CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Hoy escribe Antonio Piñero


Pregunta:


Doctor, mi planteo es en base al libro Los misterios de Jesús. El origen oculto de la religión cristiana de los autores Timothy Freke y Peter Gandy (1999). El libro plantea la hipótesis Cristianismo gnóstico fue el primer y auténtico Cristianismo en surgir y que los demás Cristianismos fueron posteriores a éste. En cuanto a sus estudios, Ud. sostiene que en un principio no hubo un Cristianismo homogéneo, sino que hubieron varios grupos cristianos y que de todos ellos los más destacados fueron tres: los judeocristianos, los paulinos y los gnósticos. Mis preguntas son las siguientes: a- ¿Podría decir cuál de estos grupos puede considerarse el primero en surgir? b- ¿Cómo consideraban los cristianos gnósticos al personaje de Jesús? ¿Cómo un personaje real e histórico o como uno mítico?


Respuesta:

1. No he leído ese libro. En principio, respondo que no conozco ningún investigador serio que proponga esa hipótesis. Por múltiples razones, pero ante todo porque el cristianismo gnóstico presupone al menos como texto el Evangelio de Juan. Y cuando surge este evangelio hacia el 95-100 d.C. ya tenía el judeocristianismo una buena andadura.

2 El primero en surgir es el judeocristianismo, es decir, los seguidores judíos de Jesús en Jerusalén y en Galilea. Al principio, en lo único que se diferenciaban de los demás judíos es en el hecho de creer que el mesías era Jesús, que había llegado ya, que había resucitado, que estaba sentado a la diestra de Dios y que vendía pronto para instaurar el reino de Dios en la tierra Dios Israel´. El texto más claro al respecto es Hechos 2,44-47:

“Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno. 46 Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón. 47 Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar”.

3. Los gnósticos consideraban a Jesús como un personaje histórico, pero con dos facetas: el Jesús “carnal” ( para muchos su carne era puramente apariencias = docetas), cuya doctrina era poco elevada y valía para los miembros normales de la Iglesia (los psíquicos, que sólo tenían alma, cuero, pero no espíritu) y otro Jesús espiritual, el pleno revelador, cuya doctrina era sólo accesible a los gnósticos por revelación.



Pregunta:

Me gustaría saber si hay algún indicio de algún manuscrito nuevo ya sea nombrado por habladurías popular o por un hallazgo reciente?


Respuesta:


Ahora mismo, no hay más manuscrito “nuevo” que el llamado Papiro de la Mujer de Jesús, cuya traducción y breve comentario propaló la Profesora Karen King de la Univ. De Harvard y que yo creo que es falso.

En octubre del 2012 la prensa publicó la noticia del hallazgo de un papiro, del tamaño de una tarjeta de visita, presuntamente del siglo IV d.C., escrito en copto. Había sido entregado por su comprador a la Profesora Karen L. King, de la Universidad de Harvard que lo estudió y lo difundió. La traducción al español es la siguiente: 1. “Mi madre me ha dado la vida... 2. los discípulos dijeron a Jesús... negó. 3. María es digna de eso... 4. Jesús les dijo: Mi mujer... 5. podrá ser mi discípula. 6. Que los malvados revienten... 7. En lo que me concierne, permaneceré con ella por... una imagen…”.

K. King le ha dado el nombre de “Evangelio de la mujer de Jesús”, aunque afirma que se trata de algo puramente práctico y utilitario. En el texto se lee ciertamente en boca de Jesús “Mi mujer”. Pero ¿cómo hay que entenderlo? En principio como mi discípula ideal al igual que Salomé o María Magdalena.

Es posible además que el papiro sea falso. No el soporte papiráceo en sí, sino el texto copiado en él. Puede deducirse tanto por el contenido como por la tinta, que parece en todo caso más moderna que el papiro. Segundo: el texto parece haber sido elaborado a partir de piezas, palabras o frases, tomadas del Evangelio de Tomás, copto, dichos 101 y 114. Esta dependencia es prácticamente segura. Tercero: el fragmento aparece como fragmentario, ¡pero sus cortes de línea coinciden curiosamente con la edición impresa del Evangelio de Tomás! Además, aunque fuera genuino, el papiro nada aporta al conocimiento del Jesús histórico, porque lo que dice es ya muy conocido.



Pregunta:



¿Tuvo Jesús hermanos?

Respuesta:

Esta pregunta me ha han hecho muchas veces. Le resumo mis ideas utilizando mi respuesta de mi libro “Ciudadano Jesús”, de Editorial Atanor, Madrid, 2012:

El evangelista Mateo, defensor de la virginidad de María antes del parto, parece indicar que la madre de Jesús tuvo una vida marital normal al menos después del nacimiento de su primogénito: "Y no la conoció hasta el día en que ella dio a luz..." (1,25).

A pesar de los esfuerzos de algunos exegetas por ofrecer una traducción diferente --" y sin haberla conocido dio a luz...", basándose en un pretendido trasfondo arameo de la frase griega--, la versión normal del texto es la que acabamos de presentar.

Mt 12,46; 13,55 y Mc 3,31-35 aluden con normalidad a los hermanos de Jesús, e incluso citan sus nombres: Santiago, José, Simón y Judas, y al menos dos hermanas, aunque sin dar sus nombres.

En los evangelios, todos compuestos originalmente en griego, se emplea el vocablo adelphós, que significa siempre "hermano carnal" para referirse a los hermanos de Jesús; si hubieran pretendido sus autores expresar "primo" o "pariente" tenían a su disposición otras palabras (anepsiós, por ejemplo), que no hubieran inducido a una innecesaria confusión a sus lectores griegos.

La primitiva iglesia de Jerusalén fue gobernada en sus primeros años por un “hermano del Señor”, Santiago, sin que nadie entendiera este parentesco de un modo analógico ni sintiera la necesidad de precisar que no era un verdadero hermano, sino un "primo" o "pariente".

Pablo habla tranquilamente del “hermano del Señor” en Gálatas 1,19 y 1 Corintios 9,5 pregunta: “¿No tengo derecho a llevar conmigo (como mujer) a una hermana en la fe lo mismo que los otros apóstoles, los hermanos del Señor y Pedro?”.


Saludos cordiales.

Jueves, 23 de Octubre 2014


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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