Notas
Escribe Antonio Piñero
Foto: El presunto Pablo de Tarso en una miniatura antigua Pregunta: En las Epístolas Pastorales, el autor también se identifica como Pablo. ¿Cuál es la diferencia entonces? Respuesta: Teología absolutamente diferente; estilo diferente; atmósfera espiritual diferente; uso de las mismas palabras con significado diferente, por ejemplo, “iglesia”. Esto lleva al siguiente razonamiento: La pseudoepigrafía del Nuevo Testamento es distinta al anonimato, pues consiste en la explícita atribución de un escrito a un autor distinto del real. Es de dos clases: pseudonimia y falsificación estricta o mixtificación literaria. La pseudonimia ocurre cuando el autor real se esconde bajo un nombre ficticio, inexistente, o cuando la autoría se atribuye a un autor irreal o mítico: Hermes Trismégistos, Henoc, Adán... En este caso puede excluirse, aunque no siempre, la intención de defraudar. La falsificación o mixtificación se produce, por el contrario, cuando el autor real es distinto del suplantado, y además es una persona también real, viva o muerta, bien conocida. La intención de defraudar se deduce del hecho de que el suplantador se presenta explícitamente como el suplantado. Entonces, el autor real, el suplantador, debe denominarse falsificador literario o falsario, y el contenido de la falsificación es susceptible de enjuiciamiento. Cuando el juicio es negativo, la obra recibe las denominaciones de falacia o impostura. En ausencia de juicio negativo, la obra puede ser denominada ficción, fábula, leyenda, pero no se excluye que su contenido pueda ser auténtico (seis Cartas de Platón son tenidas por falsificaciones, pero su contenido se considera históricamente atendible). Los escritos del Nuevo Testamento que suplantan las figuras de Pablo (entre ellas las Epístolas Pastorales, objeto de la pregunta), de Juan, de Pedro, de Santiago/Jacobo y de Judas caen ciertamente bajo el epígrafe de la falsificación. De entre los 27 escritos del Nuevo Testamento solo se exceptúan los Evangelios y los Hechos de Apóstoles, que fueron publicados anónimamente, las siete cartas auténticas de Pablo y el Apocalipsis, que va firmado aunque no sepamos casi nada del autor. Ahora bien, su contenido excluye el juicio negativo, por lo cual no es adecuado calificarlos globalmente de supercherías o de patrañas. La deshonestidad literaria no les afecta por este capítulo, ya que de hecho no hay suplantación de personas, como ocurre en otras obras del Nuevo Testamento, e insisto que aquí es donde deben encuadrarse las Pastorales. Pregunta: Hola Antonio, una pregunta, que hay de cierto o de falso sobre la supuesta consanguinidad de Jesus y Juan el Bautista?? Es decir, eran hermanos como muchos afirman?? Gracias. Respuesta: El Evangelio de Lucas dice que Isabel y María eran “parientes” (griego syggeneis) pero nada más. Todos lo que pase de ahí es fabulación. Incluso hay muchos intérpretes que creen que esta noticia de Lucas es tradicional y también falsa. Saludos cordiales de Antonio Piñero http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html
Domingo, 18 de Marzo 2018
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Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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