Reseñas
El Arte a contratiempo
Redacción T21 , 30/10/2020
Historia, obsolescencia, estéticas migratorias
Ficha Técnica
Título: El arte a contratiempo
Autor: Miguel Ángel Hernández
Edita: Ediciones Akal. Madrid, septiembre de 2020
Colección: Arte contemporáneo
Materia: Arte y Teoría del Arte
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 240
ISBN: 978-84-460-4900-5
PVP: 22,00 €
El Arte a contratiempo de Miguel Ángel Hernández es un libro que utiliza el arte como herramienta para pensar el mundo, pero que intuye que en él también perviven las energías para transformarlo.
Frente al tiempo lineal, acelerado y capitalizado del presente, en las últimas décadas un gran número de artistas ha tratado de explorar modalidades alternativas de experiencia temporal: interrupciones, demoras, alteraciones, saltos, discontinuidades, desincronizaciones... contratiempos que ponen en jaque un imperialismo cronológico cuyo origen puede buscarse en los albores de la modernidad y cuyos efectos llegan hasta nuestros días, multiplicados y expandidos.
Partiendo del análisis de la obra de artistas como Rodney Graham, Tacita Dean, Fernando Bryce, Patrick Hamilton o Xu Bing, y de pensadores como Walter Benjamin, Georges Didi-Huberman, Mieke Bal o José Luis Brea, los ensayos de este libro modulan esa tesis a través de una serie de cuestiones fundamentales para entender el arte y la cultura visual de las últimas dos décadas: la potencia crítica de la obsolescencia y el retorno de la materialidad, el arte de historia y su cuestionamiento de la linealidad temporal, el anacronismo y la heterocronía, las estéticas migratorias, la complejidad del arte global, el fenómeno del bienalismo y la ética curatorial, las políticas del arte o la potencia del pensamiento visual.
Cuestiones todas atravesadas por la convicción de que el arte piensa y nos hace pensar, y que, hoy más que nunca, se configura como un espacio único para ensayar formas críticas y diferentes de recordar el pasado, habitar el presente e imaginar el futuro.
Índice
Prefacio y Agradecimientos
- Contratiempos del Arte Contemporáneo
Primera Parte. Historia y obsolescencia: Pasados, Retornos, Afectos
- El futuro fue ayer. Retromanía y obsolescencia en la cultura visual contemporánea
- Historia y fetichismo. El Arte Contemporáneo y el retorno de lo material
- Replicar la historia. Repetición y anacronismo en Fernando Bryce
- Historia, ficción y verosimilitud. Patrick Halmiton y el oro nazi
Segunda Parte. Estéticas migratorias y arte global
- Estéticas migratorias. Historia y definición
- Desincronizados. Tiempos migratorios e imágenes del desplazamiento
- Moverse en el tiempo. Apuntes sobre la obra en vídeo de Mieke Bal
- Desvelar la tradición. Heterocronía y Posmedialidad en Background Story de Xu Bing
- El tiempo de la fuga. Retóricas escapistas y futuros comunes
Tercera Parte. Políticas de exposición y pre-visiones del futuro
- Low-Fi Revolution. Cartonajes, Performances precarias y estéticas relacionales
- La demanda del comisario. Hacia una estética de la responsabilidad
- La Bienal como obra de arte total
- El pensamiento anticipado. Tiempo y visualidad en la obra de José Luis Brea
Índice onomástico
Reseñas
El capital sexual en la Modernidad tardía
Redacción T21 , 26/10/2020
Ficha Técnica
Título: El capital sexual en la Modernidad tardía
Autoras: Eva Illouz y Dana Kaplan
Edita: Herder Editorial. Barcelona, septiembre de 2010
Traducción: Vicente Merlo Lillo
Materia: Sociología
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 88
ISBN: 978-84-254-4429-6
PVP: 12.00 €
Dada la creciente comercialización del sexo y de las identidades sexuales, Eva Illiouz y Dana Kaplan utilizan la idea del «capital sexual» como un prisma a través del cual indagar sobre las formas en que el sexo puede generar desigualdades, especialmente aquellas relacionadas con el género y la clase social.
El presente libro empieza con una revisión general de la transición histórica que empieza desde las formaciones modernas del sexo y lo erótico hasta las que surgen en la modernidad tardía. Esta exploración histórica y teórica permite desarrollar la noción del capital sexual tardomoderno.
Para las autoras, el foco de atención se centra, sobre todo, en la relación entre la sexualidad y la empleabilidad, pues esta ha surgido como forma distintiva del capital sexual en nuestra actualidad. A través de la perspectiva analítica del capital sexual y erótico, este ensayo ofrece un análisis sociológico de las sexualidades como una nueva forma de desigualdad bajo el capitalismo neoliberal.
Índice
Introducción
¿Qué es el capital sexual
Las formas del capital sexual. Las cuatro categorías
El capital sexual en la modernidad tardía
Conclusión
Bibliografía
Título: El capital sexual en la Modernidad tardía
Autoras: Eva Illouz y Dana Kaplan
Edita: Herder Editorial. Barcelona, septiembre de 2010
Traducción: Vicente Merlo Lillo
Materia: Sociología
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 88
ISBN: 978-84-254-4429-6
PVP: 12.00 €
Dada la creciente comercialización del sexo y de las identidades sexuales, Eva Illiouz y Dana Kaplan utilizan la idea del «capital sexual» como un prisma a través del cual indagar sobre las formas en que el sexo puede generar desigualdades, especialmente aquellas relacionadas con el género y la clase social.
El presente libro empieza con una revisión general de la transición histórica que empieza desde las formaciones modernas del sexo y lo erótico hasta las que surgen en la modernidad tardía. Esta exploración histórica y teórica permite desarrollar la noción del capital sexual tardomoderno.
Para las autoras, el foco de atención se centra, sobre todo, en la relación entre la sexualidad y la empleabilidad, pues esta ha surgido como forma distintiva del capital sexual en nuestra actualidad. A través de la perspectiva analítica del capital sexual y erótico, este ensayo ofrece un análisis sociológico de las sexualidades como una nueva forma de desigualdad bajo el capitalismo neoliberal.
Índice
Introducción
¿Qué es el capital sexual
Las formas del capital sexual. Las cuatro categorías
El capital sexual en la modernidad tardía
Conclusión
Bibliografía
Reseñas
Poncio Pilato. Un enigma entre historia y memoria
Juan Antonio Martínez de la Fe , 22/10/2020
Ficha Técnica
Título: Poncio Pilato. Un enigma entre historia y memoria
Autor: Aldo Schiavone
Edita: Editorial Trotta, S.A., Madrid, 2020
Colección: Estructuras y Procesos
Traducción: Alejandro García Mayo
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 200
ISBN: 978-84-9879-822-7
Precio: 18 euros
La bibliografía en español sobre un personaje tan singular como Poncio Pilato no es muy abundante. Alguna aproximación a él la hay, especialmente en otros idiomas. Eso sí: son abundantes los títulos que se refieren a la época en que vivió, sobre su encuentro con Jesús de Nazaret, acerca de la administración romana de sus provincias, etc. De ahí que una obra como esta que comentamos despierte un sincero interés y, por qué no, curiosidad: ¿qué sabemos de ese Poncio Pilato que aparece en el Credo de la fe católica y que tantas personas hemos aprendido desde pequeños? ¿O de la persona que la fraseología popular recoge como lavándose las manos para desentenderse de un asunto? Pues bien: para intentar dar respuesta a estas cuestiones Aldo Schiavone se ha sumergido en una amplia investigación cuyos resultados nos presenta en esta obra.
Podría parecer que la figura de Pilato ha quedado concentrada en una única acción: su encuentro con el Nazareno; en ella, en su figura, se entrecruzan la memoria y la historia. La memoria de los primeros pasos del cristianismo, especialmente en la órbita de su punto culminante, la muerte de Jesús. Y la historia, con los datos recogidos de Flavio Josefo y Filón de Alejandría; también de los Evangelios que, pese a no ser libros de historia, sí inauguran un nuevo modelo de comunicación literaria, desconocido hasta entonces en el mundo clásico, con una combinación de composición escrita y tradición oral.
Así las cosas, el autor, en este libro, intenta una aproximación al tema como si fuese la primera vez. No lo anima un propósito teológico, tampoco uno político; simplemente, trata de describir y explicar lo que pudo haber ocurrido. Y es cierto: no se trata aquí de una narración de hechos documentalmente probados, sino de una exposición muy razonada de lo que pudo suceder a partir de lo que sí se puede conocer con un alto grado de seguridad. “Pilato es el único personaje histórico (del que sabemos algo además desde fuera de la tradición protocristiana) al que la memoria evangélica atribuye un diálogo con Jesús”.
Y es precisamente este hecho, ese diálogo recogido en las fuentes evangélicas, el que inaugura las páginas de la obra, con un primer exordio de los sucesos previos al encuentro entre Jesús y el procurador romano: la cena, el prendimiento, las actuaciones de las autoridades judías, etc. Para el autor es evidente que las maquinaciones que los dirigentes religiosos iban dirigidas, por supuesto a buscar la condena del Maestro, pero a través de una implicación romana. Una implicación que les serviría como pantalla cara al pueblo al que, indudablemente, temían.
De los datos disponibles, se desprende que ninguna de las fuentes alude a una condena formal de Jesús, sino, más bien, a una acusación compartida: Jesús es un peligroso instigador de desórdenes que no constituye únicamente un problema religioso, sino, también, político. Con estos mimbres, la conjura tramada por el organismo teocrático que regía las sendas religiosas de Judea se convierte en una acusación político religiosa que Pilato pudiera aceptar, admitir a trámite.
Poncio Pilato
¿Quién era Pilato? ¿De dónde procedía? “Su vida anterior al cargo en Judea ha desaparecido para nosotros”, afirma el autor. Solo se puede afirmar que pertenecía al orden ecuestre, una categoría social a la que correspondía la administración de Judea. Se trataba de una carrera pública paralela al orden senatorial, y en ella fue donde desarrolló la suya Poncio Pilato. Fue el quinto de los doce gobernadores de ese rango, el ecuestre, que se sucedieron en Cesarea durante la época Julia-Claudia. Y, con los datos que maneja Schiavone, tendría alrededor de cuarenta años en el momento en que llegó a este destino.
Mal no debió de ejercer el desempeño de sus funciones, al menos para las autoridades que lo designaron para el cargo, pues se mantuvo en él unos diez años, algo totalmente inusual, solo alcanzado por Grato, su predecesor. Esto puede suponer la presencia de un vínculo sólido y directo con las cumbres imperiales.
Su cargo suponía estar en posesión de muy amplios poderes, por lo que ejercía funciones judiciales tanto de juicios civiles como criminales, fiscales, etc. Y, por supuesto, el mantenimiento del orden público y la defensa militar de la provincia, para lo cual el gobernador estaba al mando de las tropas allí destinadas. Piensa el autor, tras exponer detalladamente el fundamento de sus propuestas, que, a su llegada a Cesarea, el nuevo gobernador tuvo tiempo para familiarizarse con la historia judía, especialmente la más reciente; al menos, lo suficiente para asumir sus tareas más importantes: garantizar la estabilidad social de la región y supervisar su estructura administrativa, especialmente desde el punto de vista fiscal.
Gobierno en Judea
¿Y cómo gobernó Pilato Judea? Es Filón de Alejandría quien emite un juicio, muy negativo, sobre Pilato. Dice de él que es “un hombre de talante inflexible, testarudo”, de una “crueldad infinita y salvaje”, “desdeñoso e irascible” cuyo mandato estuvo marcado por la “corrupción, la violencia, el latrocinio, las torturas, abusos y frecuentes ejecuciones extraprocesales”. Una condena sin paliativos que debemos de considerar que fue hecha por el intelectual judío de la diáspora y cabeza visible de la comunidad judía de Alejandría; un juicio que debe ser tamizado ya que su autor era consciente de la actitud del prefecto claramente hostil hacia la religión judía, una religiosidad que le resultaba poco comprensible para su mentalidad romana: un enredo febril de teología y política, con una carga claramente ceremonial, cargada de preceptos y prohibiciones. Si a ello se suma un posible carácter hosco de Pilato, inclinado a la desconfianza y la acritud, se hace viable su falta de entendimiento con el pueblo judío.
Quizás, en el juicio de Filón, pesara el primer episodio de la actividad de Pilato en Judea, narrado por Josefo, en el que el gobernador realizó una marcha nocturna enarbolando las insignias y el retrato del emperador, algo abominable a los ojos de cualquier judío cuya ley prohibía la exhibición de cualquier imagen. Un hecho que motivó un amotinamiento de la población. A este se sumó la intención de Pilato de construir un acueducto para el abastecimiento de Jerusalén, proyecto para el que quiso disponer de fondos del templo.
Dios y César
Un capítulo interesante, muy bien desarrollado, es el titulado Dios y César. Se basa en el diálogo que sostuvieron Pilato y Jesús. Destaca el autor que, en el caso que enjuiciaba el gobernador, no se trató de un auténtico proceso y menos en el sentido que hoy se da al término. Para poder entender las respuestas de Jesús, Pilato tendría que estar familiarizado con la religión judía; no se sabe si en algún momento leyó la Biblia, pero lo que sí es seguro es que, de haberlo hecho, esta no lo atrapó.
En el escenario aparecen dos reinos, el de este mundo representado por Roma y el reino que predicaba Jesús, que, al parecer, tenía claro que era menester tener delante, desplegado el poder del César, para poder declarar su relatividad y su finitud. Dice Schiavone: “Solo delante del prefecto romano en el pleno ejercicio de sus funciones y en su cualidad de representante puede Jesús, inerme y encadenado, proclamar verdaderamente la separación entre los dos reinos”. Cree el autor que Jesús pensaría de Pilato que era el representante de un orden imperfecto y transitorio, y sin embargo necesario en los designios del Padre, antes de la llegada del Caos y antes de la victoria final sobre el Mal absoluto. Forma parte el desarrollo de este apartado de la obra, de la reflexión del autor sobre el desarrollo de los hechos, siguiendo especialmente el evangelio de Juan, sin que haya una base documental presente. Como hecho sí mencionado, aunque tildado de apócrifo, el Ciclo de Pilato, se dice que su mujer se llamaba Procla, aunque realmente desconocemos incluso que estuviera casado.
Tras el diálogo con Jesús, Pilato habla con sus acusadores, los dignatarios judíos. Impresionado por la figura del Nazareno, hizo lo posible para evitar su ejecución; ni tan siquiera dictó un veredicto, sino, si acaso, una sentencia interlocutoria. Lo que sí parece extraño es el hecho de lavarse las manos para eximirse de responsabilidad, pues este ritual era propio del hebraísmo, totalmente ajeno a la cultura religiosa y política del gobernador.
Personalidad de Pilato
Es aquí don Schiovane realiza una mayor exposición de su tesis sobre Pilato. Opina que era un romano del siglo I, un hombre de la institución imperial; culto, como demuestra al interesarse por la verdad; curioso, como se desprende de su percepción de la personalidad de Jesús, que tanto le llama la atención; inteligente y lúcido, lo que le permite ocupar cargos de responsabilidad con capacidad de decisión; muy probablemente ocupó responsabilidades militares. No parece que tuviese ninguna convicción religiosa sólida; quizás, un eclecticismo politeísta difuso, lo que no le impediría ser supersticioso y sugestionable por lo sobrenatural. Por supuesto, no tenía sintonía con la religión hebraica y era incapaz de entender su alma y su poder, por lo que desconfiaba de la multitud de profetas, predicadores y taumaturgos que recorrían la provincia bajo su jurisdicción; tampoco debía de apreciar el doctrinarismo intransigente de los círculos sacerdotales. No logró captar, pese a percibir oscuramente su alcance, ese algo extraordinario que se consumaba ante sus ojos.
Pilato desaparece
Tras los acontecimientos de aquella semana, Pilato vuelve a difuminarse y desaparecer en la niebla del tiempo. De sus últimos años, solo dos hechos aparecen, ambos vinculados con su difícil relación con la religión local.
Lo que aparece en primer lugar es una carta de Agripa I dirigida a Calígula, en la que hace un severo juicio sobre la prefectura de Pilato, describiendo el hecho de la marcha militar con pendones con la imagen del emperador, como muestra de su mal gobierno. El segundo hecho que se conoce es la dura represión que ordenó sobre un grupo numeroso de samaritanos soliviantados, lo que motivó que el Consejo de estos samaritanos enviara una misión ante el legado de Siria para acusar a Pilato de haber cometido una masacre. El gobernador fue destituido de su cargo y enviado a Roma para dar cuenta al emperador; un viaje que realizó por tierra; antes de llegar a su destino, Tiberio muere y con él la memoria del personaje; sí queda claro que hacia el año 40 ya debía de haber muerto o, al menos, reducido al silencio. Un vacío que fue llenado con leyendas que, por falta de fundamento, no vienen al caso.
Concluyendo
Además de todos los detalles que nos da a conocer el autor sobre Pilato, el libro constituye una bastante fiable recreación de los acontecimientos que llevaron al prendimiento y ejecución de Jesús. Analiza críticamente con detalle cada uno de los pasos de aquellos hechos en los que se vio implicado el gobernador, escrutando palabras, reacciones y situaciones bien pertrechado de un completo bagaje de conocimientos, de los que da cuenta en la bibliografía que aporta. Desde luego, una importante aportación que merece su lectura.
Índice
Prólogo
1. Una noche del mes de Nisán
2. La Judea romana y el mandato del quinto prefecto
3. Dios y César
4. El destino del prisionero
5. En la sombra
Fuentes e historiografía
Para concluir
Título: Poncio Pilato. Un enigma entre historia y memoria
Autor: Aldo Schiavone
Edita: Editorial Trotta, S.A., Madrid, 2020
Colección: Estructuras y Procesos
Traducción: Alejandro García Mayo
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 200
ISBN: 978-84-9879-822-7
Precio: 18 euros
La bibliografía en español sobre un personaje tan singular como Poncio Pilato no es muy abundante. Alguna aproximación a él la hay, especialmente en otros idiomas. Eso sí: son abundantes los títulos que se refieren a la época en que vivió, sobre su encuentro con Jesús de Nazaret, acerca de la administración romana de sus provincias, etc. De ahí que una obra como esta que comentamos despierte un sincero interés y, por qué no, curiosidad: ¿qué sabemos de ese Poncio Pilato que aparece en el Credo de la fe católica y que tantas personas hemos aprendido desde pequeños? ¿O de la persona que la fraseología popular recoge como lavándose las manos para desentenderse de un asunto? Pues bien: para intentar dar respuesta a estas cuestiones Aldo Schiavone se ha sumergido en una amplia investigación cuyos resultados nos presenta en esta obra.
Podría parecer que la figura de Pilato ha quedado concentrada en una única acción: su encuentro con el Nazareno; en ella, en su figura, se entrecruzan la memoria y la historia. La memoria de los primeros pasos del cristianismo, especialmente en la órbita de su punto culminante, la muerte de Jesús. Y la historia, con los datos recogidos de Flavio Josefo y Filón de Alejandría; también de los Evangelios que, pese a no ser libros de historia, sí inauguran un nuevo modelo de comunicación literaria, desconocido hasta entonces en el mundo clásico, con una combinación de composición escrita y tradición oral.
Así las cosas, el autor, en este libro, intenta una aproximación al tema como si fuese la primera vez. No lo anima un propósito teológico, tampoco uno político; simplemente, trata de describir y explicar lo que pudo haber ocurrido. Y es cierto: no se trata aquí de una narración de hechos documentalmente probados, sino de una exposición muy razonada de lo que pudo suceder a partir de lo que sí se puede conocer con un alto grado de seguridad. “Pilato es el único personaje histórico (del que sabemos algo además desde fuera de la tradición protocristiana) al que la memoria evangélica atribuye un diálogo con Jesús”.
Y es precisamente este hecho, ese diálogo recogido en las fuentes evangélicas, el que inaugura las páginas de la obra, con un primer exordio de los sucesos previos al encuentro entre Jesús y el procurador romano: la cena, el prendimiento, las actuaciones de las autoridades judías, etc. Para el autor es evidente que las maquinaciones que los dirigentes religiosos iban dirigidas, por supuesto a buscar la condena del Maestro, pero a través de una implicación romana. Una implicación que les serviría como pantalla cara al pueblo al que, indudablemente, temían.
De los datos disponibles, se desprende que ninguna de las fuentes alude a una condena formal de Jesús, sino, más bien, a una acusación compartida: Jesús es un peligroso instigador de desórdenes que no constituye únicamente un problema religioso, sino, también, político. Con estos mimbres, la conjura tramada por el organismo teocrático que regía las sendas religiosas de Judea se convierte en una acusación político religiosa que Pilato pudiera aceptar, admitir a trámite.
Poncio Pilato
¿Quién era Pilato? ¿De dónde procedía? “Su vida anterior al cargo en Judea ha desaparecido para nosotros”, afirma el autor. Solo se puede afirmar que pertenecía al orden ecuestre, una categoría social a la que correspondía la administración de Judea. Se trataba de una carrera pública paralela al orden senatorial, y en ella fue donde desarrolló la suya Poncio Pilato. Fue el quinto de los doce gobernadores de ese rango, el ecuestre, que se sucedieron en Cesarea durante la época Julia-Claudia. Y, con los datos que maneja Schiavone, tendría alrededor de cuarenta años en el momento en que llegó a este destino.
Mal no debió de ejercer el desempeño de sus funciones, al menos para las autoridades que lo designaron para el cargo, pues se mantuvo en él unos diez años, algo totalmente inusual, solo alcanzado por Grato, su predecesor. Esto puede suponer la presencia de un vínculo sólido y directo con las cumbres imperiales.
Su cargo suponía estar en posesión de muy amplios poderes, por lo que ejercía funciones judiciales tanto de juicios civiles como criminales, fiscales, etc. Y, por supuesto, el mantenimiento del orden público y la defensa militar de la provincia, para lo cual el gobernador estaba al mando de las tropas allí destinadas. Piensa el autor, tras exponer detalladamente el fundamento de sus propuestas, que, a su llegada a Cesarea, el nuevo gobernador tuvo tiempo para familiarizarse con la historia judía, especialmente la más reciente; al menos, lo suficiente para asumir sus tareas más importantes: garantizar la estabilidad social de la región y supervisar su estructura administrativa, especialmente desde el punto de vista fiscal.
Gobierno en Judea
¿Y cómo gobernó Pilato Judea? Es Filón de Alejandría quien emite un juicio, muy negativo, sobre Pilato. Dice de él que es “un hombre de talante inflexible, testarudo”, de una “crueldad infinita y salvaje”, “desdeñoso e irascible” cuyo mandato estuvo marcado por la “corrupción, la violencia, el latrocinio, las torturas, abusos y frecuentes ejecuciones extraprocesales”. Una condena sin paliativos que debemos de considerar que fue hecha por el intelectual judío de la diáspora y cabeza visible de la comunidad judía de Alejandría; un juicio que debe ser tamizado ya que su autor era consciente de la actitud del prefecto claramente hostil hacia la religión judía, una religiosidad que le resultaba poco comprensible para su mentalidad romana: un enredo febril de teología y política, con una carga claramente ceremonial, cargada de preceptos y prohibiciones. Si a ello se suma un posible carácter hosco de Pilato, inclinado a la desconfianza y la acritud, se hace viable su falta de entendimiento con el pueblo judío.
Quizás, en el juicio de Filón, pesara el primer episodio de la actividad de Pilato en Judea, narrado por Josefo, en el que el gobernador realizó una marcha nocturna enarbolando las insignias y el retrato del emperador, algo abominable a los ojos de cualquier judío cuya ley prohibía la exhibición de cualquier imagen. Un hecho que motivó un amotinamiento de la población. A este se sumó la intención de Pilato de construir un acueducto para el abastecimiento de Jerusalén, proyecto para el que quiso disponer de fondos del templo.
Dios y César
Un capítulo interesante, muy bien desarrollado, es el titulado Dios y César. Se basa en el diálogo que sostuvieron Pilato y Jesús. Destaca el autor que, en el caso que enjuiciaba el gobernador, no se trató de un auténtico proceso y menos en el sentido que hoy se da al término. Para poder entender las respuestas de Jesús, Pilato tendría que estar familiarizado con la religión judía; no se sabe si en algún momento leyó la Biblia, pero lo que sí es seguro es que, de haberlo hecho, esta no lo atrapó.
En el escenario aparecen dos reinos, el de este mundo representado por Roma y el reino que predicaba Jesús, que, al parecer, tenía claro que era menester tener delante, desplegado el poder del César, para poder declarar su relatividad y su finitud. Dice Schiavone: “Solo delante del prefecto romano en el pleno ejercicio de sus funciones y en su cualidad de representante puede Jesús, inerme y encadenado, proclamar verdaderamente la separación entre los dos reinos”. Cree el autor que Jesús pensaría de Pilato que era el representante de un orden imperfecto y transitorio, y sin embargo necesario en los designios del Padre, antes de la llegada del Caos y antes de la victoria final sobre el Mal absoluto. Forma parte el desarrollo de este apartado de la obra, de la reflexión del autor sobre el desarrollo de los hechos, siguiendo especialmente el evangelio de Juan, sin que haya una base documental presente. Como hecho sí mencionado, aunque tildado de apócrifo, el Ciclo de Pilato, se dice que su mujer se llamaba Procla, aunque realmente desconocemos incluso que estuviera casado.
Tras el diálogo con Jesús, Pilato habla con sus acusadores, los dignatarios judíos. Impresionado por la figura del Nazareno, hizo lo posible para evitar su ejecución; ni tan siquiera dictó un veredicto, sino, si acaso, una sentencia interlocutoria. Lo que sí parece extraño es el hecho de lavarse las manos para eximirse de responsabilidad, pues este ritual era propio del hebraísmo, totalmente ajeno a la cultura religiosa y política del gobernador.
Personalidad de Pilato
Es aquí don Schiovane realiza una mayor exposición de su tesis sobre Pilato. Opina que era un romano del siglo I, un hombre de la institución imperial; culto, como demuestra al interesarse por la verdad; curioso, como se desprende de su percepción de la personalidad de Jesús, que tanto le llama la atención; inteligente y lúcido, lo que le permite ocupar cargos de responsabilidad con capacidad de decisión; muy probablemente ocupó responsabilidades militares. No parece que tuviese ninguna convicción religiosa sólida; quizás, un eclecticismo politeísta difuso, lo que no le impediría ser supersticioso y sugestionable por lo sobrenatural. Por supuesto, no tenía sintonía con la religión hebraica y era incapaz de entender su alma y su poder, por lo que desconfiaba de la multitud de profetas, predicadores y taumaturgos que recorrían la provincia bajo su jurisdicción; tampoco debía de apreciar el doctrinarismo intransigente de los círculos sacerdotales. No logró captar, pese a percibir oscuramente su alcance, ese algo extraordinario que se consumaba ante sus ojos.
Pilato desaparece
Tras los acontecimientos de aquella semana, Pilato vuelve a difuminarse y desaparecer en la niebla del tiempo. De sus últimos años, solo dos hechos aparecen, ambos vinculados con su difícil relación con la religión local.
Lo que aparece en primer lugar es una carta de Agripa I dirigida a Calígula, en la que hace un severo juicio sobre la prefectura de Pilato, describiendo el hecho de la marcha militar con pendones con la imagen del emperador, como muestra de su mal gobierno. El segundo hecho que se conoce es la dura represión que ordenó sobre un grupo numeroso de samaritanos soliviantados, lo que motivó que el Consejo de estos samaritanos enviara una misión ante el legado de Siria para acusar a Pilato de haber cometido una masacre. El gobernador fue destituido de su cargo y enviado a Roma para dar cuenta al emperador; un viaje que realizó por tierra; antes de llegar a su destino, Tiberio muere y con él la memoria del personaje; sí queda claro que hacia el año 40 ya debía de haber muerto o, al menos, reducido al silencio. Un vacío que fue llenado con leyendas que, por falta de fundamento, no vienen al caso.
Concluyendo
Además de todos los detalles que nos da a conocer el autor sobre Pilato, el libro constituye una bastante fiable recreación de los acontecimientos que llevaron al prendimiento y ejecución de Jesús. Analiza críticamente con detalle cada uno de los pasos de aquellos hechos en los que se vio implicado el gobernador, escrutando palabras, reacciones y situaciones bien pertrechado de un completo bagaje de conocimientos, de los que da cuenta en la bibliografía que aporta. Desde luego, una importante aportación que merece su lectura.
Índice
Prólogo
1. Una noche del mes de Nisán
2. La Judea romana y el mandato del quinto prefecto
3. Dios y César
4. El destino del prisionero
5. En la sombra
Fuentes e historiografía
Para concluir
Reseñas
Introducción a la etica
Redacción T21 , 19/10/2020
Ficha Técnica
Título: Introducción a la Ética
Autor: Edmund Husserl
Edición: Mariana Chu, Mariano Crespo, Luis R. Rabanaque
Edita: Editorial Trotta. Madrid, septiembre de 2010
Traducción: Mariana Chu García, Mariano Crespo y Luis R. Rabanaque
Colección: Torre del Aire
Materia: Hermenéutica y fenomenología
Encuadernación: Tapa dura
Número de páginas: 368
ISBN: 978-84-9879-823-4
PVP: 29,00 €
En estas lecciones hace Edmund Husserl (1859-1938) una exposición crítica de la historia de la ética, especialmente, moderna, que le permite defender la validez de los principios éticos rechazando las diferentes formas de hedonismo y describir los modos pasivo y activo de la motivación en cuanto legalidad del devenir espiritual. En la medida en que delimitan el concepto de ética como disciplina filosófica suprema y precisan el sentido de la mejor vida posible, estos textos hacen las veces de bisagra entre la ética formal del periodo de Gotinga y los escritos de orden metafísico, en los que se aborda la posibilidad de una existencia auténtica.
Contenido
Presentación: Mariana Chu García
Introducción a la Ética
Lecciones de los semestres de verano de 1920 y 1924 (Husserliana XXXVII)
1. Determinación y delimitación sistemático-introductorias del concepto de ética
2. Las posiciones fundamentales de la ética de la Antigüedad y un panorama de la ética moderna
3. La ética y la filosofía del Estado de Hobbes y su principio egoísta de la autoconservación
4. Discusión crítica con la ética hedonista: el hedonismo como escepticismo ético
5. El hedonismo como egoísmo en algunas posiciones de la ética moderna
6. Las legalidades peculiares del desarrollo del ser espiritual. El reino de la motivación
7. La polémica entre los moralistas del entendimiento y los moralistas del sentimiento en el siglo XVII
8. La filosofía moral empirista de Hume
9. La ética kantiana de la razón pura
10. Panorama de una ética de la mejor vida posible instituida sobre la voluntad
Textos Complementarios
Índice de nombres
Glosario
Índice general
Título: Introducción a la Ética
Autor: Edmund Husserl
Edición: Mariana Chu, Mariano Crespo, Luis R. Rabanaque
Edita: Editorial Trotta. Madrid, septiembre de 2010
Traducción: Mariana Chu García, Mariano Crespo y Luis R. Rabanaque
Colección: Torre del Aire
Materia: Hermenéutica y fenomenología
Encuadernación: Tapa dura
Número de páginas: 368
ISBN: 978-84-9879-823-4
PVP: 29,00 €
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En estas lecciones hace Edmund Husserl (1859-1938) una exposición crítica de la historia de la ética, especialmente, moderna, que le permite defender la validez de los principios éticos rechazando las diferentes formas de hedonismo y describir los modos pasivo y activo de la motivación en cuanto legalidad del devenir espiritual. En la medida en que delimitan el concepto de ética como disciplina filosófica suprema y precisan el sentido de la mejor vida posible, estos textos hacen las veces de bisagra entre la ética formal del periodo de Gotinga y los escritos de orden metafísico, en los que se aborda la posibilidad de una existencia auténtica.
Contenido
Presentación: Mariana Chu García
Introducción a la Ética
Lecciones de los semestres de verano de 1920 y 1924 (Husserliana XXXVII)
1. Determinación y delimitación sistemático-introductorias del concepto de ética
2. Las posiciones fundamentales de la ética de la Antigüedad y un panorama de la ética moderna
3. La ética y la filosofía del Estado de Hobbes y su principio egoísta de la autoconservación
4. Discusión crítica con la ética hedonista: el hedonismo como escepticismo ético
5. El hedonismo como egoísmo en algunas posiciones de la ética moderna
6. Las legalidades peculiares del desarrollo del ser espiritual. El reino de la motivación
7. La polémica entre los moralistas del entendimiento y los moralistas del sentimiento en el siglo XVII
8. La filosofía moral empirista de Hume
9. La ética kantiana de la razón pura
10. Panorama de una ética de la mejor vida posible instituida sobre la voluntad
Textos Complementarios
- Excurso a la lección. Naturaleza y espíritu
- Anexos
Índice de nombres
Glosario
Índice general
Reseñas
Ecoansias
Redacción T21 , 09/10/2020
Salimos de una crisis, no caigamos en otra
Ficha Técnica
Título: Ecoansias
Autora: Irene Baños
Edita: Editorial Ariel. Barcelona, septiembre de 2020
Colección: Ariel
Materia: Ciencias Humanas y Sociales
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 256
ISBN: 978-84-344-3184-3
PVP: 18,90 €
Esta es la historia de una persona que podría ser cualquiera. Una que, tras escuchar que se nos acaba el tiempo, que estamos hipotecando el futuro de las próximas generaciones y que España va a convertirse en un desierto, empezó a agobiarse. ¿Y ahora qué compro? ¿Estaré haciendo lo correcto? ¿Por qué tengo que dejar de comer carne mientras otros viajan en su avión privado?
Cuando comenzó a encontrar respuestas, la COVID-19 se interpuso en su camino. ¿Seguirá siendo válido lo que creía? ¿Cuál es la relación entre la crisis del coronavirus y la climática? ¿Una será el aviso de la otra? Y aunque lo sea, ¿cómo voy a preocuparme del planeta con la que tengo encima?
En vez de frustrarse, Irene Baños decidió compartir su experiencia en este libro bajo una premisa: no se trata de agobiarse bajo el peso de una responsabilidad que nos supera, sino de cambiar pequeños hábitos que pueden beneficiarnos a todos.
Con humor, desparpajo y realismo, esta obra explica la situación actual sin caer en el catastrofismo ni la parálisis. Además de entrevistas con expertos, aporta datos que ponen en su lugar muchas de las medias verdades que nos aturden, a la vez que ofrece alternativas razonables para prepararnos y reducir el impacto de la otra gran crisis invisible: la ecológica.
Índice
Introducción
¿Qué está pasando?
1. Comprar, tirar, comprar
2. Plástico: el enemigo en casa
3. ¿¡Qué leche ni qué leche!?
4. Smartphones: poco inteligente para el planeta
5. Con los pies en la tierra
6. Lujos normalizados, consecuencias invisibles
No es el fin, es el principio
Notas
Redacción T21
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850