CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Hoy escribe Peio Salburua


Doy paso a esta nueva firma que tiene algo muy interesante que decir.
Saludos, A. Piñero

Demas es un oscuro colaborador de Pablo citado en la Epístola paulina a Filemón y en las pseudopaulinas epístolas a los Colosenses y Segunda a Timoteo. En esta última, “Pablo” dice a “Timoteo” que “Demas me ha abandonado por amor a este mundo y se ha marchado a Tesalónica” (2 Ti 4:10).

A partir de este momento, pasa a convertirse en un prototipo de anticristiano. Así, Policarpo de Esmirna, pensando probablemente en Demas, escribió en una carta una lista de mártires de los que dijo que no amaron a este mundo y, Juan Crisóstomo, escribió que Demas prefirió vivir lujosamente en su casa que vivir penurias. También es insultado en los Hechos de Pablo y Tecla, en los que se dice que estaba “lleno de hipocresía” y se le muestra como un nuevo Judas que traiciona a Pablo.

Aunque la Segunda Epístola a Timoteo es claramente pseudopaulina, no es imposible a priori que la deserción de Demas tenga alguna base. Sin embargo, no es así. En esta serie espero demostrar que se trata de una calumnia realizada por el falsario y formular una hipótesis acerca de cómo se gestó.

Demas en la Epístola a Filemón

En esta carta auténticamente paulina, Demas es un colaborador de Pablo que, en ese momento, se encontraba en arresto domiciliario esperando ser juzgado. En el dramatis personae de esta carta figuran:

- Los remitentes: Pablo y Timoteo

- Los destinatarios: Filemón, Apfia, Arquipo (probablemente esposa e hijo de Filemón) y los que se reúnen en su casa

- El portador: Onésimo

- El compañero de cautiverio de Pablo: Epafras

- Los colaboradores de Pablo: Marcos, Aristarco, Demas y Lucas

El contenido de esta carta creo que es conocido por los lectores del blog: Pablo se encuentra en prisión preventiva bajo arresto domiciliario acompañado de Onésimo, esclavo de Filemón que, probablemente, se ha fugado y ha acudido donde Pablo (hay una hipótesis minoritaria que sugiere que no se escapó, sino que fue enviado por Filemón para asistir a Pablo). En su carta, Pablo pide a Filemón que acoja a Onésimo como a un hermano y que, si algo le debe, lo ponga a su cuenta.

Sobre el lugar en el que se escribió esta carta hay tres hipótesis: Éfeso, Roma y Cesárea, aunque esta última hipótesis, sugerida en la primera mitad del siglo XX, hoy en día está abandonada. Si se supone que Onésimo y Filemón residían en Colosas, como sugiere la carta escrita supuestamente a esta comunidad, la hipótesis más probable es la primera, pues es más probable que Onésimo viajase de Colosas a Éfeso (160 km) que a la lejana Roma (1.600 km) y, además, Pablo pide a Filemón que le prepare hospedaje, pues espera visitarle en caso de ser liberado, lo que apunta a que no debía haber una gran distancia entre las ciudades en las que se encontraban ambos.

A estos argumentos clásicos, añadiría otro que supongo que se le habrá ocurrido a alguien antes que a mí, aunque no me consta: Pablo dice que tiene noticia del amor y de la fe de Filemón (Fl 5) y, en mi opinión, resulta muy difícil que a Pablo le informen de alguien que vive a muchos kilómetros de donde se encuentra.

Y, si hacemos como si Colosenses no hubiese sido escrita nunca, también es más probable la hipótesis de Éfeso por las razones anteriores y otras:

- No consta que Timoteo estuviese con Pablo en Roma. Si nos fiamos de Hechos, Pablo viajó a Roma con la única compañía de Aristarco y el anónimo autor del libro, que escribe en primera persona del plural (puede discutirse largo y tendido acerca del “nosotros” de Hechos, pero no lo vamos a hacer para no desviarnos del tema principal).

- Filemón había sido convertido por Pablo (Fl. 19). Es más fácil que esto haya tenido lugar en los tres años que Pablo estuvo en Asia que en Roma, en donde Pablo llegó preso y permaneció dos años bajo arresto domiciliario.


Demas en la Epístola a los Colosenses


Esta carta pseudopaulina está supuestamente dirigida a la comunidad cristiana de Colosas, situada a unos 160 km al este de Éfeso y que, hacia el año 61, sufrió un terremoto que provocó su decadencia. Me parece significativo que esta ciudad no sea destinataria de ninguna de las 7 cartas a las iglesias de Asia que contiene el Apocalipsis, lo cual puede ser un indicio de que, cuando se escribió, tal vez no había cristianos.

Según se dice en esa carta, Pablo no ha viajado nunca a esa ciudad, que fue evangelizada por Epafras, supuestamente colosense, que transmitió a Pablo noticias buenas y malas que motivaron la escritura de esta carta que fue portada por Tíquico y Onésimo.

Si, por reducción al absurdo, suponemos que esta carta es auténtica, el lugar más probable de composición sería Éfeso, por los mismos motivos que hemos dicho respecto a la carta a Filemón y porque Tíquico era efesio (Hch. 20:4)

Sus dramatis personae es muy similar al de Filemón, así que vamos a indicar solo algunas diferencias:

- De los destinatarios, se menciona expresamente a Arquipo y se dice que Onésimo es colosense, por lo que se supone que Filemón y Apfia residían en Colosas.

- En Filemón son cinco los que envían saludos al destinatario. En esta carta son seis: los mismos y un tal Jesús llamado Justo.

- Pese a que, en otras cartas, Pablo parece no dar importancia al hecho de estar circuncidado, en esta carta se muestra muy locuaz dando detalles de los que envían saludos y diciendo quiénes están circuncidados.

- En Filemón, Pablo se muestra muy escueto al citar a sus colaboradores. En cambio, en Colosenses se explaya más y elogia a todos ellos, excepto a Demas.

- Aristarco, que estaba en libertad cuando se escribió Filemón, pasa a ser ahora un compañero de cautiverio de Pablo. Por el contrario, Epafras, que era compañero de prisión de Pablo cuando escribió Filemón, ahora parece que está en libertad.

Para explicar la gestación de la falsa acusación de deserción de Pablo, es conveniente que sepamos algo más sobre esta carta.

En mi opinión, el simple intercambio de papeles entre Aristarco y Epafras es suficiente para sospechar que Colosenses y Filemón no son del mismo autor. Parece claro que el falsario de Colosenses leyó la carta a Filemón pero no la tenía a mano, por lo que cometió este desliz al citar nombres para intentar dar credibilidad a su carta y camuflar el engaño. Pero, además, centrándonos solo en el dramatis personae, hay otros motivos para dudar de la autoría paulina de la carta y de que sus destinatarios estén en Colosas:

-Pablo no ha estado en Colosas, pero sabemos que Pablo y Filemón se conocían personalmente y que Filemón fue convertido por Pablo.

- Se supone que Epafras es colosense y conocido por toda la comunidad. Sin embargo, en la carta a Filemón, Pablo se refiere a su compañero de prisión como si fuese desconocido por el destinatario.

Para conciliar estas contradicciones, habría que suponer que Filemón y Onésimo conocieron a Pablo en algún lugar diferente a Colosas y que luego emigraron a esta ciudad, motivo por el cual no conocían al colosense Epafrás.

Si, como parece, Colosenses es pseudopaulina, se escribió en un momento en que Colosas era una ciudad decadente que había sido arrasada por un terremoto y en la que, probablemente, no había cristianos, como parece indicarlo el hecho de que esta ciudad no está citada en el Apocalipsis de Juan. Es este el motivo por el que el falsario eligió esta imaginaria comunidad. Puesto que en la zona del Egeo había una primera recopilación de cartas de Pablo, para el falsario era más fácil hacer pasar por auténtica una carta escrita a una localidad en la que no había cristianos que pudiesen desmentir la autoría paulina. Por ese motivo se escribieron también cartas pseudopaulinas con destinatarios individuales como Timoteo y Tito.

Para justificar que Pablo tuviese conocidos en Colosas, una ciudad sin cristianos que no había visitado, el falsario convirtió en colosense a Epafras que, en realidad, se trata probablemente de Epafrodito, un cristiano de Filipos que, estando Pablo encarcelado en Éfeso, viajó a entregarle una colecta de los cristianos filipenses y que, durante un tiempo, permaneció con Pablo en su cárcel, por lo que muy bien podía ser calificado de compañero de cautiverio.


Mañana finalizaremos
Saludos cordiales, de
Peio Salburua







Viernes, 28 de Noviembre 2014


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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