Notas
Escribe Antonio Piñero
He leído con muchísimo detenimiento el libro del Dr. Saban que a continuación reseñaré, dividiendo el material en partes porque es larga. El libro tiene un buen monto de ideas útiles, interesantes, y algunos defectillos –en mi opinión– que a lo largo de las siguientes postales pondré de relieve. Como a veces tenemos el Dr. Saban y yo opiniones un tanto divergentes, y el autor es amigo mío, se me ocurrió enviarle esta reseña antes de publicarla y le pedí que escribiera una réplica para publicarla a continuación de la reseña. Así progresa la ciencia, y es como se hace en revistas científicas, de modo que el lector tenga ante sus ojos dos opiniones y “puede tirar por la calle de en medio” o bien admitir una u otra. El Dr. Saban aceptó. Pero en verdad es un hombre súper ocupado. Entonces me ha escrito que publique yo la reseña y que, él –cuando encuentre un hueco en sus actividades– escribirá la réplica, me la enviará y la publicaré aquí mismo. Según él, la siguiente reseña contiene dos errores graves y trece párrafos necesitados de algunas precisiones. Pero no me ha dicho aún cuáles. Quizás el lector avisado me lo pueda indicar. El libro, que lleva el título de la presente postal, es la refección de una tesis doctoral que fue defendida en la Universidad de Lérida el 22 de enero de 2016, aunque el texto en sí estaba terminado dos años antes, como consta en el Prefacio. La tesis tenía como título “Causas y consecuencias de la ruptura entre judaísmo y cristianismo en el siglo II”. La edición del presente libro es del autor, y lleva el registro de Roxana Saban, Buenos Aires, 2016, 464 pp. 22x 15 cms. ISBN: 978-987-33-9955-8. Ignoro el precio y supongo que el libro puede adquirirse dirigiéndose al autor, cuyo correo electrónico y oros datos pueden buscarse en Internet. La obra está dividida en tres grandes partes: Iª. El siglo I (dividido en dos apartados): 1. El “Concilio de Jerusalén” del año 50 y el nacimiento del grupo mesiánico; 2. El judaísmo de san Pablo. IIª. La ruptura del cristianismo y del judaísmo, (dividida a su vez en tres grandes secciones): 1. El período de transición entre el 70 y el 130. 2. San Justino y su obra “Diálogo con Trifón”. 3. “La controversia pascual del 14 de nisán”. IIIª. El siglo III, que trata los temas siguientes: 1. La naturaleza humana y divina del Mesías. 2. Los elementos de la ruptura y el antijudaísmo cristiano. Al final de esta sección hay un notable número de páginas de conclusiones finales. Es posible –ya que no he visto el texto original en forma de tesis– que el sustrato de esta obra estuviera compuesto siguiendo el formato propio de una tesis doctoral dentro de la universidad española, con citas correctas y continuas de los autores sobre cuyas ideas se argumenta. Pero si así fuere, la obra presente, la que puede leer el público, adolece en muchas ocasiones de la falta de citas exactas de los testimonios de autores antiguos, Padres de la Iglesia ante todo. En la obra se transcriben genéricamente sus opiniones, pero no se puede controlar la exactitud de lo escrito por la ausencia de referencias. Damos entonces por supuesta la buena voluntad y la exactitud del autor del libro, pero nos quedamos sin la posibilidad instrumental de la comprobación. La primera parte tiene como objetivo demostrar que hasta bien entrado el siglo II no se puede hablar de ningún modo de separación estricta entre judaísmo y cristianismo, porque los grupos que hoy llamaríamos “cristianos” y “judíos” no tenían deseos ni conciencia alguna de estar “fundando” una nueva religión: ni los judeocristianos sabían que estaban fundando el cristianismo, ni los judíos, por su parte, que estaban creando un judaísmo “moderno”, es decir, acomodado a las realidades del gran fracaso del levantamiento contra Roma del 66 d.C. Escribe el autor: “No hay hasta principios del siglo II ninguna prueba para fundamentar el carácter independiente del cristianismo con relación al mundo judío. Todo el siglo I puede ser considerado como la historia judía de la futura iglesia cristiana, o la historia de un movimiento mesiánico en el interior del judaísmo” (p. 47). Creo que esta aseveración es indudable. Seguiremos. Saludos cordiales de Antonio Piñero Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Domingo, 23 de Octubre 2016
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Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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