En un libro recientemente publicado por Editorial Arpegio: Colón y su Empresa de Indias: ¿Comercio, descubrimiento o cruzada?, (http://editorialarpegio.com/Libro46Novedades.htm ), proponemos nuevas claves sobre esos posibles enigmas de su vida. Una reseña del libro puede encontrase en: https://www.tendencias21.net/libros/Colon-y-su-empresa-de-Indias-comercio-descubrimiento-o-cruzada_a688.html. Recientemente hemos sugerido la trascendencia de su hazaña y hemos conjeturado sobre los posibles argumentos que utilizó para convencer a la corona de Castilla: https://club.tendencias21.net/mundo/ARGUMENTOS-QUE-CAMBIARON-LA-HISTORIA_a26.html .
Según nos lo describe Fray Bartolomé de las Casas, su hijo Diego Fue persona de gran estatura, como su padre,… (De las Casas, Fray Bartolomé: Historia de Indias (1517), II tomo).
Se supone que nació en el año 1451, existiendo múltiples polémicas sobre el lugar, aunque en diferentes documentos y en sus testamentos él se refiere siempre a Génova, como su lugar de nacimiento. Pocos historiadores tienen hoy duda sobre este origen.
Pocos antecedentes fidedignos se conocen de su niñez y juventud. Pero también proponemos en el texto deducciones, a partir de los documentos originales existentes.
Existen indicios de que asistió a la escuela que el gremio de artesanos de tejedores, al que pertenecía su padre, disponía en Génova, pero no se han encontrado pruebas de que estudiara latín o gramática en Universidad alguna, como quiso sugerir su hijo Hernando Colón. Fue en realidad un verdadero autodidacta.
¿Cuándo inicia sus travesías marítimas?
Parece ser que a los 14 años, se enroló como grumete de un mercante genovés, y posiblemente también sirvió en naves corsarias, en nombre de Renato de Anjou, pretendiente al trono de Nápoles. Por tanto, estas inciertas aventuras, posiblemente más tarde, trato de ocultarlas, evitando su incomodo recuerdo ante la corona de Aragón. Posteriormente pasó algunos años embarcado como agente comercial
No es probable que tras sus primeras singladuras llegara a ser un navegante profesional, más bien fue un inteligente factor o agente mercantil que acompañaba a la mercancía para su custodia, durante la navegación, y procedía a su entrega y venta en el puerto de destino.
Sabía leer, y poseyó una clara visión de la importancia de la escritura, algo no muy extendido todavía en aquellos años, poco después de la invención de la imprenta por Gutenberg (1397-1468). Como buen autoinstruido, adaptado a la etapa de transición de la edad media al renacimiento que le tocó vivir,
¿Cómo se convierte en cartógrafo, cosmógrafo y navegante?
Colón llegó a las islas Madeira, concretamente a la pequeña isla de Porto Santo, siendo estas ya territorios de Portugal, el 1 de agosto de 1476. Se supone que como superviviente del naufragio del mercante Bechalla, posiblemente tras un combate naval con corsarios.
Debió presentarse como agente comercial, y hasta 1485 actuó como tal en representación de la casa italiana Centurione, realizando posteriormente frecuentes viajes al continente. Si ya había navegado en el Mediterráneo, ahora ha podido obtener experiencia en la navegación atlántica, en sus corrientes y en sus vientos periódicos. Fue en el Atlántico, en sus islas, en sus costas, donde Colón concibió la gran idea de buscar el Levante por el Poniente. (Taviani, Paolo: Cristoforo Colombo. La genesi della grande scoperta, voll. 1-2, Novara: De Agostini, 1974; 1988).
Contrae matrimonio con Felipa Moniz de Perestrello, hija del anterior gobernador de la isla portuguesa de Porto Santo, Bartolomé Perestrello, y de su esposa Isabel Moniz. Bartolomé Perestrello, había sido hidalgo, navegante, y modesto aristócrata portugués, pero ya había fallecido. Como parte de la dote, en su boda recibe la biblioteca, escrituras y cartas de marear de su fallecido suegro. Incluso las cartas con los vientos y las corrientes de las posesiones portuguesas en el Atlántico.
Además, Felipa pertenecía a la comunidad femenina de la Orden de Santiago, viviendo previamente en el monasterio de Todos los Santos el Viejo, en Lisboa.
En aquella apartada isla, la más al norte y al este del archipiélago de Madeira, Colón, recién casado, vivió en su capital, Vila Baleira. Siendo lector empedernido, y deseando instruirse, es muy posible que dedicase muchas horas, a conocer con profundidad la biblioteca de su difunto suegro. Por tanto, la dote que recibe, en mi opinión, trasforma su vida, permitiéndole pasar, de simple factor o agente naval, a un posible experto en confección de cartas del atlántico y en un incipiente cosmógrafo versado en aquella mar Océana.
Por ello. Podemos proponer que es durante su estancia inicial en la isla portuguesa de Porto Santo, cuando asienta sus conocimientos sobre la navegación en el Atlántico Norte, sobre sus vientos, mareas y corrientes, e incluso, es cuando fundamenta su tesis, que probablemente comenta y discute posteriormente en Lisboa.
Después de vivir en la isla, el matrimonio se traslada a Lisboa, en donde accedió a la corte del rey Juan II, y fue conocedor de los proyectos de la corona portuguesa. Es a partir de este momento, cuando conocemos su historia personal. En cualquier caso, en esos años, como en otros muchos episodios de su vida, encontramos enigmas o, al menos, una información insuficiente, que ha venido generando constantes dudas, y que, por tanto, ha tentado a los estudiosos a especulaciones y suposiciones.
Han sido analizados los escritos de Colón y deducidos sus orígenes a partir de estos. La mayoría de notas y apostillas en sus libros de lectura, están todas en castellano y latín, hay una corta nota en italiano, en el Libro de Profecías [Biblioteca Colombina de Sevilla]: Doppo el pecato delli primi parenti cadendo l´homo de male en pegio perdete la simigliança de Dio et, como dice el psalmista, prese similitudine de bestia. (Después del pecado de los primeros padres cayendo el hombre de mal en peor, perdió la semejanza de Dios y, como dice el salmista, tomó la semejanza de bestia). Recientemente han sido encontradas cartas en italiano, enviadas por Colon y conservadas en archivos de aquel país. (Colón de Carvajal, Anunciada: La herencia de Cristóbal Colón. Fundación Mapfre y CSIC, Madrid, 2015.)
También existen en los archivos cartas recibidas por Colón en italiano. En este punto, seria de interés reiterar la búsqueda de posibles nuevos escritos de Colón en archivos italianos, que no se hayan conocido hasta la fecha, ni que se conocieron en su época, pues ese pudiera haber sido el deseo del Almirante.
No dejó nada escrito en portugués, ni tampoco, que se sepa, en dialecto genovés. A excepción de ciertos caracteres cifrados de sus cartas, su numerosa correspondencia, bien sean documentos autógrafos o de copistas, está toda escrita en castellano. No obstante, en las cartas autógrafas dirigidas a su hijo Diego, en el ángulo superior izquierdo aparecen supuestamente ligados los caracteres hebreos bet y hai, que se presumen abreviaturas de Baruch Haschem (Alabado sea el Señor).
A este respecto, fray Bartolomé de las Casas expresaba: Todas estas son sus palabras formales, algunas dellas no de perfecto romance castellano, como no fuese su lengua materna del Almirante.
….Estas son sus palabras, y no muy polidas en nuestro romance, pero, cierto, no por eso dignas de desechar.
….Todas estas son palabras del Almirante, con su humilde y falto de la propiedad de vocablos estilo, como quien en Castilla no había nacido. (Las Casas, Fray Bartolomé de, Historia de las Indias.)
Parece confirmarse pues, que no era el castellano su lengua materna, pero tampoco disponemos de textos que nos demuestren y den testimonio fehaciente de su verdadera lengua original. Esto nos induce a pensar que todos sus escritos en otras lenguas, y por tanto, en la suya propia, fueron hechos desaparecer, bien por el mismo, o por sus familiares en un momento dado.
Es la lectura lo que le permite concebir sus inéditos proyectos de navegación: …y procurando con afán leer los libros de cosmografía, historia, filosofía y otras ciencias, que a merced de la imprenta era ya más fácil su adquisición y su estudio. (Fernández de Navarrete, Martín: Disertación sobre la historia de la náutica y de las ciencias matemáticas. Editorial Maxtor, 1846. http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/disertacion-sobre-la-historia-de-la-nautica-y-de-las-ciencias-matematicas-que-han-contribuido-a-sus-progresos-entre-los-espanoles--0/html/fefa7d50-82b1-11df-acc7-002185ce6064.html)
Es muy posible que compartiese con su hermano Bartolomé el acceso a la importante documentación náutica de la familia Perestrello que había recibido como dote, y de esta forma, pudo este también especializarse en el arte de la cartografía y de la navegación. Se estima que Bartolomé Colón participó en la expedición de Bartolomé Díaz al Cabo de Buena Esperanza entre 1487 y 1488, pues sus cartas incluían el acceso al Índico. Al dejar su hermano Lisboa, camino de la corte castellana, marchó a Inglaterra y Francia, ya como cartógrafo, posiblemente con el mismo propósito de conseguir el respectivo apoyo real para la Empresa de Indias.
Colón parece ser una persona de fuertes convicciones, posiblemente debido a su experiencia personal, pero también probablemente, como resultado de sus conversaciones y análisis geográficos con sus familiares y hermanos. Para el historiador Andrés Bernáldez, el Almirante era: hombre de muy alto ingenio sin saber muchas letras (Bernáldez, Andrés, Memorias del reinado de los reyes católicos, ed. Manuel Gómez-Moreno y Juan de Mata Carriazo, Real Academia de la Historia, Madrid, 1962, p. 98). En nuestra opinión este veredicto era excesivamente severo, ya que los conocimientos científicos y tecnológicos de Colón parecen estar bien fundados para su época, a pesar de sus posibles errores.
El hecho es que, tras su primer viaje se convierte en un hombre de referencia en la corte castellana: Jaime Ferrer, el famoso cosmógrafo catalán encargado de trazar la línea divisoria entre las posesiones españolas y portuguesas, de acuerdo con el tratado de 1494 de Tordesillas, sometía todos sus proyectos al juicio de Cristóbal Colón (Rey Pastor, Julio: La ciencia y la técnica en el descubrimiento de América. Editorial Espasa-Calpe 1942, pág. 84, Nota 50).
La ASOCIACIÓN Y EL COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS INDUSTRIALES DE MADRID (http://portal.coiim.es/comunicacion/agenda/presentacion-del-libro-colon-y-su-empresa-de-indias-comercio-expedicion-cientifica-o-cruzada-265), han convocado conjuntamente un acto de presentación del libro: Colón y su Empresa de Indias: ¿Comercio, descubrimiento o cruzada?, el día 10 de abril de 2019 a las 19,00 horas, en el Salón de Actos del COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS INDUSTRIALES DE MADRID, (c/ Hernán Cortés, 13). Para quien desee asistir, se ruega haga confirmación previa de asistencia, en el teléfono: 91 521 40 41, o por correo electrónico: aiim@aiim.es.