Las ventajas del Big Data son enormes y su crecimiento exponencial. El volumen de datos se duplicará cada dos años y cada vez será más barato y fácil su almacenamiento. Este movimiento está provocando un cambio que afectará, no solo al mundo empresarial, sino también a la política, sanidad, cultura, educación, e incluso, al comportamiento de las personas y a las relaciones entre nosotros. Los individuos buscamos el porqué de las cosas. Es decir, el valor de la información está en buscar la relación entre los datos y así, encontrar tendencias, modas o patrones de actuación.

Telefónica está en cabeza de las grandes compañías españolas que impulsan el Big data. En 2012 el grupo creó una nueva unidad global de negocio para la innovación de solución Big data: Telefónica Dynamic Insights. Su objeto principal es ofrecer a empresas y organismos públicos información analizada para optimizar su rendimiento y estrategia. Uno de sus productos destacado es Smart Steps. Gracias a la red móvil, la telco usa datos para analizar qué factores y tipo de usuarios visitan un lugar en un momento determinado. Así los clientes podrán conocer los mejores formatos y emplazamientos para la apertura de nuevos establecimientos del sector servicios.

También la multinacional puso en marcha “Thinking Things ”, una iniciativa que consiste en diseñar y fabricar módulos pequeños con sensores que monitorizan procesos y permiten conclusiones con los datos recogidos. Estos aparatos miden aspectos como la temperatura, humedad, ruido, etc. Pero su proyecto más ambicioso en este ámbito es el Virtual Data Center 2.0, un espacio privado para el almacenamiento y gestión de volúmenes de datos para empresas.

Precisamente, directores de cine de la talla de Spielberg, ya anticipaban la importancia del Big Data. La película de ficción futurista Minority Report trata de algoritmos que pueden predecir el futuro a partir de datos. Según CISCO, este año circularán más datos en internet que todo el tráfico existente desde su nacimiento hace 30 años.