Notas
Hoy escribe Antonio Piñero
Concluimos hoy el breve comentario a este Diccionario geográfico del Nuevo Testamento. Como en una obra de este tipo hay poco que criticar, si está bien hecha, y éste es el caso, creo que la mejor tarea que puedo ofrecer al lector es ponerle en contacto con las ideas introductorias que el autor, Pope (sic: no Pepe), expone al inicio. Sostiene Godoy que este diccionario es diverso a los existentes del Nuevo Testamento en la actualidad por el modo diferente como ha sido redactado. Damos una visión de conjunto siguiendo la “Introducción al libro” y luego ofrecemos algún comentario breve. “Cada lema o topónimo se abre con su nombre en castellano escrito en negrita y cursiva. Sigue a continuación un paréntesis en el que aparece en primer lugar el nombre escrito en griego con él artículo y con sus variantes textuales, si las tiene. En segundo lugar aparece su transliteración en letras latinas, para que los lectores no iniciados en la lengua griega puedan leer con facilidad el topónimo en cuestión. Por último, en tercer lugar se indica el étimo del topónimo en caso de que sea conocido. En un nuevo paréntesis se especifica el número de veces que el topónimo en cuestión aparece en el Nuevo Testamento". Tras esta visión de conjunto, se indica la localización del topónimo, seguida de un breve apunte histórico sobre el mismo. Hasta aquí el elemento introductorio. Sigue luego el cuerpo del lema, que es informativo, utilizando los datos que proporciona el Nuevo Testamento. Por ahora, hasta que el grupo de investigación, posea la suya propia, si se citan pasajes del Nuevo Testamento, se utiliza la traducción de Juan Mateos de Ediciones El Almendro. Creo que lo más ilustrativo de cómo procede el diccionario es poner un ejemplo. Respecto al topónimo Betsaida, y tras la debida transcripción, nos enteramos de que es “población pesquera, situada al norte del mar de -- >Galilea y al este del río Jordán. El tetrarca filipo la erigió en ciudad (antes era designada kóme o aldea, con el nombre de Julias (en honor a la hija de Augusto). ------------------- Me permito añadir aquí por mi cuenta información suplementaria, tomada del Comentario al Evangelio de Marcos de Joel Marcus, cuyo segundo volumen he traducido para la Editorial Sígueme, Salamanca, y que está en fase de revisión: “La última designación par Betsaida, la de polis, ciudad, refleja las actuaciones de Herodes Filipo, quien según Josefo (Ant. 18, 28) hizo que aumentara la población de la kōmē, levantó las murallas y la promovió al estatus de polis, a la que llamó “Julias” en honor a Julia, hija del emperador Augusto. Pero designar a Betsaida como kōmē no es necesariamente un error o un signo de una sutura redaccional (contra, por ejemplo, Bultmann y Johnson y con Theissen: R. Bultmann, History of the Synoptic Tradition, 213; E. S. Johnson, The Blind Man from Bethsaida, 371; G. Theissen, The Miracle Stories of the Early Christian Tradition, I, 27). En otro lugar (Contra Apión 1, 197), Josefo mismo cita sin objeción alguna el comentario de Hecateo de Abdera: “Los judíos tienen muchas fortalezas y pueblos en diferentes zonas del país, pero sólo una ciudad fortificada”, es decir, Jerusalén”. ---------------------- (Sigue el lema del diccionario) "Se ha supuesto que a partir de Jn 1,44 (“Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro” y Jn 12,21 (“Flipe, el de Betsaida de Galilea”) se pueden postular 2 Betsaidas (una en la tetrarquía de Filipo y otra en la de Herodes Antipas)". Pero, sigue nuestro autor, Pope Godoy: “La hipótesis de otra posible Betsaida… está por confirmar (probablemente se trata de modos populares, poco precisos, de nombrar la misma ciudad). “Tras la multiplicación o reparto de los panes, Jesús “obligó a sus discípulos a que se montaran en la barca y fueran delante de él al otro lado, en dirección a Betsaida, mientras él despedía a la multitud” (Mc 6,45). En otra ocasión “llegaron a Betsaida, le llevaron un ciego y le suplicaron que lo tocase” (Mc 8,22). Cuando regresan los discípulos de la misión, “Jesús se los llevó y se retiró con ellos aparte, en dirección a una ciudad llamada Betsaida (Lc 9,10). Betsaida es una de las ciudades de Galilea a las que increpa Jesús por su resistencia a la conversión, “porque si en -->Tiro y -->Sidón se hubieran hecho las potentes obras que en vosotras, hace tiempo que habrían mostrado su arrepentimiento con sayal y ceniza” (Mt 11,21; cf. Lc 10,13)”. De este modo el lector del diccionario habrá enterado prácticamente con todos los textos del Nuevo Testamento que tienen que ver con el topónimo. Este diccionario contiene, cuando es preciso, alusiones a pasajes del Antiguo Testamento que complementen o corrijan los datos del Nuevo. El diccionario no tiene referencias bibliográficas en cada lema. Pero el autor indica qué diccionarios previos ha utilizado en la mayoría de los casos. Creo que para los lectores puede ser interesante su mención: X. Léon-Dufour, Diccionario del Nuevo Testamento, Madrid, Cristiandad, 1977; H. Obermaier-G. Zieles-K. Speidel-K. Vogt, Diccionario Bíblico Manual, Claret, Barcelona, 1989; A.M. Gerard, Diccionario de la Biblia, Anaya & Mario Muchnik, Madrid 1995; Atlas Bíblico, Verbo Divino-San Pablo, Madrid, 2002. El texto griego utilizado es, naturalmente, la edición Nestle-Aland, 27ª ed., Deutsche Bibelgesellschagft, Suttgart, con multiples reediciones del mismo texto. En cuanto a la transcripción de los nombres griegos, el autor sigue su propia norma (siento que no se hayan seguido las reglas del Manual de Transcripción de nombres propios del Manuel Fernández Galiano (CSIC, Madrid, en los años cincuenta) que debería ya ser tradicional, pero el sistema elegido por Godoy es también sencillo y claro. Como en nuestros tiempos muchos estudiosos, jóvenes y no tanto, interesados en el Nuevo Testamento, leen bastante bibliografía inglesa al respecto y a la vez leen poco castellano (a veces la TV no les deja tiempo), ocurre que tenemos transcripciones de nombres griegos en castellano, tradicionales desde hace siglos, que se ignoran completamente y se sustituyen por otros de raigambre transcripcional inglesa, que cada uno interpreta como puede. Un lío, en verdad, que denota la ignorancia de la tradición de nuestra propia lengua. Los topónimos transcritos por Godoy están bien transcritos de todos modos y pueden tener la ventaja de contribuir a popularizar y fija una transcripción castellana aceptable y que está de acuerdo, en la mayoría de los casos, con el uso desde hace siglos. En síntesis: me parece excelente la idea de este diccionario, y su brevedad, concisión y oferta de todo lo interesante en cada lema lo hacen muy manejable para la mayoría del público. Saludos cordiales de Antonio Piñero. Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com ------------- POSTDATA: A QUIEN PUEDA INTERESAR Y VIVA EN MADRID: Hoy, a las 20.00 horas, en la Sala "Estafeta" del Ateneo de Madrid, c/ Prado, 21, presentación del libro: "La eutanasia, una opción cristiana", del Prof. Dr. Antonio MONCLÚS. Intervendrán aparte del propio autor: D. J.J. Tamayo D. Luis Montes D. Antonio Piñero
Miércoles, 2 de Marzo 2011
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Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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