El “caso catalán” se resuelve en cuanto España tenga una estructura federal.  Esta afirmación la hizo Pedro Sánchez, con diferentes palabras según la ocasión, durante todos los meses en los que hizo campaña política presidencial para lograr el cargo. Lo que no consiguió por votos universales de la ciudadanía, sino por una moción de censura que llevo hasta el aburrimiento al país. Y desde el día en el que tomo el cargo de presidente, que es su única y verdadera obsesión; no solo no ha dado un paso para avanzar por el camino prometido de dar a España una estructura federal, sino que jamás ha vuelto a mencionar esa palabra… Como si no la hubiese repetido hasta la saciedad.  También es de extrañar que la prensa, siempre tan alerta, no se lo recuerde ni una vez cada vez que insiste en “negociar“ con el president catalá como única solución al movimiento independentista.  Cosa que por otra parte no puede hacer el president porque los minifundios independentistas catalanes no están de acuerdo entre si sobre que es independentismo para Cataluña; la hoja de ruta para alcanzar estas metas que son igualmente diversas entre si; en como se debe desarrollar el proceso para alcanzar esta situación de independencia que es de suponer que se basa en separase de España.
Quienes promueven esta ruta no tienen ni idea de economía.  Como afirma Luis de Guindo, Cataluña vende al resto de autonomías el 40 % de su producción y otro 40 % al resto de la Unión Europea. Si además se tiene en cuanta las mas de 4.000 empresas que han trasladado sus sedes sociales a otras ciudades de España, es evidente el empobrecimiento que está sufriendo Cataluña y sus habitantes.  Habitantes que en ningún momento han votado a favor de la situación en la que se encuentra este país; y el dudoso futuro que le espera.  Sin embargo, los políticos independentistas / nacionalistas / radicales / separatistas / etc., siguen diciendo que cuentan con la mayoría del respaldo de los ciudadanos de Cataluña, cuando no es ni ha sido nunca cierto.  Lo que sí hacen es y seguir mintiendo como sistema de gobierno.
Ahora el Sr. Sanchez hace visible toda clase de versiones de negociación como única estrategia para llegar a un acuerdo con el Sr. Torra para resolver el caso Catalán. EL caso catalán que no es otro que Cataluña quiere gestionar sus propios fondos y así, sentir que su identidad es reconocida. El resto de España, que tanto acusan de despreciar a Cataluña, no sólo siempre ha reconocido la capacidad y disciplina productiva del país y la cultura de sus gentes, sino que ha sido históricamente destino preferido de migrantes de todas partes de España en busca de oportunidades de trabajo y una mejor vida profesional. Además, por supuesto, de ser el mejor cliente de toda la producción del país, como se ha dicho.
Con lo fácil que es definir los términos de la situación, crear las herramientas necesarias para atender estas necesidades, intereses y realidades, u encontrar la formula que convenga a todos y que mejore en el caso de Cataluña, la calidad de la gobernanza del país por el bien de sus habitantes.  Habitantes que en estos momentos estan siendo espectadores de un comportamiento de sus lideres totalmente irreconocible.
Solución que proponía Pedro Sánchez vehementemente y ahora se ha olvidado, pasaría por formar una mesa de estudio, dialogo y planificación, donde estén presentes todas las provincias de España, para transformarla en un estado federal. Porque el caso de Cataluña involucra a todas las autonomías de España, como es natural.  Si se quiere avanzar hacia un estado federal como Malasia, Rusia, San Cristóbal, Nieves., Argentina. Austria, India, Sudán, Sudán del Sur. Alemania, Nigeria, Venezuela... Somalia, Brasil., Suiza, Canadá, Estados Unidos, México, India, …….. Vamos, que no se trata de hacer invento alguno. Todas estas naciones y muchas más tienen las mismas realidades de diversidad de perfiles de población, de culturas, de fuentes de recursos, de formas de vida y hasta de gastronomía que une a regiones dentro de la nación y las distingue unas de otras.  Reconocer esta realidad es reconocer además su identidad y soberanía.  Lo que no solo no les impide tener intereses comunes que las hacen más sostenibles al pertenecer a una nación-  Y en el caso de las federaciones europeas, formar parte de la Unión Europea para contar con un mercado interior de 512M de habitantes, unos recursos amplios, capacidad de investigación, de transportes, de defensa y sobre todo de peso en un mundo global donde el aislamiento es un factor de alto grado de peligro.
España es el único país del mundo que ha inventado este estado de las autonomías, que es la estructura de gobernabilidad mas costosa e ineficiente.  Grupos de provincias que se rigen como si cada grupo/región fuese una nación.  Con presidente, ministros, cámara de representantes, senado, y todo un aparato administrativo, que no corresponde a la capacidad de generar suficiente riqueza para cubrir sus costes y poder impulsar la riqueza y el bienestar de sus habitantes. La mayoría de estas autonomías operan con perdidas. Perdidas para la región y por supuesto, perdidas para el estado en general que tiene que cubrir esta permanente ineficacia, o sea, perdido, que pagan todos los españoles por la mala gestión de sus gobernantes.
Habría que preguntarle al Sr. Sánchez por qué ha cambiado radicalmente de opinión en el minuto que se invistió como presidente.  Y habría que preguntarle a la prensa por qué no se lo pregunta.  Sería bueno contar en España con un Washington Post que le lleva las cuentas al presidente Trump de las falsas verdades, o directamente de las mentiras que es capaz de decir, como se ha publicado recientemente. Que computaron 6.420 afirmaciones falsas en los primeros 649 días de Trump en la Casa Blanca. Últimamente ha batido su propio record con 125 “afirmaciones falsas o engañosas” en un periodo de tiempo de 120 minutos.  Y que no se cansa de afirmar que nunca han estado las bolsas del país y la economía tan altas, cuando el Estado está actualmente en cierre parcial.  Asombrosa la capacidad de aceptar los engaños de los políticos hoy por parte de la población que se supone que les hayan confiado el poder para dirigir y gestionar el país a favor de sus gentes.
Puede ser que los políticos profesionales de hoy no tienen la capacidad de gestión necesaria para dirigir el crecimiento sostenible del país. Que mentir es el estilo de gobierno que les mantiene en su puesto para sus propios objetivos y principios. Que la población, a pesar de tener acceso a informacion de calidad de forma inmediata a través de medios virtuales, no acceden a ella para contrastar lo que proclaman y afirman los políticos con la verdad del comportamiento de los escenarios.
Lo que no sucederá es que se vuelva a tiempos pasados porque el pasado nunca vuelve… y menos en estos tiempos de cambios exponenciales. Lo que es de esperar que suceda es que la gente se canse de tantas mentiras y empiece a marcar las acciones a seguir para salvaguardar su calidad de vida.