En Genea tenemos otra visión de lo que es ser líder y trabajamos el liderazgo apoyándonos en otros parámetros. En este post queremos limpiar un poco la imagen que en general tenemos de los y las líderes porque pensamos, y de hecho trabajamos, por otra modalidad.
Redefiniendo el liderazgo
La palabra líder proviene del inglés leader, en cuyo origen significa guiar o conducir.
Cuando pensamos en ella vienen a nuestra mente personas que son líderes de partidos políticos, organizaciones religiosas o de una competición deportiva. Digamos que en esta versión, ser líder es ser número 1, la persona sobre la cual gira todo el grupo. Y en general, puede ser la imagen que predomina sobre esta figura.
Ahora bien, no es la única.
De la misma manera que hemos hablado en otros artículos sobre la manera de ejercer el poder para beneficiar el bien común, el tipo de liderazgo que promovemos en Genea sigue esta línea.
Según nuestro concepto de liderazgo, ser líder es ejercer influencia positiva en las personas para potenciar el valor que aportan tanto a los objetivos comunes como a sí mismas.
Trabajar bajo un nuevo concepto de liderazgo
En nuestro trabajo diario vemos que uno de los mayores escollos para lograr metas en un equipo son cuestiones que no tienen que ver con la parte técnica.
Los procesos suelen atascarse por cuestiones colaterales, pero no menos importantes. Los intereses particulares, las malas relaciones personales, la falta de coordinación o de un objetivo común son puntos que bloquean el trabajo por la Sostenibilidad. En definitiva, la falta de liderazgo tal y como lo entendemos nosotros.
El liderazgo, desde esta perspectiva, es una herramienta que nos ayuda a materializar un propósito: trabajar hacia la Sostenibilidad a través de relaciones sinérgicas.
Cualidades para ser líder
El tipo de liderazgo sobre el que nos enfocamos se inspira en unos principios y en unos valores concretos.
Para ser capaz de ejercer una influencia positiva y desinteresada, la persona líder debe reunir una serie de cualidades que parten de sí misma y se extienden al grupo.
Entre las más valoradas destacan:
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Creer en el potencial y capacidad de las personas con las que se trabaja y ser capaz de identificar y transmitir ese potencial hasta que esas personas sean capaces de verlo por sí mismas.
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La confianza en sí misma, para poder irradiar a su vez confianza en los demás.
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Integridad y coherencia para mantenerse fiel a sus valores, que son básicos para generar confianza en el grupo.
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Conectarse con el propósito que comparte el grupo y permanecer fuertemente comprometida al servicio de ese propósito.
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Comunicar con eficacia para transmitir el propósito, los valores y contagiar pasión al equipo.
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Humildad para guiar al grupo hasta conseguir el propósito sintiéndose parte de él pero no única protagonista y reconociendo, cuando sea necesario, los errores cometidos.
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Capacidad para mantener al equipo alineado hacia el propósito, generando resultados que permitan avanzar hacia el mismo día a día.
¿Qué se consigue con estas cualidades?
Establecer un contexto que favorece que las personas den lo mejor de sí mismas para la consecución de los objetivos comunes.
Para ello, también es muy importante lograr que todas las partes ganen avanzando hacia el fin común. Es un arte conseguirlo y esperamos ahondar sobre ello en nuevas entradas de este blog.
El menos pintado también puede liderar
Nuestro concepto de liderazgo, además, no va acompañado de la ostentación del poder o de la máxima responsabilidad. Siempre es más fácil liderar cuando se ostenta la capacidad de mando. Pero no es una condición necesaria. También se puede ejercer liderazgo siendo la persona que ostenta la menor de las responsabilidades en el grupo.
De facto, es tarea de la persona líder favorecer que el liderazgo sea distribuido, porque siempre hay un tiempo en el que otra persona puede que sea la más adecuada para establecer lo que hay que hacer.
Imagina a alguien de tu equipo que, sin ser «la persona que manda» adopta día a día las cualidades que definimos en el punto anterior: ayuda a los demás a identificar sus fortalezas, es íntegra, transmite confianza, mantiene su compromiso con el propósito del grupo... ¿Qué crees que sucedería? ¿Crees que tendría capacidad para influir en ti?
Valores para este tipo de liderazgo
No solo las cualidades son importantes, sino que los valores también juegan un papel esencial en este tipo de liderazgo. Solo dando vida como líderes a los valores adecuados, podemos contagiar con ellos a las demás personas:
«Si pudiéramos cambiar nosotros mismos, las tendencias en el mundo también cambiarían. Como un hombre cambia su propia naturaleza, también lo hace la actitud del cambio mundial hacia él. Este es el misterio supremo y divino. Es una cosa maravillosa y la fuente de nuestra felicidad. No necesitamos esperar para ver lo que otros hacen». Gandhi
Para ello el tipo de liderazgo que defendemos se asienta sobre unos valores sólidos e inspiradores. Si sigues el blog ya sabes que en nuestro último artículo hablamos de los distintos tipos de valores que mueven nuestras acciones.
Lo dijimos entonces y lo repetimos: la Sostenibilidad no se puede construir desde un sistema de valores que prime el individualismo o el interés particular.
Por ello, el liderazgo que trabaja por la Sostenibilidad debe asentarse sobre valores intrínsecos que favorezcan comportamientos que beneficien al medioambiente y a la sociedad; frente a los extrínsecos, que conducen a las personas a interesarse más por el bien particular que por el común.
Desde Genea nos esforzamos por desplegar este modelo de liderazgo que logre potenciar las capacidades de las personas para que lleguen a dar lo mejor de sí mismas.
Para conseguirlo, es importante bajarlo a lo práctico, y lo desarrollamos de varias maneras:
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Ayudando a clarificar el propósito compartido, articulándolo en un relato o visión que sea inspiradora y que se ancle en los valores adecuados.
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Co-creando estrategias de trabajo que alineen las tareas del día a día con el propósito compartido.
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Mejorando los sistemas para asegurar que los procesos de trabajo quedan al servicio de los resultados buscados.
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Participando en la dirección de los proyectos, bien liderándolos directamente, bien trabajando codo con codo con la persona líder, aportándole herramientas para el día a día.
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Ilustrando con lo que hacemos y decimos cómo podemos incrementar los niveles de confianza con las personas que nos rodean.
Cuando se dan estas condiciones, el ambiente del equipo de trabajo se transforma.
Necesitamos liderazgo para la Sostenibilidad
Bajo esta mirada sobre el liderazgo creemos que, sobre todo, necesitamos mucho liderazgo para avanzar con firmeza hacia la Sostenibilidad.
Quienes trabajamos por la Sostenibilidad necesitamos multiplicar exponencialmente nuestra influencia en nuestro entorno para realmente contagiar a toda la sociedad del cambio que necesitamos materializar.
Tenemos el conocimiento y tenemos las propuestas, pero necesitamos conquistar el corazón y las mentes de un gran número de personas, una a una, si queremos ponerlas en funcionamiento.
Es una tarea ingente, pero también somos muchas personas trabajando por este objetivo. ¿Nos alineamos?
¿Compartes con nosotros esta idea de liderazgo? ¿Crees que es difícil cambiar de paradigma?
¡Esperamos tus comentarios :-)!