Notas
www.ciudadanojesus.comEscribe Antonio Piñero
Este es el título de la obra que deseo comentar hoy. Su autor es Javier Alonso López, Arzalia Ediciones, Madrid, 20017. ISBN: 978-84-17241-02-5, 193 pp., con imágenes y bibliografía. Prólogo de Antonio Piñero. Sobre Javier Alonso he escrito en el Prólogo: “No conozco a ningún autor de lengua española que sepa mezclar de mejor manera la información estrictamente científica con la amenidad y el entretenimiento cuando trata temas históricos. Y no es nada fácil, porque las mentes acostumbradas a la investigación técnica de la arqueología y de la historia sufren a menudo de una incómoda deformación profesional, que se muestra en que –cuando intentan componer un libro sobre lo que han investigado con la intención de alcanzar al gran público–, la exposición por escrito se muestra seca, árida, confusa y cansina para el lector. Y a otros les ocurre lo contrario: se pasan al bando opuesto, como un péndulo desbocado: sus obras son tan triviales que la información ofrecida al público es muy escasa, parca, incompleta. Javier Alonso muestra la justa medida entre los dos extremos: pura ciencia y puro divertimento”. El autor se pregunta: ¿Qué creencias había sobre el más allá en tiempos de Jesús? ¿Dónde fue enterrado? ¿Cómo era su tumba? ¿Hubo testigos de su entierro? ¿Robaron el cuerpo los discípulos de Jesús? O ¿lo hicieron desaparecer sus enemigos del Sanedrín? ¿Pudo haber sido bajado de la cruz todavía vivo? Como puede verse, los temas son centrales y vitales para comprender el cristianismo. Entre la muerte de Jesús de Nazaret y el primer testimonio escrito sobre la resurrección, la primera carta de Pablo a los Tesalonicenses, compuesta en el 51 d. C., transcurren solo unos veinte años, pero en ellos se genera uno de los procesos más sorprendentes –por su enorme repercusión– de la historia de la humanidad: el nacimiento de la creencia de que un muerto en una cruz romana había resucitado. Ahora bien, como desde el punto de vista de la historia científica parece imposible que un ser humano resucite, o si eso ocurre, la certificación y valoración de ese hecho sobrepasa la tarea del historiador, el autor de este libro considera que puede ser interesante para un lector de hoy reunir e intentar descifrar la maraña de informaciones dispersas contenidas en las fuentes cristianas, sobre todo los Evangelios. Pero lo sugerente de este libro, en mi opinión, es que el autor trata la cuestión como si fuera un complicado caso histórico-policial reciente que debe estudiarse-investigarse y resolverse. El autor repasa las principales teorías o hipótesis existentes entre científicos y aficionados a la historia sobre la resurrección en sí y en concreto la de Jesús, para ofrecer una convincente visión de conjunto que ayude a centrar el caso y procure aclararlo en lo posible. La cuestión es básica para quien vive en una cultura cristiana: san Pablo dejó escrito en su primera Carta a los corintios una sentencia memorable: “Si Cristo no resucitó, vana en nuestra fe” (15,17). La resurrección de Jesús, o mejor, la firme creencia en ella por parte de unos seguidores, al principio decepcionados por la cruel e infamante muerte de su Maestro, es fundamental para el nacimiento y desarrollo de la religión cristiana. Es en verdad la primera piedra de la construcción de una teología que con el tiempo será como una gran catedral del pensamiento, la teología del cristianismo. Y el honor de ser el fundamento y la base de ella se la lleva la creencia en que Jesús no había muerto del todo. ¡Jesús vive entre nosotros!, exclamaban los primeros cristianos, absolutamente convencidos. Y para defender esta verdad estaban dispuestos a morir. Así que este libro toca el punto nuclear de los inicios de la religión más importante de mundo occidental, que desde ahí se ha extendido con más o menos éxito por los cuatro puntos cardinales. Una visita al índice del libro ilustrará mejor que cualquier otra cosa el contenido del libro. La primera parte aborda el entorno mental de la creencia entre los cristianos de la resurrección de su Maestro: ¿qué pensaban los judíos coetáneos de Jesús sobre la resurrección? Y en segundo lugar, ¿cuáles eran las concepciones sobre la resurrección entre los vecinos de los judíos, griegos y romanos, que son los que más afectan al ambiente cultural religioso del Israel del siglo I? La segunda parte aborda directamente la cuestión de la resurrección de Jesús: 1. Los testimonios escritos sobre esa resurrección. 2. La resurrección en las cartas de Pablo (tema importante, aunque no lo parezca para algunos, pues éste escribió sus cartas antes de que los evangelistas compusieran sus obras y se cree con toda razón que el pensamiento del Apóstol influyó mucho en las ideas de los evangelistas…y en especial sobre el significado de la muerte y resurrección de Jesús. 3. Cómo se describe el entierro de Jesús en los Evangelios: cómo fue en realidad. ¿Se hizo en una tumba especial y magnífica? O ¿fue en una fosa común? La destinada a los malhechores, según el Imperio que lo había condenado y las autoridades judías que habían coadyuvado? 4. ¿Cómo describen los evangelistas la resurrección de Jesús?, a saber, los tres evangelios sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas)? El caso especial del Evangelio de Juan, que va por su cuenta en notables ocasiones. 5. Preguntas que se suscitan en la mente de los lectores de hoy que leen con atención los Evangelios. El principio general es: hay muchas preguntas y pocas respuestas que puedan considerarse ciertas. · La explicación de la tumba vacía · ¿Robaron los discípulos el cuerpo de Jesús? · ¿Robaron otros, por cualquier motivo, el cuerpo de Jesús? · ¿Se equivocaron las mujeres de tumba cuando fueron a ungir el cadáver de Jesús? · Otros tipos de respuestas que no están en los Evangelios: ¿Sobrevivió Jesús al suplicio de la cruz? Y por último, las apariciones de Jesús y sus posibles explicaciones 6. La parte sexta es básica: Una hipótesis para explicar los datos que aparecen en los Evangelios, sobre todo la resurrección de Jesús: ¿Se puede reconstruir el rompecabezas? El punto de partida de esta hipótesis explicativa está en el hecho de que no se encontró el cadáver de Jesús. Por tanto, se abren diversas vías de explicación. El autor estudia más en concreto el precedente ideológico de la creencia previa en la posibilidad de la creencia en la resurrección entre los discípulos de Jesús, y cómo pudieron pensar A) Que el caso de su Maestro era extraordinario; B) Que existían textos de su Escritura sagrada, la Biblia hebrea, que anunciaban que una cosa así, una resurrección especial, podría acontecer; C) Cómo puede explicarse el hecho de la tumba vacía, y qué deducciones extrajeron de ella los seguidores de Jesús. D) Cómo se explican las apariciones de Jesús; la función de las mujeres del entorno del Nazareno a la hora de plasmar esta creencia y su difusión entre los discípulos varones. E) La ascensión de Jesús y sus posibles explicaciones. La conclusión del libro sirve de síntesis de la hipótesis que explica la creencia en la resurrección de Jesús, su surgimiento, los efectos que tuvo esta y la fundamentación del cristianismo sobre la firmísima idea de que Jesús había muerto ciertamente, pero había sido luego vindicado por Dios exaltándolo a los cielos. El libro concluye con un breve, pero muy sugestivo, “Epílogo” de Nacho Ares, el conocido egiptólogo y divulgador de la historia en su programa de radio “Ser Historia”. Este programa tiene una audiencia de cerca de 500.000 oyentes, certificados por los contadores electrónicos que numeran las visitas de las reproducciones de sus programas cuando son visitados en Internet. Nacho Ares reflexiona brevemente sobre lo que significa la resurrección de Jesús, sin plantearse su historicidad. Y lo hace desde el punto de vista de un cristiano cultural: todos vivimos en un ambiente de creencias cristianas que nos proporciona una forma de pensar, de vivir, de observar e interpretar la realidad que es muy diferente de la de un budista por ejemplo. Y la resurrección significa mucho quiérase o no. El libro de Javier Alonso me ha gustado mucho. Por ello haré algunos comentarios aún más personales el próximo día, y me atreveré a dar una valoración más concreta de él. Saludos cordiales de Antonio Piñero
Lunes, 20 de Noviembre 2017
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Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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