Notas
Hoy escribe Thomas Hudgins
Como Ustedes saben, el Prof. del Estudio Teológico “Capital Seminary” de Washington, Thomas Hudgins y yo hemos fundado un Blog en inglés, con el título “Across the Atlantic”. Este Blog utiliza tanto material mío, ya publicado en este medio desde 2007, como de Thomas. Como yo soy agnóstico y escéptico, aunque muy respetuosos con la religión, y Thomas es baptista surgen constantemente puntos de discrepancia que él, para sus lectores en inglés, se encarga de aclarar desde su punto de vista. Hoy y mañana voy a publicar una amplia postal compuesta por Thomas con el título que lleva esta aportación presente. La divido en dos partes porque es larga y lo he acomodado un tanto al tenor mental de los lectores de fuera de los Estados Unidos. Introducción: Para un cristiano es muy posible que no haya nada como pasar el tiempo estudiando las Escrituras. El verdadero crecimiento espiritual dentro del cristianismo depende en muchos casos del tiempo que se pase estudiando con precisión lo que se cree palabra de Dios. De hecho, la vida espiritual de los cristianos (o en el caso de muchos sacerdotes, o análogos, o personas dedicadas a la docencia de la religión la vida de aquellos que han sido confiados a su cuidado) no puede crecer convenientemente fuera de este ingrediente clave del estudio de la Biblia en concreto del Nuevo Testamento. Y los docentes deben destacar en esta área si quieren que los que los lean o escuchen les presten la conveniente atención. El siguiente resumen examinará diez pasos importantes en el proceso exegético. Cultivar cada uno de ellos como una disciplina en su estudio personal de la Biblia es interesante para comprenderla mejor. El lema general del trabajo es “Hay que tratar la palabra de Dios con todo cuidado. De lo contrario, es mejor no ocuparse de ella”. Las diez reglas principales son las siguientes 1: Análisis histórico El análisis histórico-literario es hoy día el usual entre los exegetas y estudiosos de la Biblia. Este análisis se ocupa de cuestiones como autor, posibles lectores, fecha de composición, escenario, propósito del autor, y diferentes influencias culturales y sociológicas. Cuando un principiante se introduce en el análisis histórico no debe enredarse con todos los detalles. Hay bastante información relevante para la interpretación para el entorno religioso y cultural de cada pasaje. Estudios básicos del Nuevo Testamento, como el de Thomas D. Lea y David Alan Black The New Testament: Its Background and Message, son un buen punto para comenzar este tipo de análisis. En español existe un libro ya antiguo, en tres volúmenes muy interesante para comprender el mundo del Nuevo Testamento, como el J. Leipoldt-W. Grundmann, El mundo del Nuevo Testamento, 3 volúmenes, Cristiandad, Madrid, 1980 aproximadamente. 2: Análisis literario Hay que prestar atención al contexto del texto en sí y al del entorno. El escenario original del pasaje es fundamental para una correcta interpretación de un texto bíblico. Un ejemplo de su importancia puede verse en los comentarios sobre la Última Cena que explican cómo se celebraba en el primer siglo. La comprensión del escenario enriquece nuestra manera de entender lo que está ocurriendo, por ejemplo, en Marcos 16, Mateo 26, Lucas 22 y Juan 13–17. El contexto inmediato del texto en sí se refiere a los versículos/párrafos que preceden y siguen al texto que se está estudiando. El contexto general se refiere a los párrafos, capítulos e incluso al libro entero en el que está insertado o al Nuevo Testamento al completo, o si se trata de un pasaje del Antiguo Testamento a veces a la Biblia hebrea completa. Al estudiar Mateo 13, por ejemplo, es imposible pasar por alto lo que ocurre en Mateo 12. Mateo 13: 1- 3 dice: “Ese mismo día salió Jesús . . . . Y les habló muchas cosas en parábolas.” ¿Qué pasó el día en que Jesús comenzó a hablar casi exclusivamente en parábolas? En Mat. 12:23-24 vemos que los fariseos atribuyeron las obras de Jesús a Satanás, y no al Espíritu Santo. Investigar esto es parte de mirar el contexto inmediato. Puede resultar útil trabajar con el contexto inmediato anotando observaciones simples del texto. Preste atención a cada detalle. Obtener una visión general del Evangelio según San Mateo en su conjunto es parte del contexto general. Sería conveniente ser capaz de resumir cada capítulo en una frase que lleve hasta el pasaje que está enseñando. Esto no solo ayudará a entender el pasaje en cuestión, sino que ayudará a comunicar el pasaje a su audiencia después cuando lo enseñe. También puede encontrarlo útil para observar los diferentes esquemas de pensamiento de un libro bíblico. Preste atención a que el texto que se está estudiando se encuentra en ese esquema. “Innumerables personas han aprendido de memoria los versículos de las Escrituras sin darse cuenta de que los versículos son solamente componentes de un contexto más amplio”, dice David Alan Black. 3: Análisis textual El lema de este análisis es el siguiente: “No existe un tipo de texto en el Nuevo Testamento totalmente fidedigno. La crítica textual requiere en cada caso la evaluación de todas los testimonios externos e internos Si usted toma diversas versiones del Nuevo Testamento y lee Mt 5,22, “Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano “imbécil”, será reo ante el Sanedrín; y el que le llame “renegado”, será reo de la gehenna de fuego” observará que en alguna se lee “Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano sin razón…”. Ese “sin razón” corresponde al vocablo griego εἰκῇ en el posible texto original. ¿Por qué aparece en algunas versiones y en otras no? Con el fin de determinar la lectura original que salió de la pluma del autor evangélico, tendrá que considerar tanto los testimonios externos del texto como el análisis interno del texto mismo. Son 8 preguntas que necesitan la atención: 1. ¿Qué lectura está atestiguada por los manuscritos más antiguos? 2. ¿Qué lectura se apoya en manuscritos que representan un mayor número áreas geográficas amplias de la cristiandad? 3. ¿Qué lectura es apoyada por el mayor número de tipos de texto? 4. ¿Qué lectura es la lectura más breve? 5. ¿Cuál es la lectura más difícil? 6. ¿Qué lectura está de acuerdo con el estilo y el vocabulario del autor? 7. ¿Qué lectura se ajusta mejor al contexto y / o la teología del autor? 8. ¿Qué lectura está menos de acuerdo con los pasajes paralelos en el caso de los evangelios? Al responder a cada una de estas preguntas, el estudioso estará en condiciones de llegar a una conclusión bien formada. Es necesario estar dispuesto a hacer el trabajo duro de tomar decisiones de crítica textual en vez de decir: “Tal autor de tal dijo esto y tal autor dijo lo otro . . . .” En este paso hay que tener en cuenta lo siguiente: hay cuatro zonas cristinas en el ámbito global del Imperio romano: 1. El texto occidental que se extendió por Italia y Sicilia, sur de las Galias y quizás Hispania. 2. El texto bizantino que corresponde a las iglesias del Mediterráneo oriental de Grecia sobre todo. 3. El texto Cesariense (al menos en los evangelios) cuyo centro es Cesarea Marítima, Antioquia y Siria en general. 4. El texto alejandrino, cuyo centro estaba en Alejandría de Egipto. Cada zona tiene sus manuscritos importantes que se hallan en las listas de manuscritos del Nuevo Testamento. Si una lectura tiene el apoyo de manuscritos de más de una zona tendrá más probabilidades de ser auténtica. 4: Análisis del vocabulario del texto en cuestión ¿Qué significan las palabras en el pasaje que se está estudiando? Este paso se interesa por el significado exacto de las palabras en el texto presente. Diferentes libros le ayudaran en este paso. El más común de estos son léxicos (e.g., G. Abbott-Smith’s A Manual Greek-English Lexicon of the New Testament). En español: J. Mateos, Método de Análisis Semántico Aplicado al Griego del Nuevo Testamento (Córdoba: El Almendro, 1989). M. Guerra Gómez, El idioma del Nuevo Testamento. Sintaxis. Estilística y diccionrio estilístico, Burgense, Burgos 41995. Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento (traducido al español por C. A. Vargas y el equipo de la Comunidad Karios de Buenos Aires; 10 vols.; Grand Rapids, MI: Libros Desafio, 2002) Inmaculada Delgado Jara, Diccionario griego-español del Nuevo Testamento, Estella, Verbo Divino 2010 Ángel A. García Santos, Diccionario del griego bíblico (Nuevo Testamento y los Setenta) Estella Verbo Divino, 2009. Juan Mateos- J. Peláez -Grupo Gasco, Diccionario griego español del Nuevo Testamento (fascículos 1-4), Córdoba el Almendro, 2014. Los diversos software bíblicos pueden ser extremadamente útiles para determinar rápidamente dónde se usan las palabras en otros lugares. Después de identificar el significado básico de una palabra, identificar dónde se utiliza esa palabra en el Nuevo Testamento o en el mismo libro /carta que se está estudiando es muy útil. El contexto de una palabra es el mejor indicio para la interpretación. Después de esto, averiguar cómo se utiliza la palabra fuera de este campo (e.j., el Nuevo Testamento en su conjunto, la LXX, otra literatura del primer siglo, etc.). La palabra griega ἱλαστήριον es un gran ejemplo (Rom 3,25 y Heb 9,5). La palabra no aparece con frecuencia en el Nuevo Testamento, pero es común en los LXX y se refiere a la ley mosaica. La traducción “propiciación” realmente no comunica nada a una persona de cultura media. Si al leer esta palabra en público, nadie la entiende, puede dudarse de que la traducción sea la correcta, ya que el análisis léxico considera tanto la alengua en sí como a los receptores de esa lengua. Un análisis de la forma en que se utiliza a través de la LXX le ayudará a determinar si se está refiriendo a una “expiación el pecado” o el lugar donde se expía (es decir, el “propiciatorio”). Así que hay que tener cuidado. A este respecto es muy recomendable el capítulo primero del libro de D. A. Carson Exegetical Fallacies (2a ed.; Grand Rapids: Baker, 1996; pp. 27-64). Uno de los abusos más comunes es lo que Carson llama "anacronismo semántico", es decir, utilizar términos confusos. D. A. Black ha escrito que el análisis lingüístico es considerado “a menudo el ‘Ábrete Sésamo’ que nos permite el acdeso al significado original de la Escritura. pero, el análisis léxico es tal vez el campo más proclive a los abusos, más que cualquier otro método de interpretación.” 5: Análisis sintáctico Después de considerar el significado de las palabras, queda aún mucho por hacer. Es importante observar el orden de las palabras; la presencia o ausencia de verbos finitos; examinar las frases preposicionales; considerar el uso de los artículos definidos; el “aspecto” del verbo griego, la utilización de los tiempos; uso de las voces activa, pasiva o media; la persona, número, y los casos. Leer el Nuevo Testamento en griego es sumamente útil para estudiar todas estas cuestiones y entender bien lo que se dice. Por ejemplo, en Juan 17,17 Jesús dice: “Santifícalos en la verdad. Tu palabra es verdad”. ¿Qué significa la frase preposicional “en la verdad” (ἐν τῇ ἀληθείᾳ)? ¿Es la verdad del Padre algo que se supone que debemos estar “dentro de ella” como cuando estamos “dentro de” un coche o “en” una casa? La mayoría de la gente piensa en una posición espacial cuando escucha la palabra “en.” Y la frase “en la verdad” en realidad no dice mucho por sí misma. ¿Cómo entenderlo y explicarlo? Uno de los problemas es que la traducción “en” es sólo una de las maneras en las que podemos entender la palabra griega ἐν. ¿Qué es lo que realmente Jesús le está pidiendo a Dios Padre que haga por nosotros en cuanto a su verdad? Una traducción mejor podría ser “Santifícalos por tu verdad,” o, “Santifícalos con tu verdad”, expresiones en las que su verdad es el instrumento mediante el cual se lleva a cabo este proceso. En otras palabras, como creyentes, los lectores están expuestos a la verdad de Dios, y ella nos hace santos. ¿Cuál es su verdad? Jesús dice: “Tu palabra es la verdad.” El verdadero crecimiento cristiano, por tanto, depende de los creyentes que van a su Palabra, que la estudian con precisión o escuchando diligentemente, y aplicandolo en sus vidas. Seguiremos Saludos cordiales de Thomas Hudgins y de Antonio Piñero
Martes, 10 de Febrero 2015
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Editado por
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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