CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
El Juicio final llegará como un ladrón en la noche. “Compartir” (248) de 15 de mayo de 2018. Preguntas y respuestas.
Hoy escribe Antonio Piñero
 
 
Foto: Juicio Final en la Capilla Sixtina
 
 
PREGUNTA:
 
 
 
Cuando leo a Pablo en 1Tesalonicenses 5;2-3, Tengo la sensacion de que algo no encaja Cuando  dice" Cuando los hombre digan Paz y Seguridad destruccion repentina les vendra como los dolores de parto a la que esta en cinta" Que tiene que ver un hipotetico grito de paz y seguridad con el dia del senor? que esta pensando Pablo y que relacion guarda una cosa con la otra?.
 
 
 
RESPUESTA
 
 
Es interesante que se lea el texto completo:
 
 
En lo que se refiere al tiempo y al momento, hermanos, no tenéis necesidad que os escriba. 2 Vosotros mismos sabéis perfectamente que el Día del Señor ha de venir como un ladrón en la noche. 3 Cuando digan: «Paz y seguridad», entonces mismo, de repente, vendrá sobre ellos la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta; y no escaparán. 4 Pero vosotros, hermanos, no vivís en la oscuridad, para que ese Día os sorprenda como ladrón, 5 pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. 6 Así pues, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. 7 Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. 8 Nosotros, por el contrario, que somos del día, seamos sobrios;  revistamos la coraza  de la fe y de la caridad,  con el yelmo  de la esperanza  de salvación. 9 Dios no nos ha destinado para la cólera, sino para obtener la salvación por nuestro Señor Jesucristo, 10 que murió por nosotros, para que, velando o durmiendo, vivamos juntos con él.
 
 
 
Lo quiere decir el texto paulino es que el Juicio final puede venir en cualquier momento sobre los pecadores y cuando ninguno de ellos lo espera. Los pecadores dicen “Estamos en gran paz y seguridad”. Entonces es cuando les puede llegará el Juicio Final, que es inminente según Pablo. Vea 1 Tes 4,15-17
 
 
Os decimos eso como Palabra des Señor: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Señor no nos adelantaremos a los que murieron. El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor.
 
 
Pero tenga en cuenta que los fieles al Mesías no tienen nada que temer, ya que viven una vida sobria y de acuerdo con los mandatos de Dios; no se sabe el momento del Juicio, pero es totalmente seguro que llegará pronto.
 
 
Y le copio el breve comentario que hago en mi obra, Guía para entender a Pablo de Tarso, editorial Trotta, Madrid 2015, 109-110:
 
 
Pablo no ofrece una fecha precisa para este magno acontecimiento, pero la venida de Jesús Mesías es segura y veloz, y se corresponde con la tradición sobre Jesús que en esos momentos se estaba recogiendo: Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa: Mt 24,43. Los no creyentes en Jesús Mesías ignoran estas realidades y viven en el pecado: son hijos de las tinieblas; los creyentes son hijos de la luz y deben comportarse como tales, pues conocen lo que va a pasar. El contraste “hijos de la luz/hijos de las tinieblas” es muy típico de la apocalíptica judía (1 Henoc 108,11; 108,14) y de la teología de los esenios, en concreto de la subsecta de Qumrán. El pasaje típico es 1QS columna III, líneas 13-29:
 
 
Para el sabio, para que instruya y enseñe a todos los hijos de la luz sobre la historia de todos los hijos de hombre, acerca de todas las clases de sus espíritus, según sus signos… Dios creó al hombre para dominar al mundo y puso en él dos espíritus para que marche por ellos hasta el tiempo de su visita: son los espíritus de la verdad y de la falsedad. Del manantial de la luz provienen las generaciones de la verdad, y de la fuente de tinieblas las generaciones de falsedad. En mano del príncipe de las luces está el dominio sobre todos los hijos de la justicia; ellos marchan por caminos de luz. Y en mano del ángel de las tinieblas está todo el dominio sobre los hijos de la falsedad; ellos marchan por caminos de tinieblas. A causa del ángel de las tinieblas se extravían todos los hijos de la justicia… y todos los espíritus de su lote hacen caer a los hijos de la luz. Pero el Dios de Israel y el ángel de su verdad ayudan a todos los hijos de la luz. Él creó los ángeles de la luz y las tinieblas… (García Martínez, 52)
 
 
Algunos comentaristas creen que los 11 primeros vv. del presente pasaje de 1 Tes 5,1-12 forman una glosa, una añadidura posterior de un escriba, al corpus paulino. Sus razones son: al igual que 2 Tesalonicenses, el glosador, una vez que sabía que Pablo había muerto, habría pretendido que “él mismo” corrigiera el error de pensar que estaría aún con vida en la venida del Señor: En lo que se refiere al tiempo y al momento… el día del Señor ha de venir como un ladrón en la noche…, etc. En el trasfondo, se descubriría en este pasaje el talante y los intereses de las comunidades que viven en Cristo en un tiempo ya avanzado: la especulación para explicar el retraso de la parusía, un retraso que otros escritos posteriores tratan también de solucionar como, por ejemplo, 2 Pe 3,5-13 y otros (S. Vidal, 2002, 64):
               
 
8 Pero no olvidéis una cosa, amigos, que para el Señor un día es como mil años y mil años como un día. 9 No re­trasa el Señor lo que prometió, aunque algunos lo estimen retraso; es que tiene paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, quiere que todos tengan tiempo para enmendarse. 10 El día del Señor llegará como un la­drón, y entonces los cielos acabarán con un estampido, los elementos se desintegrarán abrasados y la tierra y lo que se hace en ella desaparecerán (2 Pe 3,8-10).
 
 
La hipótesis de la glosa en 1 Tes es plausible, pero no se puede emitir un veredicto seguro.
 
 
5,1. tiempo y al momento: en Pablo el “tiempo” es físico y el “momento” (griego kairós) es la ocasión propicia.
 
 
6. Así pues, no durmamos… seamos sobrios. Anteriormente, 4,13-18, hemos señalado que Pablo utiliza el vocablo “dormir” (griego koimásthai) para referirse a los que ya han fallecido. Ahora, de un modo muy sutil emplea otro verbo griego para dormir físicamente (no referido a la muerte): katheúdein. Señalan los comentaristas que este verbo va emparejado con “velar” y “ser sobrios”, lo que parece indicar que Pablo con todo propósito sugiere a los seguidores del Mesías que no vivan y duerman en una vida de indolencia. Por ello su sueño definitivo, la muerte, está lleno de esperanza al contrario de los que no tienen esperanza: 4,13.
 
 
8. coraza de la fe… salvación: fe, amor y esperanza son términos característicos del núcleo de la teología de Pablo. Este pasaje recuerda mucho a –y puede tener como trasfondo- las referencias a la guerra entre los “hijos de la luz” y de “las tinieblas” en 1QM 1 (Regla de la Guerra), que comienza así:
 
 
El primer ataque de los hijos de la luz será lanzado contra el lote de los hijos de las tinieblas, contra el ejército de Belial… cuando los hijos de la luz exiliados en el desierto de los pueblos retornen para acampar en el desierto de Jerusalén…Seguirá un tiempo de salvación para el pueblo de Dios y un periodo de dominio para todos los hombres de su lote, y de destrucción eterna para todo el lote de Belial (col. I 1-5; García Martínez, 145).
 
 
Las metáforas militares son del gusto de Pablo (1 Cor 14,8; 2 Cor 2,14; 10,4, etc.), aunque la imagen de la vida como milicia de Cristo es más bien de sus discípulos (véase Ef 6,13-17). Según Is 59,17, Yahvé mismo, cuando lucha para debelar la injusticia se puso la justicia como coraza y el casco de salvación en su cabeza. Las imágenes de las armas y de la luz aparecen de nuevo en Rom 13,12: La noche avanzó. El día se acerca. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz.
 
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero

http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html  

Martes, 15 de Mayo 2018


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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