. Revisa de ciencias de las religiones editada por el Instituto Universitario de Ciencias de la Religión, Publicaciones de la Universidad Complutense de Madrid, 2012.

En el último número hay dos trabajos sobre cristianismo y judaísmo que pueden ser de interés para algún lector por los que los transcribo aquí: Silvie Deniese García de la Calle: “Cristianismo y judaísmo en la vida de Abdías el prosélito normando, a través de la profecía de Joel”, pp. 41-57; y uno mí con el Título “Notas críticas a la presentación usual del Reino de Dios según Jesús de Nazaret”, pp. 119-147.

En este artículo intento hacer una valoración crítica de las presentaciones normales hoy, generalmente confesionales, de las concepciones de Jesús acerca del Reino. El análisis estudia las presentaciones de J. A. Pagola,, Jesús. Aproximación histórica, Madrid, PPC, 2007; R. Aguirre- C. Bernabé – C- Gil ¿Qué se sabe… de Jesús de Nazaret? Estella, Verbo Divino 2009; G. Theissen- A. Merz, El Jesús histórico, Salamanca, Sígueme, 1999, J. G. D. Dunn, Jesús recordado, Estella, Verbo Divino, 2009; J. P. Meier, Un judío marginal. Nueva visión del Jesús histórico. Vol. II/1 del 2001, también DE Estella, Verbo Divino, haciendo continuas alusiones a la obra de Johannes Weiss, Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes (La predicación de Jesús del Reino de Dios, de Göttingen 1892, que he podido leer en la excelente versión inglesa de Hiers y Holland, Philadelphia, 1971.

Este tema tiene 4 partes: 1. Exposición, que procuraré objetiva de las concepciones exegéticas acerca de cómo Jesús entendía el reino de Dios. 2. Crítica a los puntos de vista exegéticos de las obras arriba mencionadas. 3. El Reino de Dios como futuro inminente, según Jesús; 4. ¿El reino de Dios como «presente» y «ya llegado»?; 5. Apuntes para la continuación de la perspectiva esbozada en estas notas críticas. 6. Conclusión general.

La obra de Puig i Tarrech, Jesús. Una biografía ha sido ciertamente «más impactante» en el público que la de Aguirre-Bernabé-Gil, pero –entre las obras citadas en el apartado de libros dirigidos a círculos menos especializados de lectores-- creo que ha tenido más impacto público el libro de Pagola. El un libro de gran difusión y reciente, del filósofo Javier Gomá Lanzón opina en la p. 189, n. “A diferencia de la mayoría de los estudios sobre el Jesús histórico, que se mantienen en un plano de exposición descriptivo - positivista, este libro presenta la ventaja de conocer las principales conclusiones de la investigación historiográfica moderna y contemporánea y , sobre esta base, saber elevarse para recrear de un modo convincente el ideal de ejemplaridad alcanzado por Jesús. Me temo que el tema que vamos a desarrollar cae bajo el epígrafe de descriptivo – positivista. Pienso que cada lector, conforme a su imagen de Jesús se elevará por su cuenta para desarrollar sobre todo en su interior la imagen ideal de Jesús.

En apariencia, las obras seleccionadas pueden parecer de “divulgación”. Lo son en cierto modo, pero se presentan –y por eso han sido escogidas- como exponentes del consenso o sentir medio de la investigación actual, crítica. Tanto es así que recientemente la última edición del libro de Pagola ha sido retirada del mercado por orden de la Conferencia episcopal española. Y, en especial, el volumen de R. Aguirre – C. Bernabé –C. Gil Arbiol intenta ser un balance de resultados de tal investigación. El que el lenguaje sea sencillo y accesible no los convierte en meras obras de divulgación sin fuste. Y para este trabajo importa sobre todo el impacto en lectores de lengua española que no leen literatura científica”.

A) La primera –Jesús. Aproximación histórica- parece más popular, y lo es, pero el autor, J. A. Pagola, afirma con rotundidad que no se trata de un intento de explicación teológica o piadosa sino de una rigurosa aproximación histórica; así consta en el subtítulo. «Quiero saber quién está en el origen de la fe cristiana» (p. 5). El autor ha estudiado toda la literatura científica con ojos críticos (p. 6) y la bibliografía es abundante y casi exclusivamente científica. De hecho, tal aproximación histórica, aunque limitada a mi parecer, le ha costado grandes disgustos con el Episcopado, y se la impuesto la obligación de cantar la palinodia acerca de algunas de sus afirmaciones. Por ello es de especial interés.

B) La segunda- Qué se sabe… de Jesús de Nazaret- de R. Aguirre-C. Bernabé-C. Gil, pretende hacer, por un lado, una presentación sintética, equilibrada y objetiva de lo que se sabe con seguridad de Jesús de Nazaret según el sentir medio de la investigación técnica del Nuevo Testamento (p. 10). Además, por otro, defiende la posición de que «la fe (¡sic; no sólo la historia!) puede hacer alguna aportación» a lo que se sabe de Jesús, ya que la confesión de éste «como “Hijo de Dios” añade una perspectiva legítima que es necesario incluir en una presentación de Jesús» (p. 11).

C. La tercera es el conocido manual científico sobre El Jesús histórico, de G. Theissen y A. Merz, editado en castellano por Sígueme: Salamanca, 1999.

Comienzo mi anotación crítica centrándome como indiqué en la cuestión clave «Reino de Dios presente o futuro», o bien «presente/futuro a la vez»; posteriormente nos detendremos en otros aspectos. En líneas generales, en los estudios que se leen en España, menos en la de E. P. Sanders, defensor de una concepción del reino de Dios en Jesús de Nazaret sólo futura, en la línea de Johannes Weiss y sucesores se afirma con toda claridad que el reino de Dios de Dios es un evento futuro y, a la vez, que ha venido ya, que está presente en la tierra en el ministerio de Jesús. En mi opinión, esta idea es en extremo discutible. Expondré brevemente las ideas al respecto de las tres obras escogidas. Las dos primeras han sido en parte objeto de reseña en este blog. Pero, si no me equivoco, no el en tema del reino de Dios.

Comienzo por José A. Pagola:

A. La obra de J. A. Pagola dedica dos páginas y media (109-111), reducibles en realidad a unas meras líneas, al tema de la futuridad del reino de Dios. El pensamiento del autor se ocupa sobre todo en resaltar en este par de leves páginas (al reino de Dios «presente» dedica catorce) cómo Jesús mezcla de modo novedoso dos concepciones extrañamente compatibles: un reino de Dios futuro y su presencia real ya en el momento de su propio ministerio.

Pagola sostiene correctamente que el «reino de Dios es el núcleo central de la predicación Jesús» (p. 88), y que «Nunca explica en qué consiste» (p. 89). Luego, tras los pasos de N. Perrin, aclara que «el reino de Dios es «una metáfora, o un símbolo» (p. 89). Pero, el reino de Dios, tal como Jesús lo presentaba, tenía que ser «algo muy sencillo, al alcance de las gentes (de Galilea) » (pp. 99-100).
Luego pasa a explicar que el reino de Dios es una realidad presente ya en su gestación misma: «El reino Dios sólo puede ser anunciado desde el contacto directo y estrecho con las gentes más necesitadas de respiro y liberación» (p. 87). A propósito de Lc 16,16, «La ley y los profetas llegan hasta Juan…», sostiene Pagola que «En este dicho Jesús afirma que después de Juan ha llegado ya la realidad nueva del reino de Dios» (p. 96, n. 28). «Lo primero para Jesús es la vida de la gente, no la religión»… «Jesús no cura para probar su mensaje o reafirmar su autoridad. Cura movido por la compasión, para que los enfermos, abatidos y desquiciados, experimenten que Dios quiere para todos una vida más sana. Así entiende su actividad curadora: “Si yo expulso los demonios con el dedo de Dios, entonces es que ha llegado a vosotros el reino de Dios”»: Lc 11,20 / Mt 12,28 (p. 100) .

La prueba de que el reino de Dios es a la vez presente y futuro son ciertas parábolas jesuánicas: «El reino de Dios está ya aquí, pero solo como una semilla (sembrador, Mc 4,3-9 y semilla que crece sola Mc 4,26-29; mostaza, Mc 4,30-32), que se está sembrando en el mundo; un día se podrá recoger la cosecha final» (p. 110)

El pasaje «El reino de Dios se ha acercado» (Mc 1,15) debe entenderse como ya presente a la luz de Lc 17,21, «El reino de Dios está entre vosotros». Entos hymin, es «entre vosotros», mejor que «dentro de vosotros», pues para Jesús ese Reino no es una realidad íntima y espiritual, sino una transformación que abarca la totalidad de la vida y de las personas (P. 95, n 25). «Es desfigurar el pensamiento de Jesús reducir el reino de Dios a algo privado y espiritual.. es una fuerza liberadora al alcance de todos los que la acojan con fe» (p. 95). Captar la fuerza salvadora de Dios significa que el Reino está ya presente: «Este mundo no es algo perverso, sometido sin remedio al poder del mal hasta que llegue la intervención final de Dios, como decían los escritos apocalípticos. Junto a la fuerza destructora y terrible del mal podemos captar ahora mismo la fuerza salvadora de Dios, que está ya conduciendo la vida a su liberación definitiva» (p. 95). «Dios no viene a defender sus derechos (sobre Israel y la tierra), ni a tomar cuentas de quienes no cumplen sus mandatos. No llega para imponer su dominio religioso… Jesús no pide a los campesinos que cumplan mejor su obligación de pagar los diezmos y primicias… el reino de Dios es otra cosa. El reino de Dios consiste en liberar a todos de aquello que les impide vivir de manera digna y dichosa» (p. 98). «Lo que preocupa a Dios es liberar a las gentes de cuanto las deshumaniza y las hace sufrir» (p. 96). (Porque ha llegado el reino de Dios) «Jesús no habla ya de la ira de Dios, como el Bautista, sino de su compasión» (p. 98).

«Entrar en el reino de Dios es construir la vida no como quiere Tiberio, las familias herodianas o los ricos terratenientes de Galilea, sino como quiere Dios. Por eso entrar en el Reino es salir del imperio que tratan de imponer los jefes de las naciones y los poderosos del dinero»… No se apela a una intervención milagrosa de Dios, sino a un cambio de comportamiento que pueda llevar a todos a una vida más digna y segura (p. 107).

El modo de conjugar presente y futuro del Reino es : «El reino de Dios ha llegado ya y su fuerza está actuando, pero lo que se puede comprobar en Galilea es insignificante. Lo que espera el pueblo de Israel y el mismo Jesús para el final de los tiempos es mucho más. El reino de Dios está abriéndose camino, pero su fuerza salvadora sólo se experimenta de manera parcial y fragmentaria, no en su totalidad y plenitud final. Jesús invita a entrar ahora mismo en el reino de Dios, pero al mismo tiempo enseña a sus discípulos a vivir gritando: “Venga a nosotros tu Reino”».

«Jesús habla con toda naturalidad como algo que está presente y al mismo tiempo como algo que está por llegar. No siente contradicción alguna. El reino de Dios no es una intervención concreta, sino una acción continuada del Padre, que pide una acogida responsable, pero que no se detendrá, a pesar de todas las resistencias, hasta alcanzar su plena realización. Está germinando ya un mundo nuevo, pero solo en el futuro alcanzará su plena realización» (p. 109).

Pagola se pregunta «de dónde brota en Jesús esta manera de entender el reino de Dios», y afirma que lo que Jesús pensaba del reino de Dios presente no es una idea judía: «No es esto ciertamente lo que se enseñaba los sábados en la sinagoga, ni lo que se respiraba en la liturgia del Templo» (p. 99). Entra otras razones el reino de Dios es un concepto universalista: «Dios no reserva su amor sólo para los judíos ni bendice sólo a los que viven obedeciendo la Ley. También tiene compasión de los gentiles y pecadores. Esta actuación de Dios que tanto escandalizaba a los fanáticos, a Jesús le conmueve… Dios no quiere ver sufrir a nadie… Este es el Dios que está llegando» (p. 99). «Lo importante para él es que todos reconozcan a Dios y entren en la dinámica de su reinado. No es un asunto puramente religioso, sino un compromiso de profundas consecuencias de orden político y social» (p. 105).

En síntesis: el reino de Dios presente y ya venido, según Pagola, es muy poco judío y el tono de su exposición hoy se parece mucho al de los teólogos de la liberación.

El próximo día expondré la interpretación de R. Aguirre y colegas.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com

Viernes, 8 de Marzo 2013


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





Tendencias de las Religiones


RSS ATOM RSS comment PODCAST Mobile