Mundo clásico

 

Las usamos, las oímos, las vemos de vez en cuando en algún periódico... comienzo hoy una lista alfabética de algunas expresiones famosas.


¿Quién las pronunció por primera vez? ¿A quién se les ocurrió? ¿En qué ocasión surgieron? ?Quienes se aprovecharon de ellas para incorporarlas a sus escudos de armas, o al emblema de sus familias?

ACCESIT: "se aproximó". Procede del lenguaje escolástico, y se decía del candidato que había obtenido un número importante de votos. Hoy en día se utiliza con el valor de "premio de consolación".

AD CALENDAS GRAECAS; Fue el emperador Augusto para referirse a una fecha inexistente (porque en el calendario griego no había calendas). Significa, pues: "posponer algo sin fecha fija".

A.M.D.G. (AD MAIOREM DEI GLORIAM): "A mayor gloria de Dios". Fórmula usual de los jesuitas, y se remonta al Concilio de Trento.

AD USUM DELPHINI: "Para uso del Delfín". Célebre colección de libros seleccionados por Bossuet para que el gran Delfín, hijo de Luis XIV, estudiara en ellos. Hoy se emplea para referirse a cualquier texto que ha sido corregido o expurgado en una edición crítica.

A FURORE RUSTICORUM LIBERA NOS DOMINE: "Señor, líbranos de la furia de los vulgares". Es una frase aristocrática (con ecos de las letanías litúrgicas). Fue el lema familiar de los Boselli.

ALTER EGO: "Otro como yo mismo". Se dice de alguien que debe o puede ser nuestro sustituto, con los mismos derechos y obligaciones.

AMICUS PLATO, SED MAGIS AMICA VERITAS: "Soy amigo de Platón, pero más amigo de la verdad".
Es decir, aunque seamos amigos, no por ello debo faltar a la verdad.

Domingo, 19 de Julio 2009
Redactado por Antonio Guzmán el Domingo, 19 de Julio 2009 a las 09:24

suplemento ciberp@is dia 16 julio 09, página 6


EL DIARIO EL PAIS SE HACE ECO DEL BLOG "MUNDO CLASICO"
Queridos blogueros:

¡qué alegría de que un periódico de tanta divulgación se haya hecho eco de la existencia de nuestro blog MUNDO CLASICO!

¡A ver si así vamos animándolo!

Jueves, 16 de Julio 2009
Redactado por Antonio Guzmán el Jueves, 16 de Julio 2009 a las 19:43
Marginados o excluidos como escuela filosófica, no conocemos a los cínicos por sus escritos ni por sus obras, ya que mayoritariamente se las hicieron desaparecer sus adversarios de secta. A ellos nos podemos acercar gracias a una serie de citas, dichos o sentencias conservados por autores como Diógenes Laercio. Muchas de las tales citas son contradictorias o incluso de autenticidad dudosa, lo que dificulta aún más la tarea de conocer el pensamiento de los antiguos cínicos. En todas ellas, sin embargo, subyacen ciertos elementos comunes –como enseguida veremos-, a saber: un cierto humor negro, un pensamiento paradójico, un afán de provocar o subvertir los valores, y una cierta seriedad ética.

EL FUNDADOR DE LA SECTA

A nivel teórico al menos, podemos considerar fundador del cinismo a Antístenes , aunque su representante más característico y quizá de mayor fama sea Diógenes de Sínope. Buena parte de las noticias que de él nos han llegado las debemos a Diógenes Laercio (actualmente disponemos de la excelente traducción, completa, Vidas de los filósofos ilustres, a cargo de C. García Gual, Madrid: Alianza, 2007). De él contaba Menipo en su Venta de Diógenes, que fue hecho prisionero y vendido como esclavo. Al preguntarle sus captores si tenía alguna habilidad especial en la que sobresaliera, les contestó. “Gobernar hombres”, y acto seguido comunicó al pregonero: “Pregona si alguien quiere comprarse un amo”.

ANECDOTAS CINICAS

El catálogo de anécdotas que le atribuye la tradición es riquísimo, y algunas de ellas bien conocidas. Mejor que cualquier doctrina filosófica, algunas de estas frases revelan perfectamente el carácter y la idiosincrasia de nuestro personaje. Cuando había alcanzado ya una cierta edad, algunos le decían: “Eres ya viejo, descansa”, a lo que él les contestó: “Si corriera la carrera de fondo ¿debería descansar al acercarme al final, o más bien apretar un poco más?”. Y como consideraba a la mayoría de los hombres esclavos de sus vicios, se cuenta que solía pasear a plena luz del día con una lámpara encendida en sus manos, diciendo: “Busco un hombre”. Con su provocadora ironía –decimos parafraseando a G. Reale- lo que Diógenes buscaba era un hombre que vive en conformidad con la naturaleza más auténtica, a un hombre ajeno a las convenciones y normas sociales. No menos despectivo se mostraba cuando calificaba al rico ignorante de “vellón de oro”; e igualmente mordaz fue con sus vecinos de Sínope. En cierta ocasión alguien le dijo: “Los sinopenses te han condenado al destierro”, a lo que replicó: “Y yo a ellos a que sigan viviendo en Sínope”. Un buen día alguien le preguntó si sabía por qué los ricos dan limosnas a los pobres y no a los filósofos, a lo que él contestó: “Porque piensan que pueden llegar a ser cojos o ciegos, pero nunca llegar a filósofos”. Muy moderna es la siguiente respuesta. Al preguntarle uno por su patria y de qué ciudad era, contestó: “Soy cosmopolita” . Definió muy acertadamente también el papel que corresponde a la educación, de la que dijo que “es sensatez para los jóvenes, consuelo para los viejos, riqueza para los pobres, y adorno para los ricos”. Al preguntarle también otro qué es lo más hermoso, le contestó: “Poder hablar con total franqueza”. Esta libertad de palabra (parrhesía), es consustancial al cínico. Decir abiertamente y sin miramientos lo que uno piensa, incluso con un gramo de causticidad, sin importar quién sea su interlocutor, si rey o esclavo.
Y el contrapunto de esta libertad de expresión viene representado por la libertad de comportamiento en sus costumbres cotidianas. A la luz del día, en plena plaza pública de Corinto Diógenes hace alarde de su desvergüenza perruna y de su talante sustancialmente anárquico. Y aunque pueda parecer paradójico, hay dos pautas en la vida de estos cínicos que siguen llamándonos poderosamente la atención: sus conceptos de “entrenamiento” (áskesis) y de “esfuerzo” (pónos). Dos nociones verdaderamente indisolubles: el hombre logrará la felicidad a través de la libertad, pero ésta sólo resultará asequible mediante el ejercicio del entrenamiento y la práctica del esfuerzo.
Por si aún faltaran leyendas sobre tan singular personaje, se cuenta que murió en Corinto, el mismo día que lo hacía en Babilonia Alejandro Magno. Corría el año 323 a.C.
Miércoles, 1 de Julio 2009
Redactado por Antonio Guzmán el Miércoles, 1 de Julio 2009 a las 20:33
La historia, tal y como la conocemos en la actualidad (a pesar de otras opiniones aún no hemos conocido el "fin de la historia") fue una actividad intelectual que inventaron los antiguos griegos. En las culturas del Próximo Oriente, en Egipto y en otros muchos pueblos, existieron crónicas y anales que registraban a modo de acta notarial las principales hazañas de sus reyes, de sus dinastías y de sus clanes...

Sin embargo, nunca se preguntaron por las CAUSAS que habían provocado tales acciones ni reflexionaron acerca de los agentes y las fuerzas que se vieron implicadas en el origen y desarrollo de las mismas. Los griegos, en suma, fueron los primeros, en dar al estudio de los acontecimientos del pasado una dimensión estrictamente humana, enun proceso de racionalización paralelo al que siguieron los primeros médicos (Hipócrates, en su tratado Sobre la enfermedad sagrada) y los sofistas en el ámbito de la política.
Miércoles, 24 de Junio 2009
Redactado por Antonio Guzmán el Miércoles, 24 de Junio 2009 a las 18:17
194votos

Artículos

Aprovechando la puesta en escena en las Naves del Español del Matadero (Madrid) de "Edipo, una trilogía" en coproducción con el GREC 09 Festival de Barcelona (y sin que se interprete esto como propaganda gratuita) voy a hablar del personaje EDIPO.

De esta representación me parecieron excelentes las interpretaciones de Eusebio Poncela (Edipo), Pedro Casablanc (Creonte) Miguel Palenzuela (en un tremendo Tiresias) y del jovencísimo Críspulo Cabezas en el doblete de Polinices y Hemón.

Excesiva la duración, 2 horas y media; pero bien. Quizá se podría haber recortado algo del texto de la obra Edipo en Colono (que ya sabemos que es una pieza que no aguanta comparación con las otras dos, Edipo Rey y Antígona).

Me vino a la memoria el año 1982 y la representación en el teatro de Mérida de El mito de Edipo Rey en una traducción brillantísima de Agustín García Calvo. También me acuerdo de que los FEstivales de Mérida tuvieron ese año que posponerse, debido a que ese verano la "joya de la corona" cultural fueron los Mundiales de Fútbol....

¿Quién fue EDIPO? Todo el mundo lo sabe. El niño que quedó expuesto recién nacido en el monte para hacerlo desaparecer, y que sin embargo -por los avatares del destino- es recogido por un pastor y salvado... Se ciernen sobre él dos maldiciones (convertirse en el asesino de su padre y tener hijos de su propia madre). El destino se cumplirá a su pesar. Edipo intenta evitarlo, pero todo es inútil.

Pero hay más: Edipo encarna el problema de la autoidentificación, El desea saber quién es, de quién es hijo, cuál es su patria... Edipo desea conocer la verdad, aunque resulte dolorosa (decían los griegos antiguos que el conocimiento es a veces fuente de sufrimiento, y que lo mejor es no saber demasiado) . Y en la obra subyace esa dicotomía tan teatral del SER vs PARECER.

Como personaje, Edipo es un ser doliente, que sufre en soledad; es ese dolor que no podemos compartir, ante el que nada vale ni el consuelo de un amigo ni la comprensión de la familia. Por eso es un dolor que ennoblece. Y sufre sin tener culpa de lo que le sucede. Sufre sólo sólo por el hecho de ser humano.

En un libro no muy antiguo, D. Wiles, Greek Theatre Performance, del año 2000, nos dice que los directores y adaptadores modernos se interesan por el teatro antiguo y por personajes como el de Edipo porque en ellos siguen vivos algunos valores humanos y algunas experiencias del sufrimiento como las que se encarnan en este personaje.

Yo sólo añadiría una cosa: que desde nuestra sensibilidad moderna esos textos antiguos resucitan en cierta manera porque somos los propios espectadores los que añadimos nuevos significados y nuevas vivencias a lo que el antiguo texto decía.

Hasta pronto...
Martes, 23 de Junio 2009
Redactado por Antonio Guzmán el Martes, 23 de Junio 2009 a las 18:38
La palabra "theatron" significa espectáculo y designa tanto el lugar o espacio en que se representa una obra, como la misma puesta en escena de una pieza dramática. Todo esto es bien sabido, pero ¿cómo se justifica hoy día la existencia del teatro antiguo? No es que tengamos muchos datos nuevos(aunque hay algunas inscripciones descubiertas por los arqueólogos que aportan novedades) pero lo que sí es cierto es que partimos de nuevos supuestos: conocemos mejor las implicaciones políticas del antiguo teatro en tiempos de Pericles (s. V. a.C); han progresado mucho nuestro conocimiento sobre las relaciones que existen entre el el ritual y el drama; hemos avanzado notablemente en lo relativo a la representación y puesta en escena moderna, y -lo que es de mayor actualidad- nos interesa mucho más la pervivencia del teatro antiguo y su recepción en los siglos XX y XXI.
Pensemos, por ejemplo, en el interesante debate que anualmente se abre con motivo de los Festivales de Teatro de Mérida, Itálica, el Matadero de Madrid o Segóbriga acerca de cómo deben enfocarse las representaciones. De una parte los "traductores y adaptadores" defienden sus ideas, mientras que los "directores escénicos" disienten frecuentemente de las posturas de los primeros.
Deberíamos oír las opiniones de los jóvenes directores y actores de tantos y tantos grupos que por la geografía de nuestro país (y de muchos otros) siguen representando las obras clásicas.
Para otro día dejaremos lo que supuso en la antigua Atenas la aparición de este género literario y sus relaciones con la propia eclosión de algo tan consustancial al teatro como fue el surgimiento de la democracia.
Hoy dejo en el aire algunas preguntas:
¿Cómo explicar el magnetismo que sobre el hombre y la mujer de cada época ejerce la contemplación de un drama antiguo? Quizá son los temas; quizá los personajes; quizá los argumentos. Por qué nos sigue interesando qué le sucedió realmente a Edipo, "el hijo de la fortuna"?; ¿Por qué o hasta qué punto representa representa el prototipo de la muchacha ácrata que lucha desde su soledad contra el omnímodo poder del Estado?; ¿Qué sentido tiene la desaforada ambición por el poder de los príncipes de Tebas?; ¿Debe el ciudadano obedecer siempre las leyes de la comunidad si se plantea un conflicto entre su conciencia y la ley?; ¿Quién fue la apasionada Medea?; ¿Qué papel juega el destino en la vida de los seres humanos?
Bueno, queridos blogueros, a ver qué respuestas os sugieren estos interrogantes.
Antonio Guzmán
Jueves, 18 de Junio 2009
Redactado por Antonio Guzman el Jueves, 18 de Junio 2009 a las 18:53
1 2 3