CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
167-01 El significado de los Rollos del Mar Muerto
Hoy escribe Antonio Piñero


El título de esta postal es el de un libro que acabo de leer y que deseo comentar para los lectores. Hago una pausa en el tema que nos ha ocupado en los días pasados –sobre la línea básica de pensamiento de 1 Corintios, que continuaremos más tarde-, para ofrecer la reseña que comienza hoy. He aquí la fica completa del libro:

James VanderKam y Peter Flint, El significado de los rollos del Mar Muerto. Su importancia para entender la Biblia, el judaísmo, Jesús y el cristianismo, Editorial Trotta, 2010, 477 de formato amplio, con cuadros y figuras. Traducción de Andrés Piquer y Pablo Torijano. ISBN: 978-84-9879-091-7.

Este libro es en líneas generales una puesta al día de lo que se sabe científicamente sobre los manuscritos del Muerto hasta 2002, fecha de publicación de la edición inglesa. Una ojeada a su contenido es, como casi siempre, de lo más instructivo.

El libro comienza con un capítulo sobre la historia de los descubrimientos, cómo se datan los manuscritos y que resultados ofrece la arqueología realizada por varios equipos de expertos desde 1947. Luego se abre una sección sobre los Rollos y la Biblia:

• Cuántos manuscritos se han encontrado: unas 225 de los más o menos 900 en los que cifra hoy el número de códice del Mar Muerto, son copias de libros bíblicos;

• Qué texto del Antiguo Testamento poseían los “habitantes” de Qumrán: uno que es presumiblemente muy anterior al que nosotros tenemos hoy;

• En qué afecta el conocimiento de estos textos qumránicos bíblicos a nuestro conocimiento del Antiguo Testamento hoy día y,

• Cómo podemos comprender el canon, o lista de libros sagrados del Antiguo Testamento a la luz de cómo utilizaban la Biblia los qumranitas.

Hay en este apartado un interesante apéndice sobre apócrifos y pseudoepígrafos (libros que aparecen con autor evidentemente falso, como Henoc, Adán, Abrahán, etc.).

La atención se centra posteriormente sobre los manuscritos que no son bíblicos: unos 675, muchos de los cuales se hallan en un estado terriblemente fragmentario. Los autores, VanderKam y Flint, ofrecen un inventario relativamente detenido de los textos más importantes, de modo que el lector se hace una perfecta idea de qué códices pueden interesarle.

Interesante aquí es la breve historia de las teorías de los investigadores acerca del grupo que está detrás de los manuscritos: ¿eran esenios, saduceos, fariseos, otros…? ¿Cuál era la teología del grupo en sus líneas distintivas?

También se intenta responder a la pregunta de cómo situar a ese conjunto de personas, sociológica y teológicamente, dentro del mosaico de grupos del judaísmo del momento. Fue éste el tiempo en el que las tropas romanas, mandadas por Vespasiano destruyeron el asentamiento en su avance contra Jerusalén en la Gran Guerra Judía del 66 al 73.

Hay también otro apartado que describe el modo cómo interpretaban su Biblia los sectarios de Qumrán.

La sección IV puede ser una de los más interesantes para los lectores del blog, porque trata en general de los “Rollos y el Nuevo Testamento”. Hay las secciones usuales, que no dejan de cautivar la atención: Juan Bautista, Jesús, los Evangelios y Qumrán; Los Hechos de los apóstoles y Pablo y el resto de autores de las Epístolas neotestamentarias a la luz de la teología de los Manuscritos. Un apartado menos corriente, pro en extremo interesante, es el del Apocalipsis y los textos qumránicos.

Por último, el libro presenta un apartado de historia social sobre los grupos de investigadores que han contribuido a lo largo de los decenios pasados, desde 1947 a 2002, a la publicación:

• Las vicisitudes de la publicación con sus enormes retrasos;

• Las publicaciones sensacionalistas de algunos con la idea central de que o bien los Rollos deben entenderse como la historia cifrada del cristianismo, o bien

• Cómo –en este transfondo- el Vaticano pudo estar interesado en acallar su contenido,

• Algunos procesos judiciales curiosos que demuestran cómo lo investigadores no son a veces tan limpios, etc.

Los dos autores tienen especial cuidado en dejar en claro cómo la inmensa mayoría de los textos sensacionalistas, por no decir todos, son en verdad un fraude para forrarse los bolsillos…, etc.

Dentro de las apéndices hay que destacar listados utilísimos, como el índice de pasajes bíblicos presentes en los Rollos; otro índice de textos apócrifos y pseudoepígrafos usados pos los autores de esos manuscritos y que traducciones y ediciones hay de los textos del Mar Muerto, aunque aquí los autores se centran ante todo en la bibliografía en lengua inglesa.

Hay que decir que aunque hayan pasado 8 años desde la edición norteamericana del libro que comentamos hasta hoy, la información básica ha cambiado poco. Sólo añadir que los volúmenes aún no aparecidos de la publicación oficial de los Manuscritos, <em>“Discoveries of the Judaean Desert</em>”, citados en la p. 406, han visto la luz todos, incluido un volumen último de Eugene Ulrich, el nº 40, que republica el texto de Isaías, que había aparecido en 1950. En verdad no se trata de una mera reedición, sino de un texto nuevo con más de 2000 variantes.

He consultado a mi colega Julio Trebolle, que ha sido uno de los miembros del Comité último para la publicación de los textos de Qumrán, y me dice que ya está todo, absolutamente todo, publicado. Quedan fragmentos minúsculos, menores que un sello de correo, ilegibles e inútiles hoy por hoy. Se acabó, por tanto, cualquier sospecha de secretismo. Además, como diremos, hay fotografías electrónicas de todos los textos.

Como se ve el volumen parece muy interesante. Quizás, para el gusto europeo, está confeccionado un tanto “desde el punto de vista del interés de” o “a lo norteamericano”. Pero no importa, puesto que el material ofrecido es de primera mano. Los autores han pertenecido desde hace muchos años a la Comisión de publicaciones.

Por último, la traducción encomendada a dos colegas de la Complutense es buena, en el sentido de que los dos son expertos en la materia y saben muy bien qué se llevan entre manos; por tanto no hay errores de comprensión. Veo, sin embargo, que desde el punto de vista del tenor, lisura y belleza del castellano, hubiera sido necesario un pequeño repasito, para corregir ciertas deficiencias de expresión propias de quienes se han formado en el extranjero.

Seguiremos comentando algunos aspectos del contenido de este interesante volumen –¡enhorabuena a Trotta!- en los días siguientes. Hacen falta muchas publicaciones de este estilo, porque el sensacionalismo se dispara por sí mismo en todos los ambientes y se extiende como fuego por cañaveral, pero los resultados científicos tardan mucho en propagarse, y a veces no consiguen contrarrestar el veneno vertido.


Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com

Martes, 4 de Enero 2011


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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