El profesor Alberto Lesarri, Catedrático de Química Física y Química Inorgánica de la Universidad de Valladolid, me ha comunicado, como Secretario-Tesorero del Grupo Especializado de Física Atómica y Molecular (GEFAM) de las Reales Sociedades Españolas de Física (RSEF) y de Química (RSEQ) este evento:
Me pongo en contacto con usted en nombre del Dr. José Andrés Fernández, Presidente del GEFAM – RSEF/RSEQ
Nos gustaría informarle que, con motivo del próximo congreso 25th International Conference on High Resolution Molecular Spectroscopy los próximos días 3-7 de septiembre, el GEFAM va a instaurar la “Medalla Miguel Catalán”, que recibirá inicialmente el Prof. Dudley R. Herschbach (Premio Nobel de Química) durante la celebración de este congreso, como puede ver en nuestra web:
http://www.hrms-bilbao2018.com/
En años posteriores esperamos conceder esta medalla de forma bianual en los Congresos “Iber” de Física Atómica y Molecular.
Como ya es sabido, existen ya los Premios de Investigación de la Comunidad de Madrid “Miguel Catalán” y “Julián Marías” a la carrera científica, y los Premios de Investigación de la Comunidad de Madrid “Miguel Catalán” y “Julián Marías” a investigadores de menos de cuarenta años. No obstante, esta nueva medalla tiene un carácter internacional, por lo que es una gran noticia su convocatoria.
Del equipo de investigadores de Miguel Catalán en el Instituto de Óptica del CSIC, JUANA BELLANATO FONTECHA, es la única persona actualmente viva, y con una gran lucidez. Hace algún tiempo le pedí un texto con sus recuerdos de aquella época, y me envió el siguiente texto, que reproduzco:
Mis recuerdos del Sr. Catalán.
Así le llamábamos en el Instituto de Óptica. Ahora sí, le respetábamos mucho. Y si recuerdo bien, aunque éramos muy jóvenes, él nos llamaba de Ud.
Yo conocí a D. Miguel Catalán en el año 1944. Tanto su hijo Diego como yo nos presentábamos a un examen especial para obtener el Grado de Bachiller con Premio Extraordinario (habíamos obtenido la nota de sobresaliente en el examen ordinario). Catalán acompañaba a su hijo. Probablemente era el único padre/madre que lo hacía. Yo recuerdo a Diego como un chico muy joven (probablemente el más joven de los examinandos, tenía 16 años) y guapo. Creo que yo iba con una hermana. Mientras esperábamos el comienzo del examen, Catalán charlaba con todos nosotros y creo que siguió hablando (con una conversación extremadamente amena) con los acompañantes, mientras algunos nos examinábamos. Yo recuerdo también que nos habló algo de su vida. Que él era el único científico de la familia - algo así como la oveja negra-, que su mujer, su suegro, Menéndez Pidal, y toda la familia eran de humanidades, "de letras". Y que Diego iba a seguir la trayectoria de su familia materna (años después vi a Catalán preocupado por la oposición a Cátedra de su hijo). También nos debió contar anécdotas de su familia. Era muy simpático y natural hablando con los jóvenes.
Pasaron los años. Yo estudié Química en la Universidad Complutense. Terminé en el año 1949. No encontraba trabajo y me matriculé condicionalmente, porque me faltaba aprobar la Reválida, en dos asignaturas de doctorado "para aprovechar el tiempo". Una de ellas era la asignatura de Estructura Atómica Molecular y Espectroscopía, que daba Catalán (creo que así se llamaba). Ayudantes suyos eran Fernando Rico y la Srta. María Teresa Salazar (ella, quizá, con más responsabilidad). Y éste fue el segundo encuentro con Catalán, esta vez como alumna.
El estudio de esta asignatura de Espectroscopía iba a ser decisivo en mi vida profesional.
Yo había estudiado el Bachillerato (menos el primer curso, que lo aprobé por examen "libre") en el Instituto Isabel la Católica en Madrid. Mi profesor de Química fue D. José R. Barceló Matutano y en la época a que me estoy refiriendo (año1950) se encontró casualmente por la calle con una hermana mía, que había sido también alumna suya, y le preguntó por mí. Mi hermana le diría que yo estaba sin saber qué hacer. Barceló le dijo que yo fuese a verle al Instituto de Óptica donde estaba trabajando (jornada parcial). Me acuerdo que comenté con mi hermana que yo en el Campo de la Óptica sólo me gustaría trabajar en Espectroscopía.
Barceló trabajaba en la Sección de Espectros Moleculares que formaba parte del Departamento de Espectros atómicos y moleculares del que era Jefe D. Miguel A. Catalán. Naturalmente, empecé a trabajar en el Instituto de Óptica, ahora bien, gratis, como becaria sin sueldo.
Y este fue mi tercer encuentro con Catalán, que se extendería hasta su muerte en 1957, año que no he olvidado nunca porque mi padre murió unos meses antes. Me acuerdo que Catalán me dio muy compungido el pésame y poco después...
Volviendo a mi carrera científica estoy orgullosa de que, aunque José Barceló fue el director de mi Tesis Doctoral, Catalán fue el Padrino, ya que era necesario entonces ser Profesor en la Universidad para avalar una Tesis. Él tuvo que leer la Tesis, dar su aprobación y estar en el Tribunal correspondiente. Me acuerdo que estuvimos leyéndola o viéndola juntos y, como en aquellos tiempos se escribían las tesis a máquina, utilizando papel carbón para las copias que había que presentar en la Universidad y quedaban bastante sucias, él con una goma me enseñó cómo había que limpiarlas un poco porque había que "dar buena impresión". Y esto con una amabilidad y sencillez extremas, que eran características de su carácter.
Sólo me acuerdo de verle una vez un poco enfadado con mi grupo porque echamos la culpa a sus instrumentos de que no funcionaba bien nuestro espectrógrafo IR. Consideraba que decíamos una tontería...
Quiero reseñar aquí, que, probablemente gracias en gran parte al talante de Catalán y también del Director del Instituto de Óptica, D. José Mª Otero Navascués, no existía allí discriminación de género, lo que no ocurría en otros Institutos del CSIC, y las mujeres pudimos continuar la carrera investigadora después de leer la tesis doctoral. Debo, pues, agradecer al Prof. Catalán que yo no tuviese ningún problema para permanecer en el Instituto de Óptica, llegando a ser nombrada Profesora de Investigación. Cuando me jubilé, me incorporé, por diversas razones, durante unos años, al Instituto de Estructura de la Materia como Doctor vinculado ad honorem.
Y volvamos a mis recuerdos de la muerte de Catalán:
Un viernes (el anterior al 11 de noviembre) al llegar al Instituto de Óptica me dijeron que Catalán se había puesto enfermo y que le habían ingresado en la Clínica de la Concepción. El lunes, al volver a trabajar, nos dijeron que había fallecido (no sé si confundo alguna fecha), creo que de una pancreatitis aguda. Mi tristeza y la de todos mis compañeros fue inmensa, máxime cuando no estábamos preparados para una muerte repentina en una persona de tanta valía y con una aparente buenísima salud.
Para terminar quiero relatar una anécdota que contaban de él. Cuando todos estábamos más o menos ateridos de frío, el aparecía siempre en mangas de camisa. Parece que, según él, sólo se compró un abrigo en Múnich (donde sabemos que en invierno las temperaturas pueden llegar a muchos grados bajo cero). Se encontró en la calle con un compatriota que exclamó: ¿cómo vas así con una temperatura de 20º bajo cero? Contestó Catalán: ya notaba yo un poco de frío. Y se compró un abrigo.
En este relato, la investigadora Juana Bellanato recuerda al también químico y profesor, José Ramón Barceló Matutáno, hermano mayor de mi padre e investigador del Instituto de óptica, en el mismo equipo.
Miguel Catalán fue también mi profesor. Además de publicar diversos artículos en su memoria (El último MIGUEL A. CATALÁN SAÑUDO en este BLOG), he escrito dos biografías recordando su perfil humano y científico:
https://dinamicafundacion.com/el-senor-catalan/
http://advanceddynamics.net/el-senor-catalan/
https://dinamicafundacion.com/memoria-viva/
http://advanceddynamics.net/memoria-viva/
Durante casi cuarenta años he estado realizando un proyecto de investigación sobre dinámica rotacional y mecánica celeste (http://advanceddynamics.net/), cuyo origen seminal fue una clase de Catalán en el año 1956.
Es, por tanto, una gran noticia que el Grupo Especializado de Física Atómica y Molecular (GEFAM) de las Reales Sociedades Españolas de Física (RSEF) y de Química (RSEQ) haya creado la MEDALLA MIGUEL CATALÁN en homenaje a su memoria, y que en su primera convocatoria haya sido otorgada esta medalla a Dudley R. Herschbach, matemático, químico y profesor universitario galardonado con el Premio Nobel de Química del año 1986.
Me pongo en contacto con usted en nombre del Dr. José Andrés Fernández, Presidente del GEFAM – RSEF/RSEQ
Nos gustaría informarle que, con motivo del próximo congreso 25th International Conference on High Resolution Molecular Spectroscopy los próximos días 3-7 de septiembre, el GEFAM va a instaurar la “Medalla Miguel Catalán”, que recibirá inicialmente el Prof. Dudley R. Herschbach (Premio Nobel de Química) durante la celebración de este congreso, como puede ver en nuestra web:
http://www.hrms-bilbao2018.com/
En años posteriores esperamos conceder esta medalla de forma bianual en los Congresos “Iber” de Física Atómica y Molecular.
Como ya es sabido, existen ya los Premios de Investigación de la Comunidad de Madrid “Miguel Catalán” y “Julián Marías” a la carrera científica, y los Premios de Investigación de la Comunidad de Madrid “Miguel Catalán” y “Julián Marías” a investigadores de menos de cuarenta años. No obstante, esta nueva medalla tiene un carácter internacional, por lo que es una gran noticia su convocatoria.
Del equipo de investigadores de Miguel Catalán en el Instituto de Óptica del CSIC, JUANA BELLANATO FONTECHA, es la única persona actualmente viva, y con una gran lucidez. Hace algún tiempo le pedí un texto con sus recuerdos de aquella época, y me envió el siguiente texto, que reproduzco:
Mis recuerdos del Sr. Catalán.
Así le llamábamos en el Instituto de Óptica. Ahora sí, le respetábamos mucho. Y si recuerdo bien, aunque éramos muy jóvenes, él nos llamaba de Ud.
Yo conocí a D. Miguel Catalán en el año 1944. Tanto su hijo Diego como yo nos presentábamos a un examen especial para obtener el Grado de Bachiller con Premio Extraordinario (habíamos obtenido la nota de sobresaliente en el examen ordinario). Catalán acompañaba a su hijo. Probablemente era el único padre/madre que lo hacía. Yo recuerdo a Diego como un chico muy joven (probablemente el más joven de los examinandos, tenía 16 años) y guapo. Creo que yo iba con una hermana. Mientras esperábamos el comienzo del examen, Catalán charlaba con todos nosotros y creo que siguió hablando (con una conversación extremadamente amena) con los acompañantes, mientras algunos nos examinábamos. Yo recuerdo también que nos habló algo de su vida. Que él era el único científico de la familia - algo así como la oveja negra-, que su mujer, su suegro, Menéndez Pidal, y toda la familia eran de humanidades, "de letras". Y que Diego iba a seguir la trayectoria de su familia materna (años después vi a Catalán preocupado por la oposición a Cátedra de su hijo). También nos debió contar anécdotas de su familia. Era muy simpático y natural hablando con los jóvenes.
Pasaron los años. Yo estudié Química en la Universidad Complutense. Terminé en el año 1949. No encontraba trabajo y me matriculé condicionalmente, porque me faltaba aprobar la Reválida, en dos asignaturas de doctorado "para aprovechar el tiempo". Una de ellas era la asignatura de Estructura Atómica Molecular y Espectroscopía, que daba Catalán (creo que así se llamaba). Ayudantes suyos eran Fernando Rico y la Srta. María Teresa Salazar (ella, quizá, con más responsabilidad). Y éste fue el segundo encuentro con Catalán, esta vez como alumna.
El estudio de esta asignatura de Espectroscopía iba a ser decisivo en mi vida profesional.
Yo había estudiado el Bachillerato (menos el primer curso, que lo aprobé por examen "libre") en el Instituto Isabel la Católica en Madrid. Mi profesor de Química fue D. José R. Barceló Matutano y en la época a que me estoy refiriendo (año1950) se encontró casualmente por la calle con una hermana mía, que había sido también alumna suya, y le preguntó por mí. Mi hermana le diría que yo estaba sin saber qué hacer. Barceló le dijo que yo fuese a verle al Instituto de Óptica donde estaba trabajando (jornada parcial). Me acuerdo que comenté con mi hermana que yo en el Campo de la Óptica sólo me gustaría trabajar en Espectroscopía.
Barceló trabajaba en la Sección de Espectros Moleculares que formaba parte del Departamento de Espectros atómicos y moleculares del que era Jefe D. Miguel A. Catalán. Naturalmente, empecé a trabajar en el Instituto de Óptica, ahora bien, gratis, como becaria sin sueldo.
Y este fue mi tercer encuentro con Catalán, que se extendería hasta su muerte en 1957, año que no he olvidado nunca porque mi padre murió unos meses antes. Me acuerdo que Catalán me dio muy compungido el pésame y poco después...
Volviendo a mi carrera científica estoy orgullosa de que, aunque José Barceló fue el director de mi Tesis Doctoral, Catalán fue el Padrino, ya que era necesario entonces ser Profesor en la Universidad para avalar una Tesis. Él tuvo que leer la Tesis, dar su aprobación y estar en el Tribunal correspondiente. Me acuerdo que estuvimos leyéndola o viéndola juntos y, como en aquellos tiempos se escribían las tesis a máquina, utilizando papel carbón para las copias que había que presentar en la Universidad y quedaban bastante sucias, él con una goma me enseñó cómo había que limpiarlas un poco porque había que "dar buena impresión". Y esto con una amabilidad y sencillez extremas, que eran características de su carácter.
Sólo me acuerdo de verle una vez un poco enfadado con mi grupo porque echamos la culpa a sus instrumentos de que no funcionaba bien nuestro espectrógrafo IR. Consideraba que decíamos una tontería...
Quiero reseñar aquí, que, probablemente gracias en gran parte al talante de Catalán y también del Director del Instituto de Óptica, D. José Mª Otero Navascués, no existía allí discriminación de género, lo que no ocurría en otros Institutos del CSIC, y las mujeres pudimos continuar la carrera investigadora después de leer la tesis doctoral. Debo, pues, agradecer al Prof. Catalán que yo no tuviese ningún problema para permanecer en el Instituto de Óptica, llegando a ser nombrada Profesora de Investigación. Cuando me jubilé, me incorporé, por diversas razones, durante unos años, al Instituto de Estructura de la Materia como Doctor vinculado ad honorem.
Y volvamos a mis recuerdos de la muerte de Catalán:
Un viernes (el anterior al 11 de noviembre) al llegar al Instituto de Óptica me dijeron que Catalán se había puesto enfermo y que le habían ingresado en la Clínica de la Concepción. El lunes, al volver a trabajar, nos dijeron que había fallecido (no sé si confundo alguna fecha), creo que de una pancreatitis aguda. Mi tristeza y la de todos mis compañeros fue inmensa, máxime cuando no estábamos preparados para una muerte repentina en una persona de tanta valía y con una aparente buenísima salud.
Para terminar quiero relatar una anécdota que contaban de él. Cuando todos estábamos más o menos ateridos de frío, el aparecía siempre en mangas de camisa. Parece que, según él, sólo se compró un abrigo en Múnich (donde sabemos que en invierno las temperaturas pueden llegar a muchos grados bajo cero). Se encontró en la calle con un compatriota que exclamó: ¿cómo vas así con una temperatura de 20º bajo cero? Contestó Catalán: ya notaba yo un poco de frío. Y se compró un abrigo.
En este relato, la investigadora Juana Bellanato recuerda al también químico y profesor, José Ramón Barceló Matutáno, hermano mayor de mi padre e investigador del Instituto de óptica, en el mismo equipo.
Miguel Catalán fue también mi profesor. Además de publicar diversos artículos en su memoria (El último MIGUEL A. CATALÁN SAÑUDO en este BLOG), he escrito dos biografías recordando su perfil humano y científico:
https://dinamicafundacion.com/el-senor-catalan/
http://advanceddynamics.net/el-senor-catalan/
https://dinamicafundacion.com/memoria-viva/
http://advanceddynamics.net/memoria-viva/
Durante casi cuarenta años he estado realizando un proyecto de investigación sobre dinámica rotacional y mecánica celeste (http://advanceddynamics.net/), cuyo origen seminal fue una clase de Catalán en el año 1956.
Es, por tanto, una gran noticia que el Grupo Especializado de Física Atómica y Molecular (GEFAM) de las Reales Sociedades Españolas de Física (RSEF) y de Química (RSEQ) haya creado la MEDALLA MIGUEL CATALÁN en homenaje a su memoria, y que en su primera convocatoria haya sido otorgada esta medalla a Dudley R. Herschbach, matemático, químico y profesor universitario galardonado con el Premio Nobel de Química del año 1986.