Desde hace ya 15 años viene publicando Ediciones Clásicas de Madrid un Calendario-Agenda simpático y singular, que constituye una auténtica delicia repleta de curiosidades sobre el mundo antiguo. ¿Quién no ha sentido interés por conocer el origen de nuestro calendario? Desde su origen caldeo, ¿quién no se ha preguntado sobre las aportaciones que han introducido los griegos, los romanos, los árabes, etc.? ¿Quién, cuándo y cómo se han introducido las sucesivas reformas para reajustar los desfases que se producen entre el calendario lunar y el solar? ¿Por qué utilizaron los griegos antiguos un cómputo basado en las Olimpíadas? Sólo cito (y el lector podrá recabar más datos sobre ellos acudiendo a Internet) los nombres de algunos astrónomos como Metón de Atenas, Calipo, Hiparco de Bitinia, Eudoxo y Metrodoro que dedicaron buena parte de sus esfuerzos al calendario.
Luego vinieron los romanos con su inicial calendario de 10 meses, lo que no resolvía los desajustes astronómicos que llegaron a provocar que las estaciones cayeran al cabo del tiempo en fechas distintas. En el año 46 a.C. Julio César intentó una reforma definitiva del calendario, e hizo venir de Alejandría al astrónomo Sosígenes, quien instauró la duración del año en 365 días y 6 horas, ajustando con gran precisión los desfases acumulados. Por su parte, la manera actual de computar los años, refiriéndolo al nacimiento de Jesucristo, se remonta al monje Dionisio el Exiguo, quien en 527, consiguió que se adoptara dicha modalidad computacional. Y llegamos así hasta el año 1528, momento en el que se hizo necesario reformar nuevamente el sistema. Fue el Papa Gregorio XIII quien en 1528 confió al italiano Luigi Lilio dicha actualización.
De todo esto, nos habla José Contreras en su introducción, pero lo que convierte en simpático a esta guía calendario es que durante todos y cada uno de los 365 del año se registran unas breves notas sobre eventos y acontecimientos históricos y culturales del mundo antiguo; por ejemplo: el 10 de enero (hace 2.058 años) César pasó el Rubicón y pronunció su famosa frase “la suerte está echada”; el sábado 30 de enero nació hace 1934 años el emperador hispano Adriano; el 5 de febrero cumplirá 1948 años el terremoto que devastó Pompeya; el 1 de abril hará 2343 años que Alejandro Magno emprendió su expedición militar; el 8 del mismo mes de abril se cumplirán el 190 aniversario del hallazgo de la famosa estatua de la Venus de Milo, descubrimiento azaroso protagonizado por un campesino griego de nombre Yorgos; el 29 de mayo (557º aniversario) cayó Constantinopla en poder del sultán Mehmet, desde entonces la ciudad tomaría su actual nombre de Estambul; el 28 de octubre del año 312 (1698 aniversario) tuvo lugar la batalla sobre el puente Milvio, en la que Constantino obtuvo el triunfo sobre Magencio. Tras su victoria (in hoc signo vinces, “con este signo vencerás”) Constantino adopta oficialmente el cristianismo en Roma.
Y así, día a día, con sus anécdotas, efemérides y curiosidades esta guía calendario nos ilustra (mientras nos reconfortamos con nuestro primer café de la mañana) sobre algunos hitos simpáticos de nuestro pasado.
CALENDARIO CLASICO GRECO-ROMANO
Agenda 2010. José Contreras Valverde, Madrid, Ediciones Clásicas
Luego vinieron los romanos con su inicial calendario de 10 meses, lo que no resolvía los desajustes astronómicos que llegaron a provocar que las estaciones cayeran al cabo del tiempo en fechas distintas. En el año 46 a.C. Julio César intentó una reforma definitiva del calendario, e hizo venir de Alejandría al astrónomo Sosígenes, quien instauró la duración del año en 365 días y 6 horas, ajustando con gran precisión los desfases acumulados. Por su parte, la manera actual de computar los años, refiriéndolo al nacimiento de Jesucristo, se remonta al monje Dionisio el Exiguo, quien en 527, consiguió que se adoptara dicha modalidad computacional. Y llegamos así hasta el año 1528, momento en el que se hizo necesario reformar nuevamente el sistema. Fue el Papa Gregorio XIII quien en 1528 confió al italiano Luigi Lilio dicha actualización.
De todo esto, nos habla José Contreras en su introducción, pero lo que convierte en simpático a esta guía calendario es que durante todos y cada uno de los 365 del año se registran unas breves notas sobre eventos y acontecimientos históricos y culturales del mundo antiguo; por ejemplo: el 10 de enero (hace 2.058 años) César pasó el Rubicón y pronunció su famosa frase “la suerte está echada”; el sábado 30 de enero nació hace 1934 años el emperador hispano Adriano; el 5 de febrero cumplirá 1948 años el terremoto que devastó Pompeya; el 1 de abril hará 2343 años que Alejandro Magno emprendió su expedición militar; el 8 del mismo mes de abril se cumplirán el 190 aniversario del hallazgo de la famosa estatua de la Venus de Milo, descubrimiento azaroso protagonizado por un campesino griego de nombre Yorgos; el 29 de mayo (557º aniversario) cayó Constantinopla en poder del sultán Mehmet, desde entonces la ciudad tomaría su actual nombre de Estambul; el 28 de octubre del año 312 (1698 aniversario) tuvo lugar la batalla sobre el puente Milvio, en la que Constantino obtuvo el triunfo sobre Magencio. Tras su victoria (in hoc signo vinces, “con este signo vencerás”) Constantino adopta oficialmente el cristianismo en Roma.
Y así, día a día, con sus anécdotas, efemérides y curiosidades esta guía calendario nos ilustra (mientras nos reconfortamos con nuestro primer café de la mañana) sobre algunos hitos simpáticos de nuestro pasado.
CALENDARIO CLASICO GRECO-ROMANO
Agenda 2010. José Contreras Valverde, Madrid, Ediciones Clásicas
Sábado, 23 de Enero 2010
Redactado por Antonio Guzmán el Sábado, 23 de Enero 2010 a las 11:03
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