CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Final de la vida de Tecla de Iconio
Hoy escribe Gonzalo del Cerro

Hechos Apócrifos de Pablo y Tecla (3)

Algunos habitantes de la ciudad, médicos de profesión, enviaron a la residencia de Tecla a unos jóvenes disolutos para que intentaran corromperla. Pues creían que Tecla era una virgen devota de la diosa Ártemis, la Diana latina, y que por razón de su virginidad tenía la virtud de curar, con lo que hacía la competencia a los médicos y les procuraba la ruina.

Corromper a Tecla sería la solución para el problema. Pero Tecla huyó del asalto de los atrevidos penetrando a través de la roca. Llegó hasta Roma en busca de Pablo, que ya había muerto. En Roma permaneció breve tiempo, murió poco después y fue enterrada a dos o tres estadios del sepulcro de Pablo.

El documento hace luego el resumen de la vida de Tecla, recordando que fue condenada al fuego cuando contaba diecisiete años. A los dieciocho fue condenada a luchar contra las fieras. Más adelante, cultivó la virtud de la castidad en una cueva durante setenta y dos años. En consecuencia, los años de su vida fueron en total noventa años. Durmió en el Señor el 24 de septiembre.

La parte final de los HchPlTe se ha conservado en una nueva versión en el códice G, editado por E. Grabe. El manuscrito aporta nuevos y minuciosos datos sobre los últimos años de la vida de Tecla. Se dirigió, en efecto, a Seleucia guiada por una nube. Como temía a sus habitantes por la fama que tenían de idólatras, se retiró a una gruta situada fuera de la ciudad. En ella residió muchos años soportando pruebas de parte del diablo. Muchas mujeres nobles acudieron a Tecla, que les enseñó la palabra de Dios. Algunas renunciaron a su vida mundana y practicaron en su compañía la virtud (HchPlTe 41,1-9).

Los moradores de la región conocieron la fama de sus virtudes y de sus curaciones y llevaban a sus enfermos, que quedaban curados en cuanto se acercaban a la cueva donde moraba la santa. Los espíritus impuros salían de los posesos profiriendo alaridos. Los médicos de Seleucia perdieron prestigio y ganancias, por lo que andaban maquinado cómo perder a Tecla. El mismo diablo les sugirió el plan. Como Tecla tenía fama de virgen, pensaban los médicos que debía su eficacia taumatúrgica a su condición. Bastaría con hacerla perder la virginidad para que Ártemis y los demás dioses la abandonaran, con lo que perdería todos sus poderes.

Tomaron a hombres disolutos, los embriagaron de vino y les dieron dinero con el encargo de corromper a Tecla. Los malvados llegaron como leones a la gruta y llamaron a la puerta. Aunque la santa conocía sus intenciones, les abrió la puerta y les preguntó: “¿Qué queréis, hijos?” Su contestación no dejaba lugar a duda: “Queremos acostarnos contigo”. Entablaron un diálogo con Tecla. Ella les recordaba su edad y su vida, en la que Dios la había protegido ante pruebas mucho más difíciles. Una sentida oración de la santa recibió como respuesta una voz del cielo, que le ofrecía garantías con la fórmula bíblica, símbolo de la eficaz protección divina: “Tecla, yo estoy contigo”. La roca se abrió, Tecla penetró en ella y escapó de sus enemigos, que sólo pudieron arrancarle un trozo de su manto como testimonio de la protección de Dios.

Termina la narración con el resumen de su carrera. “Tecla de Iconio, protomártir, apóstol y virgen padeció sufrimientos a los dieciocho años” (HchPlTe 45,59). Vivió luego practicando la virtud en la montaña. Cuando murió en el Señor, contaba noventa años. “Su memoria se celebra el 24 de septiembre para gloria del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y por siempre y por los siglos de los siglos. Amén” (HchPlTe 45,60).

Así cuentan los Hechos Apócrifos de Pablo y Tecla la peripecia humana de la santa, cuya vida lleva la impronta de la presencia del apóstol de los gentiles. Pero, al margen de los apócrifos o apoyada en ellos la santa vive en la piedad de la sociedad cristiana, que honra su memoria en diferentes lugares de la tierra. En España tiene particular relieve la festividad de santa Tecla en la ciudad de Tarragona. El hecho de que la literatura apócrifa hable del viaje de Pablo a España (Spania), viaje aludido como proyecto en la carta paulina a los romanos (15,24.28), puede estar en la base de las tradiciones que vinculan la memoria de la santa de Iconio a la capital de la España tarraconense. Las fechas de la celebración son prácticamente las mismas que aparecen en los relatos de los apócrifos. En Internet es posible contemplar y oír imágenes y vídeos relacionados con las fiestas locales en honor de santa Tecla. Se puede oír una voz infantil que grita: “¡Visca santa Tecla!”. Pues eso: ¡Viva santa Tecla!

Internet nos informa de que santa Tecla es la patrona de los informáticos catalanes, que hacen a sus devotos esta recomendación:

"Encomana a Santa Tecla tots aquells problemas informatics que t'impedeixen de navegar amb condicions. Ella mirarà de resoldre'ls, si li dispenses la devoció que mereix".

Nuevo icono de santa Tecla de Iconio

Saludos cordiales. Gonzalo del Cerro










Lunes, 30 de Mayo 2011


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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