Notas(4-2-22; 1033)Escribe Antonio Piñero Termino aquí esta evaluación a lo que escribe S. Guijarro en “Los cuatro Evangelios”, pp. 91-93. Explica nuestro autor que la hipótesis de Johann Jakob Griesbach (1745 -1812) es famosa en la investigación del Nuevo Testamento porque para solucionar el “¿Quién copió de quién?” propuso que Mateo fue el primer evangelista y que Marcos y Lucas copiaron de él. Lo importante es que Marcos se habría limitado a hacer una “síntesis entre los dos” evangelistas precedentes. En realidad esta idea ya la propuso san Agustín. Quien pueda leer alemán tiene una estupenda historia de la cuestión sinóptica, en la Einleitung (“Introducción) al Nuevo Testamento de Werner Georg Kümmel (que ya cité en alguna ocasión) en las pp.19 y siguientes. Sobre la hipótesis de Griesbach trata en la p. 21. Cita a Agustín como lo hace ahora Guijarro, pero ninguno de los dos dice dónde. Por mi parte, tampoco puedo dar una cita exacta. Tiene razón Guijarro cuando escribe que “se trata de la hipótesis que mejor explica las expresiones dobles” entre los evangelistas sinópticos… ¡Pero no aclara el presunto y extraño comportamiento de Marcos que al copiar elimina un buen monto de material interesantísimo sobre Jesús! Tiene poco sentido. Luego explica Guijarro la complicadísima hipótesis de Benoit- Boismard. Transcribo las palabras de nuestro autor: hubo “tres estadios en el proceso de redacción de los evangelios” […] Según la hipótesis “en el primer estadio habrían existido cuatro documentos”, anónimos naturalmente. Los tres primeros son designados por Benoit- Boismard, “con las letras A,B,C, y el cuarto con la sigla Q”. Hubo “diversas combinaciones de estos cuatro documentos, que a su vez habrían servido de base a los evangelios actuales” (p. 92). La hipótesis postula que hubo un Marcos intermedio que influyó en Mateo, Marcos y Lucas; y un Proto Lucas que solo influyó en Lucas. Estoy de acuerdo con Guijarro (p. 93) en que las relaciones entre los evangelios sinópticos fueron más complejas que lo que las hipótesis que intentan explicarlas. La de Benoit- Boismard es “una de las explicaciones más serias y mejor fundadas[…], pero como hipótesis de trabajo resulta poco práctica” (p. 93). El próximo día hablaremos de la relación del Evangelio de Juan con los Sinópticos y ahí creo que tengo algo que decir un tanto más personal. Saludos cordiales de Antonio Piñero NOTA: Otro enlace a un programa de radio en el que se trató de “Los Libros del Nuevo Testamento” https://youtu.be/rSfHJvo9P34
Viernes, 4 de Febrero 2022
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Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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