CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
¿Puede obtenerse para la investigación histórica alguna idea interesante de los argumentos de los mitistas, los negadores de la existencia de Jesús de Nazaret?  (4-01-2019) (1036)
Escribe Antonio Piñero
 
 
Foto: Arthur Drews, el primero que a inicios del siglo XX dio cuerpo serio a la hipótesis de la no existencia histórica de Jesús, recogiendo y renovando argumentos anteriores.
 
 
 
Argumenta F. Bermejo en su libro sobre “La invención de Jesús de Nazaret” que no es totalmente negativa para la investigación la posición de los negacionistas de la historicidad de Jesús. Y aclara que pueden obtenerse de ellas las siguientes ventajas (p. 71):
 
 
1. El carácter forzado y rocambolesco de algunas de las argumentaciones mitistas y la enorme acumulación de hipótesis y conjeturas inverosímiles hacen que la explicación más sencilla de los datos que nos ofrecen los textos es que Jesús de Nazaret existió. O dicho con otras palabras: es más fácil dar cuenta de alguien como Jesús –por supuesto el ser histórico solo recuperable por una reconstrucción crítica de su figura a través de los datos– que los métodos y las razones de quienes se habrían dado a la tarea de crear desde la nada un mito literario absoluto, y tan exitoso que pronto conquistó a muchos judíos piadosos y luego a paganos, ansiosos por la salvación completa del alma.
 
 
2. El impulso negacionista nos hace ser cautos: no se debe defender nada en historia antigua como una certeza absoluta, sino como  estima, de alta, baja o a veces altísima probabilidad.
 
 
3. De nuevo el análisis de sus argumentos conduce a la idea de que a partir de unos datos históricos relativamente escasos,  el personaje Jesús sufrió una profunda transformación, pero no porque Jesús careciera de consistencia histórica, sino “por ser demasiado histórico en el sentido de que su fisonomía original lo circunscribía a unas circunstancias temporales, espaciales e ideológicas muy concretas”, demasiado judías, sobre todo después del fracaso de la Gran Revolución contra Roma, ideas que “muy pronto no casaron bien con la imagen que  sus seguidores necesitaron hacerse de él” (p. 72).
 
 
Estoy de acuerdo con estas perspectivas, que para algunos, al menos semiconscientemente, son tan claras que han conducido a la desestimación teológica, a veces el rechazo puro y duro de la investigación sobre el Jesús histórico. Lo veremos otro día. Y también se verá cómo es conveniente adoptar ante los Evangelios sobre todo una actitud minimalista de aceptación de sus datos, y no maximalista, es decir, la de admitir casi a priori que todo, o casi todo, o que aparece en ellos es histórico. Pero ya sabemos que no es así.
 
 
Y ahora un par de noticias:
 
 
La primera: antes de ayer entregué en Trotta los últimos archivos electrónicos de la tercera, última y exhaustiva revisión, llevada a cabo por Demetrio López Garrido, un profesor jubilado de Instituto de Segunda Enseñanza, especialista en lengua griega, y por Xoan Curráis, catedrático de filosofía de Instituto, especialista en filosofía griega, del próximo libro, el comentario al Nuevo Testamento, histórico crítico y literario (hecho por mí con la ayuda inestimable de Gonzalo Fontana y Josep Montserrat). Tiene casi dos mil folios. Creo que una vez impreso se reducirán a unas 1.700 páginas. En esta edición de los libros más antiguos del cristianismo, el Nuevo Testamento, todos ellos se han traducido de nuevo, teniendo en cuenta también traducciones anteriores, a partir de la edición 28 del texto griego  de Nestle-Aland, del 2012, que tiene más variantes de lo que parece sobre las dos ediciones anteriores.  En concreto en los Evangelios, aunque con sumo respeto, no se han ahorrado las discusiones sobre el valor histórico de las diversas secciones. En la mayoría de los casos se exponen diversos puntos de vista (católicos; protestantes; independientes) sobre la historicidad del dicho o hecho concreto de Jesús, de modo que el lector pueda escoger lo que crea más acertado… y todo con argumentos.
 
 
Me han preguntado muchas veces cuándo verá la luz este libro. Mi respuesta: a lo largo del 2019. La maquetación de esta obra es compleja, por los diversos tipos de letra, cursivas, sangrados, etc. Cuando la editorial Trotta lo estime conveniente saldrá al mercado. Y se hará todo el esfuerzo posible para que el libro no sea caro. Los autores hemos reducido ya nuestras regalías o “derechos de autor” con esa intención.
 
 
Y segunda noticia: en diciembre 2018 salió la segunda edición de mi último libro “Aproximación al Jesús histórico” (Madrid, Trotta sep. 2018) al cabo solo de tres meses. Hay una presentación de él, a modo de entrevista, en “Religión Digital”, sección de vídeos). A mí no me había ocurrido esto nunca antes. Y en la historia de la Editorial también es raro.
 
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero
 
 
http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html

Viernes, 4 de Enero 2019


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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