La cantidad de datos que se generan actualmente en nuestro entorno se está incrementado de forma exponencial. Una de las tendencias tecnológicas que ha surgido en torno al conocido como ‘Big Data’ ha sido el Machine Learning. Este nuevo concepto es una rama de la inteligencia artificial y de la computación que pretende que las máquinas aprendan por sí mismas mediante programas que generalicen y optimicen comportamientos. Estos sistemas procesan grandes volúmenes de datos, para así extraer conclusiones que ayuden a tomar decisiones y resolver problemas o intendencias de la rutina diaria, lo que resulta muy útil para las empresas.

Las conclusiones extraídas del análisis exhaustivo de los datos beneficiarán, mutuamente, tanto a las empresas como a los usuarios. Las primeras tendrán un mayor conocimiento de sus clientes, podrán personalizar su oferta y mejorar sus sistemas de atención lo que conllevará un incremento en sus ventas. De hecho, según un reciente informe de McKinsey, las compañías que hacen un mayor uso de la analítica de los datos han visto mejorar sus ingresos en un 126%, respecto a sus competidores.

Mientras que los segundos, los consumidores finales, obtendrán productos y servicios más adecuados y ajustados a sus necesidades, además de una experiencia comercial personalizada.

El informe de la consultora McKinsey, también señala que el 47% de las grandes empresas piensa que la inversión en soluciones digitales y big data es muy importante dentro de la estrategia de innovación de la compañía; y ninguna de las empresas consultadas considera que este aspecto tenga poca importancia. Que casi la mitad de los encuestados para realizar este estudio destaquen la relevancia que ha adquirido el ‘Big Data’ en su estrategia, indica la importancia que los datos y su análisis ha adquirido en los últimos meses y cómo esta tecnología sirve para conseguir mayor eficiencia y calidad en sus servicios.